Jornada Mundial del Medio Ambiente

El Papa urge a acelerar la “cultura del cuidado” en la Jornada Mundial del Medio Ambiente

Francisco ha recibido hoy a los promotores de la Fiesta Verde y Azul

El papa Francisco ha recibido esta mañana en audiencia a los promotores de la Fiesta Verde y Azul con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente. Durante su discurso, el Papa ha subrayado que “el cambio climático nos recuerda con insistencia nuestras responsabilidades: afecta especialmente a los más pobres y frágiles, a los que menos han contribuido a su evolución”.

Por ello, se trata de una cuestión que “en primer lugar es una cuestión de justicia y luego de solidaridad”. “El cambio climático también nos lleva a basar nuestra acción en una cooperación responsable por parte de todos: nuestro mundo es ahora demasiado interdependiente y no puede permitirse dividirse en bloques de países que promuevan sus intereses de forma aislada o insostenible”, ha aseverado.

Un reto

Así, Francisco ha reconocido que se trata de un desafío “grande” y “exigente”, porque requiere “un cambio de rumbo, un cambio decisivo en el actual modelo de consumo y producción, demasiado a menudo impregnado de la cultura de la indiferencia y el derroche, el derroche del medio ambiente y el derroche de personas”. “Como indican muchas partes del mundo científico, el cambio de este modelo es “urgente” e impostergable”, ha insistido.

Se trata, pues, “de un reto hermoso, estimulante y realizable: pasar de la cultura del desecho a estilos de vida basados ​​en la cultura del respeto y el cuidado, el cuidado de la creación y el cuidado del otro, cercano o lejano en el espacio y en el tiempo”. “Estamos ante un camino educativo para una transformación de nuestra sociedad, tanto individual como comunitaria”, ha añadido.

“Es necesario acelerar este cambio de rumbo a favor de una cultura del cuidado –como se cuida a los niños– que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común. Y que se nutra de “esa alianza entre el hombre y el medio ambiente que debe ser espejo del amor creador de Dios, de quien venimos y hacia quien caminamos”, ha concluido el Papa.

Día Mundial del Medio Ambiente

6 de Junio: Día Mundial del Medio Ambiente: Lamento y canto ecológico —

Quiero en mis versos cantar
el dolor que llevo dentro
y no lo puedo callar.
Contemplar tanta agresión
a nuestro planeta Tierra
me duele en el corazón.

El aire contaminado
de gases, humos, venenos
que lo han intoxicado.
El agua fuente de vida
que la Tierra nos da gratis
en negocio convertida.

El agua, un bien escaso
que se agrava en la sequía
malgastada a cada paso.
Los ríos y manantiales,
los océanos y mares
con amenazas mortales.

Los incendios forestales
causados por mano humana
son delitos ambientales.
Transportes contaminantes
por los combustibles fósiles
negocios de traficantes.

El derroche de alimentos
en los países más ricos
frente a millones de hambrientos.
Exterminio de la vida
y de su diversidad
por una fiebre ecocida.

El ser humano, inhumano,
el mayor depredador,
deja rastro con su mano.
Este sistema perverso
llamado capitalismo
es de lo humano el reverso.

El crecimiento infinito
es un puro disparate
en un planeta finito.
El dinero no lo es todo;
la vida y la dignidad
se valoran de otro modo.

Los ricos, que son los menos,
acumulan su riqueza
en paraísos obscenos.
Los pobres, que son los más,
padecen con la injusticia
que provocan los demás.

Explotan las mismas manos
los recursos naturales
y los recursos humanos.
Vivir así es imposible
a toda la humanidad;
esto es insostenible.

Hay recursos suficientes
para vivir sobriamente
todos los seres vivientes.
Pero no con la codicia
insaciable de unos pocos
poseídos de avaricia.

Este mundo desigual
tiene una brecha terrible
en la injusticia social.
Si no cambiamos el paso
vamos hacia el precipicio
y hacia el humano fracaso.

Cambio climático es ya
una emergencia climática
que por sí se agravará.
Esta Tierra que habitamos
es nuestra casa común
y por eso la cuidamos.

En ella estamos de paso
y a los hijos la dejamos
como legado o traspaso.
Somos parte de la Vida
diversa en nuestro planeta,
una vida compartida.

Contemplarla y admirarla,
Respetarla y disfrutarla,
es el modo de cuidarla.
Consumir lo necesario
para vivir dignamente
es un uso solidario.

Pero consumir de más
es malgastar los recursos
que requieren los demás.
Que la justicia social
está muy emparentada
con la justicia ambiental.
Y cuidar del medio ambiente
es señal y compromiso
propio de gente decente.

No debemos olvidarnos,
ya que somos parte de ella:
cuidar la Tierra es cuidarnos.

Deme Orte.
6 de Junio: Día Mundial del Medio Ambiente.

Ante el Día Mundial del Medio Ambiente

Francisco: «El cambio de modelo de consumo es urgente e inaplazable»

Francisco, en el Día del Medio Ambiente
Francisco, en el Día del Medio Ambiente Vatican Media

El Papa aboga por «un cambio de rumbo, un decisivo cambio del modelo actual de consumo y producción», marcado por «la cultura de la indiferencia y el despilfarro», durante un acto con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente

«Un reto hermoso, estimulante y realizable: pasar de una cultura del despilfarro a estilos de vida marcados por una cultura del respeto y del cuidado, del cuidado de la creación y del cuidado de nuestro prójimo, esté cerca o lejos en el espacio y en el tiempo»

«El cambio climático también nos recuerda que debemos basar nuestra acción en una cooperación responsable por parte de todos: nuestro mundo es ahora demasiado interdependiente y no puede permitirse estar dividido en bloques de países que promueven sus propios intereses de forma aislada o insostenible»

| RD/Efe

El Papa Francisco aseguró este lunes que el cambio del modelo actual de consumo y producción es «urgente e inaplazable» si se quiere dar un futuro al planeta, al recibir a los promotores de un acto con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.

En su discurso, el papa abogó por «un cambio de rumbo, un decisivo cambio del modelo actual de consumo y producción, demasiado a menudo impregnado de la cultura de la indiferencia y el despilfarro, despilfarro del medio ambiente y despilfarro de las personas».

Y aseguró que, «como indican muchos en el mundo científico, cambiar este modelo es urgente e inaplazable».

Francisco, ante el cambio climático

Para el papa se trata de «un reto hermoso, estimulante y realizable: pasar de una cultura del despilfarro a estilos de vida marcados por una cultura del respeto y del cuidado, del cuidado de la creación y del cuidado de nuestro prójimo, esté cerca o lejos en el espacio y en el tiempo».
«No robemos a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor», pidió el papa Francisco.

Cambio climático y responsabilidad

Sobre el fenómeno del cambio climático, indicó: «Nos recuerda con insistencia nuestras responsabilidades: afecta en particular a los más pobres y frágiles, a los que han contribuido menos a su desarrollo».

El Papa, con el presidente de McDonalds Corporation

«El cambio climático también nos recuerda que debemos basar nuestra acción en una cooperación responsable por parte de todos: nuestro mundo es ahora demasiado interdependiente y no puede permitirse estar dividido en bloques de países que promueven sus propios intereses de forma aislada o insostenible», añadió.
E indicó que como «tras la Segunda Guerra Mundial, hoy es necesario que toda la comunidad internacional dé prioridad a la puesta en marcha de acciones colegiadas, solidarias y orientadas hacia el futuro»

¿Rezar para que llueva?

Rogar al cielo

Por Pau Vidal

(Cristianisme i Justícia).- No hace muchos días, relevantes representantes de la Iglesia católica, en vistas a la sequía en Cataluña, conminaban a sus fieles a rezar por la lluvia. Si bien es cierto que la oración de petición forma parte de la tradición cristiana desde antiguo y que en determinadas circunstancias ayuda a reconocer la propia indigencia y necesidad, sorprende el cómo se nos pide que roguemos por la lluvia sin hacer ninguna referencia a cuáles son las causas de esta pluviometría tan errática que nos atormenta. No solo sorprende, sino que llega a desalentar una aproximación infantilizando a la fe, a la oración y al papel que podamos y debemos tener los cristianos en la construcción del bien común.

«Sorprende el cómo se nos pide que roguemos por la lluvia sin hacer ninguna referencia a cuáles son las causas de esta pluviometría tan errática que nos atormenta»

El obispo de Solsona (Lleida), Francesc Conesa, ha presidido este domingo una misa para pedir lluvia ante la sequía en Cataluña, una ceremonia celebrada en la iglesia de la Mare de Déu del Torrents-Parroquia de Corrà https://t.co/A7j3fv3nuWpic.twitter.com/bKqz4CSTkt

— Europa Press (@europapress) March 26, 2023

Hoy, quizás de manera un poco provocativa, sospecho y hasta me opongo a una plegaria de petición que nos desresponsabiliza como comunidades cristianas ante los retos contemporáneos, que parece propugnar una fe irracional, anticientífica y premoderna y que puede proyectar la imagen de un Dios caprichoso (“hoy decido enviar lluvia y mañana quién sabe”, “a ver si los fieles ya han hecho suficientes rogativas para que me digne a hacer caer unas gotas del cielo”). De hecho, la distancia entre un Dios providente todopoderoso y un Dios caprichoso es corta y del capricho al sadismo solo hay un paso.

¿Pero no es posible la pregunta de por qué no llueve en nuestras latitudes? ¿Por qué los ciclos naturales están profundamente alterados? ¿Qué hemos hecho como humanidad en los últimos dos siglos para que las precipitaciones sean cada vez más irregulares? Hoy hay sequía en Cataluña, pero simultáneamente hay inundaciones terribles en California.

La evidencia científica, asumida por el actual pontífice, masivamente confirma que las variaciones pluviométricas en latitudes muy diversas en todo el planeta son resultado del cambio climático producido por la acción humana acumulativa, depredadora e irresponsable. Por eso, pedir oraciones y rogativas para que llueva presentando como inevitables acontecimientos meteorológicos que, según el amplio consenso científico mundial, tienen unas causas humanas muy claras me parece profundamente desafortunado.

«¿Qué hemos hecho como humanidad en los últimos dos siglos para que las precipitaciones sean cada vez más irregulares? Hoy hay sequía en Cataluña, pero simultáneamente hay inundaciones terribles en California»

Pero, además, animar a rezar por la lluvia sin tampoco preguntarse ni cuestionar como se está gestionando el agua que sí tenemos al alcance es de un reduccionismo que roza el ridículo. Porque nunca lloverá bastante para saciar la codicia humana, ni para satisfacer las absurdas necesidades creadas por el modelo socioeconómico, agrícola, urbanista y turístico imperante.

¿Pedir todavía?

Y a pesar de todo, bien pensado, recordando que el Padre Nuestro está todo el transido de súplicas, quizás sí que todavía haré oración de petición.

Pero rogaré para que los cristianos seamos los primeros comprometidos en denunciar que el modelo socioeconómico actual que se nos vende como único e inevitable es insostenible, mata y además nos ha llevado a una crisis climática sin precedentes.

Oraré para que recuperamos la mirada sacramental a la creación y la respetemos como hermana.

Rogaré por la conversión ecológica de todos los corazones para que abracen un estilo de vida más frugal, más sencillo y más comunitario. Y porque los seguidores de Jesús unamos nuestras manos con todas las personas de buena voluntad para buscar alternativas más humanas y humanizadoras de organizarnos, donde el bien común esté en el centro y nadie quede atrás.

Imploraré a Dios para que todos y todas hagamos un uso responsable de la poca (o mucha) agua que sí que tengamos en los embalses, en los ríos y en los acuíferos. También haré rogativas para que dejemos de una vez de privatizar un bien común como el agua y nos preguntemos si de verdad hacen falta tantos campos de golf, piscinas y cruceros repletos de turistas.

Elevaré mi súplica para que los poderosos paren ya la codicia inacabable de la agroindustria que explota sin vergüenza los recursos hídricos para sacar siempre el máximo beneficio económico. Más concretamente, imploraré para que nos preguntemos si en vez de las fresas o los aguacates que comemos hoy y que hemos pagado a cuatro duros no podría comprar a un precio justo otros productos de proximidad, de agricultura ecológica y socialmente responsable.

También impetraré a Dios, siempre más grande, para que nos libere de la autosuficiencia antropocéntrica de creer que con la técnica lo podemos resolver todo y reencontremos desde la humildad nuestro lugar en la creación.

Pero rezar para que llueva, sin más ni más, hoy no lo haré. No fuera que al final se abrieran los cielos, tuviéramos que lamentar lluvias torrenciales y tormentas devastadoras y entonces se nos pidiera de nuevo acudir a la oración de petición como si fuera magia.

Epílogo

Evidentemente que en el trasfondo de estas reflexiones podríamos citar al papa Francisco y su contribución capital con la encíclica Laudato si’. Pero incluso puede ayudar recordar que ya hace más de tres décadas Juan Pablo II en 1990 decía lo siguiente:

“La disminución gradual de la capa de ozono y el consecuente «efecto invernadero» han alcanzado ya dimensiones críticas debido a la creciente difusión de las industrias, de las grandes concentraciones urbanas y del consumo energético. Los residuos industriales, los gases producidos por la combustión de carburantes fósiles, la deforestación incontrolada, el uso de algunos tipos de herbicidas, de refrigerantes y propulsores; todo esto, como es bien sabido, deteriora la atmósfera y el medio ambiente. De ello se han seguido múltiples cambios metereológicos y atmosféricos cuyos efectos van desde los daños a la salud hasta el posible sumergimiento futuro de las tierras bajas.”

E incluso no se queda aquí la cosa, sino que llega a afirmar que “los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador forman parte de su fe” (Cf. “La paz con Dios creador, paz con toda la creación”, Jornada mundial de la paz, 1990).

Cuando el clima se convierte en una cuestión de fe

Aunque el sacrificio humano ha quedado descartado, uno no puede evitar pensar en la ironía de la situación de rezar para conseguir que llueva

Es interesante cómo, incluso en este siglo XXI, la fe en lo divino puede resurgir cuando la naturaleza parece fallar. En la ciudad de Cádiz, la prolongada sequía ha llevado a los habitantes a adoptar medidas desesperadas y un tanto absurdas: la organización de misas para solicitar lluvia. Desde este lunes hasta el viernes, a las 20:00 horas, la parroquia de San José se convierte en el escenario de súplicas divinas para el cambio climático.

Este ritual, algo cómico en pleno auge de la ciencia, evoca reminiscencias de tiempos antiguos, cuando las tribus indígenas realizaban danzas de lluvia y sacrificios a los dioses en busca de favor climático. Aunque, afortunadamente, el sacrificio humano ha quedado descartado, uno no puede evitar pensar en la ironía de la situación.

La sequía está causando estragos en Cádiz, afectando especialmente a sus campos, y provocando la peor temporada agrícola de este siglo. Los vecinos, en su desesperación, parecen haber encontrado consuelo en esta práctica religiosa. “Está muy bien que hagan promesas y saquen a los santos”, dice uno de ellos en declaraciones a La Sexta, “La gente creemos en esto”. Esta creencia, sin embargo, parece más una reacción a la impotencia que una muestra de fe profunda.

¿LA ORACIÓN ES PODEROSA, O UN SIMPLE PLACEBO?

Mientras que algunos vecinos afirman haber estado rezando durante mucho tiempo ya, otros parecen haber asistido a la misa por pura casualidad. “Dicen que la oración es poderosa, ¿no? Pues bueno, a ver si es verdad”, dice una de las vecinas. Pero, ¿realmente creen que sus oraciones pueden hacer llover? ¿O simplemente buscan un consuelo psicológico frente a la adversidad?

La idea de que la oración puede influir en los fenómenos meteorológicos es un eco de los tiempos en que los chamanes y los sacerdotes de cultos antiguos controlaban la sociedad con sus rituales y sacrificios. No es muy distinto de las ceremonias mayas de sacrificio humano para apaciguar a los dioses de la lluvia. Por supuesto, esas prácticas están ahora relegadas a los libros de historia, pero parece que la mentalidad que las subyace aún perdura en algunos rincones del mundo moderno.

¿UNA SOLUCIÓN SENSATA, O UNA RIDÍCULA DESVIACIÓN DE LA REALIDAD?

Esta parroquia de Cádiz no es la única que ha adoptado tal medida, otras en Andalucía también han comenzado a organizar rituales similares. ‘El Abuelo’, también conocido como ‘El Señor de Lluvia’, ha salido a procesionar en Jaén, marcando un acontecimiento que no ocurría desde hace 74 años

¿ES LA ESPERANZA LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE?

La esperanza es un hilo delgado que une a la humanidad en tiempos de crisis. En este caso, la esperanza se ha convertido en una plegaria para que las nubes descarguen su preciado líquido sobre los campos secos de Andalucía. No se puede negar la desesperación y la necesidad que motivan estos rituales, pero ¿es realmente el camino correcto?

Los ciudadanos confían en que la salida en procesión de ‘El Señor de Lluvia’ y sus ruegos al cielo, logren lo que la ciencia aún no puede: cambiar el clima a su antojo. En lugar de buscar soluciones tangibles y sustentables, como la conservación del agua, la inversión en infraestructuras de riego eficientes o la adopción de cultivos resistentes a la sequía, parece que algunos prefieren volver la mirada al cielo y esperar un milagro.

¿UN PASO ATRÁS EN LA EVOLUCIÓN?

La ironía de todo esto es que, mientras en otras partes del mundo se están haciendo grandes avances en tecnología e innovación para combatir el cambio climático y sus consecuencias, en Cádiz, están volviendo a los rituales antiguos para pedir la intervención divina.

Este tipo de actitudes reflejan una negación, consciente o no, de la realidad del cambio climático y la responsabilidad humana en su causa. Es más fácil, después de todo, pedir un milagro que enfrentar la dura realidad de nuestras acciones y su impacto en el medio ambiente.

UN LLAMADO A LA REFLEXIÓN

Al final, la cuestión no es tanto si la oración puede hacer llover, sino más bien qué estamos dispuestos a hacer para enfrentar las verdaderas causas de la sequía. En lugar de buscar soluciones sobrenaturales, tal vez deberíamos reflexionar más sobre nuestras acciones y cómo estas están contribuyendo a la problemática climática.

Estas misas para pedir lluvia pueden parecer una muestra de fe y esperanza en tiempos difíciles, pero también pueden ser vistas como un reflejo de nuestra tendencia a negar la realidad y a desviar nuestra atención de las verdaderas soluciones. En vez de pedir milagros, quizás deberíamos empezar a hacer lo que está en nuestras manos para garantizar un futuro sostenible para todos.

Libro con autor en la Semana del Libro


El martes 25 de abril, a las 19 h en la librería Paulinas, de Madrid
Victorino Pérez Prieto presenta su libro ‘Hacia una ecoteología’

Federico Pastor, Victorino Pérez Prieto y Ramón Alario
Federico Pastor, Victorino Pérez Prieto y Ramón Alario 

El biblista Federico Pastor, presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, y el teólogo Ramón Alario, miembro del Movimiento por el Celibato Opcional (MOCEOP) acompañarán a Victorino Pérez Prieto en la presentación de su nuevo libro Hacia una ecoteología (Fragmenta, 2023). Será el martes día 25 de abril a las 19 h en la librería Paulinas (San Bernardo, 114, Madrid)

El biblista Federico Pastor, presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, y el teólogo Ramón Alario, miembro del Movimiento por el Celibato Opcional (MOCEOP) acompañarán a Victorino Pérez Prieto en la presentación de su nuevo libroHacia una ecoteología (Fragmenta, 2023). Será el martes día 25 de abril a las 19 h en la librería Paulinas (San Bernardo, 114, Madrid).

EnHacia una ecoteología, el teólogo y filósofo Victorino Pérez Prieto reclama seguir un proceso desde la materia hasta el espíritu, desde lo empírico hasta lo espiritual, de abajo arriba y de arriba abajo en un movimiento incesante con el objetivo de llegar a una espiritualidad nueva como respuesta a la crisis actual debida a la actividad humana depredadora.

Entrada libre. Aforo limitado.

Transporte: Metro, San Bernardo (líneas 2 y 4) y Quevedo (línea 2)

INVITACIÓN

EL LIBRO

Victorino Pérez Prieto

Hacia una ecoteología

El ecologismo es un nuevo humanismo que clama por una espiritualidad nueva como respuesta a la crisis actual debida a la actividad humana depredadora. Para esta espiritualidad necesitamos ir más allá de las exigencias ético-morales de la crisis ecológica para llegar a una conexión empática total con una Realidad en la que nos sintamos realmente inmersos. Una espiritualidad que, con palabras de Leonardo Boff, «permita una religación singular y sorprendentemente nueva de todas nuestras dimensiones con las más diversas instancias de la realidad planetaria, cósmica, histórica, psíquica y trascendental». Necesitamos abrirnos a una espiritualidad ecológica radical. Esta espiritualidad ecosófica exige una conexión con la Realidad para llegar a una comunión con Todo, con el cosmos —no solo con la naturaleza «viva», sino con toda la realidad de la materia— y con el Espíritu. Al formar parte del cosmos, nos es imprescindible vivir en armonía con él para poder estar en paz con nosotros mismos. En esta obra, Victorino Pérez Prieto sigue un proceso desde la materia hasta el espíritu, desde lo empírico hasta lo espiritual, de abajo arriba y de arriba abajo en un movimiento incesante

El derecho humano al agua

Delegación amazónica en la Conferencia del Agua: La Iglesia tiene que priorizar el derecho humano al agua

Delegación de la Amazonía en la ONU

“Días de generación de espacios de diálogo, presentación de propuestas, y socialización de investigaciones que nos alertan sobre la desprotección y vulneración del derecho humano al agua limpia y segura”

La CEAMA llevó “un mensaje de esperanza, un mensaje que recoge esos clamores de la Tierra y esos gritos estentóreos de los más pobres y los más humildes”

“Garantizar la presencia de la iglesia y los procesos que puede ofrecer a nivel de promoción, defensa y exigibilidad de derechos humanos»

Los representantes del teritorio «dieron a conocer “las vulneraciones que se cometen y que impiden garantizar el derecho humano al agua para todos los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales”

“No despilfarrar este bien común, donde busquemos proteger este don de Dios con una visión clara de equidad y justicia”

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Como “días de generación de espacios de diálogo, presentación de propuestas, y socialización de investigaciones que nos alertan sobre la desprotección y vulneración del derecho humano al agua limpia y segura”, califica el comunicado emitido por una delegación de representantes de la Amazonía la Conferencia sobre el Agua de Naciones Unidas que se realizó de 22 al 24 de este mes de marzo en Nueva York.

Presencia de la CEAMA

Dentro de la delegación se encontraba la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), representada por su presidente, el Cardenal Pedro Barreto, y dos de sus vicepresidentes, Patricia Gualinga y Mauricio López. Una presencia que quiere “ratificar esta visibilidad de la importancia que tiene el agua para el mundo”, consecuencia de la escucha “del clamor de miles de hermanos y hermanas que no tienen acceso al agua limpia, al agua potable y al saneamiento”, según el presidente de la CEAMA.

Una oportunidad para hacer presente “la voz de aquellos que están exigiendo el cumplimiento de este derecho humano”, en palabras del Cardenal peruano. La Conferencia Eclesial de la Amazonía, según el purpurado, se ha hecho presente en las Naciones Unidas con “un mensaje de esperanza, un mensaje que recoge esos clamores de la Tierra y esos gritos estentóreos de los más pobres y los más humildes”. El cardenal Barreto ha llamado a “unirnos todos por la causa de la vida y del cuidado de nuestra casa común, y sobre todo para ir construyendo la familia que Dios quiere que seamos, una familia unida, una familia donde nadie quede rezagado y excluido”.

Denunciar la brecha de la desigualdad en el acceso al agua

Como recoge el comunicado conjunto de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús de América Latina (AUSJAL), el Programa Universitario Amazónico (PUAM), y el Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro (IDGCE), se ha confirmado que “un cuarto de la población mundial  no tiene posibilidades a un acceso pleno y real al derecho humano del agua”, lo que muestra “cómo se sigue acrecentando la brecha de desigualdad en la calidad de acceso al agua para las poblaciones históricamente excluidas”.

Recordando las palabras del Papa Francisco en Laudato Si, donde se habla de “la existencia de la pobreza del agua social (LS – 28), una pobreza que amenaza particularmente a las cuencas del Congo y la Amazonía”, la Conferencia del Agua ha querido “garantizar la presencia de la iglesia y los procesos que puede ofrecer a nivel de promoción, defensa y exigibilidad de derechos humanos a través de la Escuela de Derechos Humanos de REPAM, como también otras instancias eclesiales que se encuentran en la Panamazonía”.

Una conversión ecológica estructural

Igualmente, desde la CEAMA se quiere “invitar a una conversión ecológica estructural, como también a los desafíos y urgencias que se plantean desde las universidades católicas y la propuesta de un Programa Universitario Amazónico (PUAM), resultante del Sínodo sobre la Amazonía, que se adapte a sus dificultades, y que tome como base experiencias formativas que ya están trabajando en la perspectiva de gobernanza local del agua, como lo es el Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro”.

En la Conferencia se han hecho presentes, como recoge el comunicado, las voces de los territorios, del Pueblo Sarayaku (Ecuador) y de Cáritas Madre de Dios (Perú), que dieron a conocer “las vulneraciones que se cometen y que impiden garantizar el derecho humano al agua para todos los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales”. Entre las causas están “el aumento de la frontera extractiva en la Panamazonía, las actividades ilegales como la tala y la minería, o los derrames petroleros, la combustión de los gases tóxicos producto de la explotación del petróleo son entre las principales causas que contaminan los ríos, igarapés y afluentes del Amazonas, y que ponen en riesgo la vida de todas las comunidades que dependen de ellos para su subsistencia”.

Implicarse como Iglesia en el cuidado del agua

Ante esta realidad el comunicado insiste en que “es una prioridad y urgencia que podamos enfocarnos como iglesia en los territorios, desde las redes regionales existentes de defensa y justiciabilidad, las universidades, y los institutos especializados para priorizar un enfoque del derecho humano al agua desde una mirada intersectorial, interrelacionada y holística con enfoque basado en los derechos humanos para el logro de las necesarias políticas públicas que le den soporte”.

Todo ello porque “el acceso al agua no es solamente una necesidad material que garantiza la vida de todo ser, es sobre todo puente y relacionamiento con dimensiones culturales y espirituales de los pueblos indígenas”. Junto con ello se destaca “la urgencia en el fortalecimiento socio organizativo que permita incidir y fiscalizar políticas de saneamiento y manejo de los recursos hídricos adaptadas a sus realidades”.

No despilfarrar el agua

Para defender los lugares donde existan intereses extractivos, el comunicado ve que “es imperativo garantizar y respetar la ineludible consulta previa, libre e informada para no vulnerar a los territorios y a sus pueblos”. También se aboga por una administración que lleve a “no despilfarrar este bien común, donde busquemos proteger este don de Dios con una visión clara de equidad y justicia”, todo ello en vista de que “las futuras generaciones puedan acceder al consumo adecuado del agua limpia y segura”.

Por todo ello, los firmantes agradecen al Papa Francisco “por animarnos a seguir sumando esfuerzos de manera articulada, en unidad en la diversidad, y en sinodalidad, donde podamos ser cauce como un río de esperanza en un mundo donde se clama por agua y por vida, y vida plena”, recordando, en palabras de Laudato Si, que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental”.

La ética de un capitalismo salvaje:

la corrupción de las Americanas — Leonardo Boff

REVISTA DE PRENSAAMÉRICA LATINA

El agujero de 20 mil millones de reales en la cadena gigante minorista de las Lojas Americanas acumulado durante años y aumentado con deudas de 43 mil millones de reales tiene muchas facetas.
La más explícita y vergonzosa es calificar la corrupción que se esconde tras estas cifras con el eufemismo “incoherencias contables”.

El mercado, siempre sensible ante cualquier pequeño movimiento del Estado de orientación social que favorezca a los desposeídos, reacciona con rapidez de modo crítico. Ante estos miles de millones no ha mostrado ninguna reacción. Claro, se trata de la complicidad de las mismas mafias financieras, especialmente las especulativas, que ganan sin producir nada.

Los nombres de los principales “socios de referencia” (los verdaderos dueños) son los conocidos multimillonarios Jorge Paulo Lemann, Marcel Telles y Carlos Alberto Sucupira que, con otros bienes que poseen como Burger King, Kraft Henz y particularmente el control del mercado cervecero con InBev, suman 185 mil millones de reales.

En la nota publicada por el trío el día 11 de enero de 2023 se eximen de cualquier conocimiento, tratando a los lectores, que conocen como funciona el capitalismo brasilero, como tontos.

No me corresponde profundizar en esta cuestión, cosa que ya han hecho los especialistas. Me atengo a lo que me toca como professor de ética y teología que he sido durante muchos años.

Lo que ha occurrido aquí confirma lo que el añorado Darcy Ribeiro afirmaba frecuentemente: el capitalismo brasilero nunca fue civilizado; es uno de los más salvajes del mundo y profundamente egoísta e individualista. Esto nos remite a lo que uno de los mayores pensadores de la actualidad, el filósofo y lingüista Noam Chomsky, amigo de Brasil (su esposa es brasilera), dijo con tristeza: “nunca en mi vida vi a nadie tener tanto desprecio por los pobres y negros de la periferia como a una parte de la élite brasileña”.

Esto mismo lo confirma en su vasta obra el sociólogo Jessé Souza, especialmente en el clásico La élite del atraso: esta élite marginó vergonzosamente a gran parte de la población pobre y negra, les negó sus derechos, desconoció que son humanos como ella e hijos e hijas de Dios. Cuando se levantaron fueron rápidamente reprimidos e incluso asesinados.

En otro pasaje enfatiza Noam Chomsky algo que nos ayuda a entender a nuestros corruptos (especialmente a este trío, siempre sonriente): “La idea básica que atraviesa la historia moderna y el liberalismo moderno es la de que el público debe ser marginado. El público, en general, es visto nada más que como ignorantes que interfieren como el ganado desorientado”. Lo que le interesa al capitalismo es tener consumidores, no ciudadanos. No ama a las personas, solo su fuerza de trabajo y la eventual capacidad de consumir.

Ya Aristóteles, uno de los padres de la ética occidental, decía que la primera señal de la falta de ética es la “falta de vergüenza”. Etimológicamente vergüenza viene del latín vereor, que significa respeto, temor reverencial. Cuando falta ese valor de respeto y reverencia fente al semejante, se abre la puerta a cualquier tipo de desvergüenza.

Los corruptos de los 20 mil millones de las Americanas no muestran la menor vergüenza: se presentan como bienhechores de la sociedad, apoyando a algunas personas (las más dotadas) para estudiar en las mejores universidades del mundo (por ej: Harvard), para ser educados en el espíritu del capitalismo y llevar adelante sus proyectos. No se trata, como es el caso de muchas universidades norteamericanas que son apoyadas por grandes corporaciones que favorecen su mantenimiento e investigación. Nuestros opulentos practican solo ayudas puntuales a personas distinguidas, no ayuda a a los grandes proyectos educativos que benefician a toda la nación por avanzar rumbo al conocimiento y la autonomía.

Lo más doloroso, sin embargo, es la absoluta falta de sensibilidad de la élite del atraso, que al decir de nuestro mayor historiador mulato Capistrano de Abreu “capó y recapó, sangró y resangró” a la población que salía del régimen colonial, pero mantenía la esclavitud.

Esta ausencia culposa de sensibilidad fue denunciada frecuentemente por uno de los brasileros más beneméritos de los proyectos contra el hambre, por la vida y por la democracia, el siempre recordado Betinho:

“Nuestro mayor problema no es económico, no es político, no es ideológico ni religioso. Nuestro mayor problema es una falta de sensibilidad hacia nuestros semejantes, al que está a nuestro lado”. No oímos su grito de dolor, no vemos su mano extendida esperando algo de comida, ni siquiera vemos sus ojos suplicantes. Pasamos de largo al lado del caído al borde del camino como hicieron bíblicamente el levita y el sacerdote en la parábola del Buen Samaritano. Fue necesario que un despreciado hereje samaritano interrumpiese su viaje, curase sus heridas y lo llevara al sanatorio, dejando todo pagado y si fuese necesario más lo pagaría a la vuelta.

¿Quién es aquí el prójimo?, preguntaba el Maestro: es aquel a quien me aproximo, sin reparar en su condición moral, su religión o el color de su piel. Es un hermano herido que necesita que otro hermano le socorra.

En Brasil, los cristianos son solo cristianos culturales que no han aprendido nada del Jesús histórico que estaba siempre del lado de la vida, del pobre, del ciego, del cojo y del despreciado. Por eso hay tanta desigualdad social, una de las mayores del mundo. Porque falta sensibilidad, solidaridad, sentido humano, el de tratar humanamente a otro ser humano, su hermano y hermana.

El trío milmillonario y los 318 millonarios (según la revista Forbes) no oyen el clamor que viene de las periferias, de los indígenas que están siendo diezmados por gente del agronegecio, como en Dourados-MT, ni de los miles de yanomamis violentados por la minería ilegal, a los que oficialmente se les negó agua, vacunas, asistencia médica y nutrición básica por parte del gobierno genocida.

En el caso de Brasil, pero sirve también para gran parte de la humanidad, faltó ética y faltó moral. Faltó ética si entendemos por ética la promoción de una vida buena y decente para todos. Faltó moral si entendemos por moral la observancia de las normas y leyes que la sociedad estableció para sí misma para garantizar una vida buena y decente.

Pues bien, faltó ética y moral en los causantes del desfalco millonario de las Americanas. No sabían de los 33 millones de personas con hambre en nuestro país ni de los más de cien millones con insuficiencia nutricional. Si tuviesen un mínimo de sensibilidad ética y moral tratarían de disminuir esta tragedia humana con ayuda de sus fortunas. Pero seguimos así, con el salvajismo de nuestra cultura capitalista, que a través del mercado intenta controlar la economía del país, especialmente si esta se orienta hacia los que más necesitan.

Recuerdo la clásica frase del filósofo Heráclito (500 aC) que bien decía: “el ethos es el ángel bueno del ser humano”. Entre nosotros, el ethos se mostró demoníaco.

*Leonardo Boff, filósofo y teólogo ha escrito Etica de la vida, Record 2009; Ética y moral: en busca de los fundamentos. Vozes 2003.

Estamos en el mismo barco

¿Vamos al encuentro de nuestra propia destrucción? — Leonardo Boff

La historia del ser humano en la Tierra se resume en gran parte en un permanente conflicto contra el ambiente. Este proceso ha ido tan lejos que el ser humano ha llevado adelante una verdadera guerra contra la Tierra en todos sus frentes: en el suelo, en el subsuelo, en el aire y en el mar, siempre con la perspectiva de saquear y extraer más y más beneficios.

En círculos científicos se dice que la acción humana sobre la tierra como un todo ha fundado una nueva era geológica: el antropoceno, que significa que los daños a la naturaleza no vienen de afuera, sino de la propia acción del ser humano, pensada y orquestada en su afán de extraer más y más beneficios para su vida. Tal hecho ha tenido como consecuencia el desequilibrio del planeta, que ha reaccionado enviándonos más calor, eventos extremos como inundaciones, huracanes y sequías, además de una gama creciente de virus, muchos de ellos letales, como el coronavirus.

El hecho es que hemos perdido la perspectiva del Todo. Nos hemos quedado únicamente con la parte. Ha ocurrido una verdadera fragmentación y atomización de la realidad y de los respectivos saberes. Se sabe cada vez más sobre cada vez menos. Tal hecho tienen sus ventajas pero también sus límites. Las ventajas, especialmente en la medicina que ha conseguido identificar los diferentes tipos de enfermedades y cómo tratarlas. Pero hay que recordar que la realidad no está fragmentada. Por eso los saberes sobre ella tampoco pueden estar fragmentados.

Dicho figurativamente: la atención se ha concentrado en los árboles, considerados en sí mismos, perdiendo la visión global del bosque. Peor aún, se ha dejado de considerar las relaciones de interdependencia que todas las cosas guardan entre sí. Ellas no están lanzadas ahí al azar, una al lado de la otra, sin las necesarias conexiones entre ellas que les permiten solidariamente vivir, autoayudarse y juntas coevolucionar,

Veamos los árboles: ellos tienen un lenguaje propio, distinto del nuestro, fundado en la emisión de sonidos. Los árboles hablan mediante olores que emiten y produciendo toxinas que envían a los otros árboles. Entre los iguales se establecen una relación de reciprocidad y colaboración. Con árboles distintos se entablan verdaderas batallas químicas en el afán de cada uno tener más acceso a la luz del sol o a nutrientes del suelo. Pero se hace siempre sin exceso, en una medida justa, de tal forma que el conjunto de árboles forman un rico y diverso bosque o selva.

En el caso humano, hemos perdido este equilibrio y la justa medida: se ha erosionado aquella corriente que relaciona a todos con todos, llamada Matriz Relacional. No hemos tenido en cuenta la amplia red de relaciones e interconexiones que envuelven al propio universo y a todos los seres existentes. No existe nada fuera de la relación. Todo está relacionado con todo en todas las circunstancias. Esa es la realidad de todas las cosas existentes en el universo y en la Tierra, desde las galaxias más distantes a nuestra Luna, y hasta las hierbas silvestres. Ellas tienen su lugar y su función en el Todo. En una elegante formulación del Papa Francisco en su encíclica Laudato si: sobre el cuidado de la Casa Común (2015) se afirma: «Todo está relacionado y todos nosotros, los seres humanos caminamos juntos como hermanos y hermanas, en una maravillosa peregrinación que nos une con tierno cariño al hermano Sol, a la hermana Luna, al hermano río y a la hermana y Madre Tierra… el sol y la luna, el cedro y la florecilla, el águila y el gorrión no existen sino en dependencia unos de otros, para complementarse y servirse mutuamente» (n.92; 86).

Si realmente todos estamos entrelazados, entonces debemos concluir que el modo de producción capitalista, individualista, que busca el mayor lucro posible a costa de la explotación de la fuerza de trabajo y de la inteligencia humana y especialmente de las riquezas naturales, sin darse cuenta de las relaciones existentes entre todas las realidades, contaminando el aire y envenenando los suelos con pesticidas, va a contracorriente de la lógica de la naturaleza y del propio universo que ligan y religan todo con todo, constituyendo el esplendoroso gran Todo.

La Tierra nos creó un lugar amigable para vivir pero nosotros no nos estamos mostrando amigables con ella. Por el contrario, la agredimos sin parar hasta el punto de que ella no aguanta más y comienza a reaccionar como si fuera un contraataque. Este es el significado mayor de la irrupción de toda una gama de virus, especialmente del Covid-19. De cuidadores de la naturaleza (Génesis 2,15) nos hemos vuelto su Satán amenazador.

Hasta la llegada de la modernidad entre los siglos XVII-XVIII, la humanidad se entendía normalmente como parte de la Madre Tierra y de un cosmos viviente y lleno de propósito. Se percibía ligada al Todo. Ahora la Madre Tierra ha sido transformada en un almacén de recursos y en un baúl lleno de bienes naturales a ser explotados.

En esta comprensión que ha acabado por imponerse, las cosas y los seres humanos están desconectados entre sí, siguiendo cada cual un curso individual. La ausencia del sentimiento de pertenencia a un Todo mayor, el no hacer caso al tejido de relaciones que liga a todos los seres nos ha vuelto desenraizados y sumergidos en una profunda soledad. Estamos poseídos por el sentimiento de que estamos solos en el universo y perdidos, cosa que la visión integradora del mundo, que existía anteriormente, lo impedía. Hoy nos damos cuenta de que debemos establecer un lazo de afectividad con la naturaleza y con sus diversos seres vivos e inertes, pues tenemos el mismo código genético de base, por lo tanto somos hermanos y hermanas (árboles, animales, pero también las montañas, lagos y ríos). Si no ponemos corazón en nuestra relación –de ahí la razón cordial– difícilmente salvaremos la diversidad de la vida y la propia vitalidad de la Madre Tierra.

¿Por qué hemos hecho esta inversión de rumbo? No hay una única causa, sino un conjunto de ellas. Pero la más importante y perjudicial ha sido haber abandonado la llamada Matriz Relacional, es decir, la percepción del tejido de relaciones que entrelazan a todos los seres. Ella nos daba la sensación de ser parte de un Todo mayor, de que estábamos incluidos en la naturaleza como parte de ella y no simplemente como sus usuarios y con intereses meramente utilitaristas. Perdimos la capacidad de encantamiento por la grandeza de la creación, de reverencia ante el cielo estrellado y de respeto por todo tipo de vida.

Si no cambiamos, podrá realizarse lo que el Papa Francisco advirtió en la encíclica Fratelli tutti: «estamos en el mismo barco: o nos salvamos todos o nadie se salva» (n.32). No estamos llamados a ser los agentes de nuestra propia destrucción sino a ser la mejor floración del proceso cosmogénico.


*Leonardo Boff ha escrito con el cosmólogo Mark Hathaway, El Tao de la liberación: explorando la ecología de transformación, Vozes 2010/ Orbis Books, Nueva York 2010, prefacio de F. Capra.

Las Iglesias y la minería

Iglesias y minería y la diligencia debida vinculante

Hugo Charles Castelli Eyre

Iglesias y Minería es una plataforma latinoamericana de ONGs cristianas inspirada por el Laudate Sí que busca un tratado vinculante de derechos humanos para impedir los abusos de las multinacionales extractivistas en Latinoamérica. Entidades fraternas de Iglesias y Minería describe las 24 ONGs que forman parte de la plataforma y que incluye la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz de Colombia con la cual el Grupo Colombia de Santo Tomás de Aquino tiene una fuerte relación.

Durante el verano, recibí una petición de ayuda de Begoña Ocio, representante de Pax Romana en la Conferencia de las ONGI, acerca de un informe publicado en Religión Digital sobre la oposición del obispo de Jericó al proyecto de Quebradona, una mina nueva de la filial colombiana Anglo Gold Ashanti (AGA) en Jericó.

Envié documentos de Oxfam Australia en español a Begoña sobre como organizar la defensa local en el momento que una multinacional minera aparece en una zona campesina. También escribí a AGA en su oficina central en Sudáfrica pero no recibí contestación.

Contacté con el corresponsal de Religión Digital en Colombia y con Monseñor Londoño, obispo de Jericó. También contacté con Grégori Thuan Dit Dieudonné, abogado francés de Estrasburgo que litiga en temas de derechos humanos por todo el mundo y que formaba parte del grupo de trabajo Derechos Humanos y Empresas que yo coordinaba
en la Conferencia de las ONGI.

Noel Londoño me dijo que Iglesias y Minería asumían la defensa de las poblaciones.
Llegué a la conclusión de que tres personas desde Europa no íbamos a conseguir gran cosa y contacté con OCMAL (Observatorio de Conflictos Mineros), una de las ONGs de Iglesias y Minería a través de su página web. Me recomendaron contactar con Pedro Sánchez, coordinador de Iglesias y Minería.

Yo le escribí preguntando ¿Cuál es la colaboración más útil desde Europa? y Pedro me contestó que Iglesias y Minería se relaciona en Europa con CIDSE, una central de la IC con ONGs de derechos humanos en cada país europeo, concretamente Manos Unidas y Redes-ONGD en España, y que han contactado con la ONU y la Unión Europea para pedir una ley vinculante de derechos humanos frente a los atropellos de las empresas extractivas con las poblaciones donde trabajan.

Contacté con Escarni Escobar de Manos Unidas y Gonzalo Violero de Redes-ONGD.
Tuve una reunión con Gonzalo el 8/11 y me informó sobre la reunión en la sede de la Unión Europea para el jueves 10/11 en la cual me inscribí. Manos Unidas y Redes-ONGD han organizado una campaña llamada Enlázate por la justicia que ha promovido La Plataforma por las empresas responsables PER, cuyo formulario de apoyo he firmado personalmente pero, tal vez, interesaría que Redes Cristianas lo firmara también.

Mi conexión con la web de Enlázate es a través de su sección de Economía donde hay dos carteles que explican la Diligencia Debida.
También me reuní Antonio Fuertes, exdirector de Responsabilidad Social Corporativa de Naturgy, al que había visitado con la recomendación de 2017 de la Conferencia de las ONGI que salió del grupo de trabajo sobre Derechos y Empresas que yo coordinaba en Estrasburgo.

Antonio trabaja ahora en la consultora Business & Human Rights BHR , que actúa en España y Colombia. En la reunión me informó sobre las propuestas de Diligencia Debida así como Informes de Sostenibilidad vinculantes de la Unión Europea.

Posteriormente, me envió los textos en inglés de ambas propuestas y luego obtuve la traducción al español de la propuesta de Diligencia Debida de la oficina de ddhh del MAEC, la cual os adjunto. Antonio Fuertes es también vocal de DIRSE , Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad que explica en pocas palabras los temas de
sostenibilidad y derechos humanos.

También me informó de que el objetivo de las propuestas eran las de advertir a los consejeros y ejecutivos de las multinacionales que tanto las personas jurídicas como las físicas se expondrían a fuertes multas por infracciones relacionadas con los derechos humanos y por acciones que perjudican la subida de la temperatura en más de 1,5ºC, según lo acordado en el encuentro de París sobre el cambio climático.

Luego supe que el responsable del proyecto de una ley
española de Diligencia Debida es Juan Manuel Sánchez-Terán Lledó, subdirector general de Economía Social del Ministerio de Trabajo.
Invité a Antonio Fuertes al encuentro de la UE donde nos dio la bienvenida Gonzalo Violero.

Participaron en la mesa el delegado de la Unión Europea en España, una
representante de Oxfam Intermón, Lilith Verstrynge, Secretaria de Estado para la Agenda 2030, Francisca Pérez (nombre ficticio) activista de Unidad Campesina de Guatemala, Carolina de Moura y Daniel Chanmas, coordinadora y director del Instituto Cordilheira de Brásil respectivamente.

Las tres últimas personas citadas explicaron que las recomendaciones voluntarias de derechos humanos no son nunca respetadas por las multinacionales extractivas porque el capitalismo no se fija en las personas y sólo en los beneficios. En el caso, de la empresa
minera Vale, de Brásil, la dirección sabía que la presa de estériles de su mina de Brumadinha estaba en peligro de derrumbe pero como los desechos no tenían ningún valor buscaron aseguradoras que certificaran que no había peligro.

A pesar del rechazo de muchas aseguradoras, la empresa alemana Tüv Süd otorgó la certificación y así Vale siguió alimentando la presa sin advertir siquiera a los trabajadores del peligro de derrumbe incluso a pesar de que el comedor de los trabajadores estaba situada debajo de
la presa y un ésta se derrumbó y murieron 272 trabajadores. Se indicó que 9 empresas más en Brásil tenian sus presas de desechos en situación de alerta roja.

Todo eso se visualizaba en el documental que proyectaron: The illusion of ABUNDANCE, que describe la lucha de Berta Cáceres y su hija en Honduras, la de Máxima Acuña contra la mina de Yanacocha en Cajamarca (Perú) y de Carolina de Moura contra Vale.

Ambas propuestas buscan conseguir una legislación común en todos los Estados de la Unión Europea para las grandes compañías europeas y las filiales de compañías externas a la UE. La primera propuesta es para obligar a 49.000 empresas europeas a emitir informes anuales de sostenibilidad auditados, según el acuerdo de París de limitar el
incremento de temperatura a 1,5ºC y de demostrar que su política de empresa está en línea con la legislación europea acerca de derechos humanos y medioambientales.

La segunda promoverá la Diligencia Debida en toda la cadena de suministros de las empresas. Pedí copias en español de ambas directivas a la Oficina de Derechos Humanos del MAEC (Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación). No tenían la traducción de la primera pero me enviaron la segunda. Consta de 78 páginas y explica los 32 artículos, al principio de una forma sucinta pp 27-31. Luego las pp 32-52 detallan un
total de 71 considerandos y las pp 54-77 describen los 32 artículos en detalle.

Os lo adjunto aparte con el correo. Me fijé en los considerandos 61 y 62 y en el artículo 3 que menciona la responsabilidad personal de los diferentes cargos de las empresas.

En eso, el Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa RSC, asociado como Redes Cristianas y otras ONGs en la Plataforma por la Justicia Fiscal, tendrá un papel importante en la fiscalización de los informes de las empresas españolas.

El informe de 2020 del Observatorio (español) de la Responsabilidad Social Corporativa de 452 páginas que no se puede enviar por correo electrónico porque consta de 431 MB pero que se puede descargar del enlace que doy a continuación. El informe trata del cumplimiento de
las empresas del IBEX35 y lo que es especialmente interesante es que el informe actual evalúa la cumplimentación de:
6 indicadores de fiscalidad responsable,
10 indicadores de corrupción,
27 indicadores de medio ambiente
16 indicadores de derechos humanos
33 indicadores de derechos laborales y
6 indicadores de clientes y consumidores

Para leer y descargar gratuitamente el informe de 2020, hacer clic en Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa , luego en Qué hacemos y luego en Estudios.

Iglesias y Minería contactó con la ONU en Ginebra y con el Parlamento Europeo pero no visitaron el Consejo de Europa. Yo propongo alertar tanto a la Red Europea como a la Conferencia de las ONGI sobre las dos directivas para asegurar que las ONGs podamos intervenir para que el Consejo Europeo no diluya las estipulaciones de ambos directivas y
podamos participar en el debate de ambas legislaciones en nuestros propios países.

Evidentemente ambas directivas europeas deberían poder reducir las infracciones de derechos humanos y medioambientales no solo en España y Latinoamérica si no en todo el mundo pero debido a nuestras limitaciones lingüísticas debemos concentrar nuestra actividad en Latinoamérica.

A este respecto, recibo un boletín semanal del Centro de Información sobre empresas y derechos humanos con las infracciones de derechos humanos que van surgiendo en Latinoamérica, con el propósito de contactar con las empresas españolas implicadas en determinadas situaciones.

Os adjunto también el enlace al BePart Forum , escrito en inglés pero con traducciones automáticas en español, francés, alemán e italiano. Se trata de una iniciativa de la Conferencia de las ONGI, el Congreso de Autoridades locales y regionales (ver lista de delegados españoles), y la dirección general de Democrácia del Consejo de Europa.

De paso, doy el enlace para la delegación española en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE)
En conclusión, creo que este tema es importante y por eso os lo envío para su difusión, rogando que me recomendéis acciones individuales y compartidas.