El proceso de Colombia con Petro y Márquez

Algunos comentarios sobre cómo va Colombia con el gobierno Petro

Algunos comentarios sobre cómo va Colombia con el gobierno Petro
Algunos comentarios sobre cómo va Colombia con el gobierno Petro

Por Consuelo Vélez

El año pasado elegimos al presidente actual de Colombia, Gustavo Petro. Digo “elegimos” porque, en realidad, participé activamente en esas elecciones, estuve muy entusiasmada con el programa propuesto por este gobierno y recuerdo la posesión presidencial, también la de Francia Márquez, como vicepresidenta, como un hecho de alegría, de afirmación de una narrativa distinta a la que habíamos manejado hasta ahora en los gobiernos anteriores y como el comienzo de un nuevo momento para Colombia.

Pasados ya ocho meses de este gobierno, sigo entusiasmada con esta propuesta y, cada vez que puedo, escucho los discursos del presidente o de la vicepresidenta, porque me sigue gustando la visión de país que proponen y creo en la posibilidad de hacerlo realidad. Por supuesto, no tengo la suficiente competencia para hacer una evaluación de lo realizado en este tiempo y, con toda seguridad, muchas afirmaciones se podrán rebatir y hasta tendrán razón los que lo hagan. Pero quiero compartir lo que veo de este tiempo de gobierno y por qué sigo creyendo en sus propuestas.

Nunca había visto un gobierno que, acabando de posesionarse, comenzará a buscar caminos para hacer realidad sus propuestas. Me parece que ha habido diligencia, compromiso y decisión por llevar a cabo lo prometido. Pero tampoco había visto un gobierno que fuera tan perseguido, tan calumniado, tan enfrentado, tan atacado. Monseñor Darío Monsalve lo expresó muy bien hace pocos días: “Sí, es el Gobierno más frágil porque tiene a los organismos del Estado en contra de una forma impresionante. Eso no se había visto en la historia del país; una procuraduría y una fiscalía en su contra, tiene a unas fuerzas políticas poderosísimas con gran poder económico y a un andamiaje mediático en contra. Los colombianos tenemos que recurrir a los canales internaciones para conocer un poco más lo que pasa dentro del país porque ya no vemos sino una sola cara de la moneda”. En efecto, personalmente he dejado de ver los canales de televisión con más audiencia e incluso algunos programas de radio que han tenido prestigio, porque el periodismo que ejercen no es objetivo. Es contra el gobierno actual. Pareciera que los periodistas disfrutan de hablar mal del gobierno y no parecen tener otras noticias para desarrollar. Ahora bien, estos medios ahora dicen que se les está violando su libertad o se les quiere poner mordaza. Creo que no es eso, sino la razonable necesidad de decir que los titulares y las noticias que desarrollan solo buscan desacreditar al gobierno y que omiten demasiadas cosas que, en un periodismo honesto, deberían comunicarse para tener todos los elementos de la realidad ante los hechos que se van sucediendo.

Esto no significa que no quiera escuchar críticas a este gobierno, ni que no reconozca que es un gobierno tan “humano”, como todo lo que está formado por personas de “carne y hueso”. Seguramente más de una propuesta podría tener otras posibilidades que serían mejores. Con toda certeza, más de uno de los que participan del gobierno no responderá a la tarea confiada, no solo porque no sabrá hacerlo, sino también porque los intereses personales nublan los ideales nobles que dijeron apoyar. Por eso no hay que extrañarse de decepciones frente a nombramientos o de traiciones al proyecto trazado. Pero este gobierno va recomponiendo lo que no ha salido bien y, sobre todo, ha dado señales claras de que sí es capaz de dialogar y de lograr consensos.

No podemos esperar que las cosas cambien de un día para otro porque cualquier transformación social lleva demasiado tiempo. ¿Podrá iniciarse al menos el camino con este gobierno? Por mi parte se está haciendo el esfuerzo, pero como ya dijimos, las oposiciones son mucho más que los apoyos. Además, la presencia de este gobierno no significa que la violencia armada, la desigualdad social, el narcotráfico y tantos otros problemas que hemos vivido por décadas, desaparezcan de la noche a la mañana. Es muy posible que haya problemas que se agudicen más y responder a ellos no será fácil. Pero ninguno de estos problemas comenzó con este gobierno, pero ha de responder a ellos y no siempre podrá acertar como desearíamos.

Una de las propuestas que me parecen más importantes es la de la “Paz total”. Estamos tan acostumbrados a ser un país con tanta violencia que preferimos seguir en ella que buscar caminos para construir la paz. No parece que hubiéramos aprendido nada de tantas décadas de querer vencer a los enemigos por la fuerza, sin conseguirlo, porque muchos siguen pidiendo que sigamos en esa misma lógica y no se busquen caminos de diálogo, de acuerdos, de reconciliación. Estos valores tan inherentes a la vida cristiana, parece que son defendidos por un gobierno que no ostenta una filiación eclesial y no por el pueblo colombiano que se declara creyente y que, todavía hoy, constituye un número representativo de la población. Precisamente en la visita que los Obispos colombianos están haciendo al Papa en estos días, Francisco les dijo que había que apoyar la paz “venga de donde venga”. Es verdad que la iglesia institucional está apoyando la paz-hay dos obispos en los diálogos con la guerrilla del ELN- pero hay un grueso del pueblo de Dios que parece alegrarse con los tropiezos que este proyecto va teniendo y no apoya para nada los avances. ¡Extraña fe que no apuesta por la paz!

En conclusión, sigo creyendo que los caminos trazados por este gobierno van en sintonía con la fe que profeso porque buscan cambios estructurales que garanticen los derechos de todos -y no solo de una minoría privilegiada- y lo veo trabajando en ello. No me extraña ni un poquito que haya tanta oposición. Me incomodan muchísimo los medios de comunicación que instalan en el imaginario social tanta cizaña frente a este gobierno. Me duelen los creyentes que, no logran reconocer lo bueno que este gobierno está tratando de realizar y se empeñan en destruirlo para seguir “con más de lo mismo”: gobiernos que solo defienden los derechos de los poderosos y justifican muy hábilmente la situación de pobreza estructural que tienen que vivir la mayoría.

No es un apoyo ciego a un gobierno sino un apoyo razonable al primer gobierno que me habla de defender a los pobres, buscando cómo garantizar sus derechos, cómo poner a la persona por encima del lucro, cómo tener una mirada integral con la creación, proponiendo detener su explotación irracional, un gobierno que apuesta por la paz, en definitiva, un gobierno capaz de recordarme que es posible soñar con una Colombia donde la vida, la justicia y la paz sean posibles. Seguimos manteniendo la esperanza de que “vivir sabroso” puede ser posible

El sabroso despertar de Colombia

Gustavo Petro, Francia Márquez: el sabroso despertar de Colombia

Gustavo Petro celebra junto a la vicepresidenta electa, Francia Márquez, la victoria en las elecciones de Colombia. EFE/

En las instalaciones del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, un lugar emblemático donde se refleja la dureza vivida en Colombia en el último medio siglo, el presidente Gustavo Petro, que este domingo asumirá oficialmente el mando, recibió un documento elaborado por diferentes plataformas de derechos humanos y organizaciones sociales. El documento, un importante jalón en la dirección del Informe de la Comisión por la Verdad, incorpora un plan de choque para proteger a los líderes sociales en Colombia. Para que dejen de matarles. Porque en Colombia, a la gente de izquierda la asesinan.

En la recepción del documento, Petro le dijo a Ruiz Masseu, jefe de la Misión de la ONU en Colombia: «Esta violencia estalla alrededor de mercados ilegales, controles territoriales y algo que no hemos podido resolver, que es el narcotráfico (…) Los amigos de Naciones Unidas que están acá deben saber que esto estalla porque hay una prohibición y Naciones Unidas apoya la prohibición». Petro sabe que para acabar con el narco y el paramilitarismo en Colombia hay que legalizar porque prohibir no ha servido para nada.

Petro terminó la campaña electoral con chaleco antibalas y, al igual que Francia Márquez, la vicepresidenta, escoltado. El narcotráfico es dinero y el dinero no sabe de democracia. Sin embargo, un par de días después de haber ganado las elecciones, Petro se reunió con Álvaro Uribe, el narcopresidente al que las organizaciones de derechos humanos señalan como el responsable de la violencia paramilitar. Petro ha decidido, como si salieran de una dictadura, pactar con los asesinos para mitigar la violencia. Hay cosas que recuerdan a la transición española. Ojalá aprendan de nuestros errores. La derecha entiende las cesiones como debilidad.

Los asesinatos de líderes sociales no han parado desde que Petro y Francia ganaron las elecciones. Solo en el gobierno del saliente Iván Duque -amigo del PP y de VOX- fueron asesinados 930 líderes sociales. En la derecha siempre hay gente que no acepta los resultados electorales cuando pierden. En América Latina, llegado el caso, tiran de pistola. En España, seguro que por la influencia europea, sólo de policías y jueces corruptos. El ruido que acompaña a los gobiernos progresistas no suena cuando pierde la izquierda. La izquierda no hace la vida imposible a la derecha cuendo pierde unas elecciones. El Parlamento peruano, lleno de corruptos de la etapa fujimorista, no ha autorizado al presidente Castillo a acudir a la toma presidencial de Gustavo Petro, de la misma manera que Lasso en Ecuador sigue persiguiendo al correísmo, los gorilas argentinos siguen persiguiendo a Cristina Fernández de Kirchner, Bolsonaro en Brasil sueña con volver a meter en la cárcel a Lula y las cloacas en España no han dejado de perseguir a Podemos.

Petro ha propuesto una serie de cambios que tienden la mano a los que han gobernado en Colombia toda la vida como si fuera su hacienda. Hace falta mucho coraje para invitar a la concordia a los que asesinaron al candidato de la izquierda Jorge Eliécer Gaitán en 1948, provocando el nacimiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a los que asesinaron a campesinos y líderes sociales y los presentaron como guerrilleros para cobrar la recompensa, a los que montaron las autodefensas y luego el paramilitarismo, a los seguidores del presidente saliente Iván Duque que deja el país endeudado, agujereado fiscalmente y lleno de contratos inmorales firmados con urgencia (como la compra de más de un cuarto de millón de litros de glifosato por valor de 12.000 millones de pesos, sabiendo que ese veneno no lo usará nunca el presidente Petro). También, y no es menor, Petro se ha sentado con los militares que dejan sonar sus sables para que nadie se olvide de que cuando quieran pueden dar un golpe de Estado (que Joe Biden y Kamala Harris entenderían por las mismas razones por las que van a visitar en Arabia Saudí al jeque asesino Mohammed bin Salman, tienen preso a Julian Assange o arrastran a Europa a la guerra en Ucrania como si no les bastaran las muertes que provocaron en Irak).

En la nueva «marea roja» que está viviendo América Latina hay diferencias con la que recorrió la región con el cambio de siglo. No solo porque aquellos liderazgos fueron muy peculiares (Hugo Chávez, Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Néstor Kirchner, Fernando Lugo, Mel Zelaya, todos bestias negras en sus países de las oligarquías tradicionales), sino también porque aquella oleada de cambio coincidió con un alto precio de las materias primas (que permitió redistribuir la renta), porque la crisis de 2008 aún no había hecho su tarea devastadora y porque aquellos gobiernos contaron con mayorías sociales y electorales para desarrollar su programa.

Gariel Boric en Chile, Pedro Castillo en Perú, Gustavo Petro en Colombia, Andrés Manuel López Obrador en México gobiernan con frentes amplios a menudo tensionados por su juventud, esto es, por su falta de recorrido. Esto lleva a que a la interna no siempre tengan la necesaria coherencia ideológica, lo que deviene en falta de coherencia organizativa. A la izquierda siempre la dividen las ideas mientras que a la derecha la unen los intereses. Enfrente tienen una articulación de la derecha con la extrema derecha (a menudo liderado por esta última, como ha pasado con José Antonio Kast, Jair Bolsonaro, Keiko Fujimori o Rodolfo Hernández) que ha sido capaz, pese a perder las elecciones, de mantener el apoyo de casi la mitad de los electores. Y que cuando han perdido los palacios de gobierno no han perdido el poder. Poder económico que se traduce en poder mediático, judicial, policial, militar. Las derechas controlan casi el 100% de los medios de comunicación y los medios son el principal partido de la oposición a los partidos de cambio. Que se lo pregunten en España a Inda y Ferreras.

Toma de posesión del Gobierno de colombia

Emocionante la posesión del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez!

¡Emocionante la posesión del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez!
¡Emocionante la posesión del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez!

Colombia es un país creyente y la toma de posesión se hizo invocando a Dios. Pero esa creencia va más allá de esa invocación. Los discursos y los propósitos que señala este nuevo gobierno tienen todo que ver con los valores cristianos

Con seguridad Dios se hizo presente en esa multitud emocionada porque donde se defiende la vida, Dios está presente

 Por Consuelo Vélez

¡Petro amigo, el pueblo está contigo! Así lo recibió el pueblo colombiano reunido en la plaza de Bolívar para su posesión como presidente. Se cambiaron los estilos tradicionales de una ceremonia protocolaria por un acto que representó el sentir de la gente. Una plaza llena -con la mayoría de gente común y corriente- y en la que una “hija de la historia dolida de Colombia” – la senadora María José Pizarro, hija del excandidato Pizarro, asesinado por la violencia irracional que ha acompañado la historia de Colombia-, le colocó la banda presidencial.

No menos fueron las ovaciones a Francia Márquez quien encarna la “dignidad” del pueblo más sufrido de Colombia -los nadies y las nadies-, jurando fidelidad a la responsabilidad que le confían como vicepresidenta: “hasta que la dignidad se haga costumbre”. Estos juramentos enmarcados en la realidad de dolor, violencia, muerte que han acompañado tantas décadas la realidad colombiana -y excelentemente recogidos en las fotografías de Mauricio Vélez que fueron proyectadas-, significan mucho más que un juramento: son compromisos a “no olvidar la historia vivida” para “no repetirla” pero también para “repararla” y “transformarla” para que la vida se imponga en este territorio tan azotado por la muerte.

El discurso del presidente del Congreso, Roy Barreras, recordando la historia de la que venimos para transformarla de una vez por todas nos conectó con los grandes desafíos que tiene el nuevo gobierno: ha de ser para el pueblo y responder a sus necesidades; ha de parar la muerte y convertir a Colombia en una potencia mundial de la vida; ha de conocer las heridas para curarlas. Este gobierno es el primero de izquierda y progresista que llega a Colombia y significa una ruptura, un quiebre con lo vivido hasta ahora, buscando cambiar la injusticia social que ha golpeado a tantos. Colombia está llamada a trabajar por la paz hasta que se consiga plenamente.

El discurso del presidente Petro no tuvo ni una sola palabra de sobra. Enfocado a la justicia social y a la paz con un llamado a despertar la conciencia: “no naturalicemos la desigualdad y la pobreza, somos una de las sociedades más desiguales en todo el planeta y eso es una aberración, una inmoralidad que no podemos aceptar”. Trazó diez compromisos: (1) La paz -para vivir sabroso-; (2) Los abuelos/as, niños/niñas -política del cuidado; (3) Con y para las mujeres -Francia y el ministerio de la igualdad-; (4) diálogo con todas y todos -puertas abiertas-; (5) gobierno de la escucha -no distante del pueblo, cerca de los problemas-; (6) defender a todos de las violencias -estrategia de seguridad humana; la vida será el test del éxito-; (7) Lucha contra la corrupción -recuperar lo que robaron, desestimar ese sistema-; (8) protección del ambiente -potencia mundial de la vida-; (9) desarrollar la industria nacional, economía popular y el campo -especialmente las mujeres y los pequeños empresarios-; (10) Cumplir y hacer cumplir la Constitución -la ley es el poder de los que no tienen poder-.

Por supuesto, las palabras no cambiarán la realidad, pero tener una ruta clara ya es el primer paso. Con su discurso Petro se volvió a comprometer con sus promesas de campaña. No las olvidaremos y las exigiremos.

Colombia es un país creyente y la toma de posesión se hizo invocando a Dios. Pero esa creencia va más allá de esa invocación. Los discursos y los propósitos que señala este nuevo gobierno tienen todo que ver con los valores cristianos. Se puede decir que la jornada que vivimos hoy fue una celebración creyente de un pueblo que cree en la dignidad humana, la justicia social, la paz, el bien común por encima de los intereses personales. Con seguridad Dios se hizo presente en esa multitud emocionada porque donde se defiende la vida, Dios está presente.

Felicitaciones de los Obispos de Colombia

Luis José Rueda felicita a Gustavo Petro tras ser elegido presidente de Colombia

Rueda saluda al nuevo presidente de Colombia

El presidente del episcopado colombiano ha mostrado su disposición “a seguir trabajando, a seguir luchando por la paz, por la reconciliación y por la fraternidad” de todo el país

Tras conocerse el resultado electoral de la segunda vuelta de las presidenciales en Colombia, en el que salió electo Gustavo Petro como presidente y Francia Márquez como vicepresidenta, Luis José Rueda, presidente de la Conferencia de Obispos y arzobispo de Bogotá, expresó sus felicitaciones.ha reconocido el “esfuerzo democrático” que los colombianos han mostrado en esta jornada marcado por la “responsabilidad, madurez y amor” por el país.

El alto jerarca de la Iglesia colombiana ha mostrado su disposición “a seguir trabajando, a seguir luchando por la paz, por la reconciliación y por la fraternidad de todos los colombianos”.

Lecciones aprendidas

Rueda admitió que “hay cosas por corregir” dentro de las venideras campañas electorales como las que han vivido los colombianos.

“Hemos tenido aprendizajes y cosas que no se deben repetir, pero también es importante que miremos el presente y el futuro de Colombia”, ha dicho.

Por eso pide que “sigamos luchando, trabajando por la vida, por la paz, por el desarrollo humano integral”, mientras que a Petro como a Márquez les augura “los mejores éxitos” y que “tengan la sabiduría de Dios para conducir los destinos de la historia de Colombia”.

¡Y ganó «El cambio por la vida»!

¡Y ganó "El cambio por la vida"
¡Y ganó «El cambio por la vida»

«Espontáneamente mucha gente ha salido a la calle para celebrar este triunfo. No importa la lluvia (en Bogotá) porque es más grande la alegría del triunfo. Pero lo más interesante es la presencia masiva de tantos jóvenes«

«Los periodistas de los medios casados con el gobierno actual, no saben muy bien cómo transmitir este triunfo. Se les ve rígidos, como a muchos de los invitados a comentar. Es que después de tantos meses contribuyendo al desprestigio de la campaña del Pacto Histórico, ahora no saben ni qué decir«

«Gracias Francia Márquez por hacer realidad que una mujer como tú -a los que tantos tienen recelo por ser negra, ser lideresa, ser valiente- ocupe este segundo cargo de la naciónrompiendo el techo para las mujeres pobres, negras, del pueblo«

Por Consuelo Vélez

Han sido tres semanas muy difíciles desde la primera vuelta y por fin, “ganó el pacto por la vida”. En este día no ganó una persona -Petro- sino que ganaron las periferias, las víctimas, los y las nadies, la población afro, y tantos pobres con diferentes necesidades y exclusiones. Además ganó un relato que se acerca más a la verdad (todo relato es limitado como la misma vida humana) porque no es verdad que los guerrilleros insertados no puedan acogerse a la legalidad y seguir construyendo patria, porque no es verdad que el único sistema confiable es el neoliberalismo, porque no es verdad que hay que esperar indefinidamente para empezar el cuidado de la casa común, porque no es verdad que los gobiernos progresistas son comunismo, porque no es verdad que no podamos tener un Estado de Bienestar -como tantos países del llamado primer mundo- para garantizar una educación, una salud, una pensión, una vivienda y tantas otras necesidades básicas a lo que tienen derecho todo colombiano/a.

Los/as pobres, los/as nadies ¡no son vagos!, ¡no son atenidos!, -como los califican tantas personas desde su comodidad-. Ellos son víctimas de la injusticia social de la que esta parte de Colombia, hoy ganadora, se cansó y ha puesto todo de su parte para comenzar a revertirla. Que la injusticia se haga justicia, que le vida triunfe sobre la muerte, que la paz acabe con la guerra.

Petro

Espontáneamente mucha gente ha salido a la calle para celebrar este triunfo. No importa la lluvia (en Bogotá) porque es más grande la alegría del triunfo. Pero lo más interesante es la presencia masiva de tantos jóvenes. A ellos también les debemos este triunfo porque son los que hace un año protestaron en las calles porque la situación que vivimos no se puede tolerar más. Su constancia, audacia y fortaleza muestra la conciencia política de los jóvenes y su compromiso con construir nuestra patriaNo es verdad que los jóvenes son vándalos -como también los califican tantas personas que solo viven en su pequeño mundo, temerosos de cualquier cambio-.

La alegría de este momento refleja un sentir del “pueblo”. Ese pueblo que se logra unir y luchar por causas comunes. De este pueblo nos habla el papa Francisco en la Fratelli Tutii, pero lamentablemente, hay una porción de Iglesia que no puede salir a celebrar con este pueblo, porque parece que nunca esta con él, aunque en teoría dice seguir al Jesús del reino, donde los pobres ocupan el primer lugar. ¡Esas son las incoherencias de nuestra fe!

Los periodistas de los medios casados con el gobierno actual, no saben muy bien cómo transmitir este triunfo. Se les ve rígidos, como a muchos de los invitados a comentar. Es que después de tantos meses contribuyendo al desprestigio de la campaña del Pacto Histórico, ahora no saben ni qué decir. Porque, aunque fue verdad que de todas las campañas hubo iniciativas de atacar personalmente al contrincante, es verdad de toda verdad que contra Petro todo eran ataques, todo era distorsión, no hubo un solo debate en que los oponentes no partieran de una mentira para atacarlo y que los periodistas no le hicieran preguntas con la intencionalidad de reforzar prejuicios infundados.

Por supuesto que las cosas no van a cambiar mágicamente. Creo también que errores no faltarán. Estaremos escribiendo en el futuro con desacuerdos frente a decisiones que tomen. Pero no olvidemos que cualquier decisión necesita la aprobación del congreso y será una “obra de arte” conseguir unir fuerzas para el bien de Colombia. No faltará la oposición férrea de los contrarios. Sin embargo, Colombia no va a ser la misma después de este triunfo. Por primera vez nuestro país se mira desde la periferia, por primera vez los que nos hablan son representantes de los indígenas, de los afro, de los campesinos, de las víctimas, de los pobres, de los nadies y las nadies, pueblo colombiano que trabaja con tanta dignidad y que por siglos ha sido víctima de tanta injusticia social.

Gracias Francia Márquez por hacer realidad que una mujer como tú -a los que tantos tienen recelo por ser negra, ser lideresa, ser valiente- ocupe este segundo cargo de la naciónrompiendo el techo para las mujeres pobres, negras, del pueblo. Desde tu maravillosa votación en las consultas nos has mostrado que existe esta porción de pueblo que levanta la voz y es capaz de encargarse de liderar el rumbo del país por la senda de la vida, vida que has defendido con el compromiso de tu propia vida.

Gracias Gustavo Petro por no haberte cansado a pesar de tanta oposición. Tu vida vale la pena ¡y sin duda! Como dijo algún periodista o comentador, has sabido interpretar el sentir del pueblo y merecías ser nuestro presidente. Tus primeras palabras, después de este triunfo, son las que necesitamos: una política del diálogo, del amor, de la reconciliación, de la paz y, sobre todo, abrir las puertas del cambio. No estamos bien y tenemos derecho a estarlo. Confiamos que estos cuatro años que vienen sigamos trabajando por la unidad y la paz, por la justicia social y la inclusión de todos/as, por superar tanta violencia que no tenemos porque vivir. ¡Tenemos derecho a vivir en paz! ¡Tenemos derecho a ser felices! ¡Tenemos derecho a vivir sabroso!

Elecciones en Colombia

Colombia se enfrenta a unas presidenciales bajo amenazas 

23/05/2022 - El candidato de izquierdas a la Presidencia de Colombia, Gustavo Petro, habla durante el cierre de su campaña, este domingo 22 de mayo, en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá (Colombia).
El candidato de izquierdas a la Presidencia de Colombia, Gustavo Petro, habla durante el cierre de su campaña, este domingo 22 de mayo, en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá (Colombia).  Carlos Ortega / EFE

El próximo domingo 29 de mayo están previstas las elecciones presidenciales de Colombia. Los últimos sondeos encabezan a Petro como favorito, pero ponen en duda que el candidato derechista «Fico» Gutiérrez se mantenga en la recta final.

MARCO TERUGGI (PÁGINA 12)

Gustavo Petro denunció este sábado la existencia de un plan para dar «un golpe a las elecciones del 29 de mayo». El candidato de Pacto Histórico, al frente en todas las encuestas, afirmó que «tienen pensado suspender las elecciones, suspender los órganos que rigen el proceso electoral». El candidato pronunció estas palabras en un acto masivo desde un escenario en la ciudad de Barranquilla, al norte del país, sobre el mar Caribe.

Francia Márquez, candidata a vicepresidenta junto a Petro, fue protegida esa misma noche por un dispositivo de seguridad antibalas y tuvo que abandonar el  el escenario por la salida de emergencia debido a que le apuntaron con un láser en la sien, a modo de amenaza. Su mitin se celebraba en Bogotá como memorándum del día de la afrocolombianeidad, del cual es originaria. Esta mujer negra, ambientalista y feminista que fue víctima de un atentado en el 2019, ha logrado una gran popularidad en un país que, por tercer año consecutivo, alberga  grandes movilizaciones.

23/05/2022 - La candidata a la Vicepresidencia de Colombia Francia Márquez, habla en el último mitin junto a Gustavo Petro, este domingo 22 de mayo en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá (Colombia).
La candidata a la Vicepresidencia de Colombia Francia Márquez, habla en el último mitin junto a Gustavo Petro, este domingo 22 de mayo en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá (Colombia).  Carlos Ortega / EFE

Alerta por ‘pucherazo’

Ambos hechos elevan a alerta roja la situación que se vive en las elecciones colombianas. Iván Cepeda, senador y miembro del Pacto Histórico, precisó en la mañana del domingo a qué se refería Petro: «Hay una campaña innegable para suspender de sus labores al funcionario del que depende todo el sistema electoral. Es obvio que si a falta de tres o cuatro días de las elecciones este se destituye al máximo responsable de realizar el conteo de los votos, el sistema electoral se paraliza por completo.»

La posibilidad de que el magistrado, Alexander Vega, sea sustituido es una más entre las alertas recibidas en el marco de una elección atravesadas por amenazas. Muestra de ello es la protección con la cual Petro debe realizar cada uno de sus mítines, o el informe de la Defensoría del Pueblo que afirma que de los 1.123 municipios de Colombia al menos 521, es decir el 47,3%, están expuestos a vulneraciones de derechos humanos en el período electoral, dentro de los cuales 84 están bajo riesgo extremo.

Ránking de votos

Las amenazas parecen proporcionales a las posibilidades de que Petro gane las elecciones

Las amenazas parecen proporcionales a las posibilidades de que Petro gane las elecciones. El candidato del Pacto Histórico −que aglutina a partidos, organizaciones, y dirigentes progresistas, de izquierda y liberales− encabeza las encuestas. Le siguen Federico «Fico»  Gutiérrez, de la coalición Equipo por Colombia, y, en tercer lugar, Rodolfo Hernández, de la Liga de los Gobernantes Anticorrupción, quien ha logrado un incremento de popularidad en las últimas semanas, hasta tal punto de disputarle el posible segundo lugar a Gutiérrez en un eventual ballottage.

Según la encuestadora Guarumo, Petro tiene 37,9% de intención de voto, Gutiérrez 30,8% y Hernández 20,3%. Otro sondeo de Invamer,  muestra al primero con 40,6%, al segundo con 27,1%, y al tercero con 20,9%. Finalmente, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica sitúa a Petro con el 48% en una proyección sobre voto válido, a Hernández como segundo con un 21,8% y a Gutiérrez con 21,4%. Petro encabeza todas las listas, pero no llega a más del 50% necesario para obtener la victoria en la primera vuelta.

Gutiérrez y el uribismo 

Una segunda vuelta es entonces probable y en esa también Petro aparece como el favorito de los encuestados. En ese caso se mediría contra Gutiérrez, exalcalde de Medellín, y un candidato próximo al uribismo colombiano, aunque niega serlo. Los vínculos entre Gutiérrez , el expresidente Álvaro Uribe y su partido Centro Democrático son varios, como quedó demostrado cuando el candidato del Centro declinó su candidatura a su favor. Sin embargo, la imagen negativa de más del 70% del actual presidente Iván Duque, así como la de Uribe, significa que un apoyo público en la primera vuelta sería un peso para Gutiérrez.»Tenemos que evitar proyectos populistas», dijo «Fico» Gutiérrez

El candidato de Equipo por Colombia, acusado de vínculos con la organización criminal Oficina de Envigado durante su mandato como alcalde, sostiene un discurso característico de las derechas latinoamericanas, como expresó en el acto realizado en Neiva el viernes: «Aquí lo que está en juego es el futuro del país, no podemos dar un salto al vacío como ya lo hicieron Cuba, Venezuela, Nicaragua, o recientemente Perú y Chile. Tenemos que evitar esos proyectos populistas».

La necesidad del uribismo de esconderse tras Gutiérrez demuestra la crisis de la fuerza dominante de la política colombiana en los últimos 20 años, y la necesidad de cambio en el régimen. Esa situación le permitió a Hernández encontrar un espacio con un perfil de outsider y llevar un discurso anti-corrupción, aunque esté acusado por ello. El tema de la corrupción ocupa un lugar muy importante en Colombia: según el Centro Nacional de Consultoría es la mayor preocupación de la ciudadanía, con un 23%, seguido del desempleo con 18%, la pobreza y el hambre con 13% y la inseguridad urbana con 8%.

Hernández, apodado como «viejito, pero sabroso»  en sus redes sociales, plantea «salir de la polarización», y disputa parte de una base electoral común con Gutiérrez, de centro-derecha, derecha o uribismo desencantado. Su ascenso se corresponde al desplome del candidato que se presentaba como de centro, Sergio Fajardo, lo que ha llevado a concluir que el exalcalde de Bucaramanga lograse atraer a una parte importante de esos votantes. Otra candidata que buscaba el centro, Ingrid Betancourt, le dio finalmente su apoyo en los últimos días a Gutiérrez.»Hay un régimen de la corrupción desesperado», afirmó Petro

Si bien es entonces un escenario abierto de cara al 29 de mayo, existe, en vista de las encuestas y los apoyos en los actos, una probabilidad de que Petro gane las elecciones. Significaría la llegada de un presidente progresista en un país que viene de 50 años de una violencia armada que tomó varias formas, pero nunca se detuvo, y ahora se caracteriza por el asesinato sistemático de líderes sociales, de derechos humanos, y de masacres. «Hay un régimen de la corrupción desesperado», afirmó Petro en Barranquilla, en referencia a la posibilidad de que resulte electo.

El gobierno, por su parte, niega que los planes denunciados sean ciertos. El ministro del Interior, Daniel Palacios, escribió que las «afirmaciones en las que se habla de aplazamiento o suspensión de las elecciones son absolutamente falsas. Solicitamos a candidatos y equipos no generar desinformación». La procuradora general, Margarita Cabello Blanco, afirmó por su parte que «las fechas de las elecciones en Colombia las fija la Constitución y la ley, por lo tanto, no son susceptibles de cambio».

La última semana antes de la primera vuelta se anuncia tensa. El país viene del estallido del 2021, el tema de las elecciones permeó la cotidianeidad de la sociedad, se debate en muchos sitios en un cruce entre la necesidad de cambio, la campaña de miedo contra Petro, y las amenazas en un país acostumbrado a contar muertos, sicarios, o paros armados como eufemismos para nombrar control territorial de grupos armados/paramilitares. ¿Qué pasaría en caso de una denuncia de robos de votos o maniobras de última hora antes, durante, o después de la contienda que pongan en duda el resultado? Muchos coinciden que podrían desencadenarse respuestas en las calles