
Aportaciones al Sínodo de la Iglesia Católica
Como grupo de cristianos de Horcajo de Santiago, (calle Juan de la Cierva, 6) hemos tenido un estudio-debate sobre la sinodalidad en la Iglesia; y estando atentos a la oportunidad que nos da el Papa Francisco a todo el Pueblo de Dios, nos sentimos llamados a dar nuestra contribución para la renovación de la Iglesia conforme al Evangelio de Jesús y de acuerdo con el Concilio Vaticano II.
Por ello enviamos por este medio nuestras aportaciones a los responsables del Proceso Sinodal de la Diócesis de Cuenca.
Sintiéndonos cristianos, seguidores de Jesús, que intentan vivir el Evangelio, estamos participando semanalmente en la celebración de la Eucaristía y en la formación cristiana. Nos sentimos unidos a toda la Iglesia y en particular a nuestra Diócesis de Cuenca, deseando llevar el Evangelio con nuestro testimonio y compromisos pastorales. Somos conscientes que formamos parte del Pueblo de Dios, donde participamos por el Bautismo de la dignidad de hijos de Dios, tanto varones como mujeres, hermanos todos, discípulos y misioneros, que intentan llevar el Evangelio en la construcción del Reino de Dios.
Igualmente creemos que Jesucristo es el único Sacerdote en la Iglesia y que todos los bautizados formamos parte de ese sacerdocio común del Pueblo de Dios y a la vez también afirmamos que el sacerdocio ministerial está al servicio de todo el Pueblo de Dios; y debería estar abierto a todos los bautizados, hombres y mujeres, célibes y casados.
Por eso creemos que tenemos que ir superando el modelo jerárquico y autoritario de la Iglesia anterior al Vaticano II, apostando por un modelo más circular y democrático donde se supere de una vez el clericalismo, como nos está pidiendo constantemente el Papa Francisco. Y para eso proponemos la mayor participación de los laicos en los planes pastorales y en las estructuras y organismos eclesiales, tanto parroquiales como diocesanos.
Para ello proponemos una adecuada formación bíblica y en doctrina social de la Iglesia de todos los agentes pastorales para que puedan realizar convenientemente los ministerios pastorales que hoy se requieren y para realizar la misión del Reino de Dios. Igualmente pensamos que para que la Iglesia pueda anunciar con libertad el Evangelio, tendría que optar por vivir la pobreza evangélica y renunciar a los privilegios y poderes que se le han ido pegando a lo largo de la historia.
Dando las gracias a los responsables de la Diócesis de Cuenca por recibir estos aportes, esperamos que los puedan tener en cuenta.
Horcajo de Santiago mayo de 2022
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Daniel Sánchez Barbero y 20 firmas más