Francisco, el reformador de la 4ª vía

De Benedicto a Bendecido por la ruta de en medio

Diez años en la cuerda floja: Francisco, el reformador de la cuarta vía

Diez años de Francisco

«Reforma de Francisco por la cuarta vía de conversión continua y reforma evangélica por camino sinodal»

«El ‘camino de en medio’ de Francisco no es postura intermedia de ‘pseudo-centro’, sino cuarta opción para que caminen juntas las divergencias hacia una convergencia que requiere tiempo y sufrimiento, manteniendo equilibrios inestables con la ayuda del Espíritu Santo»

«En la década del Papa Francisco, tanto en la práctica pastoral como en la enseñanza de la teología, se puede practicar la cuarta vía evangélica para acoger, en vez de condenar; bendecir, en vez de demonizar; ayudar a discernir en conciencia soluciones pastorales a situaciones canónicamente calificadas como irregulares y doctrinalmente pendientes de evolución y reforma»

Por| Juan Masiá teólogo jesuita

Francisco、Reformador por la Cuarta Vía

~Ni restauración, ni ruptura, ni solo renovación, sino reforma~

   Hace diez años titulé De Benedicto a Bendecido el primer gesto del nuevo obispo de Roma: jesuita argentino con nombre franciscano invita a rezar en silencio. Esperábamos bendición papal, pero él pide primero que el Espíritu nos bendiga. El gesto clave de hermandad universal auguraba bendiciones, cumplidas año tras año con gestos, palabras y silencios, retratos de un estilo pastoral de misericordia evangélica, discernimiento espiritual y comunión de caminantes en el Espíritu. Así promueve la “conversión del Papado” y la “conversión pastoral” de una iglesia que deje de hablar “más de la ley que de la gracia, más de ella misma que de Jesucristo, más del Papa que de la Palabra de Dios (“Evangelii Gaudium”, EG, 32-38). El poliédrico Francisco (EG 236): discierne como san Ignacio, para reformar, compadece, como san Francisco, para sanar ; escucha y acompaña, como san Alfonso Ligorio, para reconciliar.

   No caben aquí recopilaciones. Me limito a un tema: la audacia de Francisco para ir por el “Camino de en medio” (que no el “punto medio”, sino “la cuarta Vía” de conversión continua y reforma evangélica por camino sinodal (EG. 217-237). Lectores/as de este blog disculparán lo repetitivo de la cantilena sobre la “la cuarta vía” (Cf. numerosos posts de estos diez años en RD sobre Papa Francisco y moral). 

Ni restauración, ni ruptura, ni renovación cosmética, sino reforma por el Espíritu

   Más allá de la restauración conservadora y del reformismo progresista; también más allá del “punto medio” de compromiso diplomático “a la vaticana”, el “camino de en medio” de Francisco no es postura intermedia de “pseudo-centro”, sino cuarta opción para que caminen juntas las divergencias hacia una convergencia que requiere tiempo y sufrimiento, manteniendo equilibrios inestables con la ayuda del Espíritu Santo.

   Lo ilustraría con un cable extendido sobre la plaza de san Pedro: Francisco se balancea, báculo-pértiga en la izquierda y mano derecha bendiciendo hacia las periferias. El pueblo reza y aplaude mientras él entona coplas de utopía, aunque no estén de moda, ni siquiera entre fieles seguidores.

   Para la reforma eclesial, el Papa Francisco camina por la vía media o camino de en medio; pero prefiero llamarle cuarta vía, para evitar la confusión con el simple “punto medio inmovilista entre dos extremos”.

  No basta la renovación cosmética

  Al revisar la tradición y recrearla con fidelidad, se dan tres actitudes estáticas y un cuarto estilo dinámico de creer, pensar y actuar para reformar.

Tres actitudes estáticas:

1) tradicionalismo a ultranza 2) ruptura radical 3) renovación cosmética moderada mediante “documentos de compromiso en el punto medio”, sin acabar de salir del inmovilismo.

   Ejemplos de la “tercera postura”: la Declaración sobre el Cuidado Pastoral de Personas Homosexuales (CDF, 1986) o el Responsum sobre la bendición del enlace de personas del mismo sexo (CDF, 2021). Estos intentos timoratos aparentan ser mediación, pero no asumen la necesidad de que evolucionen las doctrinas. Tampoco bastan para superar la triple crisis que confronta la Iglesia hoy: 1) crisis de las formas de transmisión de la fe que pueden y deben evolucionar y cambiar; 2) crisis de fe y alejamiento de creyentes en situaciones de marginación dentro de la comunidad; 3) crisis sistémica en la cumbre y estratos dirigentes de la iglesia institucional.

   Contrastando con estas tres actitudes, la “cuarta vía” propone el camino de en medio: conversión perenne, diálogo crítico y creativo, camino sinodal de posturas divergentes que se escuchan mutuamente a la vez que escuchan al Espíritu y siguen caminando hacia una futura convergencia, viviendo con esperanza y compasión mutua los dolores de parto de la evolución de las doctrinas.

   ¿Bendecir el enlace de parejas del mismo sexo?

   Un ejemplo concreto. Cuando Francisco se opone a las legislaciones que tratan la homosexualidad como delito o cuando admite el enlace civil de parejas del mismo sexo surgen diferentes reacciones por parte de las tres posturas mencionadas.

   Ejemplos:  a) a un obispo de la “primera vía” tradicionalista le parece que el Papa está pensando y actuando en contra de la doctrina de la iglesia. Este obispo sufre porque no asume la necesidad de evolución en la interpretación de las doctrinas;

   b) a un obispo de la “segunda vía”, más liberal, que acompaña a minorías marginadas en la sociedad y en la iglesia, le parecen insuficientes los gestos papales de acogida, respeto y discernimiento, porque percibe en carne viva la necesidad de romper con siglos de inmovilismo. Este obispo sufre impotente al ver dentro de la iglesia la causa sistémica de muchos alejamientos y pérdidas de fe;

   c) un tercer obispo, de escuela «ratzingeriana», le sugiere al Papa un “punto medio” (que en realidad es “una ultraderecha disfrazada de centro”: “Publiquemos, dice, un documento que insista en no discriminar, en acoger a las personas y respetar sus derechos; admitamos incluso ciertos actos discretos de acogida comunitaria, pero dejando claro que no se cambia nada de lo que dice el Catecismo sobre castidad y pecado, que no hay cambio en la interpretación tradicional del “procread y multiplicaos”, de la Moral sexual tradicional o de la ley natural etc.

   Al primero de estos tres obispos le dice Francisco que tiene que convertirse.

   Al segundo le dice que está de acuerdo, pero que a esa reforma no se debe llegar por decreto, sino por camino sinodal.

   Ante el tercero… Francisco lo pasa mal y se queda perplejo, siente que le meterán el gol de tener que firmar (por el momento) con su visto bueno una declaración de CDF, a sabiendas de que esa tercera vía no soluciona nada. Pero al mismo tiempo prosigue repitiendo los gestos que anuncian la cuarta vía y animando a proseguir por el camino sinodal,…

   Luz verde a agentes de pastoral y docentes de moral teológica

   En la década del Papa Francisco, tanto en la práctica pastoral como en la enseñanza de la teología, se puede practicar la cuarta vía evangélica para acoger, en vez de condenar; bendecir, en vez de demonizar; ayudar a discernir en conciencia soluciones pastorales a situaciones canónicamente calificadas como irregulares y doctrinalmente pendientes de evolución y reforma. Se puede hacer esto, no solo con la conciencia tranquila, sino también sin temer que algún inquisidor ponga en el punto de mira al presunto disidente.

 Clave de “la cuarta vía”: misericordia evangélica, discernimiento responsable y comunión itinerante (sinodal). (EG 20-39, 217-237)

   ¿Qué ocurre cuando se afrontan con esta actitud algunos temas controvertidos, por ejemplo, situaciones matrimoniales llamadas eufemísticamente “irregulares”, o el criterio de evaluación moral del comportamiento sexual humano, o no confundir delito penal con injusticia o pecado, etc… ?

   En tiempos de Juan Pablo y Benedicto, un sacerdote o agente pastoral o un profesor de moral que creyera, pensase y actuase según esa cuarta vía tenía que admitir que su postura es incompatible con lo que oficialmente dicen documentos eclesiásticos como, p.e., Homosexualitatis problema (1986) o el  Nuevo Catecismo  (1992) y el Nuevo derecho canónico (1983) , – por cierto, ninguno de los dos “nuevo”, sino repetidor de lo que tenía que reformarse, pero solamente se había renovado tímida y vaticanamente, según la “tercera alternativa”: más de lo mismo…

   Tarea pendiente en la era post-Ratzinger

   Al conmemorarse el cincuentenario del Concilio Vaticano II, Ratzinger recomendó releer el Catecismo y el Derecho canónico, poniéndolos al mismo nivel que los documentos del Concilio, aunque ambos contienen muchos puntos de retroceso y desacuerdo con la reforma conciliar. El famoso discurso de Ratzinger sobre la interpretación del Concilio en términos de renovación y no de reforma explica las reticencias que él abrigaba contra Gaudium et spes (1965).

   Hoy, en cambio, a quien se le presenta ese problema es al mismo Francisco, porque le achacarán sus objetores que su reforma es incompatible con la doctrina tradicional de la iglesia.

   Cuando preguntan hoy sobre la bendición eclesial del enlace civil de parejas del mismo sexo, la cuestión no es si concuerda con la doctrina tradicional de la iglesia, sino cómo ha evolucionado y tiene que seguir evolucionando esta doctrina. Y esta es la gran tarea pendiente para la que no le da tiempo a Francisco, aunque llegue a centenario (¿le dará tiempo a su sucesor?).

(Continuará en próximos posts sobre evolución de las doctrinas).

«Dios también es nuestra Madre»

La lucha de una teóloga por feminizar el lenguaje de la liturgia

Annette Jantzen Ute Haupts/DA

Annette Jantzen quiere feminizar el lenguaje de la liturgia. Considera que es demasiado patriarcal, por lo que esta teóloga alemana, casada y madre de tres hijos, que trabaja en el Obispado de Aquisgrán y acompaña a mujeres en situación de vulnerabilidad, ofrece textos y oraciones para que las mujeres entren en esa otra dimensión que ha sido opacada desde hace siglos

«En la misa noto una y otra vez cuán unilateralmente masculino y patriarcal es el lenguaje en la liturgia. Se habla de Dios como Señor, como Gobernante y Todopoderoso. A muchas mujeres les resulta difícil orar con imágenes de ese lenguaje y mi tarea es permitir que las mujeres celebren los servicios de tal manera que puedan encontrar su camino hacia la oración», señala

Por José Lorenzo

Annette Jantzen quiere feminizar el lenguaje de la liturgia. Considera que es demasiado patriarcal, por lo que esta teóloga alemana, casada y madre de tres hijos, que trabaja en el Obispado de Aquisgrán y acompaña a mujeres en situación de vulnerabilidad, ofrece en su blog textos y oraciones para que las mujeres entren en esa otra dimensión que ha sido opacada desde hace siglos, como cuenta en entrevista con Katho.de.

«En la misa noto una y otra vez cuán unilateralmente masculino y patriarcal es el lenguaje en la liturgia. Se habla de Dios como Señor, como Gobernante y Todopoderoso. A muchas mujeres les resulta difícil orar con imágenes de ese lenguaje y mi tarea es permitir que las mujeres celebren los servicios de tal manera que puedan encontrar su camino hacia la oración», señala.

Un lenguaje para gobernar

Considera Jantzen que «el lenguaje litúrgico o teológico se usa con demasiada frecuencia para gobernar a otros. Porque cuando hablo de Dios como soberano, rey y todopoderoso, esto transmite claramente una imagen de Dios que sabe todo y ya no cuestiona nada». Y detrás de esas palabras e imágenes, añade, «hay ideas patriarcales de poder y omnipotencia».

Dichos textos, según la experta, «enfatizan no solo las concepciones autoritarias, sino también violentas de Dios», por lo que se pregunta cómo imaginar desde ahí, «la obra y la intervención de Dios». «¿No es también como un padre amoroso y protector o como una madre cariñosa?», se pregunta.

«Se pierde la mayor parte de Dios»

«Todas las imágenes de Dios son siempre más diferentes a Dios que similares. Así que siempre muestran solo una pequeña parte de Dios. Se pierden la mayor parte de Dios», añade Jantzen, quien afirma acto seguido que «cuanto más me limito a unas pocas, siempre las mismas imágenes de Dios, más extraño a Dios».

Por lo tanto, se ha propuesto «ampliar las imágenes de Dios», porque «las pocas imágenes de Dios que usamos actualmente en la Iglesia moldean nuestra fe, y una fe moldeada es buena y valiosa. Pero no lo son todo, no son Dios mismo, no basta con convertir al ‘Señor’ en ‘Señora’. Se pierde la oportunidad de descubrir otros lados de Dios».

Aunque reconoce que recibe muchos comentarios positivos «de mujeres que han anhelado durante mucho tiempo un lenguaje de oración más femenino», reconoce que también hay sacerdotes que «se ponen nerviosos». Pero subraya que «mis textos son una oferta para reconsiderar y reformular tu propia oración y pensamiento. Porque estoy convencida de que el lenguaje de la liturgia también puede ser una clave importante para una mayor justicia de género en la Iglesia»

En este sentido, considera que «si los hombres que son líderes en la Iglesia dicen abiertamente que les duele personalmente que las mujeres sean excluidas de los oficios, quién sabe, quizás las cosas cambien», y cree que un lenguaje más «femenino» en la liturgia puede ayudar a cambiar la percepción que hay en la Iglesia sobre este asunto. Porque «mientras Dios no sea para nosotros más que Señor y Padre, difícilmente encontraremos una hermandad genuina»

Es la hora de las parroquias (pero de verdad)

  Más de 400 inscritos participaron en el primer congreso de buenas prácticas en parroquias. Juntos, llenaron el paraninfo de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Alfara del Patriarca (Valencia) los pasados 24 y 25 de febrero. El título que presidía en el encuentro era ‘Es la hora de las parroquias’.

Llamaba poderosamente la atención la diversidad de perfiles presentes: líderes de movimientos de nueva evangelización, catequistas, párrocos, religiosos y religiosas de diversas congregaciones, seminaristas, profesores de universidad, especialistas en tecnología y en tratamiento de la información, editores, pastoralistas, teólogos, responsables de equipos pastorales parroquiales, miembros de la Conferencia Episcopal Española e, incluso, algunos obispos. En el corazón todos el mismo sentir: seguir cumpliendo con la misión de Cristo. “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15).

Relaciones de confianza

Se palpaba en el encuentro la emoción, el entusiasmo, la alegría del encuentro personal con tantas personas desconocidas pero unidas por la misma fe y misión. Esto propiciaba que inmediatamente surgieran relaciones de confianza y diálogos muy enriquecedores. La riqueza de estos encuentros y los miles de conversaciones privadas que se produjeron ya justifica la realización de un encuentro de esta naturaleza.

Agradecimiento especial merecen la Universidad CEU Cardenal Herrera, magníficamente representada durante todo el encuentro por el decano de la Facultad de Teología J. Santiago Pons Doménech por la cesión de sus instalaciones y el resto de profesionales. No solo han contribuido a que el encuentro estuviera magníficamente organizado sino que, además, son las mismas personas que han conformad el equipo investigador del estudio que se presentaba en este foro. Ahí estaban Yolanda Ruiz Ordóñez, directora de la Cátedra de Scholas Ocurrentes (UCV), Agustín Domingo Moratalla, catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Valencia, José Vidal Taléns, catedrático emérito de la UCV, Vicente Tur Palau, profesor de la UCV, Teresa Valero i Melgosa, directora de AUTEM, José Luis García Martínez, profesor en la Universidad UCH-CEU y Cristian Camus Soto, investigador y consultor en aplicaciones informáticas y analista de datos.

¿Estructuras válidas?

Probablemente, oculto (y a veces no tan oculto) en las entrañas del entusiasmo general, habitaban unos interrogantes compartidos: ¿son las parroquias todavía estructuras válidas para la evangelización?, ¿no podrán más el desánimo, la escasez de recursos y los fracasos cotidianos que los buenos propósitos de este encuentro?, ¿no será esto un conjunto de fuegos artificiales sin continuidad, como ha pasado en tantos y tantos encuentros anteriores sobre otras cuestiones? Estas cuestiones perfectamente legítimas, han tamizado de realismo fundado en la experiencia y la práctica de todos los asistentes todo lo expuesto en este congreso.

El encuentro comenzó con la explicación de los contextos social y antropológico actuales de la evangelización. La atención al contexto es fundamental. Ya lo adelantaba en la inauguración J. Santiago Pons con el ejemplo del archiconocido ejemplo de la polilla del abedul, la ‘Biston betularia’, especie predominantemente clara antes de la Revolución Industrial y que, debido a los depósitos de carbón en la corteza de los abedules, que ennegrecieron sus troncos, provocó que la especie clara de la polilla no se camuflara ya en troncos oscuros y prácticamente desapareciera, en pro de la proliferación de la especie oscura, minoritaria hasta entonces, pero que consiguió camuflarse. Cambió el contexto y afectó profundamente a la existencia de esta polilla.

Cambio de contexto

De la misma manera, las parroquias han de atender al cambio de contextos actuales. En este punto incidió el ponente invitado, Armando Matteo, secretario de la Comisión Doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El ser humano posmoderno está conociendo una época sin parangón en la historia caracterizada por un gran desarrollo técnico, médico, económico y digital, que le ha llevado a considerarse dueño y señor de sí mismo, de su propia vida y destino. Y todo esto en un contexto de cambio continuo y aceleración de ritmos vitales que el papa Francisco ha denominado rápidación.

Esta “autosoberanía” del individuo en todos los ámbitos de su existencia derroca la función de la Iglesia que, durante cientos de años, ha liderado la soberanía cultural y moral. Por tanto, ¿tienen las parroquias algo que ofrecer al sujeto posmoderno? ¿Necesita este sujeto algo de lo que carezca y las parroquias tengan? Realmente, cada vez resulta más evidente que las parroquias tienen dificultades muy serias para encontrar a este sujeto posmoderno.

Investigación multidisciplinar

Para poner luz en la realidad de nuestras parroquias, se dedicó el grueso del congreso (la tarde del viernes y la mañana del sábado), a exponer la naturaleza, metodología y conclusiones del estudio realizado por el equipo de investigación multidisciplinar antes presentado. En la elaboración técnica del estudio ha resultado inestimable la colaboración de la Fundación Santa María y el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo IDEA.

Los antecedentes de este estudio hunden sus raíces en uno precedente que se llevó a cabo en Estados Unidos por Willian E. Simon Jr., fundador y presidente de Parish Catalyst, quien animado y acompañado por Michael Novak, realizó un estudio de buenas prácticas en la evangelización de las parroquias americanas. Identificaron ámbitos de actuación de estas buenas prácticas: el liderazgo compartido, el discipulado, la importancia del domingo y la identificación de los componentes estrictamente evangelizadores.

Propiciar el encuentro

Los resultados de este estudio están publicados bajo el título ‘Grandes parroquias católicas. Cuatro prácticas pastorales que las revitalizan’ en BAC (2018). Los asistentes tuvimos la oportunidad de compartir por videoconferencia con el autor las inquietudes que le llevó a realizar este estudio y la metodología empleada. La intuición fundamental subyacente es lograr que la parroquia consiga propiciar el encuentro con las personas, estén donde estén en su camino de fe e inspirarlas a progresar. Para la realización de esta misión es crucial tener la capacidad de discernir los carismas y ministerios que el Espíritu suscita hoy en nuestra Iglesia.

Teniendo este trabajo de William como referencia, se planteó el trabajo del equipo coordinador en España, que no hubiera sido posible sin el patrocinio de PORTICUS, al que debemos que todo el trabajo haya podido realizarse y haya visto la luz.

El objetivo del estudio españoles consiste, como el americano, en identificar buenas prácticas en parroquias que realmente estén generando procesos de evangelización en nuestra sociedad y los descriptores que las constituyen. En un primer momento, se realizaron encuentros con los mejores especialistas en el asunto de la conversión pastoral y de múltiples perfiles que pudieran representar a las diferentes realidades eclesiales: sacerdotes, profesores, religioso, obispos, profesores universitarios, agentes de pastoral.

Carta de Francisco sobre san José;

la formación afectiva y cristiana de los seminaristas

Se celebra hoy 20.3 la fiesta San José, buena fecha para recordarle con el Papacomo varón cordial, padre y amigo, símbolo y modelo de formadores de seminario y de seminaristas. Si hay un tema crucial, importante y difícil en la iglesia es éste.

   Algo he sabido  y sé del tema. Algo puedo y quiero decir con grandísimo respeto y admiración por aquellos que lo llevan a su espalda. Ánimo. De un modo u otro estamos todos en la faena

Empezaré con un recuerdo personal, seguiré con la carta apostólica de Francisco sobre san Joséy acabaré con una reflexión sobre un ministerio de varones en la iglesia.

Por X Pikaza Ibarrondo

1.RECUERDO PERSONAL

   El año 1963, cuando estaba terminando de estudiar teología en Poio (imágenes finales), me vino a ver Juantxu, técnico de aguas, que trabajaba al otro lado de la ría de Pontevedra, junto a Placeres, en la Fábrica de Celulosas que sigue contaminando la ciudad.

Le pregunté -¿Por qué dejáis que contamine? Y me contexto: Y seguirá contaminando , porque los jefes no quieren gastar… lo que se debe 

Vimos el mosteiro de Poio Grande y me llevo a la Casa Solla de Poio Pequeno para comer unos peces. Juantxu tenía gran humor y me dijo, mirando hacia Placeres: Esa fábrica de contaminación la conozco bien. Quiero que me cuentes cómo funciona vuestra Fábrica de curas…  

Y así hablamos de nuestro Seminario, que él llamaba Fábrica de Curas, al otro lado de la ría. Eran, me dijo, las dos fábricas que tenía Pontevedra: Una de curas, otra de olores de celuloso…

Han pasado 60 años. La fábrica de olores sigue fabricando. La de curas sigue en pie, con un claustro barroco, otro gótico/renacentista… y dos nuevos, asépticos, de seminario sin seminaristas  (ahora Hotel) Es buen tiempo para reflexionar, éste día de repetición de San José (20.3.23), con el Papa Francisco, sobre San José y la formación de curas amigo de Jesús.

Empezare con la Carta Apostólica de Francisco, titulada Patris Corde (Con corazón de Padre) y seguiré con una reflexión sobre los seminarios  de entonces (1963) y de ahora (2023).

PAPA FRANCISCO, CON CORAZÓN DE PADRE

      La carta de Francisco se titula Patris Corde (Con corazón de padre: 09. 12. 2020), dedicada a San José, con motivo de los 150 años de su declaración como Patrono de la Iglesia (Pío IX: 08.12.1870). Las palabras de su título indican que José amó a Jesús con corazón nuevo de padre, con el mismo corazón divino de todos los padres del mundo.

  Francisco se retrata a sí mismo, presentando a José como signo paterno de Dios y modelo de paternidad humana, en un contexto de familia cristiana, entendida como espacio y presencia del Reino, a los cinco años de su Exhortación Amoris Laetitia, sobre la familia (19. 03 del 2016 y del 2021). Desde ese fondo, como decía el mismo Francisco en su alocución del 27. 12. 2020, podemos y debemos vincular el estudio y práctica de la Palabra de Dios (Biblia)  al estudio e imitación de José en quien culmina el AT y comienza el NT.  

En ese contexto se centra y entiende esa Carta dedicada a José como patrono y figura de la Iglesia, pues en él culmina el despliegue del Antiguo Testamento y se anuncia el tiempo ya definitivo del Reino de Dios. Ciertamente, esta Carta recoge y repite temas bien conocidos de la Biblia respecto de José, pero lo hace en una línea nueva, en la que el Papa Francisco ha puesto de relieve los siguientes rasgos : 

(1) Francisco destaca la relación de este José, esposo de María, con José patriarca antiguo (hijo de Jacob), protector de sus hermanos en Egipto, y con el rey David, portador de las promesas mesiánicas.

(2) Francisco insiste en la paternidad de José como amor de ternura creadora y no como imposición patriarcalista ni como mero principio de paternidad genética, en un plano de generación y sexo. Sólo una figura de nuevos padres (padres/madres implicados, unidos, en amor) puede ser espacio y sentido de una “fábrica” de nuevos ministerios, de nuevos ministros, maduros, capaces de amor, como José, que tenía ya una prometida/esposa, dispuesto a casarse con ella por ley de amor.

 (3) Francisco insiste en la capacidad de escucha y diálogo con Dios que tenía José, en tiempos de dura opresión. José dialoga con Dios antes de su posible y deseado matrimonio y ora también con Dios en tiempos de dura persecución, impuesta por los poderes del mundo, teniendo que huir a la emigración forzada y al destierro de muerte, por desiertos y caminos vigilados, hasta un duro Egipto de nuevas opresiones.

 (4) Acentúa su forma de entender y acoger la presencia de Dios en los pobres y excluidos, tal como están representados en María, su esposa, y en Jesús, su hijo. No viene de los ricos-opresores, dispuestos a seguir dominando sobre el pueblo con nuevos ministerios clericales, sino de los pobres de la tierra que aprenden a convivir y poner su vida al servicio de los otros.

(5) Presenta a José como un hombre valiente, que asume los riesgos del mundo, trazando caminos de humanidad nueva y esperanza, desde el mismo exilio, con aquellos que carecen de seguridad y patria la tierra.  También insiste en su trabajo, al servicio de la familia y de la vida, en comunión con todos trabajadores marginados de la tierra.

 (6) Los cinco rasgos anteriores definen la paternidad de Jesús en la iglesia y en el mundo (en línea de familia), culminando en el 6º, que es el más significativo: San José ha sido y sigue siendo un padre de fondo, que sabe estar en la sombra, sin mandar directamente… y de esa forma actúa de un modo eficaz y cariñoso, fuerte y delicado, desde el fondo de la vida de Dios, sin buscar ningún protagonismo individual, sino poniéndose al servicio de su mujer (María) y de su hijo (Jesús).

(7) En esa línea define Francisco su castidad que no se entiende como pura abstinencia, sino como limpieza de amor, presentándole como hombre de amor no posesivo ni dominador, en contra de un tipo de “machismo” patriarcal, propio de varones que se creen sexo fuerte y dominante: 

“La castidad está en ser libres del afán de poseer en todos los ámbitos de la vida. Sólo cuando un amor es casto es un verdadero amor. El amor que quiere poseer, al final, siempre se vuelve peligroso, aprisiona, sofoca, hace infeliz. Dios mismo amó al hombre con amor casto, dejándolo libre incluso para equivocarse y ponerse en contra suya. La lógica del amor es siempre una lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentrarse, para poner a María y a Jesús en el centro de su vida” (Patris Corde 7).

 Estas palabras centrales de la Carta de Francisco se aplican no sólo en los padres de familia, sino a los ministros de la iglesia, que sólo pueden ser “padres” y amigos cristianos renunciando a la paternidad patriarcal jerárquica (no al amor humano), para así aparecer y actuar como servidores amorosos (no dominadores ni dueños de

San José, buen padre de familia, fue esposo de María, madre de Jesús, a quien educó para ser Mesías de Israel.

3. REFLEXIÓN. SOBRE UN MINISTERIO DE VARONES CAMBIADOS EN LA IGLESIA.

     Como dice el Papa Francisco,  San José buscaba un amor concreto de pareja, haciendo aquello que le habían enseñado, porque era justo, pero encontró (Dios le mostró) otra cosa y la aceptó (porque era justo).  

Ser buen padre era entonces y sigue siendo ahora acoger y educar en amor no sólo a los hijos de la carne sino a los hijos del espíritu y la vida (cf. Mc 3, 31-35), especialmente a Jesús (Mt 1, 18-25) de forma que su casa fue taller/fábrica de curas, como me decía hace sesenta años el buen tío Juantxu.   

En el seminario, fábrica/taller de vida de la casa de José y Mará aprendió Jesús a poner su vida al servicio de los otros.  José fue de esa forma (con María) el mejor maestro, director espiritual y carnal de Jesús (en la línea de Jn 1,14: en Verbo se hizo carne en su taller, en la escuela del amor, del compromiso por los pobres, desde la misma base de trabajo, sufrimiento y búsqueda de amor del judaísmo de su tiempo).

José acogió e introdujo a Jesús, con María, en los caminos de una vida rriesgada,  abriendo ante sus ojos  las tareas de la vida de Dios en el mundo.   Sin esa “semilla” de seminario de José dentro, Jesús no hubiera sido el Cristo de Israel, ni José hubiera sido un buen «padre».  

El evangelio de Mateo presenta a José como Hijo de David (Mt 1, 20), heredero de las promesas mesiánicas, hombre «justo» (dikaios) que cumple lo que exige y pide la ley  (Mt 1, 19). Lógicamente, José debía ser capaz de trasmitir a Jesús esas promesas, diciéndole la forma en que debía comportarse, como portador de la Palabra de Dios.

Pero el ángel le pide que renuncie a su paternidad mesiánica (carnal), con los derechos que ella implica, poniéndose al servicio de María, su esposa (Mt 1, 18-25). Le pide que abandone su función de “padre-patriarcal” y que acepte, acoja y cuide la obra que Dios ha realizado a través de su esposa María y que realizará por Jesús, superando el mesianismo nacional israelita.  

Evangelio de Lucas. José es padre de Jesús superando un tipo de paternidad davídica de tipo patriarcal…Es educador del seminario de Jesús sabiendo que Jesús va a superar su enseñanza. 

En ese contexto, Lucas destaca esa distancia entre Jesús y José en el mismo relato del niño perdido en el templo. La madre reprende a Jesús diciéndole: “Tú padre y yo te estábamos buscando”. Pero Jesús responde: ¿No sabéis que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?” (Lc 2, 48-49).

José es «padre de Jesús», pero, a fin de serlo de verdad, tiene que dejar que Dios sea su padre verdadero, el suyo, el de Jesús. José enseña a Jesús la doctrina del mesianismo judío, pero Jesús le obedece «desobedeciendo», escuchando la voz más alta del Padre del cielo. Y José lo acepta, y por eso es verdadero «padre de Jesús», su director de seminario.

   Por otra parte, siendo hijo de José, Jesús anuncia un mensaje de gracia universal (Lc 4, 18-19, cf. Is 61, 1-2 y 58, 6,), es decir, la salvación de Dios para todos los pueblos del mundo. De esa manera, para cumplir la esperanza de Israel, Jesús debe superarla.  

José había querido enseñarle a ser buen israelita, mesías del pueblo de Dios, según la ley…  Pero Jesús ha superado esa enseñanza de José  y presenta un menaje de salvación para todos los pueblos. José le ha querido hacer buen judío, hombre del orden social israelita; y Jesús ha entendido su enseñanza de otra forma: Quiere ser mesías de todos los pueblos.

Pero, en vez de alegrarse por ello, sus paisanos de Nazaret le rechazan, diciendo: «¿No es este el hijo de José?» (Lc 4, 22)… acusándolo de no serlo de verdad, de rechazar el mesianismo de Israel, de ir en contra de su mismo padre José.

            Ciertamente, los nazarenos saben que Jesús es hijo de José, en plano  genealógico y legal. Por eso, la pregunta puede sonar de esta manera: «¿Cómo siendo tú hijo de José (que es uno de los nuestros, buen nacionalista, hombre de iglesia judía legal) puedes comportarte de esta forma?».

   Según ellos, José había querido que Jesús fuera un buen nacionalista judío… Pero Jesús se ha vuelto un peligroso «universalista mesiánico». Éste es el problema de fondo del «seminario de José»: Ha enseñado a Jesús una cosa, pero Jesús ha «entendido otra» (ha entendido lo que José quizá sabía, pero sin saberlo del todo, ni aceptarlo externamente;

Éste es el enigma y mensaje de José, que podemos resumir en tres proposiciones:

– José era fiel al buen nacionalismo judío, que viene de la tradición de David, que es rey al servicio del judaísmo. Ése es en el fondo el problema de la iglesia actual, de los seminarios actuales: Por un lado tienen que aceptar la enseñanza o ideario del cristianismo sacral del último milenio; por otro deben superar esa enseñanza.

– En el fondo de su enseñanza nacional, José ofreció a Jesús, su hijo, un camino abierto que le capacitaba para superar ese nacionalismo sacral… En ese sentido (en contra de un José que podría cerrarse y cerrar el mesianismo en Israel), Jesús acoge y desarrolla el mensaje de fondo universal del judaísmo, superando así la «doctrina de su padre», para cumplirla de un modo más hondo.  

– Por eso,  siendo patrono de los seminarios, José tiene que educar a los «seminaristas actuales» (es decir, a toda la iglesia)  a cambiar de actitud y de forma de vida, pasando del «cristianismo social-católico» a un cristianismo universal de gracia, superando así este tipo de iglesia.

Asamblea General del Camino Sinodal de Alemania en Franfurt

Los 230 delegados del Camino Sinodal se reúnen en Fráncfort Synodaler Weg

Una amplia mayoría del Camino Sinodal alemán aprueba pedir al Papa revisar el celibato

Otra formulación que pedía directamente al Papa que levantara el celibato obligatorio, fue rechazada por una mayoría de dos tercios

Igualmente se decidió pedir a Francisco “que examine si a los sacerdotes ya ordenados se les podría dar la oportunidad de liberarse de la promesa del celibato sin tener que renunciar al ejercicio del ministerio”, además de que “los exsacerdotes se involucren más de cerca en la vida activa de la iglesia”

Por José Lorenzo

Del 9 al 11 de marzo, la localidad alemana de Fráncfort acoge la quinta y última Asamblea General del Camino Sinodal, un proceso surgido en Alemania en el año 2019 como respuesta al doloroso impacto que dejaron en la Iglesia germana los informes sobre los abusos sexuales a menores cometidos en su seno durante décadas.

Desarrollada desde entonces como un revulsivo capaz de regenerar desde la base una comunidad de creyentes de la que cada año desertaban más miembros, sin embargo, sus demandas han ido topando progresivamente con las objeciones del Vaticano, la última, el pasado mes de enero, cuando en una carta aprobada específicamente por el Papa, los cardenales Parolin, Ladaria y Oullet le hicieron saber que no tenían potestad para establecer órganos administrativos y deliberativos que pudieran suplantar a las conferencias episcopales o al Vaticano, en relación a los llamados consejos y comités sinodales. Y todo ello, además, en pleno proceso de Sínodo sobre la Sinodalidad, cuya fase final se celebrará en octubre de 2024 en Roma.

Precisamente, en la apertura de esta última asamblea (dentro de tres años se realizará otra reunión para analizar el desarrollo del proceso), el copresidente del Camino Sinodal (CS) y de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), Georg Bätzing, defendió el establecimiento previsto de un consejo sinodal, aunque subrayó, en referencia al aviso dado por el Vaticano, “queremos hacerlo bajo las posibilidades previstas por el derecho canónico”.

Cinco obispos ‘se dan de baja’

El obispo de Limburb también confirmó que, finalmente, de los 27 obispos que participan en el CS (en total son 230 delegados), cinco han rehusado participar en esta ocasión en las deliberaciones (donde los pastores tienen derecho de veto) al estar en desacuerdo con la aprobación de los controvertidos consejos sinodales en las diócesis. Estos obispos fueron los que escribieron al Vaticano mostraron su temor ante la posible creación de esos organismos asesores de los obispos.

Junto con este espinoso asunto, estos días se seguirá reflexionando sobre otros temas ya tratadas en las asambleas previas, como una apertura al celibato, las bendiciones para las parejas homosexuales, la admisión de mujeres a los oficios ordenados y una mayor participación de los laicos, según informa Katholisch.

Revisar el celibato

En este sentido, y tras las primera jornada, el Camino Sinodal se pronunció a favor de una revisión de las normas del celibato con una amplísima mayoría. El texto adoptado el jueves por la noche en Fráncfort pide al Papa Francisco de «reexaminar la conexión entre la consagración y la obligación de ser célibe». Esa fue la fórmula aceptada, dado que otra formulación “que pedía directamente al Papa que levantara el celibato obligatorio, fue rechazada por una mayoría de dos tercios”.

Igualmente se decidió pedir al Papa “que examine si a los sacerdotes ya ordenados se les podría dar la oportunidad de liberarse de la promesa del celibato sin tener que renunciar al ejercicio del ministerio”, además de que “los exsacerdotes se involucren más de cerca en la vida activa de la iglesia”.

Momento de oración en la apertura de la V Asamblea del Camino Sinodal Synodaler Weg

Junto con este además, además del de los consejos sinodales, que es la verdadera piedra de toque, otros dos son especialmente controvertidos: uno es el texto de reforma sobre la moralsexual, en el que, por ejemplo, se aboga por permitir oficialmente la celebración de bendiciones para las parejas del mismo sexo o aquellas que se han vuelto a casar y se han divorciado (opción también cerrada por el Vaticano en la primavera de 2021.

El otro texto controvertido que se de analizará es aquel que “demanda una nueva forma de tratar la diversidad de género en la Iglesia, especialmente con las personas transgénero e intergénero”

Mujeres en la Asamblea Sinodal del Cono Sur:

“Nos falta dar un paso más, cómo ser más protagonistas en la toma de decisiones de la Iglesia”

Mujeres en la Asamblea Sinodal del Cono Sur

“Tenemos que saber que las que hemos conseguido lugares de reconocimiento se lo debemos a una larga lucha de las mujeres por lograr una equidad en la dignidad humana»

Las mujeres en la Iglesia son las cuerdas que aseguran la Tienda

“Reconocer las mujeres y su protagonismo en los espacios de poder de la Iglesia y traer nuevas mujeres para que sean incluidas en todos los procesos de decisión de la comunidad eclesial”

“Queremos propuestas claras, respuestas claras a nuestras solicitudes”

“Pensando juntos el rol de la mujer en la Iglesia, la corresponsabilidad que tenemos, la participación que tenemos como bautizados, como construimos la Iglesia cada uno desde su rol específico”

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

En una Iglesia donde el protagonismo femenino va creciendo, la Asamblea Sinodal del Cono Sur, que tiene lugar en Brasilia de 6 a 10 de marzo de 2023, ha reconocido esa importancia y ha agradecido por esa presencia de tantos rostros femeninos en la Iglesia de América Latina y el Caribe, una presencia que va ayudando, en un caminar sinodal, a encontrar por medio del discernimiento los caminos que hagan realidad aquello que Dios quiere para el momento histórico actual.

Importancia de los femenino

Una historia de lucha en una sociedad que no siempre ha reconocido la importancia de lo femenino, como se puso de manifiesto en el acto matutino en el que las mujeres conmemoraron su día, recordando los tantos clamores todavía presentes en la vida de tantas y tantas que todavía hoy sufren las consecuencias de la falta de respeto por su vida y por su dignidad.

En el Día de la Mujer es importante recordar que “todo tiene una historia y es muy importante hacer memoria”, afirmaba Emilce Cuda. La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina señala que en este día, “tenemos que saber que las que hemos conseguido lugares de reconocimiento se lo debemos a una larga lucha de las mujeres por lograr una equidad en la dignidad humana, una lucha que empieza con las mujeres trabajadoras y de la que hoy nosotras no somos el trofeo, sino que tenemos una gran deuda”. La teóloga argentina ve el servicio que desempeña en la Curia Vaticana como “un lugar que me desafía a incluir muchas mujeres dentro de la Iglesia, una conquista que este proceso sinodal está acompañando”.

Las mujeres cuerdas que aseguran la Tienda

Las mujeres en la Iglesia son las cuerdas que aseguran la Tienda, y lo hacen ayudadas por diversos instrumentos, como mostró la oración inicial del tercer día de la Asamblea Sinodal.

Por la Biblia, la Palabra como fuente inagotable de gracia desde la que Dios le ha hablado a la humanidad en el Antiguo Testamento y en la buena noticia del Nuevo Testamento. Por María, modelo de mujer abierta a la gracia y la que dijo el Sí más grande de la historia. Por la Eucaristía, ofrenda de amor total de Cristo por nosotros que se entrega y nos compromete a ser pan para los demás. Por las herramientas usadas en el mundo del trabajo, transformador y significante de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Por la tierra, lugar de pertenencia que nos recuerda las tradiciones de nuestros pueblos y culturas.

En el Día de la Mujer, Alessandra Miranda, de la 6ª Semana Social Brasileña, llamaba a participar del Sínodo “con especial atención al papel de las mujeres en la Iglesia”. Para eso hizo ver la necesidad de dos movimientos: “reconocer las mujeres y su protagonismo en los espacios de poder de la Iglesia y traer nuevas mujeres para que sean incluidas en todos los procesos de decisión de la comunidad eclesial”, insistiendo en la importancia de las mujeres en el mundo, en la sociedad y en la Iglesia.

La mujer columna vertebral en la Iglesia

Reconociendo el importante número de mujeres en esta Asamblea Sinodal del Cono Sur, unas 70, la Hna. Nelly Leone Correa, capellana de la Pastoral Carcelaria y Vicaria Pastoral de la Diócesis de San Felipe (Chile), mostró su alegría por poder reflexionar sobre el rol de la mujer en la Iglesia junto con obispos, clérigos, la Vida Religiosa y laical, diciendo que “la mujer es la columna vertebral de todas las Iglesias del Cono Sur, de América y del Mundo”. Sin embargo, ella recalcó que “nos falta dar un paso más, cómo ser más protagonistas en la toma de decisiones de la Iglesia”, algo que piden las mujeres y quieren enviar a través de quienes participen del Sínodo en el mes de octubre, diciendo que “queremos propuestas claras, respuestas claras a nuestras solicitudes”.

Una participación en la Asamblea Sinodal del Cono Sur que Mercedes Ísola ve como una alegría y responsabilidad grande, pues “se siente un clima fuerte de una presencia palpable del Espíritu Santo”. Desde ahí insistió igualmente en como las comunidades de discernimiento han estado “pensando juntos el rol de la mujer en la Iglesia, la corresponsabilidad que tenemos, la participación que tenemos como bautizados, como construimos la Iglesia cada uno desde su rol específico”. La laica argentina destacó que “es un llamado a ser corresponsables, a ser partícipes y a ser parte de la Iglesia», algo que ve como un compromiso a llevar a las comunidades para así construir una Iglesia más sinodal.

Etapa Continental del Sínodo en países bolivarianos

Miguel Cabrejos: «El Espíritu habla a la Iglesia en virtud de la unción dada en el bautismo»

Miguel Cabrejos: «El Espíritu habla a la Iglesia en virtud de la unción dada en el bautismo»

El Espíritu, el pueblo de Dios y la sinodalidad, son las categorías que fundamentaron la intervención de Mons. Miguel Cabrejos, presidente de Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño en la ceremonia inaugural de la Asamblea Regional de los países bolivarianos iniciada este 27 de febrero en Quito – Ecuador

La tercera, tras la realización de las asambleas dedicadas a las regiones de Centroamérica y el Caribe, efectuadas en El Salvador y República Dominicana respectivamente

Tomando como base la constitución dogmática Lumen Gentium, el prelado insistió en que Dios no solo enseña a través de la jerarquía que evangeliza en su nombre y con su poder; también lo hace a través de los laicos a los que constituye en testigos, dotándoles del sentido de la fe y la gracia de la palabra

Por Paola Calderón

El Espíritu, el pueblo de Dios y la sinodalidad, son las categorías que fundamentaron la intervención de Mons. Miguel Cabrejos, presidente de Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño en la ceremonia inaugural de la Asamblea Regional de los países bolivarianos iniciada este 27 de febrero en Quito – Ecuador.

La tercera, tras la realización de las asambleas dedicadas a las regiones de Centroamérica y el Caribe, efectuadas en El Salvador y República Dominicana respectivamente.

Tomando como base la constitución dogmática Lumen Gentium, el prelado insistió en que Dios no solo enseña a través de la jerarquía que evangeliza en su nombre y con su poder; también lo hace a través de los laicos a los que constituye en testigos, dotándoles del sentido de la fe y la gracia de la palabra.

Escuchar la voz del Espíritu

Es así como indica que escuchar al Pueblo de Dios, es escuchar verdaderamente lo que el Espíritu le dice a la Iglesia. La opción de “consultar al Pueblo de Dios” depende de este proceso de redescubrimiento, por lo que recuperar esta dimensión en la Iglesia es evidencia de un proceso de maduración en la eclesiología del Pueblo de Dios que aún no ha sido plenamente apreciada.

En esta línea, el prelado asegura que volver a considerar el Pueblo de Dios como sujeto activo en la vida y misión de la Iglesia que propone el Concilio Vaticano II, “va acompañado del redescubrimiento, de la dimensión pneumatológica en ella”.

“Si no tuviéramos la certeza de que el Espíritu habla a la Iglesia y lo hace en virtud de la unción dada en el bautismo, la consulta se reduciría a una encuesta,” insiste; recordando los riesgos que esto podría generar respecto a la manipulación de la opinión pública.

Una situación muy propia de los sistemas políticos basados en la representación, porque según comenta “del Espíritu Santo depende la concordancia en la fe de todo el Pueblo de Dios”.

Aclarando que este Espíritu Santo no tiene distinción de ningún tipo para manifestarse. Para Mons. Cabrejos se trata de una dinámica espiritual que se aprecia mucho cuando se dice que “el mismo Espíritu no sólo santifica y dirige al Pueblo de Dios mediante los sacramentos, los misterios o adornándole con virtudes, sino que también distribuye las gracias especiales entre los fieles de cualquier condición, entregando a cada uno según considera. Este análisis ha de llevarnos a entender la importancia del momento que vive la Iglesia y su afán de escucharlos a todos, porque todos tienen algo que aportar.

Nuestro camino

¿Qué quieres América Latina y el Caribe para ti misma? fue el interrogante que planteó el prelado al ratificar que el Papa Francisco estuvo verdaderamente inspirado por el Espíritu Santo cuando decidió que este sínodo no debía hacerse como los demás; sino que debía celebrarse en todos los niveles; empezando por las familias, las pequeñas comunidades cristianas, los puestos de misión, parroquias,  decanatos, diócesis, provincias eclesiásticas, iglesias nacionales y continentales; hasta llegar a la universal.

La justificación de esta decisión es que en cada nivel la sinodalidad debe adaptarse a un contexto diferente, sin perder la prioridad con la que el que Papa convocó el Sínodo y propuso trabajar para y por la comunión, la participación y la misión.

«Somos uno, trabajamos juntos y estamos en misión permanente, enviados por Cristo,» advirtió, trayendo a la memoria una frase de la Iglesia local de Bamenda en Camerún: «Y para que Dios trabaje, todo hombre debe poner las manos».

Un tiempo único

En esta línea Mons. Cabrejos, invitó a aprovechar este momento que representa una oportunidad para el continente para «enriquecer su propia identidad como Iglesia, contextualizar la sinodalidad y hacer de ella una realidad auténtica en la vida diaria de la Iglesia”. Muchas veces se ha escuchado que las personas piensan que el futuro de la Iglesia está en América Latina, lo que le ha llevado a preguntarse si realmente sus habitantes alcanzan a sentirlo, si son conscientes de ello.

Esto, afirma el prelado, quiere decir que mientras esperamos la realización del sínodo sobre la sinodalidad en el nivel de la Iglesia universal, se hace necesario tomarse las asambleas regionales  con la misma seriedad como si fueran el sínodo definitivo. Tenemos ante nosotros la oportunidad para asumir nuestra responsabilidad de proporcionar el sentido y la dirección para la Iglesia latinoamericana y caribeña, la de este tiempo y del mañana.

«La etapa continental del proceso sinodal significa que América Latina y el Caribe tienen la posibilidad de hacer que su voz se escuche en el mundo como continente,» pero hay algo más importante y es que puede contribuir para que se dé la oportunidad de escuchar su propia voz en su propio territorio, es decir, sobre lo que quiere para sí misma. Concluyó.

Secuestran y asesinan a un sacerdote católico en Camerún

Procesión en la parroquia de santa Teresita del Niño Jesús, en D'ekoum-Abang (Camerún). Facebook
Procesión en la parroquia de santa Teresita del Niño Jesús, en D’ekoum-Abang (Camerún).

Se trata del padre Olivier Ntsa Ebode, encontrado muerto el 1 de marzo en Obala, municipio del departamento de Lékié, en la región central de Camerún

Según la prensa local, unos hombres se presentaron en su domicilio la noche del 28 de febrero al 1 de marzo alegando que un familiar suyo se encontraba mal y necesitaba sus servicios religiosos

El sacerdote aceptó subir con ellos a un coche para ir al lugar. Por el camino, le asesinaron y arrojaron el cuerpo del vehículo

(Agencia Fides).- Un sacerdote católico ha sido secuestrado y asesinado en Camerún. Se trata del padre Olivier Ntsa Ebode, encontrado muerto el 1 de marzo en Obala, municipio del departamento de Lékié, en la región central de Camerún.

Según la prensa local, unos hombres se presentaron en su domicilio la noche del 28 de febrero al 1 de marzo alegando que un familiar suyo se encontraba mal y necesitaba sus servicios religiosos. El sacerdote aceptó subir con ellos a un coche para ir al lugar. Por el camino, le asesinaron y arrojaron el cuerpo del vehículo.

El cadáver del sacerdote fue encontrado de madrugada y trasladado al tanatorio de Obala. El anuncio de su muerte ha causado gran consternación entre los fieles de la Iglesia católica y la comunidad local, donde el padre Olivier era conocido por su compromiso en favor de la paz y la justicia social.

La Buena Noticia del Dgo. 4º Cuaresma-A

La luz nueva

Jn 9, 1.6-9.13-17.3438

Ciegos que ven con una luz nueva

Hoy es el domingo de la luz, el domingo de la alegría porque Cristo es nuestra luz.  Jesús cura a un ciego de nacimiento; y ese encuentro del ciego con Jesús va a cambiar su vida, va a ver también con los ojos de la fe.

A veces vivimos ciegos, sin ojos para mirar la vida como la miraba Jesús. Solo escuchando a Jesús y dejándonos conducir interiormente por él, vamos caminando a una fe más plena. Solo la experiencia personal del encuentro con Jesús nos abre los ojos y el corazón

Lectura de la Palabra

Juan 9,1-41

                                                                                             Fue, se lavó, y volvió con vista

En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. [Y sus discípulos le preguntaron: «Maestro, ¿quien pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?» Jesús contestó: «Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tenemos que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.»

Dicho esto,] escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado.» Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?» Unos decían: «El mismo.» Otros decían: «No es él, pero se le parece.» Él respondía: «Soy yo.»

[Y le preguntaban: «¿Y cómo se te han abierto los ojos?» Él contestó: «Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé, y empecé a ver.» Le preguntaron: «¿Dónde está él?» Contestó: «No sé.»]

Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.» Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.» Otros replicaban: ¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?» Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?» Él contestó: «Que es un profeta.»

[Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: «¿Es éste vuestro hijo, de quien decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?» Sus padres contestaron: «Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, que es mayor y puede explicarse.» Sus padres respondieron así porque tenían miedo los judíos; porque los judíos ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: «Ya es mayor, preguntádselo a él.»

Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: «Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.» Contestó él: «Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo.» Le preguntan de nuevo: ¿Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?» Les contestó: «Os lo he dicho ya, y no me habéis hecho caso; ¿para qué queréis oírlo otra vez?; ¿también vosotros queréis haceros discípulos suyos?» Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron: «Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene.» Replicó él: «Pues eso es lo raro: que vosotros no sabéis de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder.»]

Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?» Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?» Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» Jesús les dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.» Él dijo: «Creo, señor.» Y se postró ante él.

[Jesús añadió: «Para un juicio he venido ya a este mundo; para que los que no ve vean, y los que ven queden ciegos.» Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron: «¿También nosotros estamos ciegos?» Jesús les contestó: «Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado, pero como decís que veis, vuestro pecado persiste.»]

Comentarios a la Palabra

CAMINOS HACIA LA FE

El relato es inolvidable. Se le llama tradicionalmente la «curación del ciego de nacimiento», pero es mucho más, pues el evangelista nos describe el recorrido interior que va haciendo un hombre perdido en tinieblas hasta encontrarse con Jesús, «Luz del mundo».

No conocemos su nombre. Solo sabemos que es un mendigo, ciego de nacimiento, que pide limosna en las afueras del Templo. No conoce la luz. No la ha visto nunca. No puede caminar ni orientarse por sí mismo. Su vida transcurre en tinieblas. Nunca podrá conocer una vida digna.

Un día Jesús pasa por su vida. El ciego está tan necesitado que deja que le trabaje sus ojos. No sabe quién es, pero confía en su fuerza curadora. Siguiendo sus indicaciones, limpia su mirada en la piscina de Siloé y, por primera vez, comienza a ver. El encuentro con Jesús va a cambiar su vida.

Los vecinos lo ven transformado. Es el mismo, pero les parece otro. El hombre les explica su experiencia: «Un hombre que se llama Jesús» lo ha curado. No sabe más. Ignora quién es y dónde está, pero le ha abierto los ojos. Jesús hace bien incluso a aquellos que solo lo reconocen como hombre.

Los fariseos, entendidos en religión, le piden toda clase de explicaciones sobre Jesús. Él les habla de su experiencia: «Solo sé una cosa: que era ciego y ahora veo». Le preguntan qué piensa de Jesús, y él les dice lo que siente: «Que es un profeta». Lo que ha recibido de él es tan bueno que ese hombre tiene que venir de Dios. Así vive mucha gente sencilla su fe en Jesús. No saben teología, pero sienten que ese hombre viene de Dios.

Poco a poco, el mendigo se va quedando solo. Sus padres no lo defienden. Los dirigentes religiosos lo echan de la sinagoga. Pero Jesús no abandona a quien lo ama y lo busca. «Cuando oyó que lo habían expulsado, fue a buscarlo». Jesús tiene sus caminos para encontrarse con quienes lo buscan. Nadie se lo puede impedir.

Cuando Jesús se encuentra con aquel hombre a quien nadie parece entender, solo le hace una pregunta: «¿Crees en el Hijo del hombre?», ¿crees en el Hombre nuevo, el Hombre plenamente humano precisamente por ser encarnación del misterio insondable de Dios? El mendigo está dispuesto a creer, pero se encuentra más ciego que nunca: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?».

Jesús le dice: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es». Al ciego se le abren ahora los ojos del alma. Se postra ante Jesús y le dice: «Creo, Señor». Solo escuchando a Jesús y dejándonos conducir interiormente por él vamos caminando hacia una fe más plena y también más humilde.

Por José Antonio Pagola

Testigos de la Palabra

El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, figura clave de la Teología de la Liberación

Voz moral de la revolución sandinista y crítico del Gobierno de Daniel Ortega, ha muerto a los 95 años en Managua

El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal ha fallecido el pasado uno de marzo en Managua a causa de daños renales y cardiacos, informaron fuentes cercanas al literato, uno de los principales exponentes de la poesía latinoamericana. Cardenal era uno de los más destacados representantes de la llamada teología de la liberación. Su compromiso político lo hizo apoyar la lucha armada contra la dictadura de Somoza, una dinastía que gobernó Nicaragua por más de 40 años, y más recientemente plantar cara al Gobierno del presidente Daniel Ortega, cuyos desmanes y arbitrariedades denunciaba allá donde viajaba a presentar su poesía. Su compromiso con los más pobres y contra las injusticias lo convirtieron en la voz moral de la revolución sandinista, un proyecto con el que se comprometió a fondo y le valió la reprimenda del Papa Juan Pablo II, para quien un sacerdote no podía inmiscuirse en los asuntos políticos. “¡Nicaragua sin Guardia Nacional, veo el nuevo día! Una tierra sin terror. Sin tiranía dinástica”, había escrito en uno de sus poemas más celebrados, Canto Nacional.

Nació en Granada (Nicaragua), el 20 de enero de 1925. Heredero de una sólida tradición poética –con poetas prominentes como Rubén Darío–, Cardenal estudió literatura en Managua y México y cursó otros estudios en Estados Unidos y Europa. En 1965 fue ordenado sacerdote y más tarde se asentaría en el Archipiélago de Solentiname, localizado en el Gran Lago de Nicaragua, donde fundó una comunidad de pescadores y artistas primitivistas que se hizo mundialmente famosa. Fue ahí donde escribió su célebre El Evangelio de Solentiname. El archipiélago es un sitio de peregrinación de los fieles lectores y seguidores del poeta. Cardenal pasaba sus vacaciones en esas islas, donde leía las obras completas de Darío, escribía o dirigía la misa de Semana Santa en la pequeña iglesia de la localidad. Allí será despedido.

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Fiesta de San José

San José, padre que acoge

La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge. Este camino nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles.

Cuando san José se encontró con el embarazo de María no tenía toda la información, pero las apariencias orientaban en una determinada dirección. A la vista de las apariencias, José toma la decisión menos lesiva para María. Pues la ley le obligaba a denunciar el adulterio de su mujer y eso conducía a María inexorablemente a la muerte por lapidación, tal como dice el libro del Deuteronomio (22,21). Pues bien, a pesar de todo “José acogió a María sin poner condiciones previas… La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por ley” (Francisco). Evidentemente, una decisión como esta solo se explica si José amaba a María y se fiaba totalmente de ella. Amar es decirle a otro: “te creo a ti”, a pesar de que todos me dicen otra cosa de ti.

“La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge” (Francisco). No se trata de una acogida fruto de la resignación, sino de la fortaleza, esa fortaleza que es un don del Espíritu Santo y nos da fuerza para enfrentarnos a situaciones inesperadas y difíciles sin ira y sin rencor. Este camino que nos muestra José, dice el Papa, nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil (cf. 1 Co 1,27), es «padre de los huérfanos y defensor de las viudas» (Sal 68,6) y nos ordena amar al extranjero. Añade Francisco con mucha finura: “Deseo imaginar que Jesús tomó de las actitudes de José el ejemplo para la parábola del hijo pródigo y el padre misericordioso”.

Esta figura de José que acoge tiene hoy una gran actualidad. Son muchas las personas e instituciones que, ante la tragedia de los millones de personas que salen de Ucrania a causa de la guerra, adoptan una actitud acogedora, bien poniendo a disposición de esas personas viviendas, o bien entregando alimentos y, sobre todo, dinero, para que las instituciones serias y de fiar puedan ayudarles. José también se vio obligado a salir de su tierra, emigrando a Egipto, para salvar a su mujer y a su hijo, cuando Herodes pretendía matarlos. ¡Ojalá que a todas esas personas que se ven forzadas a dejar Ucrania les pase como a José que, cuando desapareció el peligro, pudo regresar a su tierra!

Desde otra perspectiva la figura de José, padre que acoge, resulta muy actual. Frente a aquellos que dan importancia a la sangre y creen que esos son los vínculos fundamentales, hoy se tiende a dar importancia a otros vínculos que estarían representados (no sólo ni principalmente, pero también) en la adopción. Más aún, José es figura de la paternidad que ensalza Jesús. Pues para Jesús lo importante no es la carne o la sangre, sino la acogida. Es padre el que acoge y recibe con amor a su hijo. Lo que une no es la sangre, lo que une es el amor. Esos son los lazos más fuertes, los más irrompibles. Cuando dos se aman, ¡qué importa la raza, el color, la edad, qué importa si uno es indio o es español! José amaba a María y a Jesús. No porque llevaban su sangre, sino porque les acogió