Dina Argueta: «Es lamentable que el presidente Bukele desconozca la historia de este país y se niegue a reconocer el legado de Rutilio»
Entrevista a Dina Argueta, diputada de la Asamblea Legislativa
Este 22 de enero serán beatificados en El Salvador el padre Rutilio Grande S.J. junto con los laicos Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, asesinados el 12 de marzo de 1977 y fray Cosme Spessotto O.F.M. asesinado el 14 de junio de 1980
¿Por qué los diputados de la bancada gubernamental que respalda el presidente Bukele acaba de negar los votos para que la asamblea emita un pronunciamiento en el marco de la beatificación del Padre Rutilio Grande, Cosme Spessotto, Nelson Lemus y Manuel Solorzano?
¿Por qué el presidente de la Republica Bukele rechaza la opción preferencial por los pobres de San Romero y del beato Rutilio Grande, que inspira la encíclica “Fratelli Tutti” del Papa Francisco?
Por | Cristiano Morsolin
Este 22 de enero serán beatificados en El Salvador el padre Rutilio Grande S.J. junto con los laicos Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, asesinados el 12 de marzo de 1977 y fray Cosme Spessotto O.F.M. asesinado el 14 de junio de 1980.
Los diputados de la bancada gubernamental que respalda el presidente Bukele acaba de negar los votos para que la asamblea emita un pronunciamiento en el marco de la beatificación del Padre Rutilio Grande, Cosme Spessotto, Nelson Lemus y Manuel Solorzano
Un terremoto político según el cardenal Rosa Chávez
“Un terremoto político”. Así resumió el cardenal Gregorio Rosa Chávez la situación de El Salvador desde la asunción del presidente de la Republica, Bukele al poder y, sobre todo, después del golpe que sus seguidores en la Asamblea Nacional asestaron al Poder Judicial el día 1 de mayo de 2021.
“En este momento no funcionan las instituciones democráticas, no hay una separación de poderes y la cultura democrática. Esto debe cambiar…el país está con una gran convulsión política, una crisis política muy grave porque no tenemos en este momento un Estado de Derecho que funcione, no tenemos independencia de poderes, no tenemos una figura política en quien confiar, no tenemos una ley que tengamos que respetar, hay un temor muy grande que no haya ley ni orden, por tanto, no hay justicia verdadera”, denunció el purpurado en declaraciones que recogió el portal oficial católico Vatican News (1).
El cardenal lamentó que “no hay tolerancia con quien piensa diferente, entonces hay mucho temor, mucha ansiedad, mucha incertidumbre, mucha preocupación …”.
El jesuita Rodolfo Cardenal subrayó que “cada día y de manera acelerada en el país, el dilema democracia-autocracia se decantó por la autocracia o, mejor dicho, por la instauración de una dictadura. Bukele ha dejado a un lado las prácticas democráticas y el respeto al Estado de Derecho y ha optado por el conflicto permanente, en donde ya no se dialoga con los adversarios políticos, sino que se les trata como enemigos que deben eliminarse (Iturbe). En esto se parece mucho a otros dictadores que consideraban como enemigos del pueblo a todo aquel que no comulgaba con sus ideas y, también se parece al mayor Roberto d’Aubuisson (considerado el asesino de Mons. Oscar Romero) que consideraba a sus adversarios como “delincuentes terroristas” que debían ser eliminados” (2).
Cardenal Czerny recuerda al mártir Rutilio Grande
La celebración del XXXII aniversario de los mártires jesuitas asesinados por militares salvadoreños durante la Guerra Civil que asoló al país centroamericano (1980-1992) ha centrado una carta del cardenal Michael Czerny en recuerdo de los seis sacerdotes y dos mujeres ejecutados el 16 de noviembre de 1989.
En la misiva, el purpurado checoslovaco-canadiense, actual Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, se ha congratulado también de la beatificación de los religiosos Rutilio Grande, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus, asesinados en 1977, y del franciscano Cosme Spessotto, asesinado también en 1980 en sendos episodios de enfrentamiento con los poderes militares y guerrilleros de la época.
«El asesinato de Rutilio Grande tuvo una importancia fundamental para San Oscar Arnulfo Romero, entonces arzobispo de San Salvador, quien pasó gran parte de la noche del velatorio frente al cadáver de Rutilio, a quienes unía una larga amistad en el Señor. El asesinato de Rutilio impactó también la conciencia de nuestros mártires que hoy celebramos. Experimentaron una profunda conmoción por los sucesos de Aguilares [localidad en la que murieron los tres sacerdotes], y algunos incluso aumentaron su cercanía y compromiso con los pobres después del martirio. Rutilio visitaba con frecuencia la residencia universitaria de la UCA, y con su estilo jocoso y simpático les llamaba con cariño ‘Los maestros de Israel’», explicó Czerny en la carta.
El cardenal, en este sentido, evocó la memoria de los 53 santos y 152 beatos jesuitas –de los cuales 24 y 145 son mártires, respectivamente–, y aprovecha la efeméride para hacer un repaso a la dramática situación que vive actualmente el país centroamericano. «No podemos olvidar en este XXXII aniversario el grave deterioro de la vida de los pobres en El Salvador, afectados por la pandemia y la miseria, la cual se acentuará por el alto costo de la vida y por la pérdida de la autosuficiencia alimentaria provocada en buena parte por el deterioro ambiental, y afectados también por el debilitamiento de las instituciones políticas y la creciente confrontación social. Los análisis y los editoriales de la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas) dan luz abundante para entender la coyuntura y orientarse sabiamente en la práctica política».
En último lugar, Czerny hizo un llamamiento a «descentralizar la Iglesia» y «empujarla hacia las periferias». «La Iglesia debe caminar unida, llevando sobre sí el peso de lo humano, tendiendo el oído al grito de los pobres, reformándose a sí misma y su acción, escuchando ante todo la voz de los anawim que fueron el centro del ministerio público de Jesús», apuntó el Cardenal Czerny (3).
San Oscar Romero no es marxista
Escribe el mártir San Oscar Romero en el libro Si me matan, resucitaré en el pueblo. Inéditos 1977-1980 (Ed.EMI, 2015) : «Otra manera de acusar a la Iglesia de infidelidad es tratar de hacer pasar por marxista la acción de la Iglesia cuando ésta recuerda los más elementales derechos humanos y pone todo su poder institucional y profético al servicio de los pobres y los débiles».
Y rechaza imputaciones: «La Iglesia está siempre interesada sólo en defender los derechos fundamentales de la persona en el ejercicio de los bienes materiales. La mueve el interés ético de la fe. A la Iglesia no le interesa ninguna ideología», añade. «Ni siquiera el actual sistema capitalista y materialismo práctico», reafirma Romero.
«Cuando la Iglesia trata de ser levadura, sal y luz en medio de tanta oscuridad y tanta podredumbre, es atacada en la vida de sus sacerdotes», sentenció Mons. Oscar Romero, Arzobispo de San Salvador.
«Romero es como un protomártir, un mártir de la era contemporánea, un pastor que ha dado la vida por su pueblo”, aseguró el arzobispo italiano Vincenzo Paglia, promotor de la causa de canonización del prelado salvadoreño Oscar Romero.
El poderoso «lobby” de la Iglesia latinoamericana conservadora estaba aliado con la Curia Romana para oponerse a la beatificación y logró detener su beatificación por mucho tiempo. Pero ese «lobby” ha perdido peso o ha desaparecido tras casi 20 años de proceso, dijo la agencia AFP.
«Hubo muchas incomprensiones tanto en El Salvador como en el Vaticano. Hasta decían que las homilías (de Romero) se las escribían otros”, contó Paglia.
El diario italiano Corriere della Sera recordó la batalla que desató el fallecido cardenal ultraconservador colombianoAlfonso López Trujillo (presidente por varias décadas del Pontificio Consejo para la Familia, hasta su muerte en 2008) contra su beatificación, porque temía que ello ampliara el apoyo a la Teología de la Liberación, como documentado en el libro de Cristiano Morsolin “Construyendo puentes entre la teología y la emancipación de los pueblos. Introducción al pensamiento crítico de François Houtart “ (Cetri, Louvain, 2020) (4).
San Óscar Arnulfo Romero no se comprende sin Rutilio Grande
San Óscar Arnulfo Romero no se comprende sin Rutilio Grande, sostuvo en 2019 el jesuita Rodolfo Cardenal, biógrafo de Grande y parte del equipo de su causa de beatificación.
En una ponencia en Roma, Cardenal destacó las coincidencias entre estos amigos: provienen de familias pobres rurales, nacieron en pueblos pequeños, ingresaron jóvenes al seminario menor. Rutilio terminó su ministerio en marzo de 1977, cuando fue asesinado, mientras Romero iniciaba el suyo, en febrero, como arzobispo de San Salvador.