Ante el Día de la Caridad

Los obispos ante el Día de la Caridad: “Vivimos tiempos de crisis acumuladas”

“Nos duele la situación de las personas y familias afectadas por la crisis”, lamentan en su mensaje por el Corpus Christi

“Vivimos en una sociedad fuertemente ideologizada”, que lleva a “tensiones” en “la economía, la política, la cultura e incluso la religión”

De cara a la festividad del Corpus Christi, que se celebra este domingo 11 de junio, la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social ha difundido hoy su mensaje para el Día de la Caridad, que esta edición tendrá el lema ‘Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza’.

Para los obispos, “la fiesta del Corpus Christi nos invita a entrar en el misterio de la Eucaristía”. Un “sacramento del amor” que “aviva en nosotros la conciencia de que donde se vive de amor brilla también la esperanza”.

Abrir los ojos al sufrimiento

Por ello, la Iglesia llama “a abrir los ojos al sufrimiento de nuestros hermanos más pobres, a escuchar sus clamores y a dejarse tocar el corazón para ser oportunidad y esperanza para todos ellos”. Y es que “nos duele la situación de las personas y familias afectadas por la crisis”.

Una realidad social que los pastores ven cada vez más compleja y preocupante: “Vivimos tiempos de crisis acumuladas. Tras la pandemia provocada por el Covid-19, vino la guerra de Ucrania, el aumento de la movilidad humana, la evolución del coste energético y la inflación… Esta situación, tanto en el ámbito local como mundial, ha acrecentado la pobreza y la desigualdad y ha alimentado la desesperanza”.

Informe de Cáritas

Poniendo la mirada en el último Informe de Cáritas y la Fundación Foessa, los obispos lamentan datos como estos: “Una de cada cuatro personas está en situación de exclusión, unos 11 millones de personas; una de cada tres no tiene ingresos suficientes para vivir dignamente (de estas, un 46% se ve obligado a recortar el gasto en alimentación, un 63% en suministros y un 56% en Internet y teléfono); un 7% de la población no tiene ningún ingreso; una de cada tres personas sufren los efectos de la brecha digital; un 17% de la población tiene un gasto excesivo en vivienda”.

Como perciben, “estas cifras corresponden siempre a personas que se van quedando al margen de los sueños y de las expectativas”. De ahí que reiteren que “nos duele profundamente la situación de las personas que sufren una precariedad laboral creciente, especialmente los jóvenes y las familias; viven situaciones de exclusión social cada vez más severas (las personas con un mayor deterioro psicoemocional son las más afectadas); no pueden acceder o permanecer en una vivienda, porque esta ha pasado de ser un derecho a ser un lujo (de hecho, elegir entre pagar un lugar para vivir o poder comer es una situación que se repite constantemente), huyen de la violencia de tantos lugares del mundo, de la pobreza extrema o de la persecución y viven en situación de irregularidad administrativa, sin papeles y sin derechos”.

No simples espectadores

Eso sí, “ante esta realidad no podemos permanecer como espectadores, ni siquiera como meras voces críticas”, por lo que los prelados se sienten “llamados a ser parte activa en la rehabilitación y auxilio de las sociedades heridas”, siendo su caridad, más que “meramente paliativa”, “preventiva, curativa y propositiva”.

Un reto en el que quieren sumar al conjunto de la sociedad, que a veces observan anestesiada frente al dolor: “Nos preocupa la desvinculación social creciente en nuestro entorno. En este mundo en el que predomina lo virtual y líquido, las relaciones se vuelven frágiles. Como consecuencia de ello, se corre el riesgo de convertirlas en simples conexiones y de transformar los vínculos en meros contactos. La desvinculación lleva a no responsabilizarse suficientemente del otro y se traduce en crisis de cuidados y de pertenencia (a la sociedad, a la historia, a las Iglesias, a los barrios, a la familia)”.

Contra la polarización

En este sentido, los obispos también lamentan que “vivimos en una sociedad fuertemente ideologizada, que lleva a polarizaciones y tensiones en los ámbitos de la economía, de la política, de la cultura e incluso de la religión”.

Frente a ello, a modo de bálsamo, “la Eucaristía, sacramento del encuentro, nos capacita para nuevos tipos de relaciones sociales y nos abre al diálogo inclusivo”. Así, se dirigen a cada uno de nosotros y, en primera persona, nos interpelan con fuerza: “Estamos convencidos de que tú tienes mucho que ver en las oportunidades que otras personas pueden tener. Lo que tú hagas, cómo tú te sitúes en el mundo y ante los otros, puede abrir puertas, dar vida, aliviar la soledad, sanar el alma, hacer que otros y otras sientan que la vida brota nueva en ellas. Nuestra tarea no consiste solamente en cubrir las necesidades de los otros, sino en descubrir sus posibilidades para abrir caminos de esperanza”.

Víctor Codina, profeta en Bolivia desde 1982

Víctor Codina, profeta en Bolivia desde 1982

«Es la muerte  de un jesuita defensor de los pobres y excluidos y protector de los niños vulnerables,  de un teólogo eminente, de un profeta de la Bolivia profunda, de un testigo en  América Latina, de un amigo a quien admiraba y seguía»

«Víctor Codina, teólogo de casta y raza, nos ofrece una teología narrativa, nazarena,  simbólica, descriptiva, desde la realidad injusta, desigual y empobrecida»

«Víctor Codina no fue solo un teórico de la Teología  de la Liberación, sino que la practicó y la vivió en el mundo rural y minero y en los  barrios marginales»

Por Nicolás Castellanos

En medio del vendaval asolador de la pederastia, nos llega la triste noticia de la  muerte de Víctor Codina, acaecida en Barcelona a los 92 años. Es la muerte  de un jesuita defensor de los pobres y excluidos y protector de los niños vulnerables,  de un teólogo eminente, de un profeta de la Bolivia profunda, de un testigo en  América Latina, de un amigo a quien admiraba y seguía. 

Víctor Codina, teólogo de casta y raza, nos ofrece una teología narrativa, nazarena,  simbólica, descriptiva, desde la realidad injusta, desigual y empobrecida. 

Víctor Codina, hace teología desde abajo, de abajo para arriba, donde el Espíritu Santo es el protagonista. Pero Víctor Codina no fue solo un teórico de la Teología  de la Liberación, sino que la practicó y la vivió en el mundo rural y minero y en los  barrios marginales. 

La teología de Víctor Codina es sabia, al alcance de todos, la expresa con un  lenguaje popular, accesible, que se lee con mucho gusto, porque tiene el lenguaje  de la sabiduría. 

Por otra parte, es una teología original que la presenta como “teología nazarena”,  como la de Jesús que nos ayuda a descubrir la fuerza y presencia del Espíritu Santo.  Nos ofrece una visión completa de la teología del Espíritu Santo. 

En su libro “No extinguirás el Espíritu”, con cierto humor escribe:

“Se ha dicho que el  Espíritu ha sido suplido y sustituido por tres realidades blancas: La Eucaristía, María  y el Papa”. Se ha atribuido a María atribuciones que corresponden al Espíritu Santo:  fecundidad, vida, amor, aliento, consuelo, fuerza, perdón, bondad. María en la  devoción popular es un ícono del Espíritu, un símbolo pneumatológico, como lo es  el viento, el agua, el fuego, la paloma… Habría que desentrañar todo este  simbolismo y resituar a María en su lugar teológico correcto. 

Al Espíritu Santo nadie le tiene en exclusiva. Está presente y actúa en la historia, en  la Iglesia, en el pueblo cristiano, en los laicos, en los Pastores, “pero también en los  “herejes”, filósofos, artistas, políticos, de otra religiones y culturas”. 

Afirma la prioridad pastoral de la pneumatología. La Misión empieza por ser  pneumatológica, antes que cristológica y eclesial. Sin el Espíritu Santo no podemos  decir ni el nombre de Jesús.  

Cita a Gonzalez Faus: “una vez realizada la revolución cristológica, es el momento  de que renazca, mejor nazca, porque nunca estuvo viva, una revolución  pneumatológica”. Y nuestro teólogo de la liberación en Bolivia, concluye: “Me gustaría contribuir en lo que pueda a esta revolución pneumatológica, que es  todavía una tarea pendiente para el futuro de la teología”. Víctor Codina es ya  referente teológico significativo.  

Deja constancia que es obra del Espíritu Santo practicar la fe y la justicia, vivir el  Reino de Dios y el Dios del Reino. Y se responde a las novedades de la historia,  sólo con el Espíritu y la creatividad humana. Toda liberación tiene que estar llena  del Espíritu. 

Como profeta, denunció la prohibición de la interesante experiencia de la diócesis  de Sucumbíos presidida por Mons. Gonzalo López Marañón. El profetismo  evangélico del P. Arrupe. La campaña incomprensible contra el libro de J. A. Pagola.  Merece citarse su libro: “Sentirse Iglesia en el invierno eclesial”. Los laicos son los  más pobres y oprimidos en la Iglesia. 

Las cruces marcaron siempre su vida. Recuerda algunas: la persecución teológica,  momentos no diría de hambre, pero sí de una cierta escasez, muchos viajes  pesados en autobuses, en medio del polvo de los caminos, ambiente sórdido junto  al matadero, malos olores, contaminación, perros vagabundos, tensión política,  dolor eclesial. Todo esto forma parte de la experiencia del tercer mundo, de la  solidaridad con nuestros pobres, es una experiencia penitencial, dolorosa que nos  purifica. 

Pero también pondera los grandes valores de nuestra gente: Hospitalidad, bondad,  fe, religiosidad popular, sencillez, capacidad de compartir, de sufrir, una vida más  natural y menos sofisticada, nuevas posibilidades intelectuales, contactos con otros  y nuevos ambientes de América Latina.

La Iglesia Católica en Nicaragua

El obispo Silvio Báez aclara el papel de los obispos, sacerdotes y laicos en la historia actual de Nicaragua

obispo Silvio José Báez

Desde el exilio en los Estados Unidos, el auxiliar de Managua pidió a los laicos luchar activamente contra las injusticias y llevar adelante diálogos constructivos por el bien común

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, pidió a los sacerdotes nicaragüenses no identificarse con ideologías políticas; por el contrario -dijo- deben actuar conforme a su compromiso evangelizador de los pastores en la vida política, situado en el ámbito del anuncio de los valores evangélicos.

Al presidir la misa dominical en la parroquia de Santa Ágata, en la ciudad Miami, estado norteamericano de Florida, donde se encuentra autoexiliado desde 2019 a causa de la persecución religiosa en su país, el obispo dejó en claro que los pastores de la Iglesia no deben involucrarse en la elaboración de estrategias políticas partidarias.

De acuerdo con el diario digital nicaragüense La Prensa, estas declaraciones de Báez se dan en un momento en que los ánimos de los nicaragüenses se encuentran encendidos ante la disyuntiva de apoyar o rechazar el sandinismo de Daniel Ortega.

En este contexto, insistió: “el compromiso evangelizador de los pastores en la vida política se sitúa en el ámbito del anuncio de los valores evangélicos con el fin de iluminar el corazón y purificar la razón de todas las personas y de todos los grupos”.

La misión de los laicos nicaragüenses

Por su parte, a los laicos nicaragüenses, Báez los llamó a anunciar y testimoniar el Evangelio con la predicación, pero sobre todo con su compromiso insertos en la vida social y política, guiados por el Evangelio.

Los laicos -apuntó- tienen la misión de hacerse presente en la sociedad a través de su trabajo, “deben comprometerse en la organización de grupos y partidos políticos que no contradigan nunca los grandes valores del evangelio, luchar activamente contra las injusticias, llevar adelante diálogos constructivos por el bien común, generar estrategias de lucha política y estar presentes con la luz del Evangelio en las estructuras sociales y de poder”.

Los guardianes de la doctrina moral y social

En cambio -enfatizó el obispo Báez- “nosotros, los pastores, que somos la minoría y que estamos al servicio de los más importantes: el pueblo de Dios. Nosotros, los obispos, junto con los sacerdotes, tenemos la responsabilidad principal de exponer y transmitir la doctrina moral y social de la Iglesia”.

Tras señalar que es tarea de los pastores de la Iglesia formar las conciencias de las personas en su vida personal y en la vida política, Báez aseguró que no por eso los obispos dejarán de denunciar con valentía y claridad, a la luz del Evangelio, todo lo que se oponga al plan de Dios y atente contra la dignidad y la libertad de las personas. “Este es nuestro modo de entrar a la vida política”, añadió Báez.

Recuperar la utopía

Por Antonio Zugasti

En el siglo XVI Tomás Moro populariza la palabra UTOPÍA. Para Moro UTOPÍA era una isla maravillosa donde los seres humanos podían vivir una existencia plenamente feliz, pero era algo solamente imaginario, que no existía ninguna parte. Muchas veces se emplea el término “utópico” con ese sentido: algo que puede ser muy maravilloso, pero que es imposible de alcanzar. También se puede emplear el término utopía en otro sentido: frente a una realidad que no nos gusta, la utopía expresa una aspiración a un cambio radical y a la consecución de una situación nueva mucho más satisfactoria. El socialismo ha sido una utopía de este carácter.

Muy a principios del siglo XIX aparecen los socialistas que precisamente se llamaban así: utópicos, pero apenas consiguen realizar puntualmente alguna de sus utopías. A mediados de ese siglo Marx relanza el proyecto del socialismo, pero esta vez como un proyecto realista, con una base científica. No hace falta que nos detengamos en exponer cuál ha sido el resultado de este proyecto de socialismo, pues lo que nos encontramos hoy es un capitalismo dominando en el mundo entero (China tiene una economía plenamente capitalista, aunque su gobierno sea dictatorial y se llame comunista). Los partidos que siguen llamándose socialistas aspiran solamente a suavizar el capitalismo, procurando unas condiciones de vida más humanas para las mayorías de su país. Parece que el capitalismo es algo definitivamente asentado en la humanidad. Se ha llegado hablar del fin de la historia, como expresión de que la humanidad ha alcanzado su máximo grado de desarrollo social. Ya no se pueden esperar cambios.

Pero en la realidad nos encontramos con que el estado de una gran parte de la humanidad es cada vez peor, y la amenaza del cambio climático nos aboca a una situación caótica. Sin embargo, a pesar de este panorama, no surgen movimientos amplios que aspiren a un cambio radical, cambio que exige una superación del capitalismo. La pregunta clave es ¿Por qué estamos así? Se ha afirmado y con razón que la izquierda está perdiendo la batalla política porque perdió la batalla cultural e ideológica. El imaginario colectivo de la sociedad es el imaginario capitalista y en él no cabe ese cambio.

¿Debemos dar por definitivamente perdida esa batalla? Rotundamente, no. Lo que tenemos que hacer es reflexionar sobre las causas que han empujado a una gran parte de los seres humanos a rendirse ante el capitalismo. Y un elemento fundamental de esa reflexión es una autocrítica sobre los caminos y la motivación que ha presentado la izquierda en su pretensión de llegar al socialismo.

Marx planteó un socialismo científico, rechazando el socialismo ético como un idealismo alienante. La ciencia ha avanzado espectacularmente en todos los campos, pero no ha llevado al socialismo. Mientras que en el campo de la ética, abandonado por el marxismo, el capitalismo ha impuesto sus principios: la ambición insaciable y el individualismo egoísta. Si no logramos superarlos, el cambio es una ilusión imposible.

Contra esos principios de la cultura capitalista tenemos que aplicar otros radicalmente opuestos, que sí nos puedan llevar a esa utopía en que muchas veces hemos soñado los seres humanos. Para esos principios éticos alternativos nos podemos inspirar en dos centros muy distintos: el Evangelio de Jesús de Nazaret y el lema de la Revolución Francesa. Nos dice el Evangelio: no podéis servir a Dios y a la riqueza y ama a tu prójimo como a ti mismo, mientras que el lema de la revolución francesa proclama: libertad, igualdad y fraternidad. Los principios evangélicos no pueden ser más radicalmente opuestos a la cultura capitalista del enriquecimiento y la competencia. La libertad que proclama el capitalismo es la de enriquecerse a costa de lo que sea y consumir todo lo que nos apetezca. Pero el dominio del capital condiciona la libertad de los mismos gobiernos, empuja a una desigualdad cada vez mayor, y de la fraternidad ni sabe lo que es eso.

No sólo en este campo de la ética es necesario plantear la batalla, también en el de una elemental sensatez. Si el mundo científico nos está diciendo que son necesarios cambios muy profundos en nuestra civilización, ¿por qué no les hacemos caso?

Recuerdo que hace mucho tiempo el Padre Díez Alegría decía que una característica fundamental de la izquierda es la confianza en los seres humanos. Pues esa confianza es la base para aspirar a un profundo cambio social.

Carta por la paz y contra el gasto militar

Por Varios autores

Srs. Presidentes de América Latina, El Caribe y de América del Norte

De nuestra consideración:

Las organizaciones y personas firmantes apoyamos la Campaña Internacional Contra el Gasto Militar. Por lo anterior,  queremos señalar lo  siguiente:

1.- De acuerdo a información del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar mundial del año 2022 alcanzó su máximo histórico llegando a un total de 2.240 billones de dólares. En nuestro continente, los países que más gastaron fueron Brasil con 20.210 millones de dólares;  Colombia con 9.937 millones de dólares; México con 8.535 millones de dólares; Chile con 5.566 millones de  dólares; Perú con 2.845 millones de dólares; y Argentina con 2.577 millones de dólares. En América Central y el Caribe, el gasto militar ascendió a  11.200 millones de dólares. En América del norte, Estados Unidos fue el país que más gastó, tanto en nuestro continente como en el mundo, llegando a 876.943 millones de dólares y Canadá 26.896 millones de dólares.

2. – Mientras hay dinero para el gasto militar la pobreza se mantiene o aumenta en todos nuestros países a causa de la inflación, del pago de la deuda externa, entre otros graves problemas que viven muchos de nuestros países. El informe Panorama Social 2022 proyectó que 201 millones de personas (32,1% de la población total de la región) viven en situación de pobreza, de los que 82 millones (13,1%) se encuentran en pobreza extrema. Al mismo tiempo, la FAO ha señalado que cerca de 60 millones de personas pasan hambre en nuestro continente y 131 millones de personas en la región no pudieron costear una dieta saludable.

3.- Lola Castro, directora regional del WFP (Programa Mundial de Alimentos) de la ONU, señaló que “La inseguridad alimentaria seguirá aumentando por la crisis de los precios de los alimentos y de los combustibles causada por el conflicto en Ucrania y las secuelas de la COVID-19”.

4 – La guerra por muy lejos que esté nos afecta a todos. Levantamos nuestras voces y apoyamos los esfuerzos diplomáticos de diálogo y negociaciones para lograr acallar las armas y lograr que llegue la paz entre Rusia y Ucrania, en Yemen, en Sudán, en Palestina, como en otros países que viven conflictos armados.

5 – La verdadera seguridad que necesitan nuestros países, la región, como del mundo, radica en el bienestar social,  económico y político de toda la población, en el respeto entre todas las naciones, y en el establecimiento de garantías de protección y seguridad común para todos.

6 – La militarización, como la carrera armamentista, sólo destruye la confianza entre nuestros  pueblos y socava los esfuerzos de fraternidad, cooperación y solidaridad entre nuestros países que deberían mirarse como  hermanos y no como enemigos.

7 – Exhortamos a nuestros Estados a revitalizar los esfuerzos de integración en nuestro continente, especialmente en la CELAC y UNASUR, para que de manera mancomunada se realicen esfuerzos contra las verdaderas amenazas que enfrentan nuestros pueblos que viven la violencia y la pobreza como consecuencia del neoliberalismo, del saqueo permanente de los recursos naturales, y de la depredación que realizan las grandes Corporaciones y sus Megaproyectos Extractivistas en nuestros territorios.

8 – Finalmente, pedimos que los gobiernos de nuestro continente reduzcan o eliminen el gasto militar y comprometan esos fondos para el bienestar social, en legitimar esfuerzos de paz, de amistad, de unidad, cooperación, y  multilateralismo, que nos alejen de la amenaza de la guerra, la destrucción y del aniquilamiento. Lo que se necesita son fondos  suficientes para el goce de los derechos humanos, la protección de los recursos naturales (el ecosistema), para la acción colectiva, para la solidaridad, para  abordar conjuntamente las emergencias globales de nuestro tiempo.

Atentamente,

Acción Colectiva de Objetores y Objetoras de Conciencia -ACOOC, Colombia
ACCSS, Guatemala
ACODEHU, Costa Rica
Alianza Global de Ministerios e Infraestructuras para la Paz – Gamip Gamip América Latina y el Caribe –Gamip Alianza por el Desarme y la Justicia Social, Colombia
Araña Feminista, Venezuela
Asociación Campesina de Trabajadores Agropecuarios de San José de Miranda, Colombia
Asociación Chilena Pro-Naciones Unidas – ACHNU, Chile
Asociación de Cabildos Indígenas de San Vicente del Caguán Caquetá Colombia ACISC
Asociación Mujeres y Madres Abriendo Caminos, Colombia
Asociación para la Defensa de los Usuarios de los Servicios Públicos (ADUSP), Costa Rica
Asociación Rumiñahui, España
Asociación Sara Macdougal, Perú
Asociación Teatro de la Tierra Mercy Bustos, Madrid, España
Asociación de Productores Agroecológicos de Valle, Honduras
ATRAHDOM, Guatemala
Centro Cívico San Javier, Colombia
Centro de Amigos para la Paz, Costa Rica
Centro de Documentación en Derechos Humanos «Segundo Montes Mozo SJ» (CSMM), Ecuador
Centro de Estudios Ecuménicos A.C., México
Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos del Perú
Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer- CISFEM
CESTA, El Salvador
Circulo Bolivariano Yamileth López,  Costa Rica
Colectivo Proderechos Ecológicos y Ambientales, Sección Qro., México
Colectivo Voces de Oya, Colombia
Colegio de Profesoras y Profesores de Collipulli, región de la Araucanía, Chile
Comisión de Paz, No Violencia y Desmilitarización – Alianza CONVIDA-20
Comisión Ética contra la Tortura, Chile
Comité Oscar Romero, Sicsal-Chile
Comité por un Chile Digno – Noruega
Comunidad Ecuménica Magdala, México
Comunidad Ecuménica Martin Luther King, Chile
Comunidad Slow Food del Sur de Chile
ComuniSur Frente Comunicacional, Bolivia
Conaicop, Internacional
Concertación Mons Romero, El Salvador
Confederación Unitaria de Trabajadores, Costa Rica
Consejo Comunal Marapa Marina A B C, Venezuela
Consejo Provincial de Paz del Oriente Antioqueño Colombia
Convergencia Ciudadana de Mujeres -Converge Mujeres-, Guatemala
Conversemos y actuemos, Colombia
Coordinadora Americana Derechos de los Pueblos y Víctimas Prisión Política
Corporación 3 y 4 Álamos, Chile
Corporación El Canelo, Chile
Corporación PazCaribe, Colombia

Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia – COMOSOC
Denver Justice and Peace Committee, Estados Unidos (Denver, Colorado)
Desarrollo de infancia y adolescencia, México
E. Pueblos Originarios Serpaj, Argentina
Educar Mujer Venezuela, Venezuela
Federación Venezolana de Abogadas
Foro de Educación Religiosa, Costa Rica
Frente de Paz y Solidaridad Costa Rica
Fundación Desarrollo Permanente, Colombia
Fundación Hogar Pastorin, Colombia
Fundación Lazos de Dignidad, Colombia
Fundación Movimiento Ajedrez Escolar, Chile
Fundación Procrear, Colombia
Género, Diversidad, Interculturalidad y Derechos Humanos, Ecuador
Global Campaign On Military Spending (GCOMS), Internacional
Global Thought Mx, México
Grupo Taller del Sur, México
Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense, Costa Rica
Iglesias por la Paz, México
Instituto RIA AC, México
Justapaz Asociación Cristiana Menonita para Justicia Paz y Acción Noviolenta, Colombia
Laboratorio de Paz, Venezuela
Movimiento de Mujeres Manuelita Sáenz MOMUMAS, Venezuela
Mujeres en Marcha Chile
Mujeres para el Diálogo, México

Mesa Ecuménica por la Paz – MEP, Colombia
MUVACOFUM, Guatemala
Náufrago de Itaca Ediciones, Venezuela
Núcleo de Estudos Sociopolíticos da Pontifícia Universidade Católica de Minas Gerais, Brasil
Observatório centroamericano de medios de comunicación y género GEMA, Costa Rica
Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos
Observatorio por el Buen Trato a Personas Mayores en Quilpué, Chile
Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas – Chile
Observatorio Venezolano DDHH Mujeres
OCDIH, Honduras
Organización Rural Cooperativa AGROTUANAIME, Colombia
Parroquia Jesús Señor de la Vida – Santiago de Chile
Partido de la Independencia y del Trabajo de Senegal
Partido Vanguardia Popular, Costa Rica
Pastoral Cultural Sagrada Familia en Concepción, Chile
Pastoral Social Iglesia Anglicana de México
Pax Christi International
Programa Casa Refugiados, México
Programa de las Américas, Americas.ORG, México
Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos
Rebelión o Extinción Medellín, Colombia
Red Acueductos Boyacá, Colombia
Red de Esperanza y Solidaridad, Puerto Rico
Red de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente -RedAfros-,  República Dominicana
Red de Mujeres Afros de Bayunca-REMABAY, Colombia
Red de Solidaridad con Palestina, Costa Rica
Red de Víctimas de la Patrulla Fronteriza, EEUU/MX
Red Solidaria Década Contra la Impunidad AC, México
REDIALOGO – Red de Mujeres Constructoras de Paz, Venezuela
Resuena, Colombia
Secretariado Social Mexicano
Sercoba – Equipo de Servicio a Comunidades de Base, El Salvador
Servicio Paz y Justicia, Paraguay
Servicio Paz y Justicia, SERPAJ, Argentina
Servicio Paz y Justicia, SERPAJ-Chile
Servicios y Asesoría para Paz, México
SICSAL, México
Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México (SUTIEMS)
Tinta Violeta, Venezuela
Trawunche Madrid (Coordinación de Apoyo al Pueblo Mapuche), España
Universidad Popular de los Pueblos, Colombia
World BEYOND War, Internacional

Entre los firmantes individuales, Martin Almada, Premio Nobel Alternativo de Paraguay; Alicia Lira Matus, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile; Daniela Peña, Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer, CEDEM, Chile; Franklin Ledezma Candanedo, periodista y escritor de Panamá; Judith Kelly, Embajadora de la Paz, Pax Christi USA;  Julio Yao, Presidente Honorario y Presidente Encargado del Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá;  María Stella Cáceres, Museo de las Memorias, Dictadura y DDHH de Paraguay; Nidia Arrobo Rodas, Fundación Pueblo Indio del Ecuador; Rev. Luis Carlos Marrero, Centro Oscar Arnulfo Romero de Cuba; Víctor Javier Velásquez Gil, Corporación Justicia y Democracia de Colombia; y Viviana Catrileo E de ANAMURI de Chile; entre otras firmas.

Todas las firmas en: https://drive.google.com/file/d/1GTlvDj0S5zuMjIlE8swyzPo7GxdMH7D1/view

Guerra de Ucrania y Rusia

El Consejo Mundial de las Iglesias también presenta su ‘plan de paz’ a Ucrania y Rusia

Encuentro del Consejo Mundial de las Iglesias con las religiones en Ucrania
Encuentro del Consejo Mundial de las Iglesias con las religiones en Ucrania CMI

«El pueblo ucraniano necesita unión, no división, especialmente en estos tiempos de guerra en que Ucrania se enfrenta a la invasión de su territorio por parte de las fuerzas rusas», constata el CMI

«La armonía entre las comunidades religiosas de Ucrania es un factor esencial de la unidad nacional que se requiere en esta crisis»

«Las confesiones religiosas están llamadas a desempeñar un importante papel en la sanación de esas heridas, en el cese de esta guerra ilegal e inmoral, y en la promoción de una paz justa para los pueblos de Ucrania, de la región y del mundo»

Por Jesús Bastante

Mientras el Papa Francisco continúa, en secreto, sus conversaciones de cara a un ‘plan de paz’ en Ucrania, con avances y retrocesos (como lo demuestra su último encuentro con Zelenski), representantes de otras religiones también tratan de hacer todo lo posible por lograr el fin de la invasión rusa y una paz justa para la región. En esta ocasión, ha sido el Consejo Mundial de las Iglesias, que la pasada semana viajó a Kiev para encontrarse con líderes políticos y religiosos, y que en los próximos días podría enviar una delegación, de primer nivel, para encontrarse con el patriarca de Moscú, Kirill.

Tal y como confirma el CMI, el secretario general del organismo, Jerry Pillay, encabezó la delegación que se reunió «con altos dirigentes de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania», dos iglesias «cuya larga disputa se ha intensificado desde la invasión rusa«, sostiene en un comunicado.

Como se recordará, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana declaró su independencia del Patriarcado de Moscú, al que antes estaba afiliada, mientras que la Iglesia Ortodoxa de Ucrania —a la cual el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla ha concedido la autocefalia— ha solicitado la adhesión al CMI. «La delegación confirmó la disposición del CMI para organizar encuentros entre ambas iglesias para resolver sus desavenencias», señala el comunicado.

Antonio y Epifanio, por el diálogo

«Tanto el metropolitano Antonio, canciller de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, como el metropolitano Epifanio, primado de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, han dado muestras claras de su voluntad de diálogo», insiste el CMI, quien ve en esta apertura al diálogo «una señal de esperanza en la sanación de una de las numerosas heridas y divisiones que este trágico conflicto ha profundizado».

Y es que, tal y como subraya el Consejo Mundial de las Iglesias, las confesiones religiosas «están llamadas a desempeñar un importante papel en la sanación de esas heridas, en el cese de esta guerra ilegal e inmoral, y en la promoción de una paz justa para los pueblos de Ucrania, de la región y del mundo».

«El pueblo ucraniano necesita unión, no división, especialmente en estos tiempos de guerra en que Ucrania se enfrenta a la invasión de su territorio por parte de las fuerzas rusas», constata el CMI, que añade que «la armonía entre las comunidades religiosas de Ucrania es un factor esencial de la unidad nacional que se requiere en esta crisis».

«El CMI espera trabajar con las iglesias y con el Gobierno de Ucrania para fomentar esa unidad y reducir las divisiones y la desunión entre los fieles», concluye la nota. 

¿Viaje a Moscú?

Al tiempo, como apunta el obispo Bedford-Strohm, Jerry Pillary podría viajar mañana hasta Moscú para encontrarse con el patriarca Kirill para «intentar» que el líder ruso pueda implicarse en caminos de reconciliación que, aunque el CMI considera difíciles, se debren proponer.

De hecho, el secretario general de la CMI reveló hace unas semanas, tras encontrarse con el Papa Francisco, que estaba trabajando para reuniur, en Ginebra, a representantes de las distintas iglesias ortodoxas ucranianas, el Patriarcado de Moscú y la Iglesia de Roma. La iniciativa contaría con la bendición de Bergoglio.

Revisar los mensajes de la Iglesia y la forma de transmitirlos

Obispo de Solsona: «Hemos convertido la fe en unas obligaciones y a Dios en un juez duro»

Francisco Conesa

El obispo de Solsona, Francesc Conesa, pide «revisar con sinceridad y en profundidad tanto el contenido de nuestros mensajes como la forma en que los transmitimos» ante el «demoledor» y «generalizado» descenso de la práctica religiosa en España y en Europa

El obispo se muestra «convencido de que Dios es la respuesta a los deseos y aspiraciones más profundas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, pero quizás hemos presentado una falsa imagen de Dios, lo que ha provocado su rechazo»

27.05.2023 | RD/EFE

El obispo de Solsona, Francesc Conesa, pide «revisar con sinceridad y en profundidad tanto el contenido de nuestros mensajes como la forma en que los transmitimos» ante el «demoledor» y «generalizado» descenso de la práctica religiosa en España y en Europa.

En la carta dominical que publicará la Hoja Parroquial de su diócesis el próximo domingo, titulada «Falsas imágenes de Dios», el prelado afirma que «el descenso de la práctica de la religión es generalizado en Europa y también en nuestro país. Las estadísticas son demoledoras».

«Una oportunidad para crecer»

«Podemos mirar esta situación de forma negativa y con pesimismo, pero también podemos verla como una oportunidad para crecer. Creo que debemos revisar con sinceridad y en profundidad tanto el contenido de nuestros mensajes como la forma en que los transmitimos», escribe Conesa.

El obispo se muestra «convencido de que Dios es la respuesta a los deseos y aspiraciones más profundas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, pero quizás hemos presentado una falsa imagen de Dios, lo que ha provocado su rechazo«.

«Me temo que los cristianos hemos convertido la fe en un conjunto de deberes y obligaciones y a Dios en un juez duro que vive pendiente de lo que hacemos. Pero el Dios del Evangelio es sobre todo gracia, perdón y misericordia. Es un Dios que ama con locura al ser humano y lo hace porque quiere», argumenta.

«Que el Evangelio corrija las falsas imágenes»

El obispo de Solsona se pregunta «si vivimos la relación con Dios de esta forma: como el mayor de los bienes, como sorpresa, como gracia. Quizás ya no sentimos maravilla ante el Dios que anuncia a Jesucristo y, entonces, nuestro hablar de Dios suena más a algo del pasado que a algo vivo y apasionante».

«Por ello, -concluye- hay que revisar una y otra vez nuestra idea de Dios, dejando que el Evangelio corrija las falsas imágenes que nos hemos hecho de Él».

Fe e incidencia política

Agrelo: «Mi salida de Marruecos tuvo que ver con la edad, pero sobre todo con la política»

La mesa redonda fue moderada por la periodista Ana Pastor RD/

Santiago Agrelo y María José Mariño debaten en una mesa redonda sobre ‘ONG’s: una experiencia de comunión en incidencia política’, organizada por la revista ‘Vida Religiosa’ y la Asociación REDES -Red de Entidades para el Desarrollo Solidario- y moderada por la periodista Ana Pastor

Santiago Agrelo: «Jamás he faltado al respeto a ningún Gobierno. Que la defensa de los derechos de los inmigrantes moleste a un Gobierno, me sorprende, como me sorprendió la queja del Gobierno de Marruecos y que la Nunciatura no defendiese mi libertad, pero si uno actúa en conciencia y defiende lo que crees que debes defender en el ámbito político, tienes que estar dispuesto a pagar en persona»

María José Ariño: «El Evangelio, tomado en serio, obliga a ciertas tomas de postura, y donde un político se puede parar a negociar, el Evangelio no conoce ese límite, porque le va a mover siempre la esperanza. Hay una dimensión de profetismo que es intrínseco a la fe y, de alguna manera, irrenunciable a ella»

Por José Lorenzo

«Ha venido a dinamitarlo todo», dijo con una amplia sonrisa tras la intervención que acababa de escuchar la periodista y moderadora del acto, Ana Pastor. Y así fue. En los primeros compases de la interesante mesa redonda organizada con motivo de la presentación del número monográfico de la revista ‘Vida Religiosa’, y en colaboración con  la Asociación REDES -Red de Entidades para el Desarrollo Solidario-, el arzobispo emérito de Tánger lanzó una carga de profundidad que hablaba bien a las claras del título del acto, celebrado en Madrid: ‘ONG’s: una experiencia de comunión en incidencia política’. Y es que, como comenzó señalando el carismático religioso franciscano, «mi salida de Marruecos tuvo que ver con la edad, pero sobre todo con la política».

Y comenzó leyendo tal y como se habían desarrollado los hechos: «Era el 12 de marzo de 2019, y a mi correo electrónico llegó este mensaje del Nuncio Apostólico:

Estimada Excelencia:

Espero que su salud vaya mejor y usted haya recuperado todas las fuerzas.

Deseo informarla que el viernes pasado, 7 de marzo, fui convocado por el Ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos a causa de la entrevista que usted ha concedido con ocasión de la conferencia de prensa antes del viaje apostólico del Santo Padre.

En mi condición de Representante del Santo Padre, le pido que se abstenga de conceder nuevas entrevistas relativas a la cuestión de los emigrantes, en las que se critica al Gobierno de Marruecos y su política.

Usted sabe perfectamente que en este momento no tenemos necesidad de entrevistas que crean malestar entre el Gobierno y entre el pueblo de Marruecos.

Así que, cuando usted conceda nuevas entrevistas, le ruego que se limite a la cuestión humanitaria de los migrantes y a la asistencia que el personal y el Arzobispo de Tánger laudablemente desempeñan a favor de los emigrantes.

Sería además oportuno no entrar tampoco a valorar la cuestión de la libertad de conciencia, tema muy difícil y peligroso, que no nos concierne a los extranjeros sino que es de competencia del Rey y de su pueblo.

Agradeciéndole de corazón la preciosa colaboración, aprovecho la ocasión para confirmarme con sentimientos de respetuoso obsequio de Vuestra Excelencia Reverendísima devotísimo en Cristo». + Vito Rallo 

«Y esto fue lo que le respondí el mismo día», prosiguió el religioso gallego:

Excelencia: así se hará.

Pero se me conceda también que el Santo Padre acepte inmediatamente mi renuncia ya presentada a la sede de Tánger, sin esperar que haya un sucesor.

Son muchos los modos en que se puede proveer.

Es gracia que espero me sea concedida.

Por lo demás, me limitaré a decir que no estoy autorizado a dar entrevistas.

La respuesta del nuncio 

El nuncio le respondió de inmediato a Santiago Agrelo, que continuó leyendo su respuesta ante un auditorio con ojos y oídos muy abiertos: «Excelencia, si eso es su deseo, le ruego que me envíe una carta con la que pide al Santo Padre “que acepte inmediatamente su renuncia ya presentada a la sede de Tánger, sin esperar que haya un sucesor”.

«Es decir, que en las palabras un obispo también se compromete políticamente, y mucho, y también compromete su forma de vida», añadió, ya sin leer, Agrelo. Y añadió: «Jamás he faltado al respeto a ningún Gobierno. Que la defensa de los derechos de los inmigrantes moleste a un Gobierno, me sorprende, como me sorprendió la queja del Gobierno de Marruecos y que la Nunciatura no defendiese mi libertad, pero si uno actúa en conciencia y defiende lo que crees que debes defender en el ámbito político, tienes que estar dispuesto a pagar en persona, porque yo no he renunciado al Santo Padre».

«Todo es política, efectivamente, lo que provoca un cierto desconcierto por las connotaciones que tiene, pero lo que hacemos cualquier religioso tiene una trascendencia política, por lo que hay que reivindicar es ese sentido amplio, porque en la sociedad en la que soy parte, tengo que tomar partido, porque queremos que el mundo sea más justo para todas las personas y no nos basta con paliar y ayudar a luchar contra las consecuencias de la injusticia», señaló por su parte la religiosa María José Mariño.

«Queremos un modo mejor -prosiguió en su intervención la religiosa carmelita misionera, y miembro del equipo de Incidencia Política de REDES- y por eso hay que incidir, salir de nuestros espacios personales y mirar en clave de lo estructural, porque esto también asusta, porque exige poner en juego unos recursos no solo humanos, y no siempre tenemos ganas, porque implican, reflexión, diálogo, paciencia, tender puentes…,  y eso no siempre gusta, pero es irrenunciable para el cristianismo y para la vida religiosa».

«Dimensión de profetismo intrínseca a la fe»

«Todo el mundo conoce situaciones como las del padre Agrelo y otras. Pero la Iglesia es una realidad plural, guste o no», añadió María José Mariño, «y el Evangelio, tomado en serio, obliga a ciertas tomas de postura, y donde un político se puede parar a negociar, el Evangelio no conoce ese límite, porque le va a mover siempre la esperanza. Entonces existen estas situaciones porque hay una dimensión de profetismo que es intrínseco a la fe y de alguna manera, irrenunciable a ella».

«Todo es nuestra vida ha de ser coherente con la fe, que no con una ideología religiosa, sino con las necesidades de los pobres a cuyas vidas hemos sido enviados, aunque también hay una fe sin incidencia política», afirmó Agrelo, quien subrayó que «entiendo que una fe sin incidencia política no es una fe cristiana», porque «si la fe quedase sin incidencia política, quedaría también sin evangelio, y si soy cristiano, mi vida tendrá necesariamente incidencia política».

En este sentido, Agrelo, mantuvo que «estamos en un momento de regreso al analgésico, si es que lo habíamos dejado, a una religiosidad de formas externas muy marcadas, y lo dice uno que lleva siempre el hábito, pero si me limitase a llevar el hábito, estaría fuera de lugar».

«Estamos en un momento en la Iglesia en que, en los niveles superiores, no hay una conciencia asumida de la incidencia política de la fe, mientras que hay indebidamente una pretensión de incidencia en la política que no nace de la fe, y esa es mi batalla, que dura años, con los medios de la Iglesia, de la que salgo siempre despellejado», señaló el franciscano.

«Los medios de la Iglesia son de derecha-derecha»

«Los medios de la Iglesia no pueden ser medios de ningún partido político y, ahora, los medios de comunicación de la Iglesia son manifiestamente de derecha-derecha. Aunque me daría igual si fueran de izquierda-izquierda, porque la Iglesia es de todos. Pero los medios de la Iglesia están implicados de una manera indecente en la política del país. No busques en ellos una respuesta evangélica, solo es una respuesta política», concluyó con contundencia el religioso, en tantas ocasiones blanco de aceradas críticas en los medios más conservadores del espectro informativo eclesial. 

«Las necesidades de una parte del mundo nos siguen provocando, nos escuecen a quien pensamos que las cosas tiene que ser de otra manera», aportó por su parte en la presentación del acto Luis Alberto Gonzalo, director de la revista ‘Vida Religiosa’.

«Hemos aprendido a trabajar juntos por los pobres, lo que ya es un signo de intercongregacionalidad», añadió el religioso claretiano, recalcando que nuestro testimonio «no puede quedar solo en palabras», razón por la cual, añadió, «nació el numero monográfico de ‘Vida Religiosa’: para incidir políticamente en nuestra sociedad».

Ana Pastor cerró la mesa redonda con un sincero reconocimiento de la libertad y valentía con la que los religiosos que habían participado en ella se habían expresado, mostrando un profundo respeto por la labor que estos miembros de la Iglesia hacen por todos los rincones del mundo, y asegurando que «las ONGs de la Iglesias son una gran marca España»

Lo genial de la Trinidad

La Trinidad es una aclaración de la frase del Nuevo Testamento: Dios es Amor. Quiere decir que el Fundamento y Razón Última de todo no es una especie de Soledad Absoluta sino un misterio de Comunicación infinita y Amor infinito.

Ser persona humana no es ser mero individuo sino ser individuo comunitario. La Trinidad es así lo más opuesto a la cosmovisión capitalista: la libertad capitalista es la negación del amor

Por | José Ignacio González Faus

Con permiso del señor Kant, que lo consideraba una irracionalidad, sostengo que, aunque no fuera verdad lo de la Trinidad, la intuición de una unidad ternaria como clave última del ser, es de lo más genial que ha aparecido en la historia humana. Veamos.

La Trinidad es una aclaración de la frase del Nuevo Testamento: Dios es Amor. Quiere decir que el Fundamento y Razón Última de todo no es una especie de Soledad Absoluta sino un misterio de Comunicación infinita y Amor infinito.

Ricardo de san Víctor explica que si Dios es Amor, el amor necesita alguien igual a Él que sea digno de ese amor y por quien pueda ser amado de manera digna de Él (amor no es lo mismo que misericordia: esta nace de él, pero se dirige a alguien inferior e indigno de ese amor). Además: cuando dos iguales se aman, reclaman algo exterior a ellos y común a ambos que los une de manera todavía más intensa (en la experiencia humana, el hijo puede ser atisbo de eso; como también aquella definición de que el amor no consiste en estar mirándose uno al otro, sino en mirar ambos juntos hacia una meta exterior)

He ahí lo que en nuestro pobre lenguaje llamamos “Palabra” de Dios y “Espíritu” de Dios. De ahí puede brotar otra analogía no comunitaria sino individual; y nos muestra que la mayor unidad es la que encierra algo de pluralidad: vida y amor son las dimensiones últimas de nuestro ser. Pero una vida en plenitud implica la conciencia de que se vive y la alegría derivada de ese vivir. También el amor pleno supone la conciencia de que se ama y el gozo de esa conciencia del amor. Ese gozo une inseparablemente nuestro amor y nuestra conciencia de amar.

Esa experiencia humana es tan cierta que ha podido surgir fuera del cristianismo. El hinduismo (que algunos califican como la religión más monista) acuñó la expresión “Sat-Cit-Ananda” (ser, conciencia de ser y alegría de ser). Otra vez el atisbo de que la mayor unidad no es una especie de identidad vacía, sino que incluye algo de pluralidad.

Así se comprende que los grandes místicos cristianos hayan sido siempre profundamente trinitarios incluso en épocas en que la teología había reducido el misterio de la Trinidad a una especie matemáticas irracionales. Además, eso nos obliga a rehacer la visión del ser humano de nuestra modernidad, que incurrió en el error de un individualismo craso y deforme: ser persona humana no es ser mero individuo sino ser individuo comunitario. La Trinidad es así lo más opuesto a la cosmovisión capitalista: la libertad capitalista es la negación del amor. Marx intuyó algo de eso cuando (¡antes de meterse en economía!) definió al hombre como “ser genérico”, pero no supo integrar al individuo en ese ser genérico. Y lo comunitario se convirtió para Marx en una libertad solo nominal.

Si las cosas son así, el anuncio de la Trinidad es una excelente noticia para nosotros: el Fundamento y Razón última de todo es un Amor infinito que nos sitúa en un marco de esperanza y de optimismo, más radical que todas las experiencia negativas de nuestras vidas, hijas de nuestra limitación y de que, como decía Jesús, el camino que conduce hasta allí es “senda estrecha” y no autopista cómoda.

Todo eso supera nuestra razón. Pero con cierta ironía, quisiera decir que la misMa razón nos muestra su propia superación, precisamente en el campo que parecería el más racional: las matemáticas. Buscad la raíz cuadrada de dos: es un número inexistente, irracional. El mayor acceso a él se obtiene dividiendo la hipotenusa de un triángulo por uno de los catetos pero, aun así, si elevas al cuadrado el resultado de esa división, tampoco dará exactamente dos. No obstante, ese número inexistente funciona en cálculos prácticos y permite resolver algunos problemas técnicos: como si la razón nos dijera que hay algo que se escapa a ella pero no es necesariamente falso porque puede funcionar bien (como ya intuyera el matemático Pascal).

Lo que sí puede brotar de ahí es el aviso y comprensión de hasta qué punto nosotros podemos falsificar a Dios. Lo veremos otro domingo.

Trinidad, soledad y Pueblo.

Trinidad, soledad y Pueblo.

Hemos sido hechos a imagen y semejanza del Dios Uno y Trino. Lo uno y lo múltiple son constitutivos de nuestra naturaleza creada. Somos uno y muchos… como Dios.

La imagen del poliedro usada por el papa Francisco es de una estética excepcional para ilustrarlo: la unidad en la diversidad. De este modo la unidad no uniformiza y se construye con una diversidad que no es la guerra con el otro, sino su complemento dialogal. 

Distinción en comunión sin confusión. Dios no ha “repetido” ni un ser humano al crearnos, sin embargo, nos ha hecho para la unidad, la complementación de dones y talentos, todos hacemos falta en su Plan.

La soledad se ha convertido en la patología del siglo XXI. Daña nuestra salud, nuestro futuro, nuestra felicidad y amenaza la democracia. Nunca hasta ahora ha sido tan generalizada.

El Pueblo humilde y trabajador es imagen de la Trinidad: personas y unidad. Diferencias e identidad en comunión, con mucho que compartir. Hay que hacerse pueblo, convertirse de la vanidad de los elitismos de este mundo. Jesús conectaba con el pueblo, por eso lo seguían. Captaba su esencia porque los amaba con misericordia

El Pueblo de Dios, misteriosamente encarnado en los pueblos del mundo, es ese sacramento, ese puente elegido por Dios, que rescata a todos, empezando por “los no-pueblo”, los nadies, los indeseables, los solos, los descartados que sobran de cualquiera de las configuraciones sociales de este mundo. Ser pueblo es la victoria sobre la soledad de la exclusión.

Trinidad

“La Trinidad nos enseña que no se puede estar nunca sin el otro. No somos islas, estamos en el mundo para vivir a imagen de Dios: abiertos, necesitados de los demás y necesitados de ayudar a los demás” (Papa Francisco 12/6/22)

Dios es amor (1 Jn 4) y el amor es expansivo, comunica el bien, todo lo perdona, todo lo espera (1 Cor 13). La creación es obra de amor, la redención y consumación también. No hay casualidad, sino causalidad de un Ser cuyo Amor ni nos imaginamos, a lo sumo intuimos “lo que no es”. La antífona “Ubi caritas et amor, Deus ibi est” (Donde hay caridad y amor, allí está Dios) del siglo VIII expresa no tanto “quien” es Dios, sino dónde podemos encontrarlo. No se refiere a la formalidad de una institución religiosa, que debería ser siempre instrumento de ello, sino a un amor comprensivo y misericordioso como el de Jesús, el Dios hecho carne. Desde su Encarnación, este amor sigue misteriosamente presente en el mundo, aún en quienes menos lo esperamos.

Hemos sido hechos a imagen y semejanza del Dios Uno y Trino. Lo uno y lo múltiple son constitutivos de nuestra naturaleza creada. Somos uno y muchos, como Dios.

En Dios, la identidad de cada una de las personas se da en torno a la relación con las demás. También los humanos reproducimos su imagen llegando a ser plenamente personas en la medida en que nos relacionamos con Dios, con los demás y con la naturaleza, generando ese entramado llamado “cultura” por el documento del CELAM de Puebla.

La falta de relación con alguno de estos “otros”, perturba el orden de amor (“ordo amoris” de San Agustín) por el que fuimos creados para vivir en paz. Esta paz nunca puede ser solo individual, si a la vez no es religiosa, social y ecológica. Vivir en paz es cultivar estas dimensiones  para nutrir y nutrirse del bien común, savia compartida del árbol social y cósmico. Cosmos es el universo, “versus ad unum”, la totalidad de todas las cosas en relación al Uno, una composición que no es confusión.

La diversidad viene en auxilio de nuestra identidad y ésta hace posible a la vez el intercambio real con los diversos. La imagen del poliedro usada por el papa Francisco es de una estética excepcional para ilustrarlo: la unidad en la diversidad. De este modo la unidad no uniformiza y se construye con una diversidad que no es la guerra con el otro, sino su complemento dialogal. Distinción en comunión sin confusión. Dios no ha “repetido” ni un ser humano al crearnos, sin embargo, nos ha hecho para la unidad, la complementación de dones y talentos, todos hacemos falta en su Plan.

La santísima Trinidad, “arquitectura” del amor de Dios, es el modelo de armonía entre la persona y la sociedad, entre lo diverso y la unidad, el ying  yang de la existencia. Es una nueva realidad frente al enfrentamiento entre individualismo y colectivismo.

Soledad

La relación con uno mismo, sobre la cual insisten las corrientes intimistas del pensamiento actual, es mentira sin relación real con los otros de hoy y de la historia. Tales visiones evasivas son cómplices de un mundo homogenizado por el paradigma tecnocrático donde no hay responsabilidad hacia los otros, ni sociedad ni estado sino solo mercado e individuos consumidores.

Son pseudo-espiritualidades yoístas que escapan a todo compromiso social, a todo planteo acerca de las injusticias que puedan sufrir otros. Son espiritualidades compatibles con beneficencias que no benefician, con volunturismos para la foto, que solo exaltan la vanidad, con redes “sociales” donde el otro es solo avatar sin encuentro humano, con el greenwashing marketing para redoblar la expoliación del planeta, con la cultura woke que cancela al distinto en nombre de un derecho real-aparente vulnerado, con las economías colaborativas que no colaboran sino que uberizan y pauperizan, donde el dinero circula sólo en una dirección, donde se usa al otro sin historias de compromiso que dan significado a la vida, etc.

La pandemia de la soledad es otro síntoma de este proyecto ilustrado de mercado. No la soledad que es reservorio de comunión, sino la que es consecuencia de un mundo que no quiere que lo molesten, que descarta de modo serial al prójimo. Son ridículas, aunque rentables, las artificiales soluciones del mercado como aquella en la cual se alquilan “amigos” por horas o se vive huyendo turísticamente hacia ninguna parte (Noreena Hertz, El siglo de la soledad)

La soledad se ha convertido en la patología del siglo XXI. Daña nuestra salud, nuestro futuro, nuestra felicidad y amenaza la democracia. Nunca hasta ahora ha sido tan generalizada.

El avance tecnológico es usado como herramienta de finanzas sin techo ético, culpable del desmantelamiento de las instituciones cívicas, la pauperización del trabajo, la acumulación estratosférica en paraísos fiscales, las migraciones masivas en busca de supervivencia, la sacralización de la propiedad privada de unos pocos y décadas de políticas neoliberales que fomentan el interés propio por encima del bien colectivo, la abolición del estado de bienestar, como si lo que somos y tenemos no lo debiéramos en gran parte a la sociedad y a la historia. Es el triunfo de una falsa meritocracia, la que no reconoce el aporte de los demás ni el destino ético del bien común.

La soledad mata no solo en sentido metafórico, sino que aumenta todos los parámetros de la enfermedad y la muerte como lo acreditan actualmente todos los estudios médicos. «Si te sientes solo cuando estás solo, estás en mala compañía» (Sartre), te conviertes en tu propio enemigo y la vida no merece gustarse. Es la crisis noógena (el sin-sentido de la vida) enunciada por Victor Frankl.

Las falsas soluciones a la soledad extrema y doliente se multiplican sistémicamente: desde «alquilar a un amigo» en Manhattan hasta residentes de un asilo de ancianos tejiendo gorros para sus cuidadores robot en Japón o que miles de ancianos allí cometan pequeños delitos para ir a la cárcel y estar un poco más acompañados. En Madrid, un cuarto de la población vive sola. Cada día desaparecen pueblos solitarios en España. En Inglaterra se ha creado un ministerio de la soledad. Un estilo de vida que produce un cuarto de la humanidad de muertos de hambre, también produce soledad mortífera en el occidente opulento. Mucho más que “daños colaterales” como quieren minimizar los adalides del sistema.

El paradigma tecnocrático denunciado por el Papa Francisco en Laudato Si, es la visión que produce estas consecuencias. Tal ideología es transversal a todos los partidos políticos, constituye un “paradigma” en el sentido de Thomas Kuhn: un sistema de creencias, principios, valores y premisas que determinan la visión que una determinada comunidad tiene de la realidad. El cristianismo vivido y pensado a lo largo de dos mil años junto con la Doctrina Social de la Iglesia, propone un camino distinto, que incluya solidariamente a todos junto con sus diferencias.  Cristianismo es que todos ganemos.

Pueblo

En la Santísima Trinidad podemos encontrar el modelo de la humanidad que valora al mismo tiempo e interdependientemente a la persona y la comunidad. Es la inspiración para la construcción de un mundo más justo, solidario, que no deje a nadie solo, que cada día expanda más el amor, para que el progreso no sea solo tecnológico y propiedad de pocos sino al servicio de todos. El crecimiento no puede ser fruto de la competencia entre las personas sino de su colaboración en la formación de un Pueblo, un bien común del que todas las generaciones puedan nutrirse y nadie sea abandonado.

El Pueblo humilde y trabajador es imagen de la Trinidad: personas y unidad. Diferencias e identidad en comunión, con mucho que compartir. Hay que hacerse pueblo, convertirse de la vanidad de los elitismos de este mundo. Jesús conectaba con el pueblo, por eso lo seguían. Captaba su esencia porque los amaba con misericordia. “Entendía” porque venía del Pueblo, no de las elites gobernantes o intelectuales, cuyos sesgos de poder les hacen ver la realidad desde su situación privilegiada. Hay que hacerse pueblo para entender. “Volar bajito”. Su vida de migrante, pobre y trabajador, nos muestra que el nexo con Dios pasa por el pueblo, la gente sencilla que en cada época rescata lo esencial de la vida y la reproduce en sus familias, trabajos y sufrimientos. Su Madre en el Magnificat lo exclama: “el Señor derriba a los poderosos de sus tronos y enaltece a los humildes…auxilia al Israel de los anawines (pobres) misericordeados por Dios”.

Sacramento es que lo invisible de la Vida de Dios se comunica visiblemente. Que la Trascendencia inaccesible baja por amor a la creatura y que ésta lo percibe, siente su Presencia en lo que ve y toca. El Pueblo de Dios, misteriosamente encarnado en los pueblos del mundo, es ese sacramento, ese puente elegido por Dios, que rescata a todos, empezando por “los no-pueblo”, los nadies, los indeseables, los solos, los descartados que sobran de cualquiera de las configuraciones sociales de este mundo. Ser pueblo es la victoria sobre la soledad de la exclusión y que la fiesta celestial comience en las periferias. Es concretar la vocación trinitaria impresa en nuestra naturaleza.

“vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia” (1 Pd 2)