La Escuela de la comunión eclesial

La escuela de la comunión eclesial existe y está en San Sebastián

El Obispado, las jesuitinas y las teresianas alumbran un proyecto educativo común

Han sido años de conversaciones, de reflexión y de discernimiento en un contexto de cambio social que ha afectado totalmente al paradigma educativo. Pero, finalmente, la Fundación Escuela Teresiana, la Fundación Elikel y la Fundación Educativa Jesuitinas, titulares de tres centros educativos de San Sebastián, han llegado a un acuerdo de integración que resultará, a partir del próximo curso, en un proyecto común que unirá a estos tres colegios con historia y reconocido prestigio en la zona. Unen, de esta manera, fuerzas para desarrollar un proyecto integrador y sólido en la ciudad, con el objetivo de “dar respuesta a los retos educativos de la sociedad del siglo XXI”.

Un proyecto que, tal como señala Mikel Aranguren, vicario episcopal de Pastoral de Evangelización y director de la Fundación Elikel –que gestiona el colegio Larramendi–, comenzó a gestarse a partir del “conocimiento y relación existentes entre las tres instituciones, a nivel diocesano, teniendo en cuenta, además, que se sitúan en un entorno muy cercano, y la tipología de alumnado en cada centro era cada vez más parecido”. “Eso acercaba el diálogo educativo en una clave parecida, situándonos los tres centros en el mismo nivel”, añade.

De hecho, tal como explican estas instituciones, el proyecto, que cuenta con la aprobación de la Consejería de Educación, busca consolidar la oferta actual de enseñanzas de los colegios (0-18 años) y posibilita que, en colaboración con otras instituciones públicas y privadas de otros sectores, se puedan ampliar horizontes ofreciendo otras enseñanzas regladas y actividades extracurriculares que ayuden al desarrollo de los pilares pedagógicos sobre los que se asienta el nuevo proyecto educativo.

Una iniciativa ambiciosa que, si bien aún no está plenamente definida, comenzará a materializarse a partir del próximo curso 2023-24, en el que el alumnado de 0-3 años de los tres centros se integrará en las instalaciones de Santa Teresa Ikastetxea, de la Fundación Escuela Teresiana. A partir de aquí “se irán definiendo los siguientes cursos, porque, además, debemos ir elaborando la hoja de ruta junto con la Consejería de Educación, quien, administrativamente, a diversos niveles, tiene que acompañar y favorecer esta nueva realidad”, señala Aranguren.

Buscar un nombre

En la misma línea, Rosa Mª Romo, presidenta del Patronato de la Fundación Educativa Jesuitinas –que gestiona el Colegio Nuestra Señora de Aranzazu–, apunta que, en este proceso, además, “hay que dar pasos en la integración de todos los educadores y las familias en este nuevo proyecto”. En este sentido, “son elementos importantes el trabajo colaborativo de los educadores y la comunicación de todo lo que se vaya concretando”. Por ello, a partir del próximo curso irán “integrando paulatinamente etapas educativas en las distintas sedes del centro resultante en función de las posibilidades de espacio, ubicación, instalaciones, etc. Y cómo no, habrá que poner un nombre a nuestro centro que sea expresión de este proyecto nuevo e ilusionante”.

La iniciativa, además de suponer un nuevo paradigma para la educación en Donosti, tiene mucho que ver con la intercongregacionalidad y las mutuas relaciones entre obispos y religiosos. Así, el establecer relaciones entre instituciones y carismas desde el diálogo y la colaboración parece abrir una nueva puerta de cara al futuro. “Este paso nos anima a continuar discerniendo e implicándonos en la construcción de iniciativas eclesiales y evangélicas que nos movilicen y nos saquen de la autorreferencialidad institucional en la que fácilmente hemos caído”, explica Raquel Navarro, presidenta del Patronato de Fundación Escuela Teresiana

La importancia de la educación

Francisco: “No puede haber desarrollo humano integral sin educación”

Por ELENA MAGARIÑOS

El Papa ha recibido en audiencia a los Voluntarios de la Organización para la Promoción de la Alfabetización en el Mundo

“No puede haber desarrollo humano integral sin educación”. Así lo ha expresado hoy el papa Francisco, que ha recibido en audiencia a los Voluntarios de la Organización para la Promoción de la Alfabetización en el Mundo (OPAM).                                                     Durante el encuentro, el Papa ha señalado que el “sueño” de Populorum Progressio es el mismo que el de la encíclica Fratelli Tutti. “Es el sueño de la Iglesia, o más bien, el sueño de Dios, que quiere un mundo en el que todos podamos vivir como hermanos y hermanas con plena dignidad”, ha explicado, agradeciendo a los presentes “su compromiso diario para ayudar a realizar este sueño de fraternidad y amistad social que no se limita a las palabras”.

Apoyo a los necesitados

“Cuando vosotros”, ha dicho, “en colaboración con tantos misioneros y misioneras que trabajan ‘en el campo’, estudiáis y realizáis un proyecto educativo, o de apoyo escolar, o de adopción a distancia, contribuís a generar un mundo abierto donde todos sean acompañados en el curso de su vida, no sólo para satisfacer las necesidades básicas, sino para que puedan dar lo mejor de sí mismos”, ha dicho.                                                                                     En este sentido, el Papa ha animado a los presentes a seguir adelante, manteniendo “alta la calidad de su acción, para que siempre sea promocional”. 

La importancia de la educación

Francisco: “Es el momento de una gran inversión en educación”

El pontífice reclama becas para los alumnos con dificultades económicas y refugiados a los rectores de las universidades de Roma

“Ahora es el momento de una gran inversión en educación”. Con estas palabras, el Papa se dirigió esta mañana a los rectores de la región romana del Lazio, durante la audiencia que mantuvo con ellos en el Vaticano.


En este sentido, reclamó becas y promoción de la excelencia para el estudio y la investigación. “Os exhorto a que todos aquellos que lo merezcan y no dispongan de medios, puedan ejercer plenamente su derecho a la formación”, sentenció el Papa, que apeló a los máximos responsables de los centros universitarios a “acoger a estudiantes, investigadores y docentes víctimas de persecuciones, guerras, discriminaciones en varios países del mundo”.

Educar en la paz

A la par, propuso una reforma en las aulas que eduque en “el horizonte de la paz”, frente a algunos centros que “continúan con el legado universitario de la Ilustración, que es llenarse la cabeza de ideas, tener macrocéfalos, y eso no ayuda”. “Hay que educar con el lenguaje de la cabeza, del corazón y de las manos, y así se crece en sociedad”, les aconsejó a los docentes.

Por eso, Francisco instó a los presentes a sumarse al Pacto Educativo Global que viene promoviendo desde hace unos años y que busca involucrar “a muchos interlocutores, desde las principales religiones hasta las instituciones internacionales, hasta las instituciones educativas individuales”.

Tercera guerra mundial

En su alocución, Francisco dio por hecho que vivimos “la expansión en Europa” de una “tercera guerra mundial” lo que le llevó a deducir que “estamos en crisis”. “Pero la crisis no es mala, es buena, porque la crisis nos hace crecer, nos hace hacer opciones para crecer”, reflexionó el pontífice jesuita, que sí alertó de que este contexto derive en “un conflicto que se cierra y destruye”.

Frente a ello, les animó a ofrecer alternativas a los jóvenes desde las aulas: “Los estudiantes no se conforman con la mediocridad -la explotan, pero no se conforman-; no se conforman con una mera repetición de datos, ni siquiera con una formación profesional sin horizonte”, subrayó Francisco, que reivindicó una universidad sin fronteras, que no se detenga en enseñar destrezas técnicas o teóricas, sino que eduquen en “el valor de la imaginación y la inversión, para un desarrollo humano de la investigación, para formar jóvenes capaces de aportar algo nuevo al mundo del trabajo ya la sociedad”.

De la misma manera, en su extenso catálogo de peticiones a los rectores, les solicitó que huyan de contagiar ideologías en el aula: “Las ideologías destruyen porque nos muestran un solo camino y cierran el panorama universal. Las ideologías destruyen la humanidad de una persona, le quitan el corazón, le quitan la capacidad poética, la creatividad”.

La escuela en el corazón de Romero


La fuerza más potente del mundo

“¿De qué sirve todos esos «descubrimientos» si en vez de dar alas al alma para acercarse a Dios, fueron tumba que aprisionó el espíritu? No es que condene el progreso, sino el ateísmo de nuestro progreso. Que el hombre se olvidó que las fuerzas que tiene en sus manos y el dominio sobre la materia Dios se los confió solamente para perfeccionar su misma esencia humana que consiste en ser imagen de Dios


Y por eso se ha escrito que el alma de toda cultura del alma […] la fuerza más potente del mundo no es el vapor, sino la fe. La energía más valiosa del mundo no es la electricidad sino el amor. El ideal más digno del hombre no es el campeón de boxeo, sino el santo. El tesoro más sublime del hombre no es la máquina sino el alma”, esto lo escribió Oscar Romero en abril de 1949 siendo un joven sacerdote de 32 años.

Idea que le angustió profundamente durante toda su vida sacerdotal, pues sentía que, de alguna manera, era la raíz de los males del ser humano. “Almas que aprisionó la sensibilidad o el espíritu comercial excesivo, o la fe desmedida en el poder de la máquina, o el atropello de toda justicia, o el error de falsas opiniones. Almas que parecéis vivas y estáis muertas, oíd, está soñando la hora de la libertad! Es la hora de la resurrección!” Y tenía muy claro que la educación era un camino poderoso para contribuir con Cristo y la Iglesia en la resurrección del hombre aquí y ahora.

Una educación con un fuerte propósito social

Una educación con un fuerte propósito social, eso pensaba Romero, para la defensa de los derechos humanos, la búsqueda de la paz y la propia liberación de todo hombre y mujer, que se sustentó de la creciente comprensión que tuvo sobre las posiciones que asumieron las Conferencias Episcopales de Medellín (1968), cuyo tema central fue la liberación de los pueblos de América Latina y la de Puebla (1979), acontecimiento en el cual se asume la opción preferencial por los pobres como una línea de acción de la Iglesia latinoamericana y de otros documentos relacionados con la doctrina social de la Iglesia Católica, es decir, una educación que sirva, como cierran aquellas muy lejanas palabras de 1949, para romper “los sellos de la tumba, rodar la pesada losa sepulcral. Y por el campo libre, bajo la espléndida mañana, iluminado por una vida sin temores de muerte, camina seguro [junto al] Resucitado. Si con Cristo habéis resucitado, buscad vosotros también las cosas que son de arriba”.

Quizás el tema educativo haya sido una preocupación central en el pensamiento de Romero desde siempre, pero no lo abordó de manera decidida y constante, aunque, si leemos sus documentos con la mente abierta, podemos hallar allí palabras que pueden nutrir aspectos fundamentales para la pedagogía latinoamericana. No lo abordó con mucha constancia, pero cuando lo hizo aportó ideas luminosas brotadas del corazón siempre nuevo del Evangelio.

Una casa para moldear el corazón del hombre

La escuela es una casa en la cual podemos moldear el corazón del hombre y esa tarea preciosa la tienen los maestros y profesores, en especial, aquellos que “miran con fe a un niño porque no es un ser para malearlo a nuestro gusto, sino un hijo de Dios que trae la imagen que el mismo Dios está reclamando que se forme a lo que él ha puesto en potencia en ese futuro hombre”. Moldearles el corazón con la forma de la mirada de Cristo cuya presencia en el mundo es un permanente –y siempre nuevo– cuestionamiento de la realidad humana, en especial, en ambientes de espesa injusticia.

Moldearles el corazón a partir de una idea muy clara de una ética trinitaria o de la concordia, ya lo hemos dicho, una ética como posibilidad humana de ceder al otro prioridad sobre uno mismo, es decir, deponer nuestra soberanía, nuestro orgullo y nuestra prepotencia. Una ética que busque siempre y en todo momento “un bienestar que no sea atropello de nadie, sino que sea el amor y la fe entre los hombres”. Un corazón siempre dispuesto a trabajar por la construcción un amor y una paz -pero no una paz y un amor superficiales, de sentimientos, de apariencia-, un amor y una paz que tiene sus raíces profundas en la justicia. Sin justicia no hay amor verdadero, sin justicia no hay la verdadera paz. Paz y Bien


Por Por Valmore Muñoz Arteaga. Director del Colegio Antonio Rosmini. Maracaibo – Venezuela

La importancia de la educación

Castillo: «Se palpa un descontento y hasta un notable desprecio de la política y de los políticos»

No nos representan
No nos representan

«Jesús de Nazaret, no le prestó el menor interés a la política»

«Los dos pilares sobre los que se basan las deseos y anhelos más profundos de todo ser humano son el poder y la riqueza»

«Lo primero, lo más importante y lo más urgente, que tiene que gestionar – y gestionar bien – la política es la educación. Que no es sólo, ni principalmente, “enseñar”, sino sobre todo y antes que nada HUMANIZAR la sociedad, la convivencia, la vida toda»

«Los dos pilares sobre los que se basan las deseos y anhelos más profundos de todo ser humano son el poder y la riqueza»

Por | José María Castillo teólogo

La pandemia, la guerra de Ucrania, la inseguridad económica y política, que tanto malestar están causando en tanta gente, todo eso y las contrariedades que lleva consigo la vida, son cosas de las que hacemos responsables a los políticos en buena medida. Cada cual, según sus ideas o sus conveniencias, culpa o disculpa a los gobernantes que rechaza o a los que le agradan, según los casos. El hecho es que se palpa un descontento y, en no pocos casos, hasta un notable desprecio de la política y los políticos. ¿Tiene esto remedio? Y si lo tiene, ¿en qué tendría que consistir?

Yo no he estudiado ciencias políticas. Ni he pertenecido nunca a un partido político. He dedicado mi vida al estudio y enseñanza de la teología. Y es por eso, por lo que yo me pregunto, si el “saber teológico” puede aportar algo que nos ayude a salir del enredo en que vivimos

Políticos

Está visto que la ciencia política y la experiencia de los políticos no nos sacan de este embrollo. Ni la dictadura ni la democracia, ni la derecha ni la izquierda, ni la monarquía ni los demás sistemas, que hasta hoy se han inventado, ninguno de tales sistemas, han podido sacarnos del malestar y los conflictos provocados, en gran medida, precisamente por quienes tenían que resolverlos. Además, por lo que sabemos hasta ahora, ni la economía, ni las ciencias sociales, han podido aportar la solución

Como ya he dicho, yo he dedicado mi vida a estudiar y enseñar la teología. Concretamente, la teología cristiana, en la que ocupa un puesto central el Evangelio. Pues bien, en las muchas horas, que he dedicado al estudio del Evangelio, me ha llamado la atención que el personaje central, Jesús de Nazaret, no le prestó el menor interés a la política. En una ocasión, cuando Jesús estaba enseñando a un gentío, algunos de los presentes informaron públicamente a Jesús del crimen que había cometido Pilatos al degollar a unos galileos que ofrecían un sacrificio sagrado. Ante semejante noticia, lo lógico habría sido que aquello era delito político insoportable.

Sin embargo, Jesús aprovechó aquella brutal noticia, no para ponderar el crimen de Pilatos, sino para decirle a la gente: “Os digo que no; y si no os enmendáis, todos vosotros pereceréis también” (Lc 13, 3). Y no es que Jesús les tuviera miedo a los políticos. Cuando le dijeron que Herodes quería matarlo, Jesús respondió: “Id a decirle a ese zorro…” (Lc 13, 32). Por lo demás, cuando Herodes mató a Juan Bautista, en una noche de juerga, el Evangelio relata el terrible episodio y se limita a decir que los discípulos de Juan lo enterraron. Jesús no dijo ni palabra (Mc 6, 14-29; Mt 14, 1-12; Lc 9, 7-9). Como no le respondió a Herodes cuando le estaban juzgando para matarlo (Lc 21, 9). Por lo demás, Jesús cumplió fielmente con sus deberes cívicos: “Dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” (Mc 12, 13-17; Mt 22. 15-22; Lc 20, 20-26). 

Políticos

Quien presionó, para conseguir la muerte de Jesús, no fue Pilatos, que se resistió hasta lavarse las manos en aquel asunto. La condena a muerte de Jesús vino de los dirigentes de la religión (el Sanedrín) (Jn 11, 47-53). 

¿Qué nos viene a decir todo esto? Los dos pilares sobre los que se basan las deseos y anhelos más profundos de todo ser humano son el poder y la riqueza. Como es lógico, los que no tienen ni para comer, lo que más anhelan es vivir. Pero, en el fondo, las dos apetencias, que son determinantes en la sociedad, son la “importancia”, que tiene su origen en el poder, y el “disfrute de la vida”, que solo es posible para los ricos. 

Ya sé que estas dos apetencias tienen muchos disfraces: en la política, en la ciencia, en la religión, en los negocios, los deportes… ¡qué sé yo! Pero lo que no admite dudas es que lo primero, lo más importante y lo más urgente, que tiene que gestionar – y gestionar bien – la política es la educación. Que no es sólo, ni principalmente, “enseñar”, sino sobre todo y antes que nada HUMANIZAR la sociedad, la convivencia, la vida toda. 

Y termino: si todo esto se piensa despacio y a fondo, no hay que ser un sabio para comprender dónde y por qué se destaca tanto “el fracaso de la política”.   

Políticos

«El Cristo educador»: una teología del educador cristiano

‘Educar en plenitud o la segunda venida del Cristo educador

«La educación cristiana está llamada hoy a educar en la solidez de la verdad, la gratuidad y la fraternidad que se oponen a la liquidez del relativismo, el materialismo y el individualismo propios de los parámetros economicistas y biopsíquicos del sistema de valores predominante»
«Si Jesús viniese hoy a nuestras escuelas y clases, ¿encontraría fe en ellas? (Lc 18, 8). ¡Está claro que encontraría fe porque son muchas las personas y las acciones buenas que acontecen en la educación cristiana! Pero también hallaría mucho miedo paralizante»
«Es preciso que los educadores cristianos y las instituciones cristianas nos mostremos con autenticidad (un valor muy apreciado en educación, especialmente entre los niños y los jóvenes)»
Por J. Miguel Peiro Alba Seguir leyendo

Desafíos a la educación ante los cambios actuales

                                                                             Leonardo Boff

Tierra y humanidad tienen el mismo destino común, que puede ser bienaventurado o trágico, dependiendo de las prácticas de los seres humanos.
La irrupción desde 2019 del coronavirus, afectando por primera vez a todo el planeta y a cada persona, pero no a nuestros animales domésticos como perros y gatos, tiene un significado que es importante descifrar. Nada en la naturaleza y en Gaia, nuestra Madre Tierra, es sin propósito.
¿Qué lección podemos sacar de esta pandemia? Para ello, no basta con hablar de ciencia, tecnología y todo lo demás. Tenemos que preguntarnos cuál es el contexto del virus, que no puede considerarse de forma aislada. Es necesario identificar las condiciones que han permitido su aparición y la devastación de la especie humana. Seguir leyendo

¿Qué es hoy educar en la fe?

Pagola: «Educar en la fe hoy hoy es transmitir una experiencia más que ideas y doctrinas»
«Hoy día la fe no se puede vivir de cualquier manera. Los hijos necesitan aprender a ser creyentes en medio de una sociedad descristianizada. Esto exige vivir una fe personalizada, no por tradición, sino fruto de una decisión personal»
«Desarrollar la responsabilidad personal más que imponer costumbres; introducir en la comunidad cristiana más que desarrollar el individualismo religioso»
En la educación de la fe, lo decisivo es el ejemplo. Que los hijos puedan encontrar en su propio hogar «modelos de identificación»
26.12.2020 José Antonio Pagola
El pasaje de Lucas termina diciendo: «El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él».
Cuando hablamos hoy de «educar en la fe», ¿qué queremos decir? En concreto, el objetivo es que los hijos entiendan y vivan de manera responsable y coherente su adhesión a Jesucristo, aprendiendo a vivir de manera sana y positiva desde el Evangelio.
Pero hoy día la fe no se puede vivir de cualquier manera. Los hijos necesitan aprender a ser creyentes en medio de una sociedad descristianizada. Esto exige vivir una fe personalizada, no por tradición, sino fruto de una decisión personal; una fe vivida y experimentada, es decir, una fe que se alimenta no de ideas y doctrinas, sino de una experiencia gratificante; una fe no individualista, sino compartida de alguna manera en una comunidad creyente; una fe centrada en lo esencial, que puede coexistir con dudas e interrogantes; una fe no vergonzante, sino comprometida y testimoniada en medio de una sociedad indiferente.
Esto exige todo un estilo de educar hoy en la fe donde lo importante es transmitir una experiencia más que ideas y doctrinas; enseñar a vivir valores cristianos más que el sometimiento a unas normas; desarrollar la responsabilidad personal más que imponer costumbres; introducir en la comunidad cristiana más que desarrollar el individualismo religioso; cultivar la adhesión confiada a Jesús más que resolver de manera abstracta problemas de fe.
En la educación de la fe, lo decisivo es el ejemplo. Que los hijos puedan encontrar en su propio hogar «modelos de identificación», que no les sea difícil saber como quién deberían comportarse para vivir su fe de manera sana, gozosa y responsable

Un pacto educativo global

El Papa pide unirse al Pacto Educativo Global y «dar vuelta» el modo de desarrollo
«Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza. Que nos sostenga la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad; una esperanza de armonía social», afirma el Papa en un video mensaje publicado el jueves 15 de octubre, durante un encuentro en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma sobre el Pacto Educativo Global.
Sofía Lobos – Ciudad del Vaticano
El jueves 15 de octubre a las 14:30 hora central europea, tuvo lugar un encuentro en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma sobre el Pacto Educativo Global. Durante esta iniciativa presentada por Alessandro Gisotti, vicedirector editorial del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, se proyectó un video mensaje del Papa Francisco y otro de la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, junto con testimonios y experiencias internacionales, que buscan mirar más allá de la pandemia con creatividad.
Francisco relanza el Pacto Educativo Global: educar es un acto de esperanza

El evento fue organizado por la Congregación para la Educación Católica y transmitido por Vatican News de manera online en italiano, con traducción simultánea en inglés, francés, español y portugués.
En su video mensaje, el Santo Padre explica que cuando invitó a ipandemniciar este viaje de preparación, participación y planificación de un pacto educativo global, «nunca pudimos imaginar la situación en la que se desarrollaría», ya que «el Covid-19 ha acelerado y amplificado muchas de las emergencias y urgencias que estábamos experimentando y ha revelado muchas otras».
Catástrofe educativa: millones de niños sin escuela
«A las dificultades de salud siguieron las económicas y sociales», asevera el Santo Padre indicando que los sistemas educativos de todo el mundo han sufrido la pandemia tanto a nivel escolar como académico y han mostrado una marcada disparidad en las oportunidades educativas y tecnológica.
UNESCO. Azoulay: Esta crisis, ha desatado la «globalización de la indiferencia»

Según algunos datos recientes de los organismos internacionales, se habla de una «catástrofe educativa» -afirma el Papa- ante los aproximadamente diez millones de niños que podrían verse obligados a abandonar la escuela debido a la crisis económica generada por el coronavirus.
Este hecho aumentaría una brecha educativa ya alarmante con más de 250 millones de niños en edad escolar excluidos de toda actividad educativa.
«Dar vuelta al modelo de desarrollo»
En el video el Pontífice hace hincapié en que esta situación ha hecho que se tome conciencia de que «hay que dar la vuelta al modelo de desarrollo», el modo que tenemos de desarrollarnos como sociedades, economías y como humanidad.
Centrándose en el poder transformante de la educación, Francisco recuerda que educar es siempre un acto de esperanza «que invita a la coparticipación y a la transformación de la lógica estéril y paralizante de la indiferencia; en una lógica diversa capaz de acoger nuestra pertenencia común». Y añade:
“También somos conscientes de que un camino de vida necesita una esperanza basada en la solidaridad, y que todo cambio requiere una trayectoria educativa, para construir nuevos paradigmas capaces de responder a los desafíos y emergencias del mundo contemporáneo, para comprender y encontrar soluciones a las necesidades de cada generación y para hacer que la humanidad florezca hoy y mañana”
Asimismo, el Papa puntualiza que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia.
“La educación es sobre todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite de generación en generación. La educación, por lo tanto, se propone como el antídoto natural a la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al yo y a la primacía de la indiferencia. Nuestro futuro no puede ser la división, el empobrecimiento de las facultades de pensamiento y de imaginación, de escucha, de diálogo y de comprensión mutua. Nuestro futuro no puede ser este. Hoy en día se necesita una etapa renovada de compromiso educativo, que involucre a todos los componentes de la sociedad”
En este sentido, Francisco hace referencia a «un camino compartido, en el que no se permanezca indiferente al flagelo de la violencia y el abuso infantil, al fenómeno de los niños novios y los niños soldados, al drama de los niños vendidos y esclavizados».
Llamamiento a «firmar el pacto»
Igualmente, el Santo Padre lanza un llamamiento especial, «a todas las partes del mundo, a los hombres y mujeres de la cultura, la ciencia y el deporte, a los artistas y a los trabajadores de los medios de comunicación, para que también ellos firmen este pacto y, a través de su testimonio y su trabajo, promuevan los valores de cuidado, paz, justicia, bondad, belleza, aceptación de los demás y hermandad».
«No debemos esperar todo de aquellos que nos gobiernan, sería infantil» -afirma el Papa- «disfrutamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y nuevas transformaciones. Debemos ser parte activa en la rehabilitación y el apoyo de las sociedades heridas».
Compromiso personal y conjunto
Es por ello, que el Pontífice subraya que lo que necesitamos actualmente es «capacidad para crear armonía» e invita a todos a adherirse a este Pacto Educativo Global, comprometiéndonos personal y conjuntamente a:
Pacto Educativo Global: en octubre, encuentro virtual con el mensaje del Papa

1- Poner en el centro de todo proceso educativo formal e informal a la persona, su valor, su dignidad, poner de relieve su propia especificidad, su belleza, su singularidad y, al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que le rodea, rechazando aquellos estilos de vida que favorecen la difusión de la cultura del derroche.
2- Escuchar la voz de los niños, y los jóvenes a los que transmitimos valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia y paz, una vida digna para cada persona.
3- Fomentar la plena participación de las niñas en la educación.
4- Ver en la familia al primer e indispensable educador.
5- Educar y educarnos para acoger, abriéndonos a la los más vulnerables y marginados.
6- Comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso, para que estén verdaderamente al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral.
7 – Salvaguardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y buscando el aprovechamiento integral de las energías renovables y respetuosas del entorno humano y natural, siguiendo los principios de subsidiariedad y solidaridad y de la economía circular.
La Doctrina Social: un punto de referencia
En definitiva, el Papa destaca que lo que queremos es comprometernos con valentía «para dar vida, en nuestros países de origen, a un proyecto educativo, invirtiendo nuestras mejores energías e iniciando procesos creativos y transformadores en colaboración con la sociedad civil».
Y para ello, Francisco asegura que en este proceso, un punto de referencia es la «Doctrina Social» que, inspirada en las enseñanzas de la Revelación y el humanismo cristiano; se ofrece como base sólida y fuente viva para encontrar los caminos a seguir en la actual situación de emergencia.
Antes de despedirse, el Papa señala un punto fundamental ya que las grandes transformaciones no se construyen en el escritorio:
“Hay una «arquitectura de la paz» en la que intervienen las diversas instituciones y personas de una sociedad, cada una según su propia competencia, pero sin excluir a nadie. Así tenemos que seguir: todos juntos, cada uno como es, pero siempre mirando juntos hacia adelante, hacia esta construcción de una civilización de la armonía, de la unidad, donde no haya lugar para esta virulenta pandemia de la cultura del descarte”

La salud desde la escuela

Por Julen Lizaso

Terminada la cuarentena, si no nos corregimos, el binomio moral: planeta-humanidad sucumbirá ante el binomio material: producción-mercado…y volveremos a naufragar.
En lo filosófico existen soluciones viables. La dificultad es hacerlas operativas, ya que la red global de interdependencia e interconexiones creadas son tan grandes, que se hacen imposible, a no ser que….

Es a partir de ese a no ser que…donde deberíamos tejer una nueva sociedad de salvación comunitaria e individual. Comenzar tejiendo ideas como propone el filósofo Daniel Innerarity: Hay que repensar este mundo en una clave de inclusión, de protección de entorno y con la vista puesta en la transición digital, la transición ecológica y la oganización de un mundo más inclusivo.

En el aquí y ahora de la inmediatez local: Hay que dar prioridad absoluta a los valores referentes de la gestión pública, de lo contrario naufragaremos… dice el catedrático Juanjo Álvarez: No se trata de hacer muchas cosas sino de prestar los servicios públicos esenciales lo mejor posible…culmina.

Si en la escuela enseñan para aprobar mas que para formar; en la facultad de medicina para curar mas que para no enfermar…naufragaremos. Formar desde la infancia en autogestión de la salud con base en nutrición desde un menú escolar autónomo…..acogiendo con mayor naturalidad los estados febriles.

Naufragaremos, al delegar la preservación de nuestra salud a un sistema, en el que los mas reconocidos se especializaron en repararla, y los pocos quijotes en mantenerla, ser poco reconocidos, a pesar de ser los grandes contribuidores del sistema de protección social, salud pública y ahorro a las arcas del estado, al reducir la enorme factura farmaceútica y así poder desviar el fruto de ese ahorro a inversión en nuevos equipamientos clínico-sanitarios.

Educar a nuestros niños en las verdaderas fuentes de la salud, genera riqueza para el país, siendo esa motivación, el mejor espejo para salud de sus adultos.