Carlos III, ungido ¿por la gracia de Dios?

Carlos III, proclamado rey
Carlos III, proclamado rey AoW

¿No constituye una soberana e indecorosa provocación la sola y escueta referencia a que, además de «Rey por la gracia de Dios”, es y ejerce Carlos III de “Gobernador Supremo de la Iglesia? ¿De qué Iglesia? ¿De la verdaderamente inspirada por el Evangelio, siguiendo la doctrina y el comportamiento de Jesús?

Por Antonio Aradillas

En el contexto de “una de las más altas, nobles y exultantes solemnidades que vieron y verán los siglos”, y desde perspectivas sobre todo religiosas, decidí espigar por esos mundos de Dios un manojo de preguntas. Por el momento, este es un breve resumen   de tan significativa cosecha, a propósito de la coronación de SM el rey Carlos III de Inglaterra, “Gobernador de la Iglesia Anglicana“ y su Jefe y Jerarca Supremo, como sucesor que es de Enrique VIII, su primera y principal cabeza, proclamado como tal en el año 1534.

¿Es posible que, tal y como están hoy las cosas, de cuyas noticias nos llegan puntual, dramática y documentada referencia, en una parte -Londres-,  se den cita los representantes de multitud de países, muchos de ellos democráticamente elegidos, para protagonizar y participar en un festejo de tales características y dimensiones?

Derroche y provocación

¿Qué argumentos pueden aportarse para justificar tales derroches? ¿No constituye  además una soberana e indecorosa provocación la sola y escueta referencia a que, además de «Rey por la gracia de Dios”, es y ejerce Carlos III de “Gobernador Supremo de la Iglesia? ¿De qué Iglesia? ¿De la verdaderamente inspirada por el Evangelio, siguiendo la doctrina y el comportamiento de Jesús? ¿Se concibe pecado mayor que el de suplantar el nombre de Dios, su actividad, acción y misión salvadora del mundo, acaparando su representación divina, a la vez que humana, aun sirviéndose para ello de obispos, arzobispos y clérigos  -ellos y ellas- vocacionados, o sin vocacionar, para administrar catedrales, parroquias, organismos, instituciones y organizaciones “religiosas”, como referentes ético-morales de cuanto presupone la relación entre Dios y los seres humanos, tanto personal como colectivamente?

Carlos III tras su coronación
Carlos III tras su coronación Pool

Sí, ciertamente, la ceremonia de la citada consagración parece haber sido programada  protocolariamente como ejemplo de ecumenismo entre la variedad de Iglesias que forman y conforman la de Jesús, también con respeto a los cánones y a las liturgias de cada una de ellas, sin exclusión de las de otras religiones no cristianas. Al menos, en estos momentos solemnes, es posible que el testimonio de pacificación y de coincidencia  de sus dirigentes allí presentes, tache y haga olvidar el dato sangrante, actualizado, por ejemplo, entre cristianos ortodoxos rusos y los ucranianos.

A lo largo y ancho de tantas “cruzadas”, entre  fracciones diversas, con dolorosos  y vergonzantes recuerdos del hecho de que el número de muertos provocados por motivos “religiosos”, aún eclesiales, fue y sigue siendo, superior al de los que justifican razones comerciales, políticas, culturales o sociales. El sacrosanto título, y la consideración, de “mártires”, ha sido y es acaparado especialmente por los católicos, si bien otros cuentan  exacta o aproximadamente igual bajo distintas liturgias y advocaciones, fiestas, ornamentos y salmodias.

¿Tiempos pasados?

¿No resulta al menos extraño y chocante que, a estas alturas de la desclericalización sana y descontaminante que se impone en la Iglesia, ceremonias como la de la coronación tengan ya que ser consideradas y recordadas como un capítulo más de la historia de  tiempos y culturas irreversiblemente pasados?

m “Por la gracia de Dios”, “Defensor de la Fe”, “Cabeza y Gobernador Supremo de la Iglesia”, “Vice-Dios”, en anglicano, o con las debidas limitaciones y reservas, en católico, demandan renovación y reforma profunda y urgente.

Unión sin supremacías

La unión entre unos y otros en igualdad de derechos y deberes, sin supremacías  humillantes y humildosas, es lo que precisa ya el pueblo fiel al margen, o en contra, de su propia jerarquía, por lo que trabajan y colaboran en la construcción de la ciudad temporal y la eterna, sin siquiera tener que peguntarse entre sí en qué Iglesia o a qué religión pertenecen o están inscritos sus nombres.

La coladura “por falta de comunicación” de la reciente celebración de la misa anglicana en la iglesia-basílica de san Juan de Letrán -¡la catedral del Papa, Obispo de Roma!-, fue y es bastante más que una admonición-“palabra de Dios”-, pronunciada por el pueblo.

Mientras tanto, entre misteriosos velos de regias unciones “sacramentales”, Carlos III de Inglaterra es coronado “Rey por la gracia de Dios” y “al servicio del pueblo”.

Misas sin misales

«Los cambios –mudanzas, alteración en la apariencia física o moral- o ‘conversión’ en algo distinto u opuesto, son buenos. Muy buenos. En la Iglesia, diríase que esenciales»

«Y una de las esferas eclesiales es la que en mayor proporción se relaciona con la liturgia. En el esquema de nuestras misas falta teología. Y pedagogía. Y adecuación a nuestros tiempos»

«Las misas el día de mañana habrán de programarse de otra manera… ¿Qué ello supondrá la vuelta a las celebraciones-misas domésticas en familia y entre amigos, tal y como acontecía en los tiempos primeros? Pues sí. Este es el futuro»

«Anuncio y celebro la aparición del nuevo libro de Ediciones Paulinas con el título de ‘La Misa en 30 palabras’, en su colección Candil encendido, de son autores Andrea Grillo y y Daniela Conti»

Por Antonio Aradillas

Los cambios –“mudanzas, alteración en la apariencia física o moral,”- o “conversión” en algo distinto u opuesto, son buenos. Muy buenos. En la Iglesia, diríase que esenciales. El eslogan penitencial de “Eclessia semper reformanda” habrá de acompañar a la institución, a sus clérigos, laicos y laicas, a perpetuidad y en sintonía sagrada con los tiempos para los que pretende ser reglamento de redención, de resurrección y de vida. Sin cambios no hay Iglesia, o esta no es la verdadera.

Y una de las esferas eclesiales es la que en mayor proporción se relaciona con la liturgia y esta, a partes iguales, en su proyección directa con Dios y con la comunidad -convivencia- “Comunión”- entre los seres humanos y con toda la obra creada por Él y re-recreada por nosotros. Además de espejo de los cambios, o de las desidias y reverenciales perezas, la liturgia es -debiera ser- catequesis y epítime de introducción y desarrollo de la auténtica fe.

Como la misa es -y será- centro y eje de esa fe, mi reflexión se concreta hoy en su entorno, iniciando este prefacio con la loa y el reconocimiento- “¡santo , santo” , dejando sin citar en esta ocasión al “Señor de los Ejército¡”, de cuantos papas intervinieran de alguna manera en la redacción, confección y promoción de los “Órdines orationis” -misales-, que a lo largo de la historia orientaron e impusieron las formas y fórmulas “oficiales” ortodoxamente religiosas y además “católicas, apostólicas y romanas”, sin más opción que la reverencial aceptación, además en latín y solo en latín, con la admonición del anatema en el caso hipotético, de rebeldía o discusión.

En el esquema de nuestras misas falta teología. Y pedagogía. Y adecuación a nuestros tiempos en sus planteamientos, símbolos, palabras y gestos. De la mayoría de ellos, están escandalosa y contradictoriamente ausentes la participación de los laicos y laicas. Es y se nos presenta como “palabra de Dios” y la obra por excelencia de la Iglesia, solo o fundamentalmente como “cosa” de obispos y curas y más cuando los primeros intervienen y actúan con atuendos específicamente episcopales. Las misas, sobre todo las catalogadas “oficialmente” como “misas solemnes”, difícilmente serían reconocidas como tales por el mismo Jesús, por su Madre, y sus apóstoles, amigos y amigas.

A las misas les sobran espectacularidad e incensarios. Misterios, lejanía y no pocas lecturas de textos periclitados ya, sin sentido, sin contenido o con este, totalmente adverso, que se pretende justificar con aquello de que “eran otros tiempos y otros lugares”. Sobran sermones y faltan homilías, es decir, charlas entre amigos, en las que sistemáticamente ha de imperar el lenguaje doctoral de los celebrantes -clérigos y obispos varones-, con los párrafos infinitos de prédicas y sermones incriminatorios o represivos. Las “homilías” – “charlas entre amigos”- dejan automáticamente de serlo, desde los púlpitos – y más con báculo y mitra.

El sentido de comunidad y familia apenas si se percibe en las misas, y menos en las más solemnes. En las misas y después, se sigue siendo tan amigos o enemigos, exactamente lo mismo que antes del introito y de los “por mi culpa, por mi grandísima culpa”, una y otra vez recitados, con los correspondientes y sonoros golpes de pecho. El beso no es beso en las misas. Ni el abrazo, abrazo. Basta y sobra con ver cómo se besan y abrazan los señores obispos entre sí, con absoluta carencia de contenido familiar y, por tanto, sin religiosidad alguna. A las misas, y más a las solemnes, hay que despojarlas de cualquier aditamento propio de la función o del espectáculo.

Por imposiciones y exigencias de los libros litúrgicos oficiales “misales”- las mujeres, por mujeres, están de más en la Iglesia. Pintan muy poco. Nada, en relación con el protagonismo en los actos de culto que acaparan para sí los reverendísimos e ilustrísimos varones, sin argumentos que lo justifiquen con seriedad y evangelio. Las mujeres en misa, todavía y por muchos más años, -tal y como se ponen las cosas-, sirven para servir -servidumbre- y ya está. Y quien no esté de acuerdo, que se cambie de Iglesia y además, y si quiere casarse, que se case. No hay más opción, con el convencimiento además de que si todo ello lo piensa y ejecuta en latín, mejor que mejor.

Las misas-misas el día de mañana -es decir, ya- habrán de programarse de otra manera y no precisamente como imponen los actuales misales. Se parecerán más a las “celebradas” por Jesús y sus amigos. El pan, será más pan, el vino más vino, y más besos y abrazos los besos y abrazos, formando todo ello un conjunto –“misión”- que no terminará con el finiquito de “podéis ir en paz”, sino con el “ahora, al acabarse la ceremonia, es cuando de verdad comienza a ser misa la misa”-.

¿Qué ello supondrá la vuelta a las celebraciones-misas domésticas en familia y entre amigos, tal y como acontecía en los tiempos primeros? Pues sí. Este es el futuro, con todas sus consecuencias, sin misales y fiándose mucho más del Espíritu Santo, que no tiene por qué, ni quiere, relacionarse sempiternamente con los olores del incienso, los ritos y las ceremonias.

NOTA: Redactado este artículo, anuncio y celebro la aparición del nuevo libro de “Ediciones Paulinas” con el título de “La Misa en 30 palabras”, en su colección “Candil encendido”. De su texto -198 páginas – son autores Andrea Grillo, profesor de Teología de los Sacramentos en el Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma y Daniela Conti, profesora de Religión de la Escuela de Secundaria, de la provincia italiana de Verona. Las bellas, sugerentes y pedagógicas ilustraciones las firma Luca Palazzi.

Entrevista al teólogo Juan José Tamayo

«Lo que Jesús pone en marcha es un movimiento igualitario de hombres y mujeres que comparten su vida y sus bienes y le acompañan en el anuncio del Reino de Dios. Lo que Jesús nos lega, con su ejemplaridad de vida y su mensaje liberador, es un espíritu de comunidad, solidaridad, igualdad, disponibilidad y entrega al prójimo, especialmente a las personas y los colectivos empobrecidos y más vulnerables»

«La actual estructura y la formación de los seminarios no responden, por lo general, a los desafíos actuales, ni su orientación responde a los problemas con los que van a encontrarse los futuros sacerdotes. No preparan para ser y ejercer el ministerio que exige e identifica hoy a la Iglesia»

«La propia democracia está en peligro y seriamente amenazada por dichos sistemas, por los permanentes golpes de Estado, por la alianza cristoneofascista entre la extrema derecha política y los movimientos católicos integristas y evangélicos fundamentalistas»

«La escuela no es el lugar para educar en la fe religiosa, sino para formar ciudadanas y ciudadanos responsables, sujetos de su propio destino, libres, participativos, con sentido crítico, y transmitir conocimientos orientados a una convivencia solidaria, armonizando la teoría y la práctica»

«No existe relación intrínseca entre ministerio sacerdotal y celibato. La condición celibataria para el ejercicio del ministerio sacerdotal es puramente disciplinar, y, por supuesto, cambiante. Cuanto antes se elimine, mejor»

«El Papa Francisco está asumiendo con decisión, ímpetu evangélico, fe y esperanza la recuperación del Vaticano II, a cuyo olvido e incumplimiento lo sometieron sus predecesores«

Por Antonio Aradillas

Gracias sean dadas a Dios, en el inicio de mi camino hacia Emaús del año del Señor 2023, se me deparó la oportunidad de entrevistar a Juan José Tamayo, doctor en Teología y Filosofía y director emérito de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría” de la Universidad Carlos III” de Madrid. Con seguridad se puede afirmar que, hoy por hoy, Juanjo para los amigos, es el teólogo español con mayor proyección nacional e internacional. Su “curriculum” así lo salmodia, aunque, como ocurre con harta frecuencia, dentro del “establishment” y más en el clerical, tal reconocimiento resulta literalmente cicatero y hasta inviable.

“Autor de más de setenta libros, es profesor invitado en diferentes universidades de Europa, América Latina, Estados Unidos y África, secretario general de la “Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII” y miembro del Comité Internacional del Foro Mundial de Teología y Liberación.

Y además y sobre todo, su conversación resulta amena, agradable, e inteligible, sin perder un solo gramo del saber teológico y humanístico.  La desclericalización es característica esencial en su lenguaje, que jamás huele a incienso y que no precisa de los ecos de ninguna clase de música celestial, ni siquiera de la “gregoriana”, si bien le encanta y disfruta oyéndola. Es llano. De la Tierra de Campos -Canal de Castilla-, asequible y diríase que periodístico, ahormado en el “diario independiente EL PAÍS” en cuya escuela y diccionario se formó y ejerce con ansiada y fructuosa frecuencia.

Del par de horas  de conversación mantenida  con Juanjo hablando de lo humano y de lo divino, sin anticlericalismos  inocuos u ociosos, me animo a hacer un extracto  con el fin de que a los lectores de RD, les ayude a equipar sus mochilas  para afrontar la andadura –“larga caminada”- eclesial  que identifica  las horas,  los días, las semanas y los tiempos  litúrgicos  del nuevo año  y de los que vengan,  con los problemas y protagonistas  jerárquicos  que definirán  y mantendrán , con la ayuda de Dios.

– ¿Cuáles fueron y siguen siendo los motivos, causas, razones o sin-razones por las que la jerarquía eclesiástica aún censura y reprocha no pocas de tus ideas relacionadas con la Teología?

– Fundamentalmente, mi irrenunciable libertad de pensamiento, de investigación y de expresión, también y sobre todo, dentro de la teología, la supuesta, que no real, negación por mi parte, de la divinidad y la resurrección de Jesús de Nazaret, hechos, doctrinas y acontecimientos que no debieran ser interpretados de manera distinta a como expresión sublime de la liberación del ser humano.

-¿Se acaba la Iglesia?

Tal y como está organizada de manera jerárquica y patriarcal, está abocada a la desaparición, de no hacerse prestamente operativas las reformas dimanantes del Concilio Vaticano II. La jerarquía se resiste a morir y nos encontramos justamente ahora ante el paradigma de una muerte previsible, pero a la vez, ante un afán determinante de evitarla o aplazarla con multitud de medios humanos y no siempre divinos.

¿También medios humanos?

Ciertamente, medios humanos de los Gobiernos. Con referencia, por ejemplo, a España, todos los Gobiernos de la actual democracia -de derecha, de centro y de izquierda-  han sido rehenes de la Iglesia católica, a quien han mantenido, e incluso aumentado, los privilegios en materias educativa, fiscal, cultural, militar, jurídica. en aplicación de los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede firmados en 1979. Muchos de esos privilegios son de la época de la dictadura. No pocos especialistas consideran los Acuerdo anticonstitucionales, ya que no respetan los principios de la igualdad, neutralidad y laicidad del Estado. También la Iglesia se siente rehén de los Gobiernos precisamente por estos privilegios, que constituyen una flagrante discriminación para otras creencias.

-Obispos, “¿Sucesores de los Apóstoles”?

Los sucesores de Jesús, de los apóstoles y de los discípulos y discípulas son las comunidades cristianas surgidas después de la Resurrección y muy especialmente, las mujeres que fueron las primeras testigos de la Resurrección.

¿Fue Jesús de Nazaret el fundador de la Iglesia?

– De la Iglesia en su actual configuración jerárquica y piramidal, ciertamente no. Lo que Jesús pone en marcha es un movimiento igualitario de hombres y mujeres que comparten su vida y sus bienes y le acompañan en el anuncio del Reino de Dios. Lo que Jesús nos lega, con su ejemplaridad de vida y su mensaje liberador, es un espíritu de comunidad, solidaridad, igualdad, disponibilidad y entrega al prójimo, especialmente a las personas y los colectivos empobrecidos y más vulnerables.

-¿Conservas  el número de teléfono de algún obispo que consideres y te considere su amigo?

Que yo recuerde, ninguno. Bueno sí, el del cardenal Antonio Cañizares. Tuvimos el mismo director de tesis doctoral: Casiano Floristán u comenzamos al mismo tiempo la docencia teológica. Pero no tengo amigos en tan “altas” instancias eclesiásticas, tampoco enemigos, al menos por mi parte. Pero eso ni me preocupa ni me desasosiega. De entre los carismas que reseña san Pablo, el de la dirección de la comunidad ocupa el penúltimo lugar. En el extranjero, especialmente en América Latina, sí cuento con obispos amigos de verdad, con quienes comparto encuentros teológicos.

¿Lo fue Pedro Casaldáliga?

Lo fue, de verdad. Se solidarizó conmigo cuando fue condenado mi libro Dios y Jesús. El horizonte religioso de Jesús de Nazaret en 2003. Mantuvimos una larga u extensa correspondencia. Cada año enviaba un mensaje de apoyo al Congreso de Teología convocado por la Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. Acabo de publicar un libro sobre él: Pedro Casaldáliga. Larga caminada con los pobres de la tierra (Herder, Barcelona), y en su página 63 dejo constancia de estos estremecedores versos del amigo poeta:

“¡Malditas todas las cercas/, Malditas todas las propiedades privadas/ que nos privan de vivir y de amar/. Malditas sean las leyes / labradas por pocas manos/ para amparar cercas y bueyes/ y hacer la tierra esclava/ y esclavos los humanos”.

– ¿Qué hacemos con los seminarios diocesanos, conciliares y de los otros?

Muchos habría que cerrarlos porque son preconciliares y no siguen las orientaciones teológicas del Concilio Vaticano II. El Papa Francisco ha hecho una crítica severa de ellos y ha creado una comisión para investigarlos. Muchos ya están cerrados por falta de vocaciones. La actual estructura y la formación de los seminarios no responden, por lo general, a los desafíos actuales, ni su orientación responde a los problemas con los que van a encontrarse los futuros sacerdotes. No preparan para ser y ejercer el ministerio que exige e identifica hoy a la Iglesia. Su Teología es más apologética que crítico-profética y tiende a reproducir la actual estructura eclesiástica, más que a ir a las periferias existenciales, como pide el Papa Francisco. 

-¿Teología de la Liberación?

– Sí, sigue viva y activa en sus diferentes tendencias: teología del diálogo interreligioso e intercultural, del Sur global, feminista, ecológica, campesina, indígena, negra, decolonial, a pesar de los intentos de matarla. Decía monseñor Jacques Gaillot, obispo francés cesado por Juan Pablo II: “Una Iglesia que no sirve, no sirve para nada”. Yo diría de la teología: “Una Teología que no es libre ni liberadora, no es Teología. Es Apologética

-¿Papa infalible?

-En cierto sentido, la infalibilidad fue un obsequio que los Cardenales le hicieron al papa Pio IX, para repararlo del agravio sufrido a propósito de haber sido despojado de la posesión de los Estados Pontificios. Carece de fundamento bíblico y teológico. Es uno de los dogmas a revisar por parte del Magisterio eclesiástico. De suyo, desde su definición dogmática hasta el presente, solo se ha ejercido una vez, cuando Pio XII declaró el dogma de la Asunción de María en 1950, formulado de esta manera: “La Madre de Dios, luego  de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma  a la gloria celestial”. A mi juicio, esta afirmación “dogmática” no tiene base bíblica, ni teológica, ni histórica y apenas si cuenta con apoyo en la devoción popular. Aunque, paradójicamente, en España es fiesta en el calendario laboral.

-¿Cómo ve el futuro, perfecto, imperfecto o pluscuamperfecto?

-Tal y como están hoy las cosas, me conformaría con que sea y exista el futuro y que lo construyamos de manera fraterno-sororal y ecológicamente; un futuro sin exclusiones ni discriminaciones por razones de etnia, cultura, religión, clase social, género, identidad sexual, procedencia geográfica, etc., donde quepamos todas y todos, también la naturaleza. Pero lo veo difícil debido a las resistencias que oponen los diferentes sistemas de dominación: neoliberalismo, colonialismo, imperialismos. patriarcado, fundamentalismos, racismo, antiecologismo, supremacismo, etc. La propia democracia está en peligro y seriamente amenazada por dichos sistemas, por los permanentes golpes de Estado, por la alianza cristoneofascista entre la extrema derecha política y los movimientos católicos integristas y evangélicos fundamentalistas. Los acabamos de ver en Brasil con el asalto de las turbas bolsonaristas, que no reconocen el triunfo electoral de Lula, al Tribunal Supremo, al Congreso y a la Presidencia de la República.  Y dos años antes en Estados Unidos con  el asalto de los seguidores de Trump al Capitolio.   

-¿Iglesia pobre y de los pobres?

-Así lo vivieron las primeras comunidades cristianas e intentaron llevarlo a la práctica las Órdenes Religiosas calificadas de “Mendicantes”. Fue el papa Juan XXIII quien, un mes antes de la inauguración de Concilio Vaticano II, afirmó que “la Iglesia se presenta para los países subdesarrollados como la Iglesia de todos, y particularmente como la Iglesia de los pobres”. Cabe reparar en la relación que establece entre países subdesarrollados y la Iglesia de los pobres. Tal convencimiento fue en gran parte lo que justificó la convocatoria del Vaticano II, pese a que no pocos de los padres conciliares fueron los primeros en olvidarlo.

 La Teología de la Liberación volvió a recordarlo durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, pero con sus “monitums” y advertencias condenatorias correspondientes.

-¿A favor, o en contra, de la enseñanza confesional de la Religión en los planes de estudio oficiales?

– Totalmente en contra de la enseñanza confesional de la Religión en la escuela. La escuela no es el lugar para educar en la fe religiosa, sino para formar ciudadanas y ciudadanos responsables, sujetos de su propio destino, libres, participativos, con sentido crítico, y transmitir conocimientos orientados a una convivencia solidaria, armonizando la teoría y la práctica. Sí soy partidario de la asignatura no confesional de la religión como fenómeno social y cultural. Lo que pasa es que, en el caso de la jerarquía católica, al fracasar la educación en la fe en los espacios religiosos y familiares, busca otros ámbitos que compensen ese fracaso, y uno de ellos es la escuela, aunque los resultados son más bien negativos.

– ¿Enseñanza impartida por clérigos y allegados?

-Por expertos en ciencias de las religiones. Una enseñanza con rigor científico, capacidad crítica, no apologética y destacando los valores éticos liberadores.

¿Cuánto cuesta una misa?

Cobrar por la eucaristía, que es el sacramento del compartir, me parece un acto simoniaco.

-¿Mujeres curas?

-La pervivencia en la Iglesia católica de la discriminación de las mujeres en el ejercicio del ministerio presbiteral, que se pretende justificar -injustificadamente- apelando a la voluntad de Jesús de Nazaret, es una señal inequívoca de la pervivencia del patriarcado, ya superado en otros ámbitos y otras esferas de la vida.

-¿Celibato?

– No existe relación intrínseca entre ministerio sacerdotal y celibato. La condición celibataria para el ejercicio del ministerio sacerdotal es puramente disciplinar, y, por supuesto, cambiante. Cuanto antes se elimine, mejor.

– ¿Carrera eclesiástica?

– Con la carrera eclesiástica se pervierte la función de servicio que tienen los dirigentes religiosos. Además, la jerarquía se apropia de la eclesialidad y de funciones que corresponden a la toda la comunidad cristiana.

– ¿Respeto y veneración a la Naturaleza como sagrada?

-Las comunidades indígenas así lo interpretan y lo viven.  Llaman a la naturaleza “Pachamama” (Madre Tierra) como expresión de reconocimiento de su dignidad y derechos, de respeto y cuidado, evitando y condenando así cualquier atentado contra ella, sobre todo por parte del modelo de desarrollo científico-técnico de la Modernidad, que la depreda. Es esta una actitud que debemos aprender de dichas comunidades y practicar en nuestra cultura occidental, cada vez más alejada y menos respetuosa de la naturaleza. Estoy leyendo un libro magnífico que trata de la ecología en las religiones: Naturaleza sagrada, de la historiadora de las religiones Karen Armstrong. Lo recomiendo.   

– ¿Descanonizar a algún canonizado, aunque hubiera sido papa y se llamara Juan Pablo II?

– Con la misma rapidez e idénticos procedimientos con que fue canonizado podría ser descanonizado. Y con él otros papas y santos. Recuerdo que cuando fue beatificado Escrivá de Balaguer escribí un artículo titulado “Heterodoxia de Jesús de Nazaret y ortodoxia de Escrivá de Balaguer” en el que afirmaba que si a Jesús le sometieran a las normas actuales de beatificación, no sería beatificado.  Con motivo de su canonización escribí otro titulado “Una canonización inoportuna”.  

-¿Algún obispo del listado de la CEE del que pueda atisbarse que es “alter ego” del papa Francisco

Seguro que los hay, pero predominan quienes no siguen la estela profética y reformadora de Francisco. Creo que la reforma de Francisco todavía no ha pasado los Pirineos.

-¿Ni siquiera el presidente?

Yo creo que no. No le veo comprometido en la reforma de la Iglesia católica española, ni en la incorporación de los seglares, especialmente de las mujeres, en los órganos directivos donde se toman las grandes decisiones. Tampoco le veo dispuesto a acoger al colectivo LGTBI dentro de la Iglesia, ni a mantener encuentros con los movimientos sociales y populares, ni a tomarse en serio el fenómeno de la pederastia, ofrecer respuestas radicales acordes con la gravedad del problema y con las demandas de las víctimas, ni, en general, a colaborar con las organizaciones no confesionales creadas para investigar los casos de agresiones sexuales dentro de la iglesia católica. Por el contrario, ha encargado una auditoría al despacho de abogados Cremades-Calvo Sotelo, dirigido por un miembro del Opus Dei, organización católica que obstruye la acción de la justicia en los casos de pederastia producidos en sus instituciones y niega la culpabilidad de los pederastas de dichas instituciones ya condenados por la justicia.  

– ¿El papa Francisco?

-Está asumiendo con decisión, ímpetu evangélico, fe y esperanza la recuperación del Vaticano II, a cuyo olvido e incumplimiento lo sometieron sus predecesores. Está poniendo en práctica el espíritu conciliar y respondiendo a los nuevos desafíos de nuestro tiempo, especialmente el de las desigualdades generadas por el neoliberalismo, al que califica de injusto no solo en sus consecuencias, sino en su raíz. Y ello con una fuerte oposición por parte de los sectores integristas tanto dentro de la Iglesia católica como fuera, y en medio de sufrimientos, incomprensiones y dolores, no siendo los más perturbadores los de su rodilla.

Con todo, me parece que apenas ha hecho avances en el reconocimiento de la igualdad entre hombres y mujeres en el seno de la Iglesia católica y del protagonismo de estas en los asuntos que afectan a toda la comunidad cristiana. Las mujeres siguen siendo la mayoría silenciada e invisible. Francisco se ha reunido en cuatro ocasiones con los movimientos populares. Ni una sola vez, con los movimientos feministas. Es la mejor prueba de que las mujeres siguen siendo subalternizadas, silenciadas e invisibilizadas en la institución eclesiástica.  

– ¿Y mañana?

– No soy profeta, por lo que no puedo ni sospechar o imaginar siquiera el futuro. Espero, no obstante,  que el camino sinodal iniciado desemboque en una verdadera democratización de la Iglesia y el pueblo de Dios no esté sometido a las órdenes de la jerarquía, sino que sea soberano y protagonista.

Y viendo ya en lontananza los perfiles de la aldea de Emaús, con olor y sabor al “pan compartido”, y el eco de los versos del teo-poeta Pedro Casaldáliga y de “san “Antonio Machado – ¿para cuándo su beatificación?-, nos vemos obligados a colocarle el punto y aparte a la charla de nuestra  caminada.

NOTA:

Los últimos libros de Juan José Tamayo son: “Hermano islam” (Edit. Trotta, 2019); “Ha muerto la utopía? ¿Triunfan las distopías?” (Biblioteca Nueva, 2020, 4ª ed.); “Pedro Casaldáliga- Larga caminada con los pobres de la tierra” (Edit. Heder, 2020); “Ignacio Ellacuría, treinta años después” como director y coautor con Héctor Samour (Tirant lo Blanch, 2021, varias reimpresiones);  “La compasión en un mundo injusto” (Edit. Fragmenta, 2021); “La Internacional del odio” (Edit. Icaria, 2022, 3ª ed.).

La ética del cuidado

Luis Aranguren
Luis Aranguren

Tiempo emergente-Meditaciones desde la ética del cuidado, editado por “KHAF, del grupo editorial Luis Vives, y su autor es Luis Aranguren Gonzalo

La actualidad del tema es ciertamente atractiva. Y es que ni hay ni habrá vida, si no existe, desarrollado como corresponde, el “cuidado” que ella reclama, en todos sus ámbitos y circunstancias

El prologuista del Libro, Gabriel Sáez de Ibarra, asevera que “pensar, vivir, trabajar, reunirse y amar contribuye decisivamente a ser más humanos, felices,y a alcanzar una plenitud para cada uno  y para todos”

La del “cuidado” es asignatura que transciende los límites de lo religioso y de lo puramente cívico, e inspira y define toda clase de comportamientos y compartimentos

Por Antonio Aradillas

El término “cuidado” es en la actualidad uno de los más frecuentados por políticos y oradores sagrados en sus mítines y prédicas más o menos sagradas o electorales, dependiendo de las circunstancias de lugar y de tiempo en las que unas y otras se efectúen. “Cuidar” este término y su veracidad, es deber elemental, tanto cívico como religioso, por lo que lo primero que hay que proponerse al redactar  la reseña de algún libro  que afronte el tema  es bucear en la autenticidad de su  significación y uso.

“Cuidar” – “cuidado”- es un verbo, al que necesaria y substantivamente han de acompañar otros como “atender y asistir con solicitud, dedicar especial interés, vigilar con cariño, preocuparse”, dado que sin estos no hay “cuidado“ posible ,o este se emplea  y se justifica en servicio propio..

El libro de referencia lleva el título de “Tiempo emergente-Meditaciones desde la ética del cuidado”, editado por “KHAF, del grupo editorial Luis Vives, y su autor es Luis Aranguren Gonzalo, doctor en Filosofía y licenciado en Teología, profesor asociado de Ética en la Universidad Complutense y consultor-formador en el campo de la ética de la educación, la participación social y el desarrollo de las organizaciones”.

La actualidad del tema es ciertamente atractiva. Y es que ni hay ni habrá vida, si no existe, desarrollado como corresponde, el “cuidado” que ella reclama, en todos sus ámbitos y circunstancias. Y este “cuidado” no se improvisa. Se estudia, en profundidad, con diligencia, ejemplaridad y sin escatimar los medios precisos para su ejercicio., lo mismo humanos que divinos. La del “cuidado” es asignatura que transciende los límites de lo religioso y de lo puramente cívico, e inspira y define toda clase de comportamientos y compartimentos. No es posible ser ni cristianos ni humanos, sin antes haberse educado para el “cuidado” lo mismo para el ajeno, que para el propio.

“Amamos lo que cuidamos, cuidamos lo que amaos”, es capítulo redactado por Leonardo Boff. Marina Garcés medita sobre “Recibir, más importante que comunicar; escuchar es más importante que producir y acompañar lo es más que proyectar”. Hannah Arendi  hace meditar a la sombra  de la idea de que “la manifestación  del viento del pensar  no es el conocimiento, sino la capacidad de distinguir  lo bueno de lo malo y lo bello de lo feo”, “Solo el amor expande nuestra conducta inteligente, porque solo el amor  expande nuestra visión:  el amor es visionario y no ciego”,  resulta ser la meditación  de Humberto Maturana. La penúltima de las meditaciones la afronta, sugiere y dirige Josep M. Esquirol, con el título de “Primero, detener la entropía y, después, intensificar la vida”.

El prologuista del Libro, Gabriel Sáez de Ibarra, asevera que “pensar, vivir, trabajar, reunirse y amar contribuye decisivamente a ser más humanos, felices,y a alcanzar una plenitud para cada uno  y para todos”.  

Y es que “somos andando” o, en frase del obispo poeta Pedro Casaldáliga:”solo llegando a la grúa/ de la mayor soledad/ voy a encontrarme de lleno/ con el manantial”.

Cirilo, el Patriarca ruso blasfemo

Cirilo y Putin
Cirilo y Putin

«Una vez más, la religión sigue siendo inspiradora de guerras, con lo que se augura que será -está siendo- terriblemente salvaje, poniendo a Dios por testigo e invocando su sagrado nombre»

«¡Eminentísimo Sr. Cirilo, déjese de blasfemias litúrgicas de oblicuos agradecimiento, e interésese de verdad por contribuir a terminar cuanto antes con guerra tan feroz, como ‘religiosa'»

Por Antonio Aradillas

El inmenso y pútrido «blasfemódromo” que en los siglos de los siglos ahondó la humanidad “religiosa”, acaba de hacerlo reventar   Kirill –“Cirilo” para los castellano-parlantes-, por más señas, Patriarca de la Iglesia cristiana de Moscú-, con ocasión de la inhumana guerra de Ucrania de la que se hacen eco fiel y unánime los medios de comunicación de todo el mundo. 

El tal Cirilo, hijo y nieto de sacerdotes ortodoxos, nació en Leningrado-Petrogrado el 20 de noviembre de 1946, llegando a ser consagrado “hieromonje”, el uno de junio de 1967 la gran fiesta de la Santísima Trinidad.  Fue entronizado como Patriarca   de la “Tierra Rusa” -que incluía “Rusia, Ucrania, Bielorrusia y otras tribus y pueblos”-  el día uno de febrero  del Año del Señor 2009, ejerciendo de siempre como padre-director espiritual  de su paisano y amigo  Wladimir Putín.

Cirilo

Las crónicas más recientes informan que el citado Patriarca, XVI de los de Moscú, lamenta que “las fuerzas del mal quieren romper la unidad histórica entre las naciones rusas”, por lo que es justa y legítima la guerra declarada por Putin, dado que «no debemos permitir que fuerzas externas oscuras y hostiles se rían de nosotros”

“¡Que el Señor proteja la tierra rusa y bendiga las armas que han de emplearse!”, resulta ser, más que una jaculatoria  dirigida a la Divinidad por su representante supremo eclesiástico, fruto y consecuencia  de un exceso  de vodka que, aunque literalmente significa “agüita”, es una bebida rusa que concentra  los más altos grados de alcohol…  El brindis a su amigo Putin, reconcentrado en la frase  de ser este personaje  “un milagro de Dios”, y la posibilidad de  represaliar a  Epifanio I, patriarca de la  Iglesia de Ucrania, escindida  de la de Moscú , e independiente  desde el año 2019, pueden contabilizarse como con-causas  de la declaración de esta guerra.

Una vez más, la religión sigue siendo inspiradora de guerras, con lo que se augura que será -está siendo- terriblemente salvaje, poniendo a Dios por testigo e invocando su sagrado nombre. 

Cirilo

¿Es que no hay salvación, si no dentro también de la Iglesia rusa, de modo similar como se nos adoctrinó a los católicos, apostólicos y romanos, tan repetidamente y con carácter de dogma, inherente al Credo?

No descarto la posibilidad de que, tal y como está hoy todo lo que se relaciona con la religión, no pocos involucren las palabras de Cirilo con comportamientos católicos jerárquicos, y lleguen a la conclusión de que precisamente donde no hay salvación no es fuera de la Iglesia, sino dentro de ella, sea rusa o católica…

¡Eminentísimo Sr. Cirilo, déjese de blasfemias litúrgicas de oblicuos agradecimiento, e interésese de verdad por contribuir a terminar cuanto antes con guerra tan feroz, como “religiosa” y, por el momento, márchese al frente, en primera línea o, al menos, baje al  refugio del “metro” y aliméntese del dolor y las lágrimas de niños y madres…¡

No olvide que usted y su patrocinador Wladimir Putin, son merecedores de ser condenados como criminales de lesa humanidad… Y, por amor de Dios, no destruyan la catedral infinita de Kiev…

Para qué sirven hoy los curas

«Tanto ‘¿Para qué sirven los curas?’, como ‘¿Qué hacen los curas?’, podrían ser titulares de una reflexión como esta, con informativa seguridad de que produciría multitud de sorpresas entre los lectores»

«Adelanto, no obstante, que tomando en serio el planteamiento de ‘sinodalidad’ y ‘en salida’, el llamado ministerio sacerdotal precisa planteamiento y ‘órdenes’ distintos al vigente y operante en la actualidad»

«¿Qué hacen los curas -y obispos- religiosamente, que no puedan, y deban, hacer los laicos y laicas, para la edificación y efectividad salvadora y redentora de la Iglesia y de la humanidad en general?»

«Desde perspectivas triste y desdichadamente negativas, ¿han sido y son referencias ético-morales para el resto del pueblo de Dios y del otro, que también lo es?»

«El ‘carrerismo’ eclesiástico no da más de sí. Estos son sus frutos y parte de sus consecuencias»

Por Antonio Aradillas

Tanto “¿Para qué sirven los curas”?, como “¿Qué hacen los curas”?, podrían ser titulares de una reflexión como esta, con informativa seguridad de que produciría multitud de sorpresas entre los lectores, con elementales reclamos y exigencias por mi parte de que las “generalidades” son todas ella injustas, y más las relacionadas con el clero -clero en multitud de versiones, sobre todo las pastorales.

Adelanto, no obstante, que tomando en serio el planteamiento de “sinodalidad” y “en salida” que el papa Francisco está inspirando en la Iglesia, el término “sorpresa” habrá de suplirse con reiteración y en profundidad eclesial -teológica-, por el del “escándalo”, ante la renovación-reforma que se presiente y a la que habrá de someterse la Iglesia, al menos para salvar su propia razón de ser en conformidad con el Evangelio.

Si por fin el Sínodo “desclericalizador” llega a calar seriamente en la “feligresía” –“hijos de la Iglesia”- con sus consecuencias, y el reconocimiento de la mayoría de edad que especialmente suplante a la veteranísima situación de puerilidad infantil, que el cristiano, por serlo, habría de practicar y “ejercer”, el llamado ministerio sacerdotal precisa planteamiento y “órdenes” distintos al vigente y operante en la actualidad.

Sus efectos no solo se elaborarían y proyectarían hacia ámbitos oficialmente clericales, en los que imperan y a los que regulan las ceremonias, los ritos y el Código de Derecho Canónico y la Liturgia en pleno. La razón es así de sencilla: al ritmo que marcan las circunstancias de lugar y de tiempo, definidas por corrientes impetuosas de secularización, con tantos actos religiosos sin clientela, templos vacíos, sin curas,(faltan vocaciones)- aunque con obispos televisivos o no-, sin campanas, con fiestas carentes de sentido cristiano y a las que definen tan solo o fundamentalmente las comerciales, a lo que algunos siguen llamando “religioso” le sobran calificativos para expresar lo contrario en su totalidad y con la anuencia de las mismas autoridades “civiles , políticas y a veces, aún eclesiásticas”, que de todo y felizmente puede haber y “hay en la Viña del Señor”.

Los curas, como gestores únicos del culto a Dios “celebrado” en los templos y sus aledaños, no son muchas las esperanzas de vida de las que disponen, con la seguridad de que el Sínodo acelerará, aún más el ritmo de posibilidades. El Sínodo educará y facilitará los principios y medios precisos, entre otros, los teológicos para que, por ejemplo, también los laicos puedan presidir las Eucaristías, impartir la enseñanza de la doctrina cristiana y testimoniar la realidad de la fe con sus posicionamientos naturales y sobrenaturales ante la vida familiar, social, laboral, profesional, y sin privilegios -concordatarios o no- de ninguna condición y clase.

Por supuesto que, contemplada la Iglesia como entidad administrativa, con necesidad de atender las necesidades “del culto y del clero”, con mención sacrosanta para “Cáritas” a los laicos les asiste tanto o más gracia de Dios que a los mismos curas y obispos. Estos y aquellos no suelen ser ejemplos de administradores en consonancia con el Evangelio, sino todo -casi todo- lo contrario., lo mismo por la formación eclesiástica recibida, como por la imbuición o inculcación que han sufrido -experimentado- en el proceso y aprendizaje de ser y ejercer nada menos que como “representantes de Dios”, en persona, por vocación y por “ministerio”.

Planteamientos sinodales en femenino, reconocidos y valorados en ellas -las mujeres- los derechos y deberes de Iglesia en igualdad de condiciones que las del hombre-varón, el titular informativo del “Para qué sirven” o ”qué hace -y harán- los curas “, adquiere proporciones tan notorias como inimaginables y “revolucionarias”, en el sentido más edificante, humilde y maternal que puede idearse.

Con petición de toda clase de disculpas, después de haberme asomado repetidamente a las “agendas” personales de no pocos curas -y de algún obispo-, los citados interrogantes demandan con urgencia y Evangelio, otras respuestas. ¿Qué hacen los curas -y obispos- religiosamente, que no puedan, y deban, hacer los laicos y laicas, para la edificación y efectividad salvadora y redentora de la Iglesia y de la humanidad en general?

Y, desde perspectivas triste y desdichadamente negativas, ¿han sido y son referencias ético-morales para el resto del pueblo de Dios y del otro, que también lo es, pese a que la condición de personas “consagradas” a Dios canónicamente y con votos, se lo ha reclamado y reclama, de rodillas y a grito abierto?

Y es que el “carrerismo” eclesiástico no da más de sí. Estos son sus frutos y parte de sus consecuencias. Para ser “buenas personas” y testimonios del Evangelio, al estilo de Jesús, no son indispensables las licenciaturas y los doctorados en Ciencias Sagradas, en las que, por otra parte, también las mujeres epatan ya a los hombres-varones, epíscopos o “episcopables”, además de ser y ejercer con mayor perfección como “especialistas en encuentros” que hoy demandan los tiempos, y más los que se dicen ser “religiosos”.

La relación Iglesia-mujer es anticonstitucional

«La relación establecida en la actualidad, con Concordatos y Pactos complementarios, bendecidos por unos y otros entre España y la ‘Santa Sede’, no es ciertamente constitucional en no pocos de sus artículos y además, y sobre todo, en el espíritu»
«El tema Iglesia-mujer es además, para sorpresa y admiración de muchos y muchas, injusta, ofensiva, nada elegante -sino todo lo contrario-, pagana, inactual, sin futuro»
«La Iglesia es ‘hombre’ y además, ‘varón’, con todas sus consecuencias divinas y humanas. Por lo que cualquiera que piense, crea o actúe en contra de este ‘principio’, es ateo, pecador, hereje, y merecedor de anatema»
«¿Pero qué tiene que ver y decir el Gobierno, por muy democrático que sea y ejerza, en esta clase de temas?»

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El Evangelio de San Marcos

• Antonio Aradillas: ‘Según San Marcos…’
Con ‘El evangelio de Marcos. Comentario litúrgico al ciclo B y guía de lectura’, José Luís Sicre Díaz, jesuita, enriquece la colección Estudios Bíblicos de Verbo Divino que tanta, tan enjundiosa, docta e inteligible doctrina imparte y reparte por esos pueblos de Dios «El evangelio de Marcos, a la luz del planteamiento pedagógico que del mismo ofrece José Luís Sicre, da la impresión de ser como más ‘evangelio’ y como más ‘de san Marcos'»
17.12.2020 Antonio Aradillas
“Hace años, me pidió un alumno que le aconsejara algún libro para preparar las homilías del domingo. Medio en broma le respondí: “lee el evangelio cinco o diez veces. Si al final no se te ocurre nada, no tengas homilía”. En esta respuesta hay algo de verdad y bastante de exageración. Es cierto que la homilía debe ser fruto de la reflexión y de la oración personal. Pero también lo es que muchos textos del Antiguo Testamento, de las cartas, de los evangelios son complicados y requiere una ayuda para no inventar lo que no dicen…”
Así, con sencillez evangélica, con naturalidad sobrenatural, narra y describe el autor la historia de este volumen -458 páginas- que enriquece la colección “Estudios Bíblicos” de la Editorial Verbo Divino –EDV- que tanta, tan enjundiosa, docta e inteligible doctrina imparte y reparte por esos pueblos de Dios, tanto directa como indirectamente al laicado, y mediante los sacerdotes que preparan homilías y sermones, sirviéndose de sus títulos de sus catálogos bibliográficos, todos ellos “palabras de Dios”.
“Esta obra, insiste su autor, nació dirigida a matrimonios amigos para ayudarlos a entender mejor las lecturas del domingo. Poco a poco se fueron difundiendo también entre sacerdotes que las utilizan para preparar sus homilías”
El título completo del libro es “El evangelio de Marcos- Comentario litúrgico al ciclo B y guía de lectura”, y su autor es José Luís Sicre Díaz, jesuita, doctor en Sagrada Escritura “por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, -como Dios manda y no podía dejar de ser de otra manera-, profesor de Teología de la Universidad de Granada y de la misma Facultad en la de san Miguel de Buenos Aires, a la vez que actual director del “Comentario teológico y literario de la Nueva Biblia Española”
En la parte primera del libro –“Introducción al evangelio de Marcos”, desvela los contenidos imprescindibles para la mejor interpretación por parte de los lectores, tales como lo referente al “Autor, del evangelio de Marcos, la obra, motivos que impulsó al autor a escribir el evangelio, destinatarios, fecha y lugar de redacción, estructura del evangelio, el secreto mesiánico de Marcos…”
A título de ejemplo, y sin haberlo pensado en demasía, y como para catar lo que es, contiene y significa el nuevo libro de EVD, yo le le prestado atención, en las páginas 315 y ss. al comentario del domingo XXX, intitulado “El mendigo que no quería dinero”, personaje encarnado en el protagonista el ciego conocido como Bartimeo.
De verdad que el evangelio de Marcos, a la luz del planteamiento pedagógico que del mismo ofrece José Luís Sicre, da la impresión de ser como más “evangelio” y como más “de san Marcos