El derecho humano al agua

Delegación amazónica en la Conferencia del Agua: La Iglesia tiene que priorizar el derecho humano al agua

Delegación de la Amazonía en la ONU

“Días de generación de espacios de diálogo, presentación de propuestas, y socialización de investigaciones que nos alertan sobre la desprotección y vulneración del derecho humano al agua limpia y segura”

La CEAMA llevó “un mensaje de esperanza, un mensaje que recoge esos clamores de la Tierra y esos gritos estentóreos de los más pobres y los más humildes”

“Garantizar la presencia de la iglesia y los procesos que puede ofrecer a nivel de promoción, defensa y exigibilidad de derechos humanos»

Los representantes del teritorio «dieron a conocer “las vulneraciones que se cometen y que impiden garantizar el derecho humano al agua para todos los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales”

“No despilfarrar este bien común, donde busquemos proteger este don de Dios con una visión clara de equidad y justicia”

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Como “días de generación de espacios de diálogo, presentación de propuestas, y socialización de investigaciones que nos alertan sobre la desprotección y vulneración del derecho humano al agua limpia y segura”, califica el comunicado emitido por una delegación de representantes de la Amazonía la Conferencia sobre el Agua de Naciones Unidas que se realizó de 22 al 24 de este mes de marzo en Nueva York.

Presencia de la CEAMA

Dentro de la delegación se encontraba la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), representada por su presidente, el Cardenal Pedro Barreto, y dos de sus vicepresidentes, Patricia Gualinga y Mauricio López. Una presencia que quiere “ratificar esta visibilidad de la importancia que tiene el agua para el mundo”, consecuencia de la escucha “del clamor de miles de hermanos y hermanas que no tienen acceso al agua limpia, al agua potable y al saneamiento”, según el presidente de la CEAMA.

Una oportunidad para hacer presente “la voz de aquellos que están exigiendo el cumplimiento de este derecho humano”, en palabras del Cardenal peruano. La Conferencia Eclesial de la Amazonía, según el purpurado, se ha hecho presente en las Naciones Unidas con “un mensaje de esperanza, un mensaje que recoge esos clamores de la Tierra y esos gritos estentóreos de los más pobres y los más humildes”. El cardenal Barreto ha llamado a “unirnos todos por la causa de la vida y del cuidado de nuestra casa común, y sobre todo para ir construyendo la familia que Dios quiere que seamos, una familia unida, una familia donde nadie quede rezagado y excluido”.

Denunciar la brecha de la desigualdad en el acceso al agua

Como recoge el comunicado conjunto de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús de América Latina (AUSJAL), el Programa Universitario Amazónico (PUAM), y el Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro (IDGCE), se ha confirmado que “un cuarto de la población mundial  no tiene posibilidades a un acceso pleno y real al derecho humano del agua”, lo que muestra “cómo se sigue acrecentando la brecha de desigualdad en la calidad de acceso al agua para las poblaciones históricamente excluidas”.

Recordando las palabras del Papa Francisco en Laudato Si, donde se habla de “la existencia de la pobreza del agua social (LS – 28), una pobreza que amenaza particularmente a las cuencas del Congo y la Amazonía”, la Conferencia del Agua ha querido “garantizar la presencia de la iglesia y los procesos que puede ofrecer a nivel de promoción, defensa y exigibilidad de derechos humanos a través de la Escuela de Derechos Humanos de REPAM, como también otras instancias eclesiales que se encuentran en la Panamazonía”.

Una conversión ecológica estructural

Igualmente, desde la CEAMA se quiere “invitar a una conversión ecológica estructural, como también a los desafíos y urgencias que se plantean desde las universidades católicas y la propuesta de un Programa Universitario Amazónico (PUAM), resultante del Sínodo sobre la Amazonía, que se adapte a sus dificultades, y que tome como base experiencias formativas que ya están trabajando en la perspectiva de gobernanza local del agua, como lo es el Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro”.

En la Conferencia se han hecho presentes, como recoge el comunicado, las voces de los territorios, del Pueblo Sarayaku (Ecuador) y de Cáritas Madre de Dios (Perú), que dieron a conocer “las vulneraciones que se cometen y que impiden garantizar el derecho humano al agua para todos los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales”. Entre las causas están “el aumento de la frontera extractiva en la Panamazonía, las actividades ilegales como la tala y la minería, o los derrames petroleros, la combustión de los gases tóxicos producto de la explotación del petróleo son entre las principales causas que contaminan los ríos, igarapés y afluentes del Amazonas, y que ponen en riesgo la vida de todas las comunidades que dependen de ellos para su subsistencia”.

Implicarse como Iglesia en el cuidado del agua

Ante esta realidad el comunicado insiste en que “es una prioridad y urgencia que podamos enfocarnos como iglesia en los territorios, desde las redes regionales existentes de defensa y justiciabilidad, las universidades, y los institutos especializados para priorizar un enfoque del derecho humano al agua desde una mirada intersectorial, interrelacionada y holística con enfoque basado en los derechos humanos para el logro de las necesarias políticas públicas que le den soporte”.

Todo ello porque “el acceso al agua no es solamente una necesidad material que garantiza la vida de todo ser, es sobre todo puente y relacionamiento con dimensiones culturales y espirituales de los pueblos indígenas”. Junto con ello se destaca “la urgencia en el fortalecimiento socio organizativo que permita incidir y fiscalizar políticas de saneamiento y manejo de los recursos hídricos adaptadas a sus realidades”.

No despilfarrar el agua

Para defender los lugares donde existan intereses extractivos, el comunicado ve que “es imperativo garantizar y respetar la ineludible consulta previa, libre e informada para no vulnerar a los territorios y a sus pueblos”. También se aboga por una administración que lleve a “no despilfarrar este bien común, donde busquemos proteger este don de Dios con una visión clara de equidad y justicia”, todo ello en vista de que “las futuras generaciones puedan acceder al consumo adecuado del agua limpia y segura”.

Por todo ello, los firmantes agradecen al Papa Francisco “por animarnos a seguir sumando esfuerzos de manera articulada, en unidad en la diversidad, y en sinodalidad, donde podamos ser cauce como un río de esperanza en un mundo donde se clama por agua y por vida, y vida plena”, recordando, en palabras de Laudato Si, que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental”.

Aportes de la Iglesia Amazónica a la Fase Continental

Los siete grandes aportes de la Iglesia amazónica a la “fase continental” del Sínodo

Vida Nueva hace un repaso de las propuestas que han hecho Ceama y Repam al Sínodo de la sinodalidad 2021-2024

La Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) y la Red Eclesial Panamazónica (Repam) han compilado en siete grandes puntos sus contribuciones a la etapa continental del Sínodo de la sinodalidad 2021-2024.

Así han informado ambas secretarías generales de estas instancias. Señalaron que tras participar en la primera etapa sinodal, cuyos aportes integraron a las síntesis locales de las conferencias de obispos, también han hecho un ejercicio particular para la etapa continental.

Adicional mencionaron que están participando de las asambleas regionales de países andinos y el cono sur, organizadas por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).

Los representantes de la Ceama y Repam detallaron que los aportes que hacen a esta etapa continental contienen “una visión de conjunto de la rica experiencia vivida en el proceso del Sínodo Amazónico”.

Además de “la vida de las Iglesias de la región registrada en el proceso de escucha, así como de los tres documentos del Sínodo – el Instrumentum Laboris, el Documento Final y la Exhortación Apostólica “Querida Amazonía”.

Al hacer un paralelismo con el Documento para la Etapa Continental del Sínodo han derivado tres dimensiones que conforman un aporte específico y sui generis de la Amazonía a la Iglesia: a) Intuiciones y experiencias nuevas; b) Tensiones e interrogantes; c) Prioridades y llamadas a la acción.

1. Arraigo a viejos modelos

En el primer punto han planteado “la conversión de la Iglesia y salida a las periferias”, por ello, urge una conversión integral y frente a esa exigencia “la gran dificultad es: desinstalarse de la acomodación para ser una Iglesia en salida”.

El problema radica en “el arraigo a viejos modelos del pasado, la vigencia de la pastoral de conservación (Med 6.1), el clericalismo y el peso de estructuras caducas, todo ello respaldado en el miedo de avanzar y de crear lo nuevo que nos permita convertirnos”.

Para la Iglesia en Amazonía, como plantea Francisco en Laudato Si’, “la conversión integral implica: dejar brotar todas las consecuencias del encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea”.

2. Iglesia con rostro propio

“Iglesias Locales con rostro y corazón propios, encarnadas en la realidad de sus pueblos”, es el segundo punto que han planteado Ceama y Repam, en el que han recordado que durante el Sínodo amazónico escucharon “el clamor de sus pueblos por una Iglesia con rostro amazónico, encarnada y configurada en sus culturas, sujeto de una evangelización inculturada y en el diálogo intercultural”.

En este aspecto han destacado “la Reforma de la Curia romana fue un paso importante en esta perspectiva, pero todavía sin consecuencias concretas en las Iglesias Locales y sus organismos”.

Por ahora, el objetivo es “implementar una mayor inculturación de la fe y de la Iglesia, en especial de las Iglesias Locales, tal como se está haciendo realidad en el post-Sínodo de la Amazonía, para que cada vez más adquieran un rostro propio y una configuración institucional encarnada en su contexto”.

3. La Iglesia tiene un género: los bautizados

En el tercer punto, han planteado “Una Iglesia toda ella ministerial e inclusiva en especial de las mujeres”, que sin duda sigue siendo “una tarea pendiente” para ello dejan bien claro que “la Iglesia es conformada por un único género de cristianos – los bautizados, de donde brotan todos los ministerios, incluidos los ministerios ordenados”.

Para lo que proponen implementar “una Iglesia toda ella ministerial, pues en gran medida la vida de la Iglesia continúa todavía centralizada en el presbítero y en la parroquia”, lo que implica “un mayor fortalecimiento de las comunidades eclesiales en el ámbito de las parroquias”.

Si bien el tema del clericalismo y el patriarcado van unidos, señalaron que es hora de desactivarlos. Admitieron que ‘diaconado de mujeres’ “no fue objeto de decisión en el Sínodo, pero el Papa –en el Documento final – habló que iba continuar estudiando esta posibilidad”.

Junto con esta petición está la necesidad de la creación de ministerios para fuera de la Iglesia, dado que la misión de los cristianos, sobre todo, es en el mundo”. Lamentan que “los pocos ministerios que se tiene son todavía todos para el interior de la Iglesia, lo que también dificulta romper con una Iglesia autorreferencial. Es urgente multiplicar el número de ministerios, para dentro y para fuera de la Iglesia, sobre todo para el laicado”.

4.- Superar la concepción jerárquica

Sobre el cuarto punto: “Una Iglesia sinodal anclada en estructuras de comunión” han explicado que “la sinodalidad supera una concepción jerárquica de la Iglesia y hace caduco todo tipo de estructuras que impiden la efectiva participación de todos los bautizados”.

Por supuesto, para desmontar este paradigma jerárquico urge “la conversión pastoral” que lleva a “la conversión de las estructuras verticalistas y discriminatorias en organismos inclusivos, que propicien relaciones de igualdad y corresponsabilidad”.

Inclusive en el proceso de escucha del Documento para la Etapa Continental está nuevamente el asunto, por tanto, la invitación es beber de las fuentes de Vaticano II como también de la Exhortación Querida Amazonía y la Constitución Praedicate Evangelium, que plantean que “el poder en la Iglesia, que es un poder-servicio, se asienta sobre el Bautismo, en la corresponsabilidad de todos los bautizados, y no sobre el sacramento del Orden”.

5. Por la sinodalidad eclesial

“La sinodalización de las Conferencias Episcopales”, es el quinto pedido de la Iglesia amazónica “en coherencia con la eclesiología del Concilio Vaticano II, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, el Sínodo de los Obispos dejó de ser un sínodo de obispos, para ser un Sínodo de la Iglesia”.

Al respecto, el proceso sinodal “situó la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, sin con esto negar el rol específico del Obispo, ni de los organismos de ejercicio de la colegialidad en una región”.

“El ministerio episcopal se sitúa en el seno del Pueblo de Dios y no sobre él, como camino y misión, de la misma forma que los organismos de ejercicio de la colegialidad episcopal, como son las Conferencias Episcopales”, han dicho.

Para que la sinodalización de los obispos sea efectiva requiere “la efectiva la participación de todos los bautizados” incluidas las periferias, las mujeres y los jóvenes, “no solo en los procesos de escucha y discernimiento, sino igualmente en los procesos de tomas de decisión, tanto en el ámbito diocesano, como nacional y continental”.

6. Promover la ecología integral

Uno de los puntos infaltables y que ocupa el puesto seis fue “la ecología integral como una dimensión esencial de la evangelización”. En primer lugar, han reconocido la cosmovisión indígena desde una perspectiva integradora

Para la Ceama y Repam los pueblos originarios “tienen una vivencia armónica con la naturaleza, que es modelo para la humanidad y horizonte de una evangelización que integre la ecología integral como una dimensión esencial y transversal”.

Advierten que “frente a la actual crisis climática, es injustificable la débil sensibilidad ecológica en los medios eclesiales, el silencio y la omisión de los cristianos, así como de la sociedad civil frente a una economía que destruye la naturaleza y pone en riesgo la vida humana y sus ecosistemas”.

Por tanto, han insistido en la creación de ministerios especiales para el cuidado de la “Casa Común” y “la promoción de la ecología integral en todas las jurisdicciones eclesiásticas” tal como se ha propuesto en el Sínodo de la Amazonía.

7. Una sociedad humana y justa

El último punto de la Ceama y la Repam tiene que ver con “una Iglesia compañera de camino de toda la humanidad”. Han tomado como referencia la imagen propuesta en la fase continental del sínodo de “ensanchar la tienda”.

Todo ello implica “un diálogo sincero y respetuoso” como “puente para la construcción del Reino de Dios” y comprender que las culturas de los pueblos indígenas está sustentado en el buen vivir.

En este sentido, resulta clave cultivar relaciones “sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir. Es necesario amar las raíces y cuidarlas”, al tiempo que”es necesario que la Iglesia acompañe a la humanidad en sus crisis, en sus situaciones de pobreza, en ser apoyo en la reivindicación de sus derechos y promover acciones para la transformación de una sociedad más humana y justa”.

Sin embargo, han lamentado que “hoy en la Iglesia hay grupos eclesiales de corte tradicionalista con una postura apologética frente al mundo, que se están oponiendo abiertamente a la renovación conciliar y al magisterio del Papa Francisco”.

Frente a esto, cabe preguntarse “en qué medida el Concilio es conocido y asumido. La formación de los futuros presbíteros precisa ser revisada”, incluida la formación del laicado, vida consagrada “sin olvidar a los diáconos permanentes, o a través de una pastoral de conjunto que impulse procesos de evangelización capaces de situar la Iglesia en el seno de la sociedad pluralista”.

Mensaje del Cardenal Hummes

Cardenal Hummes: “Concretar la sinodalidad del proceso como metodología eclesial”

Cardenal Hummes
Cardenal Hummes

“Caminar juntos, respetando nuestras legítimas diferencias, y manteniéndonos en red entre nosotros y en alegre y real comunión con nuestro querido Papa Francisco”

«Ser una «Iglesia en salida», que “rompe los muros y construye puentes para llegar y escuchar a todos, con prioridad a los pobres

«Hacer realidad una pastoral misionera de una Iglesia que busca no sólo a las comunidades humanas y a las personas, sino a toda la creación, a la naturaleza, en una ecología integral

Importancia del trabajo diario en las comunidades locales, insistiendo que “es ahí donde debemos escuchar a las bases y con ellas elaborar y concretar lo básico de lo que nos pide todo este proceso sinodal

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Retomar e implementar las tareas de la CEAMA para 2022, “en favor de la misión de la Iglesia en nuestra querida PanAmazonía”. Ese ha sido el propósito del mensaje en video lanzado por el cardenal Claudio Hummes, presidente de la entidad.

En un camino legitimado e iluminado por el Sínodo para la Amazonía y sus documentos orientadores, así como la creación y el reconocimiento canónico de la CEAMA, el purpurado brasileño llama a “caminar juntos, respetando nuestras legítimas diferencias, y manteniéndonos en red entre nosotros y en alegre y real comunión con nuestro querido Papa Francisco”.

Para el presidente de la CEAMA, la sinodalidad debe ser la metodología eclesial, en la que todos participan, buscando ser una «Iglesia en salida», que “rompe los muros y construye puentes para llegar y escuchar a todos, con prioridad a los pobres”, insistiendo en llegar a los indígenas y con ellos buscar los avances necesarios.

CEAMA

El cardenal Hummes ha llamado a “socializar lo que hace cada comunidad e inspirar a las demás en su propio trabajo”, recordando la necesidad de “elaborar y poner en práctica un Plan Pastoral Conjunto”, algo que ya se está haciendo y que “quiere hacer realidad una pastoral misionera de una Iglesia que busca no sólo a las comunidades humanas y a las personas, sino a toda la creación, a la naturaleza, en una ecología integral”.

También hace una llamada a la preservación del medio ambiente y a “desarrollar un espíritu y una práctica sinodales” en las comunidades. Destaca la urgencia de formar a los futuros pastores indígenas ordenados y anima a los obispos a avanzar en el camino de la inculturación de la fe. Va citando otras necesidades, como la creación de una Universidad Católica Panamazónica, insistiendo en el apoyo del CELAM y de la REPAM.

Finalmente destaca la importancia del trabajo diario en las comunidades locales, insistiendo que “es ahí donde debemos escuchar a las bases y con ellas elaborar y concretar lo básico de lo que nos pide todo este proceso sinodal

Mensaje del presidente de la CEAMA a la Asamblea Eclesial

  

Cardenal Hummes: «Tiempos difíciles, pero también abiertos a innovaciones y nuevos sueños» 

Cardenal Cláudio Hummes

 Una Iglesia sinodal, «una institución pastoral y misionera, constituida no sólo por obispos, sino también por representantes de las demás categorías del pueblo de Dios» 

«La Iglesia está en la Amazonía no como los que tienen las maletas en la mano para irse después de haber explotado todo lo que pudieron» 

«El Papa puede ahora constituir Conferencias eclesiales en cualquier otra parte de la Iglesia en el mundo» 

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica 

Un mensaje inspirador de alguien a quien Mauricio López se refirió como «un embajador del desborde del Espíritu«. El cardenal Claudio Hummes se dirigió a los participantes de la Asamblea Eclesial reconociendo que «los tiempos actuales son difíciles, desafiantes, pero también abiertos a las innovaciones y a los nuevos sueños«. Un ejemplo de estos nuevos sueños es esta Asamblea Eclesial, insistió el presidente de la CEAMA. 

El cardenal Hummes recordó la homilía de la misa que el Papa Francisco celebró poco después de su elección con los cardenales del Cónclave, que se basó en las palabras camino y caminar. El Papa insistió en derribar muros y tender puentes para salir, para encontrarse con las periferias y con ellas construir «caminos eclesiales, caminos sinodales«. Caminos que formaban parte de la Iglesia primitiva, retomados en el Concilio Vaticano II y sostenidos en el sensus fidei y el sensus fidelium. 

Una Iglesia sinodal, «una institución pastoral y misionera, constituida no sólo por obispos, sino también por representantes de las demás categorías del pueblo de Dios«. El cardenal recordó el largo proceso para llegar a esta Asamblea, refiriéndose al proceso vivido en el Sínodo para la Amazonia, donde se fue «al encuentro de todos, pero especialmente de los más sufrientes y pobres de las periferias geográficas y existenciales de la Panamazonía con el objetivo de escuchar, escuchar y escuchar». 

El presidente de la CEAMA también recordó las palabras del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud de 2013, donde habló de que «la Iglesia está en la Amazonía no como los que tienen las maletas en la mano para irse después de haber explotado todo lo que pudieron». El Papa llamó a consolidar «el rostro amazónico de la Iglesia«, pidiendo audacia y valentía para ello. Todo ello se ha concretado con la creación de la REPAM, un proceso que fue explicado por el cardenal Hummes, y que el cardenal ve como el germen de esta Asamblea Eclesial, «en la que no sólo participan y deciden los obispos, sino todo el pueblo de Dios, según el Concilio Vaticano II». 

Su presidente, también recordó la creación de la CEAMA, aprobada canónicamente por el Papa Francisco el 9 de octubre, que el cardenal Hummes define como «ese punto firme irreversible», para toda la Iglesia. «El Papa puede ahora constituir Conferencias eclesiales en cualquier otra parte de la Iglesia en el mundo«, insistió. Esto es visto como «¡un avance extraordinario!», mostrando el deseo de la CEAMA de «participar plenamente en esta nueva etapa de la Iglesia en América Latina y el Caribe en términos de una Iglesia Sinodal, que se nutre de las grandes propuestas de Aparecida y del Vaticano II». 

Unidos por Haití

La Iglesia de América Latina y el Caribe, unida por Haití

Buscan recaudar fondos  y articular acciones en favor de los haitianos a través de la campaña ‘Juntos por Haití’

‘Juntos por Haití’ es el nombre de la campaña que varias organizaciones eclesiales de América Latina y el Caribe han iniciado para unir esfuerzos frente a la emergencia y a la crisis en el país caribeño.

Las organizaciones que encabezan esta iniciativa son el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR), la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), Cáritas Latinoamérica, con el apoyo de la Red Clamor, la Red Eclesial Panamazónica (Repam) y la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama).

Acciones pastorales conjuntas

En un comunicado, han explicado que las organizaciones gestionarán donaciones a través de sus Conferencias Nacionales y/o Federaciones en los medios y las cuentas establecidas para tal fin, mientras que Cáritas Latinoamérica “ofrecerá los apoyos técnicos y operativos”.

“Invitamos al Pueblo de Dios que peregrina en nuestro continente y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a sumarse a esta iniciativa solidaria con generosidad, creatividad y audacia”, han expresado.

Además han indicado que “deseamos desarrollar acciones pastorales conjuntas para responder a la emergencia actual y encaminadas a la reconstrucción del tejido social, a la puesta en marcha de acciones humanitarias para el cuidado de la vida, y a apoyar la misión evangelizadora de la Iglesia haitiana”.

El Sínodo de la sinodalidad echa a andar…

El Sínodo de la Sinodalidad echa a andar con tres comisiones en las que participan cuatro españoles
Cristina Inogés será parte de la Comisión Metodológica junto a cinco laicos, una religiosa y dos religiosos
Carmen Peña, Eloy Bueno y Santiago Madrigal se suman a la Comisión Teológica, formada por 25 personas
La Comisión Asesora está copada por cuatro italianos a los que acompaña una laica alemana

El Sínodo de los Obispos comienza a armar su XVI Asamblea General Ordinaria con el tema ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’. Prevista inicialmente para octubre de 2022 y pospuesta a 2023, la Secretaría General ha propuesto una modalidad inédita que se articulará en tres fases, entre octubre de 2021 y octubre de 2023: fase diocesana, fase continental y fase de la Iglesia Universal. Para echar a andar, han nombrado una Comisión Teológica, una Comisión Metodológica y una Comisión Asesora. Seguir leyendo

La Conferencia eclesial de la Amazonía

La Conferencia Eclesial de la Amazonía, modelo de sinodalidad en la Iglesia»

Cardenal Hummes: «También el pueblo sabe hacia dónde sopla el Espíritu Santo»

«Los fieles también saben lo que la fe nos dice sobre cómo vivir la fe en los tiempos actuales y de cara al futuro«

«En el bautismo todos reciben el Espíritu Santo que les da ese sentido de la fe»

El 29 de junio de 2020 se creó la CEAMA, que aún sin estar aprobada canónicamente ha estado trabajando para poner en práctica el Sínodo en el territorio

«Es un trabajo en red, con todas las culturas, con todos los países»

«Es el Espíritu Santo el que renueva la Iglesia, pero a través de esta sinodalidad, este sentido de la fe que da al Pueblo de Dios la capacidad de participar en este proceso»

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

«La Conferencia Eclesial de la Amazonía, modelo de sinodalidad en la Iglesia«. Este fue el tema del webinar organizado por el Grupo de Investigación de Teología y Pastoral de la Facultad Jesuita de Belo Horizonte, en colaboración con el Centro Loyola, el Instituto Santo Tomás de Aquino y la PUC Minas.

El evento, dirigido por el Padre Geraldo de Mori y el Hermano Denilson Mariano, forma parte del proyecto Tejiendo Redes, diálogos online sobre Teología Pastoral. El invitado fue el Cardenal Claudio Hummes, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía

El Cardenal Hummes comenzó diciendo que, a petición del Papa Francisco, «no es una conferencia episcopal, es una conferencia eclesial«, que incluye a todos los que forman parte del Pueblo de Dios. Estamos ante la única conferencia de este tipo en el mundo, subrayó el Cardenal Hummes, afirmando que «quiere ser una inspiración para toda la Iglesia en cuanto a un camino de sinodalidad, que hoy es de hecho el camino que la Iglesia quiere recorrer hacia su futuro».

Es necesario entender lo que es, según el cardenal, sabiendo que incluso actuando sigue esperando el reconocimiento canónico de Roma, siguiendo las directrices del Papa Francisco. El estatuto que se está elaborando está tardando porque será un modelo para otras conferencias eclesiales de todo el mundo, insistió el presidente de CEAMA. Presentó la historia del CEAMA, a partir de la Conferencia de Aparecida, donde el Papa Francisco comenzó a darse cuenta de la importancia de la Amazonía, siendo arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Comisión de Redacción, de la que también formaba parte el Cardenal Hummes.En el Documento de Aparecida, recordó el purpurado, hay cuestiones que se refieren a la Amazonía, sobre el cuidado del medio ambiente, pero también sobre la creación de una Iglesia con rostro amazónico, una Iglesia inculturada, una Iglesia que sepa aportar elementos de las culturas de los pueblos, una Iglesia que sepa formular un plan pastoral para toda esta región, formada por nueve países y muchas culturas, pero que también respete las diferencias, un trabajo que debe revisarse continuamente, algo dinámico, un proceso.

La Iglesia en Brasil, siguiendo las reflexiones del Concilio Vaticano II, de una Iglesia como Pueblo de Dios, una Iglesia misionera, una Iglesia inculturada, ha ido asumiendo esto, siguiendo las directrices del Documento de Santarém en 1972, y siendo discutido cada año en las Asambleas de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB). A principios del milenio, la CNBB creó una Comisión Episcopal Especial para la Amazonía, que él mismo preside desde su regreso a Brasil tras ser Prefecto de la Congregación del Clero. Durante su presidencia visitó 34 diócesis y prelaturas de la Amazonía, visitando las comunidades locales, conociendo las dificultades de la Iglesia en la Amazonía.

Poco a poco, el cardenal vió la necesidad de crear redes, que sacaran a las comunidades del aislamiento para resolver juntas los grandes problemas, a menudo similares. En esta coyuntura se creó la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en septiembre de 2014, donde «todos empezaron a darse la mano», comenzando a visitar, escuchar, planificar juntos, dialogar y hablar sobre cómo ser una Iglesia inculturada, con rostro amazónico, como había sugerido Aparecida. Fue algo que el Papa Francisco apoyó y bendijo desde el principio.De ahí nació la idea de un Sínodo para la Amazonía, que se celebró en octubre de 2019. El Cardenal Claudio Hummes destacó la importancia del Documento Final y de la Querida Amazonía, que son los sueños del Papa Francisco a partir de todo lo que se había formulado hasta aquel momento. El cardenal define la preparación del Sínodo para la Amazonía como «un gran ejercicio de sinodalidad«, en el que la REPAM escuchó a las comunidades para elaborar el Instrumento de Trabajo.

«Allí vimos cómo el pueblo quiere hablar, cómo el pueblo quiere ser escuchado«, según el presidente de la CEAMA, insistiendo en que «el pueblo también sabe hacia dónde sopla el Espíritu Santo«, una expresión del «sensus fidei», que «los fieles también saben lo que la fe nos dice sobre cómo vivir la fe en los tiempos actuales y de cara al futuro«. Insistió en la necesidad de que los obispos escuchen a la gente, a las familias, porque «en el bautismo todos reciben el Espíritu Santo que les da ese sentido de la fe», algo que considera fundamental para la sinodalidad, que «se basa en esto de verdad», en que el Pueblo de Dios muestre cómo ser discípulos misioneros hoy y se santifique.

Una de las propuestas del Sínodo fue la creación de un organismo episcopal para poner en práctica el Sínodo en el territorio. Pero el Papa, que siempre está más allá de nosotros, recordó el cardenal, propuso un organismo que involucrase a todas las categorías del Pueblo de Dios, donde todos son miembros. Un organismo con autonomía propia, que dio lugar a la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). Era algo totalmente nuevo, que poco a poco debía elaborarse, vinculado al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que según el cardenal también está haciendo un proceso de renovación para ser más sinodal.El 29 de junio de 2020 se creó la CEAMA, que aún sin estar aprobada canónicamente ha estado trabajando para poner en práctica el Sínodo en el territorio. El Cardenal Hummes insistió en que se trata de un proceso «que se autocorrige, que se autoalimenta» con la fuerza del Espíritu y la fe que siente el Pueblo de Dios. Por ello, el purpurado llamó a participar, a ser sujetos de este proceso, algo que la CEAMA está haciendo al elaborar el plan pastoral para dinamizar, articular y acompañar las propuestas del Sínodo en el territorio. Insistió en que «es un trabajo en red, con todas las culturas, con todos los países«.

Según el cardenal Hummes, no hay una fórmula mágica para que la sinodalidad empiece a aparecer, sino el trabajo de la gente para hacerla avanzar, insistiendo en sentarse juntos, en escuchar juntos. El presidente de la CEAMA, hablando del CELAM, que está preparando la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, dijo que «está tratando de transformarse dentro de esta dinámica sinodal«, siendo un gran ejemplo para las conferencias episcopales, que a su vez deben estimular a las diócesis y parroquias para que vean que esto es posible.

Según el cardenal brasileño «es el Espíritu Santo el que renueva la Iglesia, pero a través de esta sinodalidad, este sentido de la fe que da al Pueblo de Dios la capacidad de participar en este proceso». El cardenal insistió en la importancia de la comunicación, de ver a través de qué vías se pueden vislumbrar los procesos que están ocurriendo, de las redes sociales, un mundo en el que no hemos podido entrar suficientemente, según el purpurado.

El Cardenal Hummes analiza los pasos a dar por la CEAMA

El cardenal Hummes llama a la Iglesia de la Amazonía a pasar del deber hacer al hacer
Quedarse en lo que debemos hacer, aunque sea algo bueno, “no es suficiente”
“Ir a las comunidades, presentándoles los resultados del Sínodo, escuchándolas y construyendo con ellas ‘los nuevos caminos’, y luego comunicar a toda la red ‘lo que estamos haciendo’»
«Apertura de escuelas de diaconado permanente, de catequistas y líderes comunitarios, ya sean mujeres u hombres, agentes misioneros con práctica sinodal, así como la renovación sinodal de nuestro actual clero y de los religiosos-as”
Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica Seguir leyendo

La Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe

Mons. Cabrejos: la Asamblea Eclesial de Latinoamérica, la CEAMA y el Sínodo Amazónico son “fruto del proceso eclesial latinoamericano”
“Se han dado pasos significativos en llevar a la vida los sueños del Papa Francisco y las propuestas del Documento Final del Sínodo”
«No se puede estar dentro de la Iglesia y de su Magisterio si no se acoge y se asume el Concilio Vaticano II”
“Romper con la perspectiva de grupos aislados, de élites ilustradas, y es mejor asegurar la participación de todo el Pueblo Santo de Dios”
11.02.2021 Luis Miguel Modino, corresponsal en Brasil Seguir leyendo