Balance de la Etapa Continental del Sínodo

El Vaticano hace balance tras concluir la etapa continental del Sínodo: “Hay más de una manera de ser Iglesia”

“En cada cultura, contexto, hay semillas de sinodalidad y obstáculos para la sinodalidad”, ha dicho Nathalie Becquart

Es tiempo de recapitular. La Iglesia ha hecho hoy balance tras concluir la etapa continental del Sínodo de la Sinodalidad, con la mirada ya puesta en la Asamblea Sinodal de octubre de 2023 que se celebrará en el Vaticano. Las reuniones para preparar el ‘Instrumentum laboris’ concluyeron ayer tras una semana de cónclave. Y se centraron en dos aspectos: “La reflexión y el intercambio de impresiones sobre la experiencia continental”, según ha reconocido hoy a los medios Timothy John Costelloe, SDB, arzobispo de Perth y presidente de la Conferencia Episcopal Australiana.

“El proceso que seguimos fue muy similar al que hemos utilizado a lo largo de este camino: nos dimos tiempo para orar, para reflexionar sobre lo que leíamos, para hablar abiertamente unos con otros, y escucharnos atentamente, y luego comenzar a discernir juntos temas, prioridades y puntos de tensión que puede ofrecerse como contribución a la redacción del ‘Instrumentum laboris’”, ha señalado, para luego completar: “Nuestro trabajo representa un paso más, pero de ninguna manera el paso final en este viaje”.

El salesiano ha estado acompañado por Nathalie Becquart, subsecretaria de la Secretaría General del Sínodo; Lucio Adrián Ruiz, secretario general del Dicasterio para la Comunicación; y Hyacinthe Destivelle, OP, oficial del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Estos dos últimos encargados de presentar las conclusiones del Sínodo digital y de las cuatro conferencias sinodales ecuménicas celebradas, respectivamente.

El impacto de la sinodalidad

“Esta etapa continental que estamos concluyendo es uno de los aspectos más innovadores del proceso sinodal”, ha comenzado advirtiendo la religiosa javeriana, que ha explicado cómo ha sido el caminar hasta hoy y ha agradecido el trabajo a las uniones de conferencias episcopales de cada continente.

Para Becquart, “la experiencia va más allá de los documentos”, pues lo verdaderamente importante es el “impacto de la sinodalidad”, es decir, “la escucha, parresia, libertad de expresión, comunión, solidaridad, cercanía y empoderamiento”.

Ella, que ha participado en cuatro de las seis asambleas continental, señala que “la diversidad también puede ser un camino hacia la unidad”. Así, ha reconocido que “en cada cultura, contexto, hay semillas de sinodalidad y obstáculos para la sinodalidad”.

Por otro lado, ha hecho hincapié en la necesidad de que la Curia salga de sus muros. “Como los participantes en las asambleas continentales se sintieron tan conmovidos al ver a ‘Roma viniendo hacia ellos’, me di cuenta más de que es realmente otra experiencia encontrar obispos y personas en su propio contexto que reunirse con ellas en el Vaticano”, ha explicado, a la par que ha subrayado que se trata de “una nueva forma de relación entre el centro/Curia romana y las iglesias locales en el espíritu de ‘Praedicate Evangelium’”.

“Abandonar todo búsqueda de una uniformidad rígida”

Para Costelloe, “cada Asamblea fue bastante diferente en estilo y contenido. Esto apunta a un aspecto muy importante de la sinodalidad, especialmente cuando la pensamos en el contexto de una Iglesia global y universal: hay más de una manera de ser Iglesia”.

Y ha continuado: “Una de las cosas más importantes que estamos experimentando en este camino hacia una mayor y más profunda experiencia de sinodalidad es que reconocemos y celebramos la gran diversidad que ya es una realidad en la Iglesia; en realidad estamos experimentando una unidad profunda que no solo no se basa en la uniformidad sino que nos invita a abandonar toda búsqueda de una uniformidad rígida. Esto apunta a la realidad de que los principios universales deben ‘encarnarse’ en el contexto de la cultura y la situación locales”.

En su opinión, “parte clave de este proceso ha sido la práctica de la conversación espiritual en la que se invita a cada uno a hablar abierta y honestamente de lo que va descubriendo en el desarrollo de la vida y de la fe, e igualmente a escuchar con atención y ‘no a la defensiva’ al otro que también habla”. “”Se nos invita a reconocernos unos a otros como compañeros en el camino de la vida y de la fe y ciertamente no como antagonistas o combatientes”, ha recalcado.

El prelado australiano ha resaltado que, desde ahora hasta octubre, se espera que el camino sinodal continúe desarrollándose a nivel de base, porque “tenemos una gran cantidad de material que forma parte de nuestro viaje juntos. Ahora que comenzamos a mirar con anticipación la próxima etapa del viaje, la Primera Asamblea en octubre, espero que a nivel local de parroquia, de diócesis, de comunidad religiosa, la reflexión, a través de la práctica de conversación espiritual, continúe”.

¿Revolución o lavado de cara de la Iglesia?

Las dudas frente a la histórica decisión de permitir el voto de mujeres en el Sínodo

El Vaticano sacudió este miércoles los cimientos de la anquilosada estructura de la Curia al anunciar que no habrá únicamente obispos en el ‘Sínodo de los Obispos’, y que, al menos, un centenar de laicos (la mitad mujeres, por expreso deseo del Papa) tendrán voz y voto en las decisiones que se puedan tomar en este foro, que arranca el próximo mes de octubre y que, durante un año, debatirá para presentar a Francisco una propuesta de Iglesia para el siglo XXI.

¿Revolución histórica? Muchos opinan que sí. Por primera vez en los últimos diecisiete siglos –desde que la Iglesia y el Imperio romano unieron sus caminos, y «el pueblo de Dios» comenzó a ser gobernado única y exclusivamente por los obispos–, hombres y mujeres laicos podrán participar directamente en la toma de decisiones en nombre de toda la Iglesia. Una costumbre que fue de uso común en los dos primeros siglos de la Cristiandad, donde las decisiones se tomaban por consenso de la comunidad, y que concluyó abruptamente cuando se determinó que únicamente los obispos tenían la potestad divina –y sacramental– para pastorear a sus ovejas.

El anuncio supone que, al fin, habrá mujeres con capacidad real de decisión en la máxima asamblea de la Iglesia a excepción de un Concilio (y de un cónclave, donde por el momento, solo participan cardenales menores de 80 años), donde se debatirán desde el organigrama de la Curia al sacerdocio femenino, pasando por la bendición de las parejas homosexuales o la comunión de los divorciados vueltos a casar. Pero, ¿hasta qué punto será importante la presencia de laicos y mujeres en el Sínodo? ¿Puede resultar que una reforma histórica pueda acabar convertida en un simple gesto, un lavado de cara?

El número de mujeres en el Sínodo llegará, como mucho, al 12,5% de los presentes (la mitad de los no obispos) en una asamblea que continuará siendo, eminentemente, de obispos. El relator general del Sínodo, el cardenal Hollerich, se encargaba de dejarlo claro en rueda de prensa. “No es una revolución. (…) El Sínodo continuará siendo ‘de los obispos’”, apuntó el jesuita luxemburgués, miembro del remozado C9, que esta semana tuvo su primer encuentro con el Papa, el que participaron dos purpurados españoles: Omella y Vérgez. Un senado papal en el que no hay ni un matrimonio ni un joven ni una mujer.

“Es un avance histórico, aunque insuficiente”, destacan desde la Revuelta de Mujeres en la Iglesia. Este colectivo, que aglutina a mujeres creyentes de distintas sensibilidades que luchan “hasta que la igualdad se haga costumbre” en la Iglesia, ha acogido con satisfacción la decisión del Vaticano, que califican “sin precedentes” y que “ha sido forzado por muchos colectivos de mujeres, y también de hombres”.

Sin embargo, advierten, “será importante conocer los modelos de Iglesia que representan las personas laicas participantes y el procedimiento para su elección”, pues de lo contrario se correría el riesgo de caer en un “clericalismo de laicos” que, en opinión de muchos, resultaría casi más peligroso que un gobierno exclusivo de sacerdotes y obispos.

“Este es un paso largamente deseado y pedido por las mujeres. Lo hemos incluido en las propuestas realizadas por el Consejo Católico de Mujeres a la Oficina Sinodal en octubre de 2022”, recalcan en un comunicado en el que apuntan a que se trata de “un camino hacia la soñada igualdad entre hombres y mujeres en la Iglesia”.

“Nos alegra observar que el activismo y la voz común de las mujeres están dando fruto y que hemos logrado abrir una grieta en el pesado muro del clericalismo, que ha impedido a las mujeres tener voz y voto en los sínodos sin justificación alguna más allá del sexismo clerical”, añade la Revuelta, que reclama que se haga realidad la petición del Sínodo de que las mujeres elegidas sean el 50% de los no obispos, “y que en esta lista esté representada la diversidad de personas que formamos el Pueblo de Dios”.

Por su parte, la jesuitina española María Luisa Berzosa, quien con casi total seguridad participará en este histórico Sínodo, ha mostrado su “gran alegría” por un paso “sorprendente pero también esperado, intuido, deseado, solicitado muchas veces”.

“Creo que es coherente con el proceso sinodal que vivimos, porque tiene la novedad de la invitación universal, todo el Pueblo de Dios puede decir su palabra, inclusive personas creyentes e increyentes”, añade Berzosa, que insiste en que la toma de decisiones no puede darse “prescindiendo de una gran parte de la comunidad eclesial”.

“Imagino que a algunos obispos, como a otras personas, pueden no agradarles ciertos cambios. Sabemos que hay resistencias fuertes, pero la vida se impone y esta es dinámica. Siempre será más rico el diálogo plural, como es la iglesia, y no solamente que una parte decida todo”, culmina la religiosa española.

Cristina Inogés, la primera mujer en la historia en abrir un Sínodo (llevó a cabo la primera reflexión durante la apertura de este proceso sinodal en el Vaticano hace un par de años) se ha mostrado sorprendida por lo que califica como “gran avance impensable hace unos días” para permitir el voto de mujeres y laicos: «No puede ser que unos pocos decidan por todos; no puede ser que se tomen decisiones sin tener en cuenta las peculiaridades y diferencias culturales; no puede ser que algunos varones decidan siempre por las mujeres (…). En el gobierno de la Iglesia tiene que estar representado todo el pueblo de Dios».

Para esta teóloga española, “estamos ante los primeros pasos de lo que debe ser la Iglesia del futuro”. “Es un paso muy importante y muestra la libertad con la que actúa Francisco», señala.

Mucho más cauta se muestra la teóloga colombiana Consuelo Vélez, quien saluda el paso dado que, en su opinión, demuestra cómo “muchas cosas podrían cambiar si hay la voluntad de hacerlo, sin buscar tantas justificaciones o excusas”.

“Sin embargo», matiza, «esta decisión tiene sus ‘peros’: solo serán un 25% del total de miembros, y las personas que participen serán elegidas ‘a dedo’ por Francisco de una lista que le proporcionarán los que lideraron las siete reuniones de la Etapa continental”.

Entre los criterios para la elección, lamenta Vélez, hay dos “filtros”: sus conocimientos y su “prudencia”. “Y, habitualmente, en nuestros grupos eclesiales ser prudente es no decir las cosas directamente, no pensar diferente, no insistir, no mantener una postura crítica y todo esto es una buena táctica para ser llamado y permanecer en esos grupos de participación eclesial. ¿Esto es lo que se espera de las voces laicas en el sínodo?”, denuncia la teóloga, quien espera que, al fin, “llegue el día en que se quieran escuchar las voces discordantes, distintas, de otras perspectivas, con preguntas hondas, sin miedo a la reflexión crítica y a las propuestas audaces”.

“Bien por el paso dado para la reunión del sínodo”, concluye Vélez, “pero sigue urgente una reforma de la Iglesia en la que no sea la voluntad de un pontífice la que permita algunos cambios (…). Hay mucha más conciencia en el laicado, y especialmente en las mujeres, de que la exclusión en razón del sexo no puede seguir manteniéndose en el seno de la Iglesia”

Historia de Jesús Bastante 

La marcha del Sínodo

El Instrumentum laboris estará listo a finales de mayo

Los Documentos Finales recibidos por la Secretaría General del Sinodo conducirán al texto guía que servirá para profundizar, durante la asamblea de octubre, en las tensiones y prioridades que han surgido a nivel local.

Por Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano

La diversidad no impide la unidad. Este es el núcleo de lo que se ha compartido hoy, 20 de abril, en la conferencia de prensa de clausura de la segunda etapa, la continental, del proceso sinodal 2021-2024. En previsión de la Asamblea General del próximo otoño, se espera que el Instrumentum laboris esté listo a finales de mayo de este año.

Becquart: por una Iglesia dialógica

La idea de circularidad a todos los niveles y la visión de una Iglesia dialógica fueron los criterios que guiaron, y seguirán guiando, la escucha de las Iglesias particulares. La hermana Nathalie Becquart, subsecretaria de la Secretaría General del Sínodo, hizo un rápido repaso de las etapas continentales, recordando sus peculiaridades. En el Líbano, por ejemplo, la experiencia sinodal se cruzó con las historias de trauma post-terremoto en Siria y Turquía y se convirtió en una oportunidad para cosechar los beneficios de la proximidad que infundió nueva energía y esperanza. La reunión en Addis Abeba de los participantes en la etapa africana coincidió con la primera oportunidad para varios de ellos de viajar fuera de sus propios países. Para todos, las etapas continentales fueron momentos de intercambio de dones: desde la sensibilidad típicamente asiática por el cuidado interior y la armonía con la creación hasta el diálogo interreligioso vivido especialmente en Oriente Medio. Le impresionó especialmente en su memoria, contó, la experiencia relatada por un laico de Abu Dhabi que vive en una parroquia donde están representadas 99 nacionalidades y 7 ritos.

Costello: vivimos una profunda unidad

«En realidad estamos experimentando una profunda unidad que no sólo no se basa en la uniformidad, sino que nos invita a abandonar cualquier búsqueda de uniformidad rígida», dijo Monseñor Timothy John Costelloe, Arzobispo de Perth y Presidente de la Conferencia Episcopal Australiana. Recordó cuántas culturas diferentes habitan Oceanía y expresó su esperanza de que «nunca es bueno que la gente opere ‘en una burbuja’: debemos entrar en este viaje sinodal con los ojos, los oídos y los corazones abiertos». Porque siempre existe el riesgo de perder la oportunidad que no desaprovecharon los dos discípulos de Emaús. El prelado espera que ahora los documentos elaborados hasta ahora circulen ampliamente a todos los niveles para dar paso a una profundización efectiva.

El Sínodo digital, sorprendente novedad

Ilustró los resultados de la escucha del Pueblo de Dios presente en las redes monseñor Lucio Adrián Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación. Verdaderos misioneros y evangelizadores digitales ha querido llegar a todas aquellas personas que no participan de las instituciones eclesiales, pero que habitan las redes y quieren seguir este camino de la Iglesia. Los llama ‘influencers católicos’, monseñor Ruiz, que han pasado de 250 en la etapa inicial a cerca de un millar. Se ha llegado a una gran población, principalmente entre 18 y 40 años. El 30% no son creyentes o están alejados de la Iglesia, pero sin embargo están interesados en este camino. «En la primera fase», informa el secretario, «hemos recibido 150.000 cuestionarios cumplimentados, en 115 países, en 7 idiomas. El potencial de estos misioneros digitales es de 20 millones de seguidores. Los jóvenes han encontrado una dinámica, en cuanto a tiempos, formas y metodologías, más adaptada a ellos. Los no creyentes y los alejados de la Iglesia han encontrado un camino de acercamiento y diálogo que les ha permitido expresarse y acercarse más libremente».

Conferencias ecuménicas

El Padre Hyacinthe Destivelle, responsable del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, subrayó finalmente la vía sinodal como vía ecuménica. Explicó que, con la ayuda del Instituto Angelicum de Estudios Ecuménicos y de la Fundación Pro Oriente de Viena, se organizaron cuatro conferencias internacionales en 2022 y 2023, centradas en la comprensión y la práctica de la sinodalidad en las cuatro grandes tradiciones cristianas: ortodoxos, ortodoxos orientales, protestantes históricos y nuevas realidades eclesiales. Más de cien teólogos, historiadores y canonistas de diferentes tradiciones cristianas y de varios continentes fueron invitados a presentar la experiencia sinodal de sus Iglesias, en particular sobre los tres temas principales del sínodo actual: comunión, participación y misión. Una síntesis de estas síntesis ha sido enviada a la Secretaría del Sínodo y será publicada próximamente junto con las actas de la conferencia por la Libreria Editrice Vaticana.

La acogida a los migrantes

El papa Francisco ‘instituye’ un nuevo ministerio en la Iglesia: el de la acogida a los migrantes

El Pontífice recibe a la Asamblea Plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y les recuerda que los ministerios van más allá de los ordenados y los ya institutidos

Los laicos y la ministerialidad en la Iglesia sinodal’. Así rezaba el título de la Asamblea Plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que se ha reunido estos días en el Vaticano. Esta mañana, el papa Francisco, durante una audiencia, les ha recordado que los ministerios en la Iglesia van más allá de los ordenados o los ya instituidos.

“Pienso sobre todo en las necesidades relacionadas con las viejas y nuevas pobrezas, así como con los migrantes, que requieren con urgencia acciones de acogida y solidaridad. En estos ámbitos de la caridad, pueden surgir muchos servicios que toman la forma de verdaderos ministerios”, ha señalado el Pontífice durante su discurso.

Y ha proseguido: “Se trata de un gran espacio de compromiso para quienes desean vivir concretamente, hacia los demás, la cercanía de Jesús que a menudo han experimentado en primera persona. El ministerio se convierte así, además de en un simple compromiso social, en una hermosa experiencia personal y en un gran testimonio, un verdadero testimonio cristiano”.

El bautismo y los dones del Espíritu Santo

Antes, Jorge Mario Bergoglio ha recordado a los miembros de este Dicasterio “popular”, pues “afecta a la vida cotidiana de muchas personas”, que el origen de la ministerialidad en la Iglesia se fundamenta en dos aspectos: el bautismo y los dones del Espíritu Santo.

En primer lugar, “en el bautismo tiene su raíz el sacerdocio común de todos los fieles que, a su vez, se expresa en los ministerios. La ministerialidad laical no se funda en el sacramento del orden, sino en el bautismo, por el hecho de que todos los bautizados -laicos, solteros, casados, sacerdotes, religiosos- son ‘christifideles’, creyentes en Cristo, discípulos suyos, y, por tanto, llamados a participar en la misión que Él confía a la Iglesia, también mediante la asunción de determinados ministerios”, ha asegurado.

En segundo lugar, “la ministerialidad de los fieles, y de los laicos en particular, deriva de los carismas que el Espíritu Santo distribuye en el Pueblo de Dios para su edificación: primero aparece un carisma suscitado por el Espíritu; después la Iglesia reconoce ese carisma como un servicio útil para la comunidad; finalmente, en un tercer momento, se introduce y difunde un ministerio específico”.

Por ello, el Papa ha subrayado que “la ministerialidad en la Iglesia no puede reducirse solo a los ministerios instituidos, sino que abarca un campo mucho más amplio”.

¡No! a la autorreferencialidad

Dejando patente sus ideas sobre la ministeriales, Francisco no se ha quedado aquí y les ha pedido que sus servicios no se vuelvan autorreferenciales.

“Me enfado cuando veo a ministros laicos que -perdón por la palabra- ‘se envanecen a sí mismos’ para ejercer este ministerio. Esto es ministerial, pero no es cristiano; son ministros paganos, llenos de sí mismos. Cuidado con esto: nunca deben volverse autorreferenciales. Cuando el servicio es unidireccional, no es ‘de ida y vuelta’, no va. A veces se ven laicos que parecen sacerdotes fracasados. Por favor: limpiad este problema”, ha sentenciado.

En este sentido, ha señalado los dos aspectos comunes a todo ministerio: la misión y el servicio. “En efecto, todos los ministerios son expresiones de la única misión de la Iglesia y todos son formas de servicio a los demás”, ha señalado.

Por otro lado, Francisco se ha detenido en la ‘Evangelii nuntiandi’ de san Pablo VI para pedirles, casi por favor, que la relean una y otra vez. “Está en vigor. ¡Es muy actual! Hay tantas cosas que cuando uno las reencuentra dice: “¡Ah, mirad al clarividente Montini! Se ve ahí esa clarividencia del gran santo que guió a la Iglesia”, ha sentenciado.

Estas son las novedades del Sínodo sobre la Sinodalidad

Conversación de los Cardenales Hollerich y Grech con los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede

Los Cardenales Mario Grech y Jean-Claude Hollerich, Secretario General y Relator General del Sínodo respectivamente, departieron con los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede sobre las principales modificaciones en el camino a la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en el mes de octubre del 2023.

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

La normativa vigente del Sínodo sigue remitiéndose a la Constitución Apostólica Episcopalis Communio. No obstante, la próxima XVI  Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista para octubre de 2023, tendrá algunas modificaciones y novedades. Están relacionadas con la composición de la Asamblea y el tipo de participantes, que se justifican en el contexto del proceso sinodal, sin cambiar la naturaleza episcopal. Este fue el punto evidenciado en el coloquio de los Cardenales Mario Grech y Jean-Claude Hollerich, Secretario General y Relator General del Sínodo respectivamente, con los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, este miércoles 26 de abril.

El breve encuentro fue introducido por Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa Vaticana. Los Purpurados ilustraron los cambios significativos.

En primer lugar, los diez clérigos pertenecientes a institutos de vida consagrada, elegidos por las respectivas organizaciones que representan a los Superiores Generales, ya no están presentes. Son sustituidos por cinco religiosas y cinco religiosos pertenecientes a institutos de vida consagrada, elegidos por las respectivas organizaciones representativas de las Superioras Generales y de los Superiores Generales. Como miembros tienen derecho a voto.

En segundo lugar, ya no hay auditores, pero se añaden otros 70 miembros no Obispos, que representan a otros fieles del Pueblo de Dios (sacerdotes, personas consagradas, diáconos, fieles laicos) y que proceden de las Iglesias locales. Son elegidos por el Papa de una lista de 140 personas indicadas (y no elegidas) por las siete Reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales y la Asamblea de Patriarcas de las Iglesias Orientales Católicas (20 por cada una de estas realidades eclesiales). Este miércoles 26 de abril desde el Sínodo enviaron una carta a las Conferencias Episcopales con la solicitud de elaborar las listas de nombres. Tienen plazo hasta fines de mayo para hacerlo.

Se pide que el 50% de estos miembros sean mujeres y que se valore también la presencia de jóvenes. Se tiene en cuenta no solo su cultura general y prudencia, sino también sus conocimientos, tanto teóricos como prácticos, y su participación en diversas capacidades en el proceso sinodal.

En tercer lugar, los representantes de los Dicasterios que participarán son los indicados por el Santo Padre.

No es una revolución

Sínodo. El Instrumentum laboris estará listo a finales de mayo

Al comentar estas modificaciones, los Purpurados aclararon que «no es una revolución, sino un cambio importante». Tras el coloquio, en declaraciones a los medios vaticanos, el Cardenal Hollerich, quien es arzobispo de Luxemburgo, precisó su reticencia a utilizar el término «revolución». Comentó que, si lee libros sobre la historia francesa, sobre la revolución, hay voces a favor, hay voces en contra, las revoluciones dividen, exigen víctimas. En cambio, «nosotros no queremos víctimas, queremos avanzar juntos».

Asimismo, Hollerich destacó que nos encontramos frente a un desafío mundial: la polarización, un individualismo cada vez más grande, en el que el consenso no existe más. Por tanto, según Hollerich, si la Iglesia encuentra una manera sinodal para gestionar las divergencias en comunión y caminar juntos, está prestando «un gran servicio» al mundo.

«El espacio en la tienda se está ampliando»

El Cardenal Hollerich, quien fue el primero en intervenir durante el encuentro, manifestó su alegría de tener a la Iglesia entera reunida en Roma para el próximo sínodo. Luego, el Cardenal Grech expresó su satisfacción porque, retomando la imagen de la tienda que es el disparador del Documento Final para la Etapa Continental, dijo que el espacio en esta se está ensanchando.

Los Purpurados remarcaron que la participación de realidades eclesiales tan diversas en el sínodo asegura el diálogo existente entre la profecía del Pueblo de Dios y el discernimiento de los Pastores. Una circularidad que, según consideraron, se ha puesto de manifestación durante todo el proceso sinodal.

Ambos auguraron que estas novedades continuarán enriqueciendo el Sínodo, cuya naturaleza no cambió, insistieron, sigue siendo Sínodo de los Obispos, pero enriquecerá también a toda la Iglesia.

Finaliza etapa continental del Sínodo

Los facilitadores

Consultados sobre el rol de los facilitadores, los Cardenales subrayaron que la experiencia nos ha enseñado que un facilitador ayuda a crear una dinámica que realmente puede traer frutos. Como ejemplo, recordaron que han experimentado con la conversación espiritual en las Asambleas Continentales. Todos los que aplicaron esta metodología quedaron muy contentos, aseveraron. 

«El Sínodo no es un parlamento»

Respondiendo a una pregunta sobre las votaciones finales, los interlocutores fueron claros: «No estamos detrás de los votos». Y se explayaron acotando que la votación es un instrumento humano que ayudará, pero el sínodo «es un discernimiento, es una oración». Palabras que recuerdan la enseñanza del Papa Francisco, quien siempre ha observado que el sínodo no es un parlamento, sino un «meterse en juego con el Espíritu».

Mujeres de la Iglesia en América Latina:

“Afirmamos la igual dignidad conferida por el bautismo”

La Comisión del eje de mujeres en la Iglesia y sociedad ha suscrito un manifiesto al cierre de su encuentro latinoamericano, realizado en Bogotá

Al cierre de su encuentro latinoamericano, realizado en Bogotá, la Comisión del eje de mujeres en la Iglesia y sociedad, ha suscrito un manifiesto en la que destacaron la igualdad entre hombres y mujeres para “vivir la plena ciudadanía eclesial”.


“Afirmamos la igual dignidad conferida por el bautismo, asumiendo el compromiso de la triple misión: sacerdotal, profética y regia para vivir así la plena ciudadanía eclesial – participación en las instancias de decisión – como Discípulas Misioneras de Cristo”, han señalado.

Las mujeres de la Iglesia de “diversos lugares, historias, estados de vida e identidades que representamos diferentes procesos e instancias” aspiran a “transformación eclesial, para lo cual es necesaria la conversión personal y comunitaria animada por el Espíritu Santo”.

También urge de “un cambio de mentalidad y el compromiso de todas las personas, miembros de la Iglesia. Este es el camino de una Sinodalidad Encarnada”.

Una Iglesia con rostro femenino

Han destacado “la fortaleza, la capacidad de resistencia y resiliencia de las mujeres como semilla de esperanza”, porque “esta escucha nos ha ensanchado el corazón para acogernos con profunda misericordia, a imagen de Dios Padre y Madre, dando lugar a una genuina sororidad”.

Apuestan “en este tiempo de primavera eclesial animada por el papa Francisco” por “una Iglesia con rostro femenino plural, sinodal y con ministerios compartidos que reflejen los carismas sembrados por el Espíritu Santo”.

Se han comprometido a seguir posicionando “la dignidad bautismal, el ejercicio pleno de nuestra ciudadanía eclesial, la participación amplia y diversa, la conversión y el no callar”, en torno a un plan estratégico que “desarrolle las líneas de acción e incidencia priorizadas: organización del proceso del eje y trabajo en red, participación en instancias eclesiales y sociales”.

Por ahora, “hemos saboreado los gozos y las esperanzas emergidas de las historias y experiencias de cada participante en sus realidades, transformadas en vida abundante para sí mismas y para las demás personas”.

Esta Comisión ha surgido por la articulación entre la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR), Cáritas Latinoamérica y el Consejo episcopal Latinoamericano (CELAM).

El Consejo de Cardenales

Cardenal Sergio da Rocha: Consejo de Cardenales, «buscar la comunión en vista de la misión»

Cardenal Sergio da Rocha

«Desde el primer momento en que recibí esta comunicación me he puesto efectivamente al servicio de la Iglesia, y espero ser un servidor de la Iglesia cuando participe en estos encuentros»

«La sinodalidad, presupone siempre este espacio de diálogo, de corresponsabilidad, de discernimiento juntos, uno escuchando a los otros y todos escuchando al Sucesor de Pedro, y junto con el sucesor de Pedro escuchando al Espíritu Santo»

El cardenal considera al Papa Francisco «un ejemplo extraordinario de diálogo, pero de valorar la escucha en el diálogo que supone escuchar al otro, supone aprender del otro, reconocer los valores del otro»

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

El 7 de marzo de 2023, el Papa Francisco renovó el Consejo de Cardenales, una novedad del actual pontificado creada el 28 de septiembre de 2013. Entre los nuevos miembros se encuentra el cardenal Sergio da Rocha, arzobispo de Salvador (Brasil), que asistió a la primera reunión del nuevo C9, celebrada en el Vaticano el lunes y martes de esta semana, los días 24 y 25 de abril de 2023.

Un servicio a la Iglesia

Según el cardenal, «este nombramiento que el Papa ha hecho para el Consejo de Cardenales es una gracia, un don, pero al mismo tiempo una tarea muy exigente, una gran responsabilidad, un servicio que presto a la Iglesia». Mons. Sergio da Rocha recordó la insistencia del Papa en que «los nombramientos no deben entenderse como un honor, sino como un servicio. De hecho, desde el primer momento en que recibí esta comunicación me he puesto efectivamente al servicio de la Iglesia, y espero ser un servidor de la Iglesia cuando participe en estos encuentros».

El cardenal brasileño afirmó que «el propio Consejo de Cardenales se sitúa ya en esta perspectiva de sinodalidad que el Papa ha subrayado y propuesto con razón para toda la Iglesia». Por eso insiste en que «el Consejo de Cardenales es un instrumento de comunión, de participación y de misión». Su afirmación se sustenta en que es «ante todo un espacio de diálogo, un espacio de discernimiento, cercano al Papa, naturalmente, prestando un servicio al sucesor de Pedro, pero buscando precisamente la comunión con vistas a la misión»

Experiencia de la misión en América Latina

El cardenal Sergio da Rocha no se siente exactamente un representante de Brasil o de América Latina, «no existe tal criterio de representatividad, pero sin duda he tenido la oportunidad de traer la experiencia de la vida de la Iglesia en Brasil y de la misión de la Iglesia en América Latina, nuestras alegrías y tristezas, nuestras preocupaciones», algo que espera seguir haciendo. El arzobispo de Salvador espera «contribuir cada vez más a este Consejo de Cardenales desde nuestra experiencia eclesial, desde la misión en América Latina, naturalmente siempre atentos a los desafíos, pero también aportando nuestros valores, nuestra experiencia».

Un consejo que tiene en su composición diferentes orígenes, lo que el cardenal considera muy importante, «la sinodalidad, presupone siempre este espacio de diálogo, de corresponsabilidad, de discernimiento juntos, uno escuchando a los otros y todos escuchando al Sucesor de Pedro, y junto con el sucesor de Pedro escuchando al Espíritu Santo». El cardenal Sergio da Rocha considera muy importante esta iniciativa del Papa Francisco, por lo que representa para toda la Iglesia. Espera que «podamos como Consejo de Cardenales contribuir eficazmente a la misión del sucesor de Pedro en el discernimiento de las cuestiones que el propio Papa quiere presentar y todo lo que podamos aportar también a estos encuentros».

Un significado sinodal

«Independientemente de los resultados», el miembro del C9 considera que es «una iniciativa de un significado muy profundo, un significado eclesiológico, un significado sinodal». Se siente, «por un lado muy agradecido ante Dios, ante el Papa Francisco, y al mismo tiempo con este sentido de corresponsabilidad, pero de saber que no estoy ahí en nombre propio, de alguna manera llevo la vida y la misión aquí en la Iglesia».

El cardenal considera al Papa Francisco «un ejemplo extraordinario de diálogo, pero de valorar la escucha en el diálogo que supone escuchar al otro, supone aprender del otro, reconocer los valores del otro», insistiendo en que «el Papa Francisco siempre tiene esta actitud de escucha muy generosa, y esto no es sólo en esta instancia, en este Consejo de Cardenales». Como ejemplo, afirma que «nosotros los obispos, cuando vamos a hablar con el Papa, ya sea durante la visita ad limina, o cuando de alguna manera alguien va a conocerlo personalmente, vemos en él esta apertura, esta atención, esta escucha atenta de los que están hablando con él».

Escucha generosa

Una actitud que Mons. da Rocha ve especialmente en el Consejo del Sínodo, del que es miembro desde el Sínodo de los Jóvenes. En este consejo, que preside el Papa, «tenemos una atención muy grande por parte del Papa y una actitud de escucha muy generosa. El Papa es capaz de escucharnos durante mucho tiempo, sin interferir, de escuchar atentamente lo que se dice, y luego, por supuesto, la palabra es suya. Si se trata de un diálogo, esta escucha también es recíproca, de alguna manera nosotros también queremos escucharle».

El Cardenal destaca como admirable «el tiempo y la disposición del Papa para escuchar», reflexionando sobre el hecho de que nosotros «no siempre logramos una escucha más prolongada, continua y atenta». Junto a ello, destaca del Papa «la acogida con gran respeto, la apreciación de lo que se dice, de lo que se presenta, y el Papa hace un discernimiento, pero escucha con gran atención, acoge, respeta, y esto falta mucho en el mundo de hoy», insistiendo en que «necesitamos diálogo, un diálogo que brote, que alimente la disposición sincera a escuchar al otro».

Como ejemplo de diálogo en la Iglesia, el cardenal pone Ecclesiam suam, un texto del Concilio Vaticano II, en el que «se proponen varios niveles, varios tipos de diálogo, dentro de la Iglesia y con el mundo, y el mundo hoy necesita el diálogo como camino para la paz. El Papa Francisco ha insistido mucho en esto, en el diálogo, en la fraternidad como camino para la paz, y hoy necesitamos dialogar más, a varios niveles, ya sea a nivel más interpersonal, en la vida cotidiana, en los ambientes donde vivimos, pero sobre todo en nuestras comunidades. Y hoy, si nos fijamos en el diálogo tan necesario entre los dirigentes, ya sea de un país o entre países, en un mundo en guerra, en un mundo que sufre tanto, en situaciones de conflicto, de guerra, tenemos aún más necesidad de recurrir al diálogo como camino de paz, como expresión de fraternidad».

El Sínodo de la sinodalidad

Sínodo Mundial: Publicados los resultados de todas las Asambleas Continentales

EL TEXTO FINAL EUROPEO PROMUEVE LA UNIDAD EN LA DIVERSIDAD EN EL SÍNODO DE LOS OBISPOS

ROMA – A partir de esta semana, los planificadores del sínodo han estado discutiendo los resultados de la fase continental del Sínodo de los Obispos. Todos los documentos finales de las siete Asambleas Continentales ya están disponibles y se puede acceder a ellos. El 20 de abril, el Vaticano quiere informar sobre las presentaciones.

Después de la conclusión de las deliberaciones continentales del Sínodo Mundial sobre la sinodalidad, los resúmenes de los siete encuentros continentales están disponibles desde el sábado. El documento europeo final está fechado al final de la reunión continental en Praga (11 de febrero de 2023) y está disponible en italiano e inglés en el sitio web de la Conferencia Episcopal Alemana. El documento reúne una amplia gama de contribuciones de más de 40 países europeos. Las tensiones entre las corrientes «conservadoras» y «progresistas» se nombran como tales, así como los daños provocados por el escándalo de abuso. El documento europeo subraya la importancia de mantener la «unidad en la diversidad» y «evitar la tentación de la uniformidad». También promueve «dar la bienvenida a otros [a la Iglesia]».

El documento final europeo formula la necesidad de «tomar decisiones concretas y valientes sobre el papel de las mujeres en la Iglesia y sobre su mayor participación a todos los niveles, incluso en la toma de decisiones y en los procesos de toma de decisiones». El documento final de la Asamblea Continental Norteamericana lo formula de manera similar. El documento final de la Asamblea Continental Asiática, por ejemplo, contiene una lista detallada de temas, con una solicitud para que sean tenidos en cuenta en las asambleas episcopales en otoño de 2023 y 2024.

Los resultados de las siete asambleas continentales se han discutido en Roma desde el miércoles. Los conocimientos adquiridos de esta manera se incorporarán más tarde al llamado documento de trabajo (latín: Instrumentum laboris), que constituye la base para las consultas decisivas a nivel mundial. Estas tendrán lugar en Roma en octubre de 2023 y octubre de 2024.    Los documentos finales están disponibles en el sitio web del Sínodo Mundial de los Obispos y la Conferencia Episcopal Alemana. El 20 de abril, el Vaticano informará sobre los resultados. (Ben)

Balance de los 4 años de la CNBB

Presidencia de la CNBB hace balance de un cuatrienio en el que ha tenido que «reinventarse para dar nuevas respuestas»

Rueda de Prensa Asamblea CNBB

Uno de los cuatrienios más difíciles en los 70 años de la CNBB, que su presidente ve con un corazón agradecido y con gran alegría por la experiencia que hemos hecho con muchas manos y corazones y una colaboración competente

«La CNBB ha estado siempre del lado de los pobres, de los que sufren»

La CNBB está en este horizonte de sinodalidad en su historia organizativa, con marcas de participación

«Reconocer el protagonismo de los pueblos indígenas y de las comunidades tradicionales y reconocer su sabiduría y beber de esta fuente para descubrir soluciones a los muchos problemas que vivimos hoy en nuestra nación y en nuestro Planeta»

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Partiendo de la idea de que «comunicamos para humanizar, comunicamos para evangelizar», como señaló Mons. Joaquim Mol, obispo auxiliar de Belo Horizonte y presidente de la Comisión para la Comunicación de la Conferencia Nacional de los Obispos Brasileños (CNBB), la primera rueda de prensa de la 60ª Asamblea General de la CNBB, que tiene lugar en Aparecida del 19 al 28 de abril de 2023, comenzó con la idea de que esta comunicación debe ser una contribución para que «la sociedad también comunique mejor lo que tiene que comunicar».

Un encuentro de comunión de las diferencias

Una asamblea que es «un encuentro de comunión de las diferencias», insistió Mons. Mol, dado que la asamblea de la CNBB es una «experiencia de unidad y comunión» con los diferentes, formando «un cuerpo cuyos miembros tienen funciones diferentes y colaboran para la misma función». El obispo auxiliar de Belo Horizonte llamó a una actitud de escucha en la dinámica del camino sinodal, presentando el trabajo de la actual presidencia como una tarea enorme con peculiaridades nunca imaginadas en el curso de la historia, especialmente con la pandemia, con realidades que Brasil nunca había experimentado.

Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, arzobispo de Belo Horizonte y presidente de la CNBB, comenzó agradeciendo el trabajo de los medios de comunicación en este tiempo de «tantas mentiras y tantas divisiones, una comunicación que busca mostrar la verdad, motivar los corazones para el bien y abrir nuevos caminos con el Evangelio de Jesús y con los servicios prestados por la Iglesia en el corazón de la sociedad».

Uno de los cuatrienios más difíciles en los 70 años de la CNBB

Un tiempo que definió siguiendo la metáfora de la Iglesia como una barca en travesía, utilizada por el Papa Francisco el 27 de marzo de 2020 en la Plaza de San Pedro. Ante la convulsión vivida en Brasil en los últimos cuatro años desde el punto de vista político, y los desajustes que afectan de manera especial a los más pobres y sufrientes, lo que hizo con la CNBB se obligase a «reinventarse para dar nuevas respuestas». Esto en uno de los cuatrienios más difíciles en los 70 años de la CNBB, que su presidente ve con un corazón agradecido y con gran alegría por la experiencia que hemos hecho con muchas manos y corazones y una colaboración competente, que ha hecho crecer muchas cosas, aún con las dificultades de la pandemia y de la situación política.

El arzobispo llamó a ser una Iglesia en salida y sinodal, que «tiene que ir a la vida del pueblo en confrontación con lo que vive, sufre, lleva, sueña, y sobre todo en la tarea de construir una sociedad justa, fraterna, solidaria, porque somos ciudadanos del Reino en salida», dando así nuevas respuestas, fruto de la articulación de muchos que confirman este camino como Iglesia servidora en el mundo, dado que «estamos al servicio de la vida, al servicio del pueblo de Dios».

Una Iglesia al lado de los pobres

Mons. Walmor Oliveira de Azevedo recordó que en sus 70 años de historia «la CNBB ha estado siempre del lado de los pobres, de los que sufren», lo que la ha llevado a atravesar dificultades e incomprensiones, «por el coraje profético de estar del lado de los pobres, creando una nueva cultura social, política, espiritual y humana». En este sentido, recordó la campaña “Es Tiempo de Cuidar”, como una expresión muy importante de solidaridad, que responde a la exigencia intrínseca a la luz del Evangelio de Jesucristo de cuidar a los pobres, más aún ante el aumento de la pobreza y del hambre en un país que es el granero del mundo.

En relación a la violencia en las escuelas, el presidente de la CNBB ve esta realidad como «consecuencia de los caminos que hemos tomado, muchas veces lamentablemente, desde importantes líderes políticos fomentando el odio, fomentando los desencuentros, fomentando las dificultades, y sobre todo fomentando el comprometer la fraternidad universal». Ante ello, siguiendo el Pacto Educativo Global, llamó a «encontrar caminos de diálogo, caminos de servicio e indicaciones concretas» frente a esta violencia en las escuelas, porque vivir la fe cristiana es humanizarse, buscando instaurar la cultura de la paz.

Mons. Joel Portella Amado, obispo auxiliar de Río de Janeiro y secretario general de la CNBB, destacó la importancia de la Campaña de la Fraternidad, expresión de caridad y solidaridad, que durante la Cuaresma nos anima a descubrir el sufrimiento de los demás a través de diferentes propuestas, entre ellas la Colecta Solidaria, que alimenta el Fondo Nacional de Solidaridad.

La CNBB siempre en el horizonte de la sinodalidad

En cuanto a la sinodalidad, su presidente señaló que la CNBB está en este horizonte de sinodalidad en su historia organizativa, con marcas de participación, destacando la necesaria inversión en la sinodalidad, «como una experiencia importante que crea una nueva cultura», dado que «la CNBB es una expresión de comunión de los obispos de Brasil marcadamente sinodal».

En el día de los pueblos indígenas, Mons. Mario Antonio da Silva, arzobispo de Cuiabá y vicepresidente 2º de la CNBB, destacó que la Conferencia y la Iglesia de Brasil han acogido de forma muy solidaria los dolores y las causas de los pueblos indígenas, llamando a «reconocer el protagonismo de los pueblos indígenas y de las comunidades tradicionales y reconocer su sabiduría y beber de esta fuente para descubrir soluciones a los muchos problemas que vivimos hoy en nuestra nación y en nuestro Planeta, sobre todo en la cuestión de la preservación del medio ambiente», indicando los pasos a dar.

Polarización política y religiosa

La polarización política y religiosa presente en la sociedad ha llevado a Mons. Walmor Oliveira de Azevedo a «grandes y pesadas consecuencias con la vida de los más pobres y sufrientes», exigiendo a la Iglesia que ayude en la construcción de una cultura de paz, justicia, respeto a la vida y a la dignidad humana. Esto con vistas a que la Iglesia ayude a Brasil a ser mejor.

Mons. Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre y vicepresidente 1º de la CNBB, destacó el trabajo de apoyo y construcción de las comisiones de la CNBB, de los obispos y consejeros, un trabajo que se hace a favor de la Iglesia y de los más necesitados, que va más allá de los que pasan hambre. Insistió en que sin educación no hay transformación de la sociedad, haciendo ver la necesidad de reconstruir el tejido social. En este campo, abordó la cuestión de la comunicación digital y el necesario aprendizaje de todo lo que se refiere a la tecnología, frente a la que existe un espíritu negativo, que requiere un cambio, porque «la tecnología, la ciencia, es fruto del ingenio humano y por tanto noble».

Después de 19 años de trabajo, se está publicando la tercera edición del Misal para la Iglesia de Brasil, que ha sido muy enriquecida y que el año pasado permitió completar este proceso, en reconocimiento de que la traducción brasileña es digna de confianza, según el obispo Joel Portella Amado. El secretario general de la CNBB ve en el nuevo Misal «una oportunidad de utilizar el Misal para vivir la liturgia con toda la seriedad, riqueza y belleza que la liturgia requiere».

Las novedades del Sínodo

Dolores García: «No sólo voz, sino también voto. El largo camino sinodal se materializa«

Dolores García. Presidenta del Foro de Laicos

«Hace un par de días la Santa Sede hizo públicas diversas ‘novedades’ para la Asamblea ordinaria del Sínodo de obispos que se celebrará en el próximo mes de octubre. Mucho hemos caminado desde entonces»

«Estos meses he tenido claro que estaba ante ‘algo’ mucho más profundo que unos cambios estructurales que, a veces, son ‘maquillaje'»

«No es menor ahora que los ‘no obispos’ que participarán sean considerados miembros. De ahí también el hecho de que estas personas (laicos y laicas, personas consagradas, sacerdotes) tendrán no sólo voz, sino también voto»

«La Asamblea de octubre seguirá siendo, sí, Asamblea de obispos. Pero, ¡¡qué regalo que se pueda vivir también esta vez juntos!!, todos corresponsables, porque así nos sentimos los laicos y laicas»

Por Dolores García, presidenta del Foro de Laicos

Hace un par de días la Santa Sede hizo públicas diversas “novedades” para la Asamblea ordinaria del Sínodo de obispos que se celebrará en el próximo mes de octubre.

Para entonces llevaremos dos años de proceso sinodal, desde cuando el papa Francisco nos invitó a vivir un tiempo de gracia, poniendo en acto la escucha y la cercanía.

Mucho hemos caminado desde entonces, especialmente los miembros del Pueblo de Dios que acogieron la invitación del Santo Padre y se pusieron en marcha. Hemos experimentado el gozo de caminar juntos, de estar a la escucha especialmente del Espíritu Santo, de sentirnos hermanos y hermanas, de hacernos cargo de la necesidad de renovación de nuestras comunidades, de sentir la llamada a la conversión con un horizonte claro a la evangelización… Lo hemos hecho con pasión, alegría, creatividad y esperanza, conscientes de que el camino es largo, que estamos ante una carrera de fondo… y que los cambios sólo se consiguen iniciando procesos.

Personalmente en estos meses he tenido claro que estaba ante “algo” mucho más profundo que unos cambios estructurales que, a veces, son “maquillaje”, cuando lo importante es mucho más radical. Aunque, al mismo tiempo, como muchos otros sentía la necesidad de que el trocito de proceso hecho se materializara, se visibilizara en pasos concretos.

Por eso, los primeros sentimientos al conocer estas “novedades” son el gozo y el agradecimiento. Esto mismo sentí cuando concluyó la Asamblea continental europea en Praga, que también fue vivida bajo el soplo de la novedad del Espíritu.

No es menor ahora que los “no obispos” que participarán sean considerados miembros y deje de existir la figura del auditor. Es el paso de ser alguien capaz y experto que observa y evalúa, pero considerado como “de fuera” a uno que es parte de la misma familia. Se trata de una consecuencia lógica de cuanto repetido en este tiempo sobre la igual dignidad de todos los componentes del Pueblo de Dios.

De ahí también el hecho de que estas personas (laicos y laicas, personas consagradas, sacerdotes) tendrán no sólo voz, sino también voto. Y, evidentemente lo más novedoso, será que las mujeres presentes votarán. Como mujer comparto con otras la alegría de este momento, como una nueva ocasión de aportar esa mirada particular a y de la Iglesia que tenemos, al servicio del entero Pueblo de Dios y del mundo.

Las “novedades” anunciadas son coherentes con el proceso que hemos hecho, donde el acento se ha puesto en todo el Pueblo de Dios. En una fase, quizá, se ha subrayado más una parte que otra, pero siempre todos juntos, reconociendo la diversidad de vocaciones y el don que cada una es para las demás.

La Asamblea de octubre seguirá siendo, sí, Asamblea de obispos, como una de las más importantes estructuras donde se vive el ser sinodal de la Iglesia. Pero, ¡¡qué regalo que se pueda vivir también esta vez juntos!!, todos corresponsables, porque así nos sentimos los laicos y laicas. Sentimos que, con nuestros hermanos sacerdotes y con la vida consagrada, podemos y debemos gozar de las alegrías de nuestra Iglesia, pero también cargar con los dolores y sufrimientos, porque son nuestros