¿Qué es lo que la Iglesia puede aportar a las personas enfermas?

Javier Vitoria: «La autoridad de Jesús consiste en su capacidad de vivir de acuerdo con lo que predica»

Javier Vitoria
Javier Vitoria Diócesis de Bilbao

«A Jesús le preocupaba muchísimo más el sufrimiento de los seres humanos que el pecado. Porque ahí donde hay sufrimiento, está en peligro la vida», señaló el ponente, quien también aseguró que «el sufrimiento, por sí solo, no siembra nada. Lo que siembra es la entrega y la confianza»

| Diócesis de Bilbao

(Bizkeliza.org).- Con motivo de la Pascua del Enfermo que se ha celebrado este domingo (VI de Pascua), ayer lunes, 15 de mayo, la iglesia de los Santos Juanes del Casco Viejo de Bilbao, acogió la charla del presbítero diocesano Javier Vitoria, titulada «Cautivados por su rostro, acompañamos para que les cunda la vida”.

Alrededor de 80 personas participaron ayer en la sesión organizada por el área de Salud de la Delegación diocesana de Caridad y Justicia, en la iglesia de los Santos Juanes del Casco ViejoLa responsable de salud, Laura Etxeberria, inauguró el acto, con un momento oracional, tras el que presentó al ponente, a quien agradeció su presencia «por querer compartir aquello que hace que cunda más la vida».

avier Vitoria, Laura Etxeberria y Manu Moreno, delegado diocesano de Caridad y Justicia

Destacamos a continuación algunas de las frases de Javier Vitoria, en su intervención de ayer en la iglesia de los Santos Juanes, que comenzó con el interrogante: ¿Qué es lo que la Iglesia puede aportar a las personas enfermas?

  1. El tema de la sanación está vinculado fundamentalmente a la vida de la Iglesia.
  2. No hay ninguna realidad humana de la que Dios esté ausente. Está presente, para ayudar a que la vida de más de sí.
  3. No es lo mismo asumir la muerte con esperanza que sin esperanza.
  4. Mis palabras no tendrían ningún valor, si no hubiera personas que hacéis la tarea que hacéis (en referencia a los y las agentes de Pastoral de la Salud).
  5. Es importante crear condiciones para poder enfermar sin que la vida se agote y se inhabilite.
  6. La autoridad de Jesús consiste en su capacidad de vivir de acuerdo con lo que predica, con lo que anuncia, ser coherente con su mensaje.
  7. A Jesús le preocupaba muchísimo más el sufrimiento de los seres humanos que el pecado. Porque ahí donde hay sufrimiento, está en peligro la vida.
  8. Jesús nos ofrece la esperanza en que puede haber vida antes de la muerte.
  9. El sufrimiento, por sí solo, no siembra nada. Lo que siembra es la entrega y la confianza.
  10. Una de las cosas que más me ha hecho sufrir en la vida es contemplar como mujeres «con juventud acumulada» se desesperaban cuando veían que tenían que ser cuidadas «si los hijos no te cuidan porque no eres útil, es que no te merecen».
  11. Desde que nacemos somos dependientes. No hay nadie independiente. Somos autónomos, pero interdependientes y el modelo de interdependencia cambia con los años.
  12. Tenemos que ser críticos. La Pastoral de la Salud tiene que ser incómoda. Caricia y aguijón a la vez.

Crisis alimentaria y humanitaria

Estas son las dos condiciones de Francisco para salir de la crisis alimentaria mundial

papa francisco

El Papa ha recibido en audiencia a los participantes en la Conferencia ‘Crisis alimentaria y humanitaria: ciencia y políticas para su prevención y mitigación’

El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia a los participantes en la Conferencia de la Academia Pontificia de las Ciencias sobre el tema ‘Crisis alimentaria y humanitaria: ciencia y políticas para su prevención y mitigación’.

En su discurso, el Papa ha señalado que “el tema que ha elegido es más actual que nunca, no solo para el debate académico, sino también porque apela a autoridades con visión de futuro y prácticas políticas, para aliviar el sufrimiento de tantos hermanos nuestros que carecen de una alimentación saludable y el acceso a alimentos suficientes”.

En esta perspectiva, Francisco ha apuntado que “es necesario tomar cada vez más conciencia de que todo está íntimamente relacionado”. Es decir, un elemento importante de esta visión “es la comprensión de que una crisis también puede convertirse en una oportunidad, una buena ocasión para reconocer y aprender de los errores del pasado”.

Fortalecer el bien común

En este sentido, el Papa ha animado a que esta conferencia “nos ayude a todos a salir mejor de las crisis que estamos atravesando, no solo centrándose en las soluciones técnicas, sino sobre todo recordando lo esencial que es desarrollar una actitud de solidaridad universal basada en fraternidad, amor y comprensión mutua”. Por ello, ha subrayado que “la Iglesia apoya y alienta de todo corazón vuestros esfuerzos, junto con los de todos aquellos que trabajan no sólo para alimentar a los demás o responder a las crisis, sino también para promover el desarrollo humano integral, la justicia entre los pueblos y la solidaridad internacional, fortaleciendo así el bien común de la sociedad”.

Así, Francisco ha apunado que, para salir de los conflictos y de la crisis alimentaria que se ha agravado por la guerra de Ucrania y por la pandemia, existen dos claves o condiciones que tener en cuenta: por un lado, que “no podemos salir solos de una crisis, o salimos juntos o no podemos salir”. “Esto es importante, no se puede salir solo, se necesita de la comunidad, del grupo para salir”, ha insistido. Y, por otro lado, “se sale de una crisis para mejorar, siempre para avanzar, para progresar”

Hispania

Hispania era el nombre dado por los romanos a la península ibérica y parte de la nomenclatura oficial de las tres provincias romanas que crearon ahí: Hispania Ulterior Baetica, Hispania Citerior Tarraconensis e Hispania Ulterior Lusitania. Otras provincias formadas después fueron Carthaginensis y Gallaecia. Posteriormente el concepto evolucionó hasta incluir, en las épocas finales del imperio, a la provincia de Balearica y la provincia de Mauritania Tingitana

 El nombre de España deriva de Hispania, nombre con el que los romanos designaban al conjunto de la península ibérica, término alternativo al nombre Iberia preferido por los autores griegos para referirse al mismo espacio. El término Hispania es latino, el término Iberia es exclusivamente griego. Decir español por iber o por hispanus es cometer una falta de pertenencia, pues lleva consigo diferencias de época y de ambiente. En los textos que se conservan de los romanos estos emplean siempre el nombre de Hispania (citada por primera vez hacia el 200 a. C. por el poeta Quinto Ennio), mientras que en los textos conservados de los griegos estos usan siempre el nombre de Iberia.

Gran parte del conflicto entre cartagineses (fenicios) y romanos tuvo como escenario las tierras de Iberia, la península. El conflicto se manifestó en lo que se llamaron Guerras púnicas y que terminaron con el triunfo de Roma. Entonces los romanos tomaron contacto con Iberia, pero para denominarla eligieron el nombre que ellos oían a los cartagineses, Ispania, al cual más tarde añadieron una H, como también añadieron una H a Hiberia. Además de la h utilizaron el plural, Hispanias, como utilizaron el plural en las Galias.

 Fue la primera provincia donde los romanos entraron y la última acabada de dominar por Augusto. En los últimos años del imperio romano, supusieron su desgaje en estados romanos enfrentados entre sí constantemente. En Hispania, Maximus se proclamó emperador de Hispania, independizándola de Rávena (formando el Imperio Hispanorromano); con su muerte el imperio hispano no desapareció, pasó a manos del rey de Tolosa Eurico. Y con el tiempo, se comenzó a utilizar una forma secundaria de Hispania: Spania y de ahí se derivaría el nombre que conocemos hoy como España.

 Según cuenta San Isidoro, con la dominación de los visigodos se empieza a acariciar la idea de la unidad peninsular y se habla por primera vez de la «madre España». Hasta la fecha se habían servido del nombre Hispania para designar todos los territorios de la península. En su obra Historia Gothorum, Suintila aparece como el primer rey de totius Spaniae. Ésta Historia de los godos, vándalos y suevos incluye una preciosa alabanza de España Laus Spaniae y en ella trata a España como nación goda. Fuente Roman Hispania 

Elecciones y compromiso

Por| Faustino Vilabrille

Poder para servir, no para servirse: Es más fácil empuñar el bastón de mando municipal que abrazar o dar la mano a un pobre, a un desvalido, a un adicto a dependencias muy difíciles de superar. Yo quiero un alcalde que haga lo segundo. Por tanto tengo claro a quien voy votar.

Como también es mucho más fácil celebrar una solemnidad en la catedral que dormir junto a los pobres sin techo en el palacio episcopal, como es mucho más fácil recibir la comunión en la mano que vivir a diario austeramente para ayudar a los empobrecidos del mundo. Es mucho más fácil organizar procesiones, peregrinaciones a santuarios y caminos de Santiago, a Fátima o a Covadonga que ir al encuentro de los empobrecidos de África, la India, Bangladés o América del Sur. Yo quiero una iglesia que haga lo segundo. En la otra no creo.

Una fe sin compromiso político-social, es solo religión para autojustificar la falta de compromiso con Jesús de Nazaret y su Mensaje Liberador de la Humanidad y la Creación.

Ascensión y triunfo: Celebramos hoy la fiesta de la Ascensión de Jesús. San Pablo dice que “Jesús, por la Resurrección, fue constituido Señor e Hijo de Dios”. Jesús, con la Resurrección, ya llegó a la plenitud total, al triunfo definitivo, para El, para todos los Seres Humanos y para la Creación. La Ascensión no le añade nada nuevo a Jesús, sino que es una forma de decir que llegó al triunfo total. Y llegó a este triunfo precisamente porque lo dio todo por los demás, empezando por despojarse de todo y hacerse esclavo, pasando por uno de tantos (δούλος en griego = esclavo, Carta a los Filipenses 2,7).  

Todos aspiramos a triunfar: Es una aspiración universal y legítima, pero hay una diferencia muy grande con Jesucristo: el triunfó por su total entrega y compromiso con los demás, pero en el sistema neoliberal-capitalista en el que estamos inmersos en el mundo occidental, que se extiende cada vez más, incluso en los países llamados  socialistas-comunistas, lo que domina es triunfar a costa de los demás y de la creación, lo que conduce a unos pocos a tener mucho más de lo necesario, y a muchos más, una gran mayoría, a tener menos o mucho menos de los necesario; triunfar a costa de los demás es dejar víctimas por el camino, como no pagar un salario justo, hacer trabajar en exceso, incluso como esclavos, tal como a los niños en la minas de coltán del Congo, a quitarles sus tierras como en África, o contaminando tanto el planeta que origina el cambio climático con fatales consecuencias para los pobres a los que las lluvias torrenciales les arrebatan sus tierras, sus ganados, sus casas e incluso a sus familiares, como pasó estos días pasados en varios países africanos. Veamos: En Ruanda: 135 muertos, 110 heridos, 20.000 personas quedaron sin hogar, 3.963 casas arrasadas. En la R.D. del Congo: las lluvias desbordaron los ríos y provocaron desprendimientos de tierra que sepultaron unas 3.000 casas en la ribera del lago Kivu. Murieron 411 personas, y más de 5.500 personas permanecen desaparecidas. Otros países afectados por estas lluvias desbordadas son: Malaui, Madagascar y Mozambique. Los países mencionados han perdido por culpa de los desastres climáticos infraestructuras sociales y económicas esenciales, equipos de pesca, ganado y centenares de miles de hectáreas de cultivos en lo que va de año, según Patrice Talla, delegada de la FAO para el sur de África. Si antes de la pandemia había 828 millones de personas en alto riesgo de malnutrición, al final de la misma se le han sumado 350 millones más, sin contar con los que está generando la guerra de Ucrania.

Por tanto, tenemos necesidad imperiosa de grandes políticos, con sentido de Estado, con sentido Ecológico, con sentido de Planeta global, dirigido a los países del Sur, especialmente África, donde están los más empobrecidos, maltratados y oprimidos del mundo, causados por los ricos y poderosos del Norte opulento.

Pensemos muy bien a quién debemos dar nuestro voto: No lo demos a quienes sabemos bien que quieren triunfar a costa de los demás, y démoslo a quienes quieren triunfar con los demás. No lo demos a quienes rechazan a los inmigrantes, démoslo a quienes quieren acogerlos e integrarlos en nuestra sociedad. No lo demos a corruptos y corruptores, démoslo a ciudadanos nobles, sinceros, honrados y leales servidores de los ciudadanos. No lo demos a quienes quieren privatizar lo público, como la sanidad, la enseñanza, o los servicios sociales en beneficio de intereses privados, démoslo a quienes defienden los servicios públicos esenciales para que todos los ciudadanos podemos acceder a ellos. Démoslo a los que el sufrimiento de los oprimidos del mundo les duela en carne propia y se comprometan con una paz verdadera basada en la justicia universal.

Como creyentes, la esencia de nuestra fe es seguir a Jesús de Nazaret, para hacer en este mundo lo mismo que El hizo, que optó siempre por la justicia, la igualdad, el amor, la fraternidad, el compromiso con los más débiles e indefensos, concretado en defenderlos de los opresores políticos y religiosos, curarlos, alimentarlos, darles dignidad y valor. El cristianismo, en este mundo, no es pasarlo mal, sino pasarlo TODOS bien.

Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

El Papa a los periodistas: «Estén al servicio de la verdad y del bien común»

El Papa a los periodistas
El Papa a los periodistas

A los fieles presentes en la Plaza de San Pedro para el rezo del Regina Caeli, Francisco pidió un aplauso para los periodistas en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

“Les agradezco su trabajo y espero que esté siempre al servicio de la verdad y del bien común. ¡Un aplauso a todos los periodistas!”

“En el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es urgente afirmar una comunicación no hostil»

(Vatican News).- En la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, centrada en el tema «Hablar con el corazón», Francisco dirigió, desde la ventana del Palacio Apostólico, su saludo a los periodistas y trabajadores de la comunicación presentes en la Plaza de San Pedro y recordó que «Es el corazón el que nos mueve a una comunicación abierta y acogedora»:

“Les agradezco su trabajo y espero que esté siempre al servicio de la verdad y del bien común. ¡Un aplauso a todos los periodistas!”

Presente también en el «Regina Caeli» se encontraba una delegación de la Ucsi, Unione Cattolica Stampa Italiana (Unión Católica de Prensa Italiana), que esta mañana ha participado en una misa en el cercano Centro San Lorenzo y que en los últimos días ha puesto en marcha diversas iniciativas para celebrar la jornada.

Papa y periodista

En su mensaje difundido el 24 de enero, Francisco afirmó que “la llamada a hablar con el corazón interpela radicalmente nuestro tiempo, tan propenso a la indiferencia y a la indignación”.

“En el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es urgente afirmar una comunicación no hostil. Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones”.

Fuerte es la invitación a ir contracorriente para apoyar las aspiraciones de paz siguiendo el ejemplo de San Francisco de Sales: “Su actitud apacible, su humanidad, su disposición a dialogar pacientemente con todos, especialmente con quien lo contradecía, lo convirtieron en un testigo extraordinario del amor misericordioso de Dios”.

Una política a la que le duele el pueblo

Depositando el voto en una urna Element5Digital

 “¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres!”, reclamaba el papa Francisco en Evangelii gaudium. Personas de fe en política tienen en el magisterio pontificio una hoja de ruta muy clara

Por | José Luis Palacios

(Noticias Obreras).-  “¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres!”, reclamaba el papa Francisco en Evangelii gaudium. Personas de fe en política tienen en el magisterio pontificio una hoja de ruta muy clara.

“El movimiento se demuestra andando y la pasividad no cambia nada” dice José Antonio Delgado Palma, número 17 en lista de Izquierda Unida al Ayuntamiento de Puente Genil (Córdoba), cuando es preguntado por la razón para incorporarse a la candidatura presentada en la localidad donde vive.

Manolo Copé expone que aceptó ser el candidato a la alcaldía de Alicante en la lista de Unides per Alacant, en resumidas cuentas, porque se lo pidió la asamblea de la organización política en la que está. De hecho, ha percibido “mucha normalidad” al anunciar su decisión, más que nada porque  “he estado implicado en el ámbito laboral, social, cultural y político de la ciudad”, añade.

La cabeza de lista por Castellón al parlamento autonómico por Unides Podem-Esquerra Unida, Marisa Saavedra, explica que aceptó concurrir en esta lista “en continuidad con los compromisos anteriores”. “Me plantearon asumir esta responsabilidad ahora por lo que está en juego a nivel autonómico”, y aceptó, claro.

Ángel Aguas, candidato a alcalde de Ciudad Real por Unidas Izquierda Unida Podemos, con Más Ciudad Real, confiesa que sus excusas para negarse a la propuesta que le hicieron se vinieron abajo al leer lo siguiente: “Un individuo puede ayudar a una persona necesitada, pero cuando se une a otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos, entra en el campo de la más amplia caridad, la caridad política”.

El autor de esta cita no es otro que el papa Francisco, que así se expresa en la encíclica Fratelli tutti al hablar de “el amor político” necesario para una convivencia en paz capaz de integrar a las personas más vulnerables y de encauzar las lógicas diferencias que se dan en la vida social.

El Papa firma su encíclica ‘Fratelli tutti’

Para Delgado, implicarse en estas elecciones parece natural cuando se asume que “las instituciones toman decisiones sobre las personas que pueden contribuir a humanizar la sociedad” y explica que lo vive “como una oportunidad que Dios me ofrece para intentar trabajar para mejorar la vida de las personas de mi pueblo”.

Las necesidades de las familias trabajadoras

Copé entiende que puede prestar un servicio a la ciudadanía de su ciudad, como es trabajar por “reducir desigualdades y brechas proponiendo un modelo de ciudad que aborde las necesidades de la clase trabajadora, de las familias más empobrecidas”, lo que, por otra parte, ha intentado que fuera la seña de identidad de su compromiso desde hace mucho tiempo.

También aparecen las preocupaciones asociadas a la vorágine política con su endiablado ritmo y su escrutinio permanente. Aguas reconoce que teme desatender a sus hijas, a verse sobrepasado por la tarea institucional y alejarse de la escucha directa de las personas más sufrientes y a quienes les acompañan, pero sobre todo a “no responder a las expectativas de desarrollar una buena política que erradique las injusticias desde lo municipal”.

Su anhelo, sin embargo, parecen muy concretos: “ser útiles a la población más desfavorecida y excluida, llegar a consensos sociales que impliquen un cambio de mentalidad hacia el alquiler justo de tanta vivienda vacía y de tanto local comercial sin uso y disminuir tanta suciedad evitable dentro de la ciudad y en su entorno, además de erradicar los discursos de odio contra las aparentes diferencias entre personas que no son tales”.

Copé prefiere hablar de “respeto”, antes que de “miedos”: “Tengo mucho respeto lógicamente, porque aspiramos a la alcaldía de la segunda ciudad de la Comunidad de Valencia, pero sobre todo tengo ilusión, creo realmente que nuestra ciudad necesita un cambio en las políticas y en la gestión del gobierno municipal”.

Saavedra confiesa que le pesa abandonar la dinámica ya conocida del Congreso de los Diputados por la incertidumbre que supone aspirar a entrar en un parlamento autonómico, que compensa con la ilusión de poder contribuir a “un gobierno progresista que ponga la política al servicio del bien común”.

Eso sí admite que su entorno sí muestra preocupación por “el actual contexto político, bastante tóxico, hostil y muy exigente, especialmente si lo vives con pasión y crees en lo que haces”. Además, relata que se ha tenido que acostumbrar a la agresividad con que se expresan algunas personas que no comparten sus opciones políticas y que llegan a decirle que su lectura y vivencia de la fe “no es correcta”.

En cambio, Aguas habla incluso de haber notado “la colaboración de familia y personas amigas más allá de las posibles diferencias ideológicas”, al igual que de las “compañeras y compañeros del pasado político que han “resucitado” y forman parte del equipo cercano, a pesar de su edad.

Aún así, tal y como está el espacio de la izquierda, Aguas se ha encontrado con “interpelaciones de innumerables personas sobre la unidad de las fuerzas de izquierda que finalmente hemos conseguido aquí”.

Mucho más relajado se pronuncia Delgado, dado que asume que su principal aportación pasa por “prestar apoyo” a sus compañeros y “transmitir el valor cristiano de tener siempre presente a los que menos tienen y más sufren”.

La aportación de la fe a la política

En cuanto al papel de los cristianos y cristianas en política hay una gran coincidencia en identificar los valores que deben inspirar su actuación y en el tipo de gestión que cabe esperar.

Después de todo, el papa Francisco en su primera exhortación apostólica apostaba por no disociar la gestión pública ni la economía de la ética: “La caridad no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas”.

Así, el candidato al consistorio de Puente Genil cree que el papel de una persona creyente en política es “transmitir el principio de encarnación, que es lo más importante del cristianismo en favor de los más necesitados”, sabiendo que “lo público y lo privado van modelando la vida”.

En su opinión, un cristiano o una cristiana metido en la arena de los asuntos públicos tiene que partir del “respeto a las demás opciones políticas, llegando con ellas a acuerdos para el bien común”.

La aspirante al parlamento valenciano comparte su convicción de que “la fe tiene, en su propia esencia, la necesidad de expresarse y mostrarse públicamente”, por lo que “las normas del Estado deben defender esa necesidad que, por otra parte, es un derecho”.

Aunque, puntualiza “debe evitar privilegiar unas creencias concretas”. Admite que puede haber consecuencias negativas de la fe cuando se intentan “traducir los dogmas propios de las creencias en normas impuestas a toda la sociedad”.

Otra política es posible

Parece oportuno recordar que Francisco, en la citada Evangelii gaudium, no solo reclamaba una política de miras altas, sino que planteaba incluso la conveniencia de poner en juego la trascendencia a la hora de organizar la vida en sociedad: “¿Y por qué no acudir a Dios para que inspire sus planes? Estoy convencido de que a partir de una apertura a la trascendencia podría formarse una nueva mentalidad política y económica que ayudaría a superar la dicotomía absoluta entre la economía y el bien común social”.

La política para las personas creyentes debe entenderse como “servicio, trabajar con honestidad por el bien común, con especial atención a las personas y colectivos más vulnerables y tratados injustamente, pero también valorar y potenciar las iniciativa positivas, solidarias, fraternas, con actitud positiva y constructiva en ambientes tóxicos, y desde luego, aportar esperanza”, explica Saavedra, que precisamente en estos tiempos, defiende la necesidad de “dignificar la política”.

“El compromiso de Jesús de Nazaret con la gente más sencilla y la gente más humilde tiene que tener una translación a la política local”, resume Copé, quien completa que también su pertenencia a la HOAC ha influido a la hora de aceptar ser la cara visible del proyecto político que se presenta al ayuntamiento alicantino.

“Otra política es posible, si ponemos las necesidades de las personas y de los trabajadores en primer lugar”, sentencia.

“En un ambiente muy crispado y muy vilipendiado, que promueve el enfrentamiento constante”, Copé apuesta por “transmitir las ideas sin necesidad de embarrar los debates y sin despreciar la posibilidad de alcanzar consensos que beneficien a las mayorías sociales”.

Su compañera en faenas políticas, Saavedra, refleja que “no somos personas escindidas, la fe por un lado, las opciones políticas por otro, el comportamiento personal por otro… Debemos mostrar hacia el exterior el impacto positivo de nuestra manera de estar en el mundo con nuestra forma de ser, nuestras creencias, nuestras acciones, valores, aquello por lo que luchamos”.

Sin duda, nobles propósitos y loables tareas que necesariamente tendrán que confrontarse con decisiones complejas, con intereses en conflicto y con las estrategias de grupos diversos, elementos, después de todo, que jalonan la vida humana y recorren las instituciones.

Siempre nos queda hacer nuestra la oración de Bergoglio: “¡Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo!”.

Mala gente

Por Antonio Zugasti

La noche del debate ante las elecciones a la Comunidad Autónoma de Madrid, me acordaba de esos versos de Machado que Serrat cantaba de una forma impresionante: mala gente que camina y va apestando la tierra. Allí, en la pantalla del televisor, allí estaba la mala gente. En ese momento no caminaban, estaban muy formalitas de pie ante su atril, pero lo de mala gente se traslucía en cada una de sus palabras.

Repetían de mil maneras la gran mentira de que se preocupan del bienestar de todos los madrileños. Cuando los partidos de la derecha, PP y VOX, están claramente al servicio de una élite económica que progresa precisamente acosta de la gran mayoría de madrileños.

Pero no eran los programas que exponían –más o menos lo esperado– lo que invitaba a reflexionar, sino el hecho de que millones de madrileños voten a esta mala gente. ¿Es que son también mala gente? Por supuesto que la gran mayoría no lo son. Pero tradicionalmente las derechas se han presentado como los defensores del orden y la tranquilidad –menos la tranquilidad de tener un trabajo seguro y decente, claro–, y del respeto a la propiedad privada, incluso como los más identificados con los sentimientos religiosos de buena parte de la población. Lo que en la sociedad se tenía como las características de la buena gente. Pero lo que la derecha considera como característica de la buena gente es algo que de bueno tiene bastante poco.

Los votantes de las derechas son gente engañada y muy bien engañada. Se les ofrece un futuro amable, que se concreta en libertad y cervecitas. No aparecen los cientos de miles de madrileños que tienen que dedicar la mitad o más de sus ingresos para tener una vivienda, muchas veces indecente. De poca libertad y cervecitas pueden disfrutar los amenazados por un despido o un desahucio.

También se fomenta el temor a la inseguridad: ¡Cuidado con los okupas! ¡Que vienen los emigrantes a quitarnos el trabajo! En el fondo de su discurso se encuentra una sutil invitación al egoísmo y a la indiferencia ante los problemas de los demás. Y al servicio de este engaño están los grandes medios de comunicación, propiedad de ese capital al que sirve la derecha política. Además aprovechan de una manera incansable los errores de la izquierda: fomentan el miedo al comunismo –que sí, la Unión Soviética fue algo totalmente rechazable, pero hace más de treinta años que despareció–. O vuelven a agitar el fantasma de la ETA, que también pertenece al pasado.

El gran problema de la izquierda es cómo se desmontan todas las mentiras de la derecha. El ministro de propaganda de Hitler decía que una mentira cincuenta veces repetida se convierte en verdad. Y eso no es cierto, una mentira puede llegar a convencer a la gente, pero sigue siendo mentira. Y una mentira siempre puede acabar descubriéndose. El discurso de la izquierda tendría que insistir más en poner de manifiesto las mentiras de la derecha.

Y recalcar los valores éticos –y también cristianos– que hay en el fondo del discurso de izquierdas. Se busca el bienestar de todos, y se busca a través del diálogo, el consenso, la solidaridad y la cooperación. Se pueden cometer errores y dejarse arrastrar por el propio ego a posturas inaceptables, pero en el fondo siguen esos valores humanos y éticos que constituyen la última razón de ser de la izquierda

Ante las elecciones en Andalucía

LAS COMUNIDADES CRISTIANAS DE BASE DE ANDALUCÍA (CCP) ANTE LAS ELECCIONES MUNICIPALES ANDALUZAS

En menos de un mes se elegirá a las personas que regirán y gestionarán los 785 municipios con que cuentan las 8 provincias andaluzas. Las Comunidades Cristianas de Base de Andalucía, nos dirigimos a quienes serán elegidas y constituirán los Ayuntamientos andaluces para que, en sentido general, gestionen las propias competencias municipales en favor de toda la ciudadanía y no solo para los intereses privados de los grupos de mayor peso económico. Exponemos a continuación las principales exigencias que, a nuestro juicio, deberán atender los Ayuntamientos elegidos. 

    1.- En primer lugar, los Ayuntamientos tienen la obligación de garantizar los suministros básicos a sus ciudadanos, como el abastecimiento de agua potable, luz y gas, cuidando de que no se den cortes de luz abusivos por las empresas en los barrios ignorados y periféricos. Igualmente, la evacuación y tratamiento de aguas residuales, la gestión de los residuos sólidos urbanos y protección contra la contaminación acústica, lumínica y atmosférica en las zonas urbanas. Deberán cuidar también de la infraestructura viaria, del tráfico, estacionamientos de vehículos y de que exista un transporte colectivo urbano asequible, manteniendo, sin embargo, que la ciudad es para los peatones y no tanto para los vehículos. La Policía local velará por la defensa y protección civil y se tendrá así mismo un servicio de extinción de incendios adecuado. 

    2.- A los Ayuntamiento le corresponde también la «Promoción y gestión de la vivienda de protección pública con criterios de sostenibilidad financiera», por lo que abogamos por la creación de un Parque Público de Viviendas municipalen régimen de alquiler social, que garantice el acceso a la vivienda de las personas más desfavorecidas y que acabe con el sinhogarismo de las muchas personas que viven en la calle, en cumplimiento de su competencia de prestar una «atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social», especialmente a las mujeres, medianteunos Servicios Sociales bien dotados. Y se termine también con el chabolismo o infravivienda existente aún en muchas ciudades andaluzas o con los asentamientos en los que malviven las personas migrantes, que han venido a trabajar a nuestra tierra. Y, por supuesto, el Ayuntamiento velará para que no se repitan los 17,3 desahucios diariosque, de media, se produjeron durante 2022 en Andalucía. Solicitamos también a los futuros Ayuntamientos, que promocionen la convivencia de personas mayores, en las formas actuales de coliving y cohousing. Y se comprometan con un modelo de ciudad limpia, verde, amable y con un turismo de calidad y sostenible, que impida la proliferación de pisos turísticos. 

    3.- Exigimos el cumplimiento estricto de las competencias propias del Ayuntamiento en materia de enseñanza, sanidad, promoción de la cultura y equipamientos culturales, del deporte e instalaciones deportivas y de ocupación del tiempo libre. En particular, exigimos su participación en la vigilancia del cumplimiento de la escolaridad obligatoria, la conservación, mantenimiento y vigilancia de los edificios de titularidad local destinados a centros públicos de educación infantil, de educación primaria o de educación especial, así como la cooperación con las Administraciones educativas correspondientes en la obtención de los solares necesarios para la construcción de nuevos centros docentes.

    Finalmente, reclamamos una atención preferente a los Barrios andaluces ignorados que, según el INE, están a la cola de España en infraestructuras y atención municipal.

Las Comunidades Cristianas de Base de Andalucía. 15 de Mayo de 2023.

Elecciones en Guatemala

Guatemala: Los obispos invitan a votar en las próximas elecciones “para construir una democracia auténtica»

Una mujer vota en unas elecciones en Guatemala
Una mujer vota en unas elecciones en Guatemala EFE

“Creemos que es posible, como pueblo creyente y con la colaboración de todos, realizar los anhelos de una patria mejor, de un país más humano, fraterno y donde se pueda vivir y respirar libertad, sin miedo y sin necesidad de emigrar”: es la exhortación de los Obispos de Guatemala, en un mensaje publicado antes de las elecciones generales previstas para el 25 de junio, en las que se elegirá al presidente, a los parlamentarios y a los administradores locales

El deterioro de la democracia y de la aplicación de la justicia a causa de la corrupción ha sido puesto de relieve en repetidas ocasiones por los obispos, que “a pesar de todo” creen en la democracia como sistema de gobierno que evita la centralización y la manipulación del poder

 | Agencia Fides

(Agencia Fides).– “Creemos que es posible, como pueblo creyente y con la colaboración de todos, realizar los anhelos de una patria mejor, de un país más humano, fraterno y donde se pueda vivir y respirar libertad, sin miedo y sin necesidad de emigrar”: es la exhortación de los Obispos de Guatemala, en un mensaje publicado antes de las elecciones generales previstas para el 25 de junio, en las que se elegirá al presidente, a los parlamentarios y a los administradores locales.

Como “creyentes, pastores y ciudadanos guatemaltecos”, los Obispos recuerdan que el Estado tiene el deber de aplicar la Constitución de la República, “que inicia invocando a Dios, reafirma el valor de la dignidad de la persona humana y reconoce a la familia como responsable de la formación humana y espiritual, de los hijos; y que el Gobierno de Guatemala es responsable de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de legalidad, seguridad, justicia, libertad y paz”.

Actitud irresponsable de los políticos

Por lo tanto, los que se dedican a la política “deben buscar en primer lugar el bien común y no, como en muchos casos, intereses partidistas o personales y su propio enriquecimiento”. “Los problemas económicos, sociales y políticos, después de casi cuarenta años de elecciones democráticas, no se han solucionado debido en buena parte, a esta actitud irresponsable”.

Los obispos de Guatemala denuncian los ataques a la libertad de prensa en el país
Los obispos de Guatemala denuncian los ataques a la libertad de prensa en el país

Los obispos también se lamentan de la gestión inadecuada de la inscripción de candidatos a diversos cargos y de que “la manera de elegir a los diputados al Congreso de la República provoca que el Congreso no cumpla su función de representar y legislar a favor del pueblo”. Las quejas sobre la falta de funcionalidad y el mal funcionamiento del Parlamento Centroamericano no han sido escuchadas.

El Tribunal Supremo Electoral debe tomar decisiones estando siempre “sujetas a la ley electoral y debe trabajar con independencia, sin admitir influencias ni complicidades con los poderes del Estado” para que las elecciones, el sistema informático y sus resultados sean confiables. Por ello, consideran imprescindible avanzar en la “reforma profunda de la ley electoral y de partidos políticos”.

Más transparencia

Por ello, los obispos hacen un llamamiento a los candidatos a la alcaldía, especialmente a los que aspiran a la reelección, para que sean transparentes en sus actividades, no acepten financiaciones sospechosas y no utilicen recursos municipales y/o estatales para hacer campaña.

Por último, exhortan a cumplir con el deber cívico de votar, evitando cualquier forma de violencia y aceptando los resultados electorales, “para construir una democracia auténtica y más sólida, demostrando nuestro compromiso cristiano y nuestro amor por Guatemala”. Se recuerda a los agentes de pastoral que la participación en un partido político “no es congruente o compatible con el ejercicio de ministerios específicos dentro de la Iglesia”, por lo que piden mantener separados estos dos ámbitos de participación.

Alejandro Giammattei Falla, presidente de Guatemala
Alejandro Giammattei Falla, presidente de Guatemala EFE

Según la información recogida por la Agencia Fides, los guatemaltecos serán convocados el 25 de junio para elegir al sucesor del presidente Alejandro Giammattei. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), a la que han recurrido algunos candidatos de la oposición no aceptados a concurso por el Tribunal Supremo Electoral por motivos dudosos, ha emitido una nota en la que pide a Guatemala «que garantice los derechos políticos, el pluralismo y la participación igualitaria en el proceso electoral». Además de elegir al Presidente de la República, los ciudadanos del país latinoamericano deberán indicar los miembros del Parlamento y de los gobiernos locales. Están en liza unos 30 partidos, que han presentado más de 20.000 candidatos para los distintos cargos.

Deterioro de la democracia

El deterioro de la democracia y de la aplicación de la justicia a causa de la corrupción ha sido puesto de relieve en repetidas ocasiones por los obispos, que “a pesar de todo” creen en la democracia como sistema de gobierno que evita la centralización y la manipulación del poder. “Es posible promover, incluso en estas circunstancias, un proceso electoral honesto y transparente, para que tanto los votantes como los candidatos busquen el bien común”.

Otros temas de preocupación son el deterioro social, la violencia contra las mujeres, los conflictos territoriales, la situación de los migrantes y las consecuencias de la pandemia, que han acentuado las desigualdades y las injusticias. En el reciente Día de la Libertad de Prensa, los periodistas guatemaltecos denunciaron en un debate público los esfuerzos combinados de los poderes político y económico para silenciar la libertad de expresión

Ante las elecciones del 28-M

Cristianos Socialistas PSOE, ante las próximas elecciones municipales: cuidado de la casa común, amistad social y cultura del encuentro.

En estos tiempos en que la política cotiza a la baja, hay que reconocer la gran transformación que han experimentado nuestros pueblos y ciudades en estas cuatro décadas de democracia.

Nuestras sociedades atraviesan tres grandes transiciones: demográfica, ecológica y digital. Cada municipio debe saber aprovechar las oportunidades que ofrecen a la vez que mitigar sus potenciales amenazas. Es importante leer bien los cambios. Porque quien no aproveche la ola de los cambios quedará varado.

Por| Carlos García de Andoin,

El próximo 28 de mayo se celebran las elecciones por las que cada cuatro años la ciudadanía elegimos a alcaldes y concejales. También habrá urnas para varios parlamentos autonómicos y diputaciones. Estamos concernidos por unas políticas locales con repercusiones claras y evaluables en el Bien Común de cada pueblo, ciudad y barrio donde vivimos.

En estos tiempos en que la política cotiza a la baja, hay que reconocer la gran transformación que han experimentado nuestros pueblos y ciudades en estas cuatro décadas de democracia. Salvo excepciones, es general la urbanización de plazas y caminos, la rehabilitación de los cascos históricos, el acondicionamiento de zonas de esparcimiento para mayores y de juego para los niños, la mejora de la conducción eléctrica, de aguas, de redes de comunicación… Son hechos, no promesas. Hay que destacar asimismo el fomento de la actividad cultural y deportiva, con mejores equipamientos y oferta. Los servicios sociales también han tenido un desarrollo incomparable, así como la oferta municipal de vivienda y de empleo, aunque las necesidades, en especial en las grandes ciudades, siguen siendo desbordantes. 

No es fácil hacer una reflexión equivalente sobre pequeños municipios y sobre las grandes ciudades, que están llamadas a ser el modo principal de organización político-social. Con todo hay retos compartidos. ¿Cuáles son?

Nuestras sociedades atraviesan tres grandes transiciones: demográfica, ecológica y digital. Cada municipio debe saber aprovechar las oportunidades que ofrecen a la vez que mitigar sus potenciales amenazas. Es importante leer bien los cambios. Porque quien no aproveche la ola de los cambios quedará varado.

De la transición demográfica cabe destacar la amplitud y el peso social de los mayores y la importancia de las políticas de cuidados atendiendo a la diversidad de situaciones antes de la vejez. Es hora de impulsar los cuidados, con especial atención a niños y a mayores, en clave intergeneracional. Asimismo, hay que tener presente el peso creciente de la inmigración y, consiguientemente, la centralidad de las políticas inclusivas de vivienda, empleo y de convivencia propias de sociedades multiétnicas.

La transición ecológica exige avanzar hacia municipios neutros en emisiones, cuidando en extremo los espacios verdes y azules; una nueva relación de las empresas y la actividad económica con la ciudadanía basada en el cuidado del entorno y la calidad de vida; también políticas que inviten y refuercen nuevos hábitos de vida en movilidad, reutilización y reciclaje, construcción y aislamiento, producción y consumo energético.

La transición digital, por su parte, representa una oportunidad para nuevos empleos y empresas, para la modernización del comercio local, para mejorar las políticas de cuidados, para una Administración más eficiente y más próxima al ciudadano, y para la participación de la ciudadanía en la vida política municipal. Es preciso, no obstante, atender a la brecha digital, acompasando los cambios a los ritmos y posibilidades de adaptación de las personas.

Es preciso añadir una cuarta transición, la cultural, de la que habría que destacar el cambio de valores traído por el movimiento feminista y por los jóvenes. La mujer no es un área municipal, ni un ámbito de la sociedad, sino una perspectiva que lo transforma todo, el trabajo, la familia, la vida pública, la sexualidad, la memoria colectiva… y, consiguientemente, todas las políticas, de una forma transversal. En relación a los jóvenes, no debemos cejar en impulsar nuevos modos de participación política concreta, directa, basada en su protagonismo.

Desde un punto de vista religioso, como Cristianos Socialistas, queremos hacer énfasis en cuatro cuestiones:

En primer término, si la política general debe poner en el centro el servicio a la persona, la política local aún de forma más radical y directa. La persona es el fin, la política es el medio. Hemos de construir unas ciudades más humanas, donde se corrijan las desigualdades y se ejercite la cohesión social con quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. Es también el espacio en que la participación ciudadana debe darse de manera más directa y habitual, no de elección en elección.

Si la política general debe poner en el centro el servicio a la persona, la política local aún de forma más radical y directa. La persona es el fin, la política es el medio.

En segundo lugar, es la hora de priorizar el cuidado de la casa común, el planeta que Dios nos ha dado a la humanidad. Ello exige –no rogativas- sino transformarlo todo: la vivienda, la movilidad, la iluminación, los sistemas de basura y reciclaje, el consumo, la producción… La opción por un desarrollo sostenible demanda nuevos compromisos y políticas más decididas, en las que es determinante el activo papel de la ciudadanía. Son necesarias ciudades más sostenibles y amigables con propuestas transformadoras como la ciudad de los 15 minutos, donde los servicios habituales están a esa distancia de casa.

En tercer lugar, ante la amenaza de utilizar la inmigración y la diversidad étnica como elemento de confrontación política, hemos de hacer énfasis en la propuesta de fraternidad y amistad social que nos proponen las religiones. Nuestras ciudades y pueblos están viviendo una profunda transformación humana. Han dejado de ser poblaciones homogéneas, para acoger personas y familias de una pluralidad de procedencias, idiomas y creencias. Es hora de “acoger, proteger, promover e integrar” y, sin duda, el mejor lugar para hacer esto es la política municipal. Es lugar privilegiado, además, para una gestión pública de la diversidad religiosa.

En cuarto lugar, respecto al modo de hacer política. Son muchos los candidatos a alcalde y concejales que dan el paso a la política como ejercicio de servicio concreto para su pueblo, su ciudad y sus conciudadanos. Entre ellos, los hay animados por sus convicciones religiosas. Son un ejemplo que merecen todo el apoyo de sus comunidades y de la ciudadanía. A todas y todos, nuestro ánimo a ejercer la política desde la cooperación y la cultura del encuentro, no desde la polarización exacerbada. Es el modo como la cultura democrática acabará venciendo las tentaciones autocráticas y el recurso a la violencia y la guerra para hacer frente a los conflictos.

Por último, como Cristianos Socialistas subrayamos que la dimensión cultural, solidaria, intergeneracional y educativa de las comunidades religiosas es un valioso factor de construcción social y cívica de nuestros pueblos y ciudades. Manifestamos nuestra disposición a mediar de forma activa entre las comunidades cristianas y religiosas en general y las políticas municipales y autonómicas del partido socialista