
Cientos de miles de personas alzan la voz en diferentes regiones del planeta contra la crisis climática
Este viernes ha arrancado la primera de las siete jornadas de protestas ecologistas que desembocarán en la huelga global del 27 de septiembre.
PÚBLICO | EFE
Cientos de miles de personas han alzado la voz este viernes en diferentes ciudades europeas, asiáticas y africanas, así como en Oceanía, para protestar contra la emergencia climática, el mismo día en el que ha arrancado la primera de las siete jornadas de protestas ecologistas que desembocarán en la huelga global del 27 de septiembre [Ver fotogalería de las protestas].
En Alemania miles de personas marcharon en varias ciudades, especialmente en Berlín, donde la iniciativa fue multitudinaria. A la jornada de movilización se han sumado además unas 1.700 empresas, algunas de las cuales facilitaron a su personal que acudan a las marchas, al igual que ha sucedido con los estudiantes, a los que se ha dispensado de ir a clase para que pudieran ir a las manifestaciones.
Las manifestaciones en Alemania coinciden con una decisión política significativa y de alto calado: el gobierno de coalición (democristianos y socialistas), liderado por la canciller Angela Merkel, ha acordado un ambicioso paquete en defensa del clima y para cumplir con los compromisos de reducción de emisiones de C02 para 2030.
Se contemplan desde medidas fiscales a incentivos para las inversiones a empresas que apuesten por la economía verde, con un coste total que, según algunos medios alemanes, podrían situarse en los 40.000 millones de euros.
«El planeta está cambiando, ¿por qué nosotros no?»
En Londres, numerosos adolescentes se concentraron en el barrio de Westminster, sede del Gobierno, con pancartas y globos. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, tuiteó este viernes para pedir al Gobierno de Boris Johnson que ponga en marcha medidas destinadas a atajar la crisis climática. El líder laborista, Jeremy Corbyn, afirmó en su cuenta de Twitter que los «jóvenes de aquí y de todo el mundo están haciendo imposible que se ignore la emergencia climática y del medio ambiente. Esta es una huelga climática maravillosa».
Con ambiente reivindicativo, los jóvenes activistas instaron a sus respectivos gobiernos a actuar de manera inmediata e impulsar medidas que garanticen el futuro del planeta, amenazado por el deshielo de los polos, el calentamiento global, la subida del nivel de las aguas o desastres naturales más virulentos.
La organización ecologista Extinction Rebellion, que participó en numerosas protestas en los últimos meses para alertar de la crisis climáticas, señaló que se «solidariza» con los jóvenes británicos que se unen a la huelga.
Miles de jóvenes y no tan jóvenes se han citado este viernes en las puertas de la Estación de trenes de Bruselas Norte, en apoyo de la denominada «tercera huelga mundial por el clima» para luchar contra la crisis climática.
Con cánticos de «hace mucho calor, hace mucho calor para el clima», miles de personas piden a los altos cargos de la política que tomen medidas para hacer frente a dicho fenómeno. Esta manifestación recorrió el llamado barrio europeo de Bruselas y concentrarse finalmente en el parque del Cincuentenario, en la zona de las instituciones comunitarias.
Por su parte, cientos de personas se manifestaron este viernes en París contra el calentamiento climático, dentro de la jornada mundial por el clima. En presencia de numerosos jóvenes y estudiantes, la manifestación parisiense comenzó a las 12.00 horas GMT de la plaza de Nation, en un ambiente festivo. La de París se presume como el más numeroso de los actos que están previstos en todo el país, algunos de los cuales tuvieron lugar por la mañana, como los de Rouen o Pau.
En Finlandia cientos de jóvenes se movilizaron contra la crisis climática en varios puntos del país, entre ellos en la Universidad de Helsinki, donde se guardaron once minutos de silencio, uno por cada año que queda para poder limitar el aumento de las temperaturas, según el IPCC.
En Dinamarca hay convocadas movilizaciones en 19 ciudades, la más multitudinaria en Copenhague, cuya plaza del Ayuntamiento fue abarrotada desde el mediodía por jóvenes portando pancartas en defensa del planeta y llamando a la acción para frenar los efectos de la crisis climática.
En Suecia también hay convocadas movilizaciones en las principales ciudades, entre ellas en Estocolmo, frente a la sede del Parlamento sueco, donde la activista sueca Greta Thunberg inició sus huelgas escolares hace un año.
Protestas en el sudeste asiático y Oceanía
Miles de escolares también protagonizaron este viernes las manifestaciones multitudinarias en ciudades como Sídney, Manila, Bangkok, Melbourne o Singapur.
Más de 300.000 personas participaron en las marchas celebradas a lo largo de Australia, uno de los países en dar el pistoletazo de salida a esta jornada de protesta estudiantil mundial, según datos de los organizadores. «Increíbles fotografías de las manifestaciones en Australia (…) estáis marcando el camino», apuntó en un mensaje de Twitter Greta Thunberg.
Con pancartas con lemas como «dejen de quemar nuestro futuro» o «que se jodan las minas de carbón, queremos nuestro aire limpio», los manifestantes le recriminaron al actual primer ministro australiano, Scott Morrison, su posición en favor de la industria minera de carbón.
El colorido y los juegos de palabras con contenido político fueron una constante en las marchas en Australia –uno de los mayores emisores de gases contaminantes del mundo si se incluyen sus exportaciones de combustibles fósiles– donde las proclamas recuerdan a los gobernantes que «no existe un Planeta B».
Thunberg, quien se encuentra en Nueva York, ciudad donde el próximo lunes se celebra una Cumbre del Clima auspiciada por la ONU, también destacó las protestas en algunas de las naciones insulares del Pacífico sur como Islas Solomón, Kiribati o Vanuatu.
«Esto es una emergencia climática. No hay tiempo que perder»
En estos pequeños países del Pacífico Sur, que sufren especialmente consecuencias de la emergencia climática a través de pérdida de terreno frente al aumento de nivel de las aguas, los colegiales también enviaron un fuerte mensaje. «No nos estamos hundiendo, estamos luchando», gritaron con el puño en alto decenas de estudiantes de Kiribati, de acuerdo a las imágenes divulgadas en Twitter por la ong ecologista 350.
Disfrazados de guerreros, los chavales de Islas Salomón, escudo y hacha en mano, posaron en una de las playas amenazadas de desaparición por la crisis climática, a donde algunos de sus compañeros manifestantes llevaron en canoas «navegando las olas del cambio», en fotografías que se han hecho virales.
El ministro de Exteriores de Vanuatu, Ralph Regenvanu, pronunció ante los manifestantes un discurso en inglés «porque la gente que necesita escuchar esto, no están aquí y no son los que causan el problema», en referencia a los países desarrollados. «Hazlo. Tenéis que hacerlo. Esto es una emergencia climática. No hay tiempo que perder. El futuro de países como Vanuatu está en juego», retuiteó el ministro.
En la capital de Tailandia, centenares de estudiantes irrumpieron en el recinto del ministerio de Medioambiente, donde se tiraron al suelo para simular su muerte. «El planeta está cambiando, ¿por qué nosotros no?» o «un aire limpio es nuestro derecho» son algunos de los eslóganes expuestos en Bangkok.
Ataviados con mascarillas contra la polución y centenares de chavales en Yakarta reclamaron «salvar a Borneo», la isla que más está sufriendo los incendios forestales que arrasan Indonesia.
Los humos contaminantes que proceden de estos fuegos siguen afectado a Singapur, aunque en menor medida que en días anteriores, no han sido un impedimento para que los jóvenes activistas salieran a las calles. «Lo sentimos, permaneceremos cerrado hoy debido a la emergencia climática», reza un cartel colocado frente a la puerta de comercios.
África, la más afectada, también clama por el planeta
De Kenia a Sudáfrica, pasando por Uganda o Nigeria, miles de africanos tomaron este viernes las calles para sumarse a la protesta global por el clima, en una región que suele ser la que más padece los efectos de la crisis climática.
Con pancartas en las que leían advertencias como «No hay un planeta B» en Nairobi, o con zancudos disfrazados de criaturas apocalípticas que sobresalían entre consignas de «Quemad el capitalismo, no los bosques», jóvenes y no tan jóvenes han acudido hoy en Johannesburgo al llamamiento global que pide más acciones contra la emergencia climática.
Según datos del Banco de Desarrollo Africano (AfDB), pese a que el continente africano causa menos del 4 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, las repercusiones de las mismas se ceban sobre todo con la tierra africana.
«Quemad el capitalismo, no los bosques»
De los diez países del mundo más amenazados por la crisis climática, siete son africanos: Sierra Leona, Sudán del Sur, Nigeria, Chad, Etiopía, la República Centroafricana y Eritrea; todos ellos sacudidos por episodios recientes de sequía, inseguridad alimentaria, desertificación, inundaciones o tormentas.
En el sur del continente, Sudáfrica fue el país más movilizado, con marchas convocadas en distintos puntos del territorio nacional, desde Ciudad del Cabo (suroeste) a Durban (oeste). La capital nigeriana, Abuya, amaneció hoy con una pancarta donde se lee «No hay más tiempo para lo mismo de siempre», y miles de estudiantes y activistas salieron a las calles también en el país más poblado de África, con casi 200 millones de habitantes. «Lo que necesitamos en Nigeria es sencillamente educación y conciencia ambiental», explicó a Efe el activista y ecologista Tayo Odumbaku. La sequía y la desertización en el norte de la mayor economía del continente están provocando que se acentúen los problemas de tierras entre los pastores seminómadas de etnia fulani, que cada vez tienen que llevar su ganado más al sur, y los agricultores del centro del país. En Nigeria también destacaron las manifestaciones en la ciudad más poblada del continente, Lagos, una megápolis de casi 20 millones de personas que se espera que se duplique en 2050, mientras algunos de sus barrios se ahogan en la polución y la pobre gestión de los residuos urbanos. Además, se celebraron actos contra la crisis climática en otros países africanos, como Ghana, Costa de Marfil, Benín, Togo, Camerún, Liberia, Níger, Malí o Sierra Leona.