Entrevista a Tamayo

Juan José Tamayo, teólogo: «Las afirmaciones de Feijóo demuestran ignorancia u olvido y alimentan los discursos de odio»

Juan José Tamayo, teólogo

Historia de Jesús Bastante 

«Los políticos creyentes deben ser coherentes con lo que creen, respetar la diversidad ideológica, fomentar el diálogo interreligioso e intercultural, evitar la agresividad en el lenguaje», comienza el teólogo Juan José Tamayo, profesor emérito de la Universidad Carlos III de Madrid y uno de los mayores expertos de España en el Islam. Como tal, se muestra consternado tras el ataque contra dos iglesias en Algeciras, que se ha cobrado la vida de un sacristán y dejó herido a un sacerdote salesiano. Pero la conversación con elDiario.es ocurre poco después de que el presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo, dijera públicamente: “Desde hace muchos siglos no verá a un católico, a un cristiano, matar en nombre de su religión o de sus creencias».

Por eso Tamayo arranca con las respuestas antes de las preguntas, agradece la reacción de las autoridades católicas, judías, evangélicas y musulmanas de repulsa ante el atentado y censura actitudes como la del líder del PP. «Las afirmaciones de Feijóo son infundadas, alimentan los discursos de odio contra la religión musulmana, sitúan a su partido del lado de la confrontación religiosa y no contribuyen a la convivencia cívica ni respetan el pluriverso religioso y cultural», sostiene Tamayo, tajante. Y va más allá: «Esas palabras demuestran ignorancia u olvido freudiano», lanza antes de recordar la Guerra Civil y «los cientos de miles de asesinatos cometidos por el dictador Franco, ‘generalísimo’ católico, con el silencio cómplice de la mayoría de los obispos». «¿No es eso matar en nombre de Dios?», se pregunta.

El ataque a dos iglesias en Algeciras y las respuestas ante la tragedia nos devuelven a una pregunta que las religiones se llevan haciendo siglos. ¿Es lícita la violencia ‘en nombre de Dios’?

Matar en nombre de Dios es convertir a Dios en un asesino, como afirma Saramago. Es mejor ser ateo de todas las divinidades que creer en un Dios asesino. Sin embargo, con frecuencia se recurre a Dios para justificar la violencia. Lleva razón el filósofo judío Martin Buber cuando afirma: “Dios es la palabra más vilipendiada de todas las palabras humanas. Las generaciones humanas, con sus partidismos religiosos, han desgarrado esta palabra. Han matado y se han dejado matar por ella. Los seres humanos dibujan un monigote y escriben la palabra “Dios”. Se asesinan unos a otros y dicen: lo hacemos en nombre de Dios. Debemos respetar a los que prohíben esta palabra, porque se rebelan contra la injusticia y los excesos que con tanta facilidad se cometen con una supuesta autorización de Dios”.

Recuerdo una viñeta de El Roto en la que dos personas están dialogando. Una le comenta a la otra: «Dicen matar en nombre de Dios». «¿Y qué dice Dios?», le pregunta el otro interlocutor. «Hace tiempo que huyó despavorido», responde el primero. A decir verdad, en los textos fundantes de no pocas religiones hay imágenes violentas de Dios, pero las hay también del Dios defensor de la naturaleza y de la vida de los seres humanos, especialmente de quienes la tienen más amenazada.

¿Es un problema exclusivo del islam o de todas las religiones?

La idea de que la violencia es exclusiva del islam es la que se quiere transmitir en las sociedades occidentales, a veces con el apoyo de los medios de comunicación, y la que está fijada en el imaginario colectivo. Pero yo creo que es una forma calculada de demonizar al islam y de presentarlo como enemigo de Occidente.

Con ello no estoy excluyendo la violencia en la religión musulmana y en sus seguidores. Claro que existen organizaciones y personas violentas que se declaran musulmanas –dudo que lo sean– que apelan a Dios para justificarla. Pero tal actitud no es exclusiva del islam. La mayoría de las religiones han sido fuente de violencia y en cierta medida pueden seguir siéndolo de distintas formas. Por ello deben revisar su presencia en la sociedad y sus discursos para que no desemboquen en actos violentos y sean constructoras de la paz. Lo más grave es que hay dirigentes que la legitiman. Es el caso del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, que apoya la guerra de Rusia contra Ucrania y se niega a dialogar con otros dirigentes que trabajan por la paz, por ejemplo, con el papa Francisco.

¿Cómo ve las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo que adjudican actos sangrientos o terroristas a otras religiones y no a la católica?

Como dirigente político de un partido nacional, la responsabilidad del señor Feijóo es mayor. Sus afirmaciones, en lugar de tender puentes de diálogo entre culturas y religiones, los destruyen. Y además, son infundadas.

Varios son los ejemplos de violencia de personas o colectivos cristianos, no ya desde hace varios siglos, sino en los siglos XX y XXI. Le recuerdo al señor Feijóo dos casos: uno doméstico: la guerra (in)civil en España fue provocada por un golpe de Estado de un general católico que la jerarquía católica española legitimó y calificó de “cruzada” en la Carta del Episcopado Español el 1 de julio de 1937; los cientos de miles de asesinatos cometidos por el dictador Franco, “generalísimo” católico, con el silencio cómplice de la mayoría de los obispos. Y mientras sucedían estos asesinatos, el Vaticano y el Estado Español firmaban un Concordato que reconocía a la Iglesia católica como la religión oficial del Estado. Otro caso más reciente: el atentado del supremacista blanco cristiano Brenton Harrison Tarrant en 2019 contra dos mezquitas en Christchurch (Nueva Zelanda) con 49 personas asesinadas.

¿Se puede ser cristiano y alentar el odio al extranjero o al que tiene otra religión distinta a la considerada ‘normal’ en España?

Creo que sus declaraciones pretenden sacar rédito político utilizando la religión como arma electoral en su propio beneficio, y eso me parece política y religiosamente inmoral. Con la religión no se juega para intereses tan espurios. Tales declaraciones no pueden defenderse desde el punto de vista evangélico, ya que, además de no ser ciertas, como acabo de demostrar, fomentan el odio a las personas que tienen otras creencias religiosas. Tengo la impresión de que el señor Feijóo sigue pensando que el cristianismo es la religión oficial de la sociedad española y del Estado, y las demás religiones son advenedizas. Y eso me parece más propio del nacionalcatolicismo que del Estado no confesional que es España.

El portavoz de la Conferencia Episcopal (CEE), César García Magán, y los representantes judíos, musulmanes y evangélicos, han coincidido en la rotunda condena y en no manchar a un colectivo por las atrocidades que pueda haber cometido una persona.

Escuché en directo las declaraciones del portavoz de la CEE, César García Magán. Valoro positivamente tanto la celeridad en la respuesta como su sensatez y equilibrio. Dijo tres cosas muy importantes: que no se podía demonizar al colectivo musulmán; que no había que identificar el terrorismo con ninguna religión y que había que mantener la convivencia.

En la misma dirección han ido también las declaraciones de representantes musulmanes, que han condenado con contundencia el atentado y lo han calificado de contrario al Corán. Igualmente me parecen acertadas las declaraciones de las comunidades judías y evangélicas expresando su rechazo del atentado y defendiendo la paz entre las religiones.

¿Qué papel pueden tener las religiones para evitar este tipo de episodios?

Me parece muy importante el papel que pueden y deben jugar las religiones en la desactivación de la violencia y la construcción de la paz. Lo expresó el teólogo Hans Küng con gran lucidez: «No habrá paz en el mundo sin paz entre las religiones; no habrá paz entre las religiones sin diálogo entre ellas; no habrá paz entre ellas si no se conocen entre sí; no habrá diálogo interreligioso si no se llega a elaborar una ética común». Para ello es necesario que no sigan defendiendo la tesis belicista de la guerra justa y se comprometan a trabajar por la paz justa.

Deben activar las tradiciones pacifistas y pacificadoras presentes en todas las religiones y desactivar las prácticas y los discursos violentos que existen en sus textos. Me parece necesario recuperar y visibilizar a las personalidades religiosas que lucharon y luchan por la paz: en el protestantismo, Martin Luther King, que defendió los derechos civiles pacíficamente; en el hinduismo, Mahatma Gandhi, que practicó la no violencia activa para conseguir la independencia de la India; en el catolicismo, monseñor Oscar A. Romero e Ignacio Ellacuría, que defendieron la paz fundada en la justicia; en el islam, las mujeres iraníes y afganas que desafían a los ayatolas y talibanes en defensa de los derechos de las mujeres, Malala Yousafzai y Sirin Ebadi, defensoras de los derechos de las niñas y los niños; en el judaísmo, Amos Oz y el movimiento Paz Ahora, contra los asentamientos judíos en Gaza y Cisjordania; el movimiento de palestinas e isralíes ‘Las mujeres impulsan la paz’; en el budismo, el Dalai Lama; en la Fe Baha’i, Baha ‘Ullah; en las comunidades indígenas, Rigoberta Menchú en defensa de los derechos de los pueblos originarios… 

Toda la información en http://www.religiondigital.org 

Mvto. de Diálogo interreligioso

Decálogo del Movimiento de diálogo interreligioso de la región de Murcia

BYJUAN

EL MOVIMIENTO DE DIALOGO INTERRELIGIOSO DE LA REGIÓN DE
MURCIA SE COMPROMETE A:

1. Conocer la historia de las diferentes tradiciones religiosas y penetrar en la mística de cada una de ellas. El conocimiento mutuo despeja el camino para el respeto y el diálogo.

2. Ser testigos de la paz que nace de la justicia y la fraternidad universal en base al principio ético que aparece en todas las religiones: Haz a los demás lo que tú deseas que hagan contigo, no hagas a los demás lo que no quieres que hagan contigo.

3. Proclamar nuestro firme rechazo a todo tipo de violencia, guerra y
armamentismo, porque son opuestos a la espiritualidad de las religiones, cuya esencia es el amor.

4. Favorecer el respeto y la estima recíproca, a fin de conformar una convivencia pacífica y solidaria entre los miembros de las diversas nacionalidades, culturas y religiones; y promover la cultura del diálogo como medio de resolución de conflictos, para que aumente la comprensión y la confianza entre las personas y entre los pueblos.

5. Defender el derecho de toda persona a vivir una existencia digna según su identidad cultural y religiosa. Consecuentemente, abrir nuestro corazón a la acogida de migrantes, considerándolos como hermanos y hermanas.

6. Perdonarnos mutuamente los errores y los prejuicios del pasado y del presente. Y sostenernos en el esfuerzo común por vencer el egoísmo, el odio, el racismo, la xenofobia, la aporofobia y la islamofobia, aprendiendo del pasado que la paz sin justicia social y respeto mutuo no es verdadera paz.

7. Estar del lado de quienes sufren vulnerabilidad, rechazo y abandono, convirtiéndonos en voz de quienes no tienen voz y trabajando concretamente para superar esas situaciones, con la convicción de que nadie puede ser feliz si los demás no son felices.

8. Apoyar cualquier iniciativa que promueva la amistad entre los pueblos, convencidos de que el progreso económico y tecnológico no conduce al bienestar si no hay valores éticos, sobre todo justicia y amor solidario.

9. Defender y cuidar la Naturaleza, nuestra casa común, haciendo lo posible por frenar el cambio climático que es una amenaza para la humanidad y para el planeta.

10. Solicitar a los responsables de las naciones que hagan todo lo posible para que, tanto en el ámbito local, regional, nacional e internacional, se construya y se consolide un mundo de solidaridad y de paz fundado en la justicia. Por ello apoyamos la Propuesta de Reinvención o Refundación de la ONU para garantizar la justicia, la convivencia y la paz en el mundo.

Nos inspiramos en el espíritu profético de Buda, Jesús de Nazaret, Hipatia, Muhammad, Francisco de Asís, Yalal Rumi, Ibn Arabí, Teresa de Ávila, Baháullah, Carlos de Foucauld, Mahatma Gandhi, Luther King, Nelson Mandela, Teresa de Calcuta, Swami Sivananda, Hans Küng, Pedro Casaldáliga, Thich Nhat Hanh…

Murcia, 19 diciembre 202

Curso sobre Diálogo Ecuménico e Interreligioso

‘Religiones Hermanas’ lanza el Curso 1 sobre Diálogo Ecuménico e Interreligioso

Diálogo Ecuménico e Interreligioso

«Religiones Hermanas» es un proyecto de ‘SomosCristianos’ que busca fomentar la fraternidad entre tradiciones, confesiones y religiones de todo el mundo

Desde el convencimiento que todas las tradiciones religiosas, si son honestas y auténticas, tienen el deseo de encontrar a Dios y el deber de llevarlo a cabo hermanadamente

Con Victorino Pérez Prieto y Albert Moliner Fernández

El acceso es gratis, pero con inscripción previa

Por Victorino Pérez Prieto

«Religiones Hermanas» es un proyecto de ‘SomosCristianos’ que busca fomentar la fraternidad entre tradiciones, confesiones y religiones de todo el mundo.

Desde el convencimiento que todas las tradiciones religiosas, si son honestas y auténticas, buscan al mismo Yahvé, a Dios, a Alá, el Principio, el Destino, la Energia, la Presencia…, los cristianos y cristianas (y, por extensión, todos los creyentes en general), tienen el deseo de encontrar a Dios y el deber de llevarlo a cabo hermanadamente.

Las actividades de «Religiones Hermanas», en estos momentos, consisten en reproducir las sesiones de «Ponencia» del Grupo de Religiones y Paz de «Cristianisme i Justícia», que presentan las diferentes tradiciones religiosas bajo el prisma de la Paz.

PROGRAMA del «Curso de Diálogo Ecuménico e Interreligioso»

1ª sesión: Presente y futuro de las religiones

1. ¿Se acaban las religiones?

Los maestros de la sospecha profetizaron que las religiones desaparecerían en el siglo XX, … pero las religiones siguen bien vivas hoy.

Las religiones han nacido para la liberación y la paz, …aunque religión y violencia han estado y aún están desgraciadamente unidas.

2. El diálogo interreligioso y la construcción activa de una paz con justicia

El diálogo y la construcción activa de la paz es hoy un verdadero imperativo categórico de las distintas tradiciones religiosas y espirituales.

2ª sesión:El diálogo ecuménico e interreligioso en el Concilio Vaticano II

1. Del anatema de Trento al diálogo del Vaticano IITres secretariados y varios encuentros significativos para el diálogo en la Iglesia postconciliar.

Una nueva concepción eclesiológica.

2. El diálogo ecuménico en los documentos del Concilio.

La Constitución Lumen Gentium.

El Decreto Unitatis Redintegratio.

3. El diálogo interreligioso y la llamada a la libertad religiosa

La Constitución Lumen Gentium.

El Decreto Ad Gentes sobre la actividad misionera de la Iglesia.

La Declaración Dignitatis Humanae sobre la libertad religiosa.

La Declaración Nostra Aetate sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas: judíos, musulmanes, hinduistas y buddhistas.

4. El diálogo con las personas no creyentes-religiosas

La Constitución Gaudium et Spes y la Declaración Dignitatis Humanae.

El universo de la fe y el pluriverso de las creencias.

3ª sesión: El diálogo ecuménico en la actualidad: unidad en la diferencia

1. Más allá de las tímidas propuestas del Concilio. El ejemplo de Taizé

No se trata de buscar una uniformidad bajo una única autoridad canónica: el papa, sino de buscar la unidad/comunión en la riqueza de la pluralidad y la diferencia. 
Taizé y Frère Roger: una unidad/unanimidad manifestada en la vida.

2. Las diferencias en la Iglesia nos enriquecenNuestras diferencias no son una perversión, sino expresión de una riqueza histórica.

3. Algunos modelos para realizar la unidad de los cristianos

El modelo de la Iglesia católica.
El modelo del Consejo Ecuménico de las Iglesias.
El modelo de la “unidad en la diversidad” (Oscar Cullman).
El modelo de la “pluralidad de las iglesias” e “historicidad y provisionalidad” de éstas (Christian Duquoc)

3. Unidad/comunión en la fe en Cristo Jesús, desde la aceptación de la riqueza de las diferencias confesionales

El verdadero ecumenismo tiene que vivirse más desde el hoy, desde el presente cotidiano en relación con otros hermanos y hermanas que desde la mirada a un acuerdo acerca del pasado.

4ª sesión: El diálogo inter/ intra-religioso en la actualidad: la armonía invisible

1. Modelos cristianos de diálogo interreligioso desde mediados del siglo XX

a) Paradigma exclusivista: “Cristo contra las religiones”.

b) Paradigma inclusivista: “Cristo en las religiones”.

c) Paradigma pluralista: “Cristo por encima / junto a las religiones”.

3. Pluralismo religioso y armonía no-dual a imagen de la armonía Trinitaria

Más allá del exclusivismo y el inclusivismo, crecer conjuntamente: la armonía invisible.

Algunas pistas prácticas para el diálogo interreligioso en clave de armonía.

4. “El sermón de la montaña en el diálogo intrarreligioso” (Raimon Panikkar)

5ª sesión: Diálogo interreligioso y liberación

1. Los pobres, el lugar teológico privilegiado en el cristianismo para el encuentro con Dios. Necesidad del compromiso liberador con los pobres en una teología interreligiosa

Los pobres son en su mayoría no-cristianos; una teología de las religiones que no los tenga en cuenta no puede ser verdaderamente interreligiosa, o será una teología alienada.

El compromiso con los pobres y el diálogo interreligioso están cada vez más íntimamente unidos en las nuevas perspectivas de la teología de la liberación.

Liberacionistas e inculturacionistas.

2. Pobres, justicia y liberación en el Hinduismo, Buddhismo e Islama) Hinduismo. Los “ocho miembros del cuerpo del yoga” y los “cuatro estados limitados” del hinduismo: mettâ (benevolencia), karunâ (compasión), muditâ (alegría) y upekkâ (serenidad).

b) Buddhismo. Los cuadros del boyero y el buey. La compasión buddhista (karuna) y la
misericordia cristiana (splanjnidsomai).

c) Islam. Entre los cinco pilares del Islam, el 4º (la zakât) es el compromiso con los más necesitados en forma de limosna legal, obligatoria.

Los autores y coordinadores del Curso

Bibliografia /Bibliografía

V. Pérez Prieto, La búsqueda de la armonía en la diversidad. El diálogo ecuménico e
interreligioso desde el Concilio Vaticano II, Ed.Verbo Divino, 2014.

J. Bosch, Para comprender el ecumenismo, Verbo Divino, 1991.

Ch. Duquoc, El único Cristo. La sinfonía diferida, Sal Terrae, 2002.

J. Dupuis, Hacia una nueva teología cristiana del pluralismo religioso, Sal Terrae, 2000;

El cristianismo y las religiones, Sal Terrae, 2002.

P.F. Knitter, Introducción a las teologias de las religiones, EVD, 2007.

J. Melloni, Los ciegos y el elefante, CyJ, 2000;

R. Panikkar, La nueva inocencia, Verbo Divino, 1993;

El diálogo indispensable. Paz entre las religiones, Herder, 2003.

J.J. Tamayo, Otra teología es posible. Pluralismo religioso, interculturalidad y feminismo,
Herder, 2011.

A. Torres Queiruga, Diálogo de las religiones y autocomprensión cristiana, Sal Terrae, 2005.
J.Mª Vigil, Teología del pluralismo religioso, El Almedro, 2005.

Una vez al año, el Grupo de Religiones y Paz de Cristianisme i Justícia y «Religiones Hermanas» de ‘SomosCristianos’ organizan una mesa redonda invitando a personas relevantes que conjuntamente respondan a una triple diversidad: personas de tradiciones diferentes, de género y de estado de vida diferente, y también de diferente dedicación vital o profesional. El objetivo es abordar un diálogo abierto y sincero, entre personas y tradiciones religiosas diversas, reflexionando sobre la vida, las creencias, la interioridad, la sociedad en genera, y los retos del mundo de hoy.