Las Iglesias ortodoxas contra la guerra

Kirill cada vez más solo en su defensa de Rusia entre los líderes ortodoxos

El Patriarca de Constantinopla preside una celebración con motivo de la festividad de san Pantaleón y pide por la paz en Ucrania


Por el cese de la guerra

El líder de la Iglesia ortodoxa participó en esta celebración con diferentes representantes del patriarcado, clérigos de Estados Unidos e, incluso, algunos fieles de habla rusa. Su homilía estuvo centrada en el “amor maternal” que la Iglesia de Constantinopla siempre ha tenido por todos. “Es el amor con el que Constantinopla dio primero a los búlgaros y luego a todas las tribus eslavas las luces de la fe cristiana, el alfabeto cirílico y la cultura. Es el amor con el que abrazó al pueblo ucraniano y le dio lo que le pertenecía. Es el amor con el que reza por el cese de la guerra en Ucrania desde hace unos seis meses”.

Bartolomé aseguró, además, su oración “por todos los Primados ortodoxos de las Santas Iglesias de Dios, aunque algunos de ellos no recuerden y honren a su Iglesia Madre”, apuntó sin citar expresamente el líder de la Iglesia Ortodoxa rusa, el patriarca Kirill de Moscú. “Es el amor de la Iglesia Madre, no de la madrastra, sino de la verdadera y genuina Iglesia Madre, el que ha hecho entrar en la canonicidad de la Iglesia Ortodoxa a nuestros hermanos y hermanas de Macedonia del Norte, recientemente, y ha abierto el camino para que este pueblo entre en la familia pan-ortodoxa”, recalcó según recogen medio del patriarcado.

Además de presentar un nuevo candidato que será ordenado sacerdote de la Iglesia ucraniana, reiteró que ha querido llevar “a todos sin excepción, este mensaje de amor y unidad. Somos una sola familia pan-ortodoxa. Recemos todos por el cese de la guerra en Ucrania. Queremos la paz, queremos la unidad, queremos el amor. Sólo así podremos vivir felices en este mundo”, concluyó.

División en la Iglesia Ortodoxa

Onufriy se declara “independiente” y Kirill se queda solo

Kirill, patriarca de Moscú, y el patriarca ecuménico Bartolomé I, durante su encuentro en Estambul

El Patriarcado Ortodoxo de Kiev sigue la vía de Epifaniy y ya no reconoce la autoridad espiritual de Moscú

Ahora falta conocer si se culmina una posible reunificación eclesial de la ortodoxia ucraniana, rota desde 2018

Kirill, patriarca ortodoxo de Moscú, se ha quedado más solo que nunca a causa de su apoyo incondicional a la invasión rusa a Ucrania por parte de Vladímir Putin. Un debilitamiento en su autoridad espiritual que ya comenzó en diciembre de 2018, cuando del Patriarcado Ortodoxo de Kiev, subordinado desde hacía tres siglos al de Moscú, surgió una escisión en forma de Iglesia Autocéfala Ucraniana. Pastoreada por Epifaniy, se constituyó en la decimoquinta Iglesia ortodoxa a nivel mundial y, desde el principio, se situó bajó la órbita del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, la otra gran corriente ortodoxa, liderada por el patriarca Bartolomé.


Hasta ahora, a Kirill le quedaba el apoyo del Patriarcado Ortodoxo de Kiev, quien reconocía la autoridad espiritual de Moscú pese a mostrar desde el inicio de la invasión (hace ahora 100 días) su rechazo tajante a la acción violenta de Putin contra su pueblo. Pero la situación, enquistada ya, ha dado un giro definitivo y, desde este pasado 27 de mayo, la Iglesia encabezada por el patriarca Onufriy ya declara su “plena independencia” espiritual.

¿Posible acuerdo?

Basta por comprobar si habrá un acuerdo o no entre Epifaniy y Onufriy de cara a una posible reunificación eclesial de la ortodoxia ucraniana (hasta ahora, lo único que las enfrentaba era su posición de subordinación respecto a Moscú), pero parece que estamos ante un cambio irreversible y Kirill, quien tanto denigró lo que él entendía como un “cisma” en la sombra provocado por Bartolomé (llegó a acusarle formalmente de ello en una reciente carta al Consejo Mundial de Iglesias), ha perdido toda influencia sobre una Iglesia en la que él ve “la pila bautismal” de la ortodoxia rusa.

En esta ocasión, el patriarca utilizó un tono diplomático y, como manifestó en su homilía de este domingo 29 en la catedral de Cristo Salvador de Moscú, aseguró que “comprendemos perfectamente el sufrimiento actual de la Iglesia ortodoxa ucraniana y entendemos que Su Beatitud, el metropolitano Onufriy y su episcopado, deben actuar de la manera más sabia posible para no complicar la vida de su pueblo creyente”. Eso sí, aunque sin citar a nadie expresamente, Kirill añadió que “nunca alcanzarán su objetivo” quienes buscan “dividir” y “destruir la unidad espiritual” de las Iglesias rusa y ucraniana.

Difusión de una “herejía”

La crisis en el seno de la ortodoxia eslava parecía haber superado un punto de no retorno cuando, días atrás y con el apoyo explícito de Epifaniy, quien compartió la resolución en sus redes, el Consejo de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana llegó a solicitar formalmente a Bartolomé que le retirara a Kirill su condición de patriarca, culpándole de “interferir” en sus “asuntos internos” y de “propagar la herejía de una doctrina etno-racial basada en la ideología del ‘mundo ruso’”, entendiendo, en definitiva, que promovía un “cisma”.

En declaraciones a RT1, el patriarca de Constantinopla, aunque no contestó a esa petición concreta de decenas de sacerdotes ortodoxos ucranianos, sí reconoció que Kirill había “defraudado” a quienes esperaban una condena unánime de la invasión de Putin desde el seno de la ortodoxia. Además, reconoció que se pregunta sobre “cómo se lo justificará ante su conciencia”. Finalmente, también lamentó el hecho que a su juicio está en la base de todo: “La Iglesia rusa codicia la primacía de Constantinopla”

La Iglesia ortodoxa ucraniana contra Kirill

Los ortodoxos ucranianos piden a Bartolomé que despoje a Kirill del título de patriarca de Moscú

El Consejo de Iglesias ortodoxas de Ucrania
El Consejo de Iglesias ortodoxas de Ucrania

¿Por qué? Por «la propagación de la herejía de la doctrina etno-racial basada en la ideología del «mundo ruso», así como por la provocación de un cisma en la Iglesia»

El Papa reza por que «el Espíritu Santo nos renueve y fortalezca en el ministerio del Evangelio, especialmente en nuestros esfuerzos por proteger el valor y la dignidad de toda vida humana»

Bartolomé lamenta que Kirill «no ha estado a la altura de las circunstancias en este momento crítico e histórico»

Por Jesús Bastante

Onomástica de Cirilo, fiesta de Kirill de Moscú. Una festividad polémica, que se ha visto manchada por la invasión rusa, y que ha sido respondida por varios líderes religiosos. Así, aunque el Papa Francisco le ha felicitado, el Consejo de Obispos de la Iglesia de Ucrania decidió suspender la conmemoración, al tiempo que hizo un llamamiento al patriarca ecuménico de Constantinopla y al resto de primados para que priven a Kirill de su trono.

¿Con qué razón? Por «la propagación de la herejía de la doctrina etno-racial basada en la ideología del «mundo ruso», así como por la provocación de un cisma en la Iglesia», resaltan los ortodoxos ucranianos, que acusan al patriarca de Moscú de «interferir en los asuntos internos de Ucrania».

«La Iglesia de Rusia nos ha defraudado»

Por su parte, Bartolomé subrayó, en una entrevista en ERT1, que «sería posible que todas las Iglesias condenaran la violencia, la guerra. Pero la Iglesia de Rusia nos ha defraudado. No quería que la Iglesia de Rusia y el hermano Patriarca Kirill fueran esta trágica excepción».

Bartolomé

«No sé cómo podrá justificarse ante su conciencia. Cómo lo justificará, cómo lo juzgará la historia», apuntó el patriarca de Constantinopla, quien insiste en que Kirill «debería reaccionar ante la invasión de Ucrania y condenar la guerra como hicieron todos los demás primados ortodoxos».

«No lo hizo, lo que le perjudica y lo lamento mucho. Podemos haber tenido otras diferencias, la conocida por la autocefalia de la Iglesia de Ucrania, la que tenemos desde hace siglos porque la Iglesia rusa codicia la primacía de Constantinopla, y socava los fundamentos del trono de Constantinopla, pero esperaba que el hermano Kirill en este momento crítico e histórico estuviera a la altura de las circunstancias«, denunció Bartolomé.

KIrill y Francisco en Cuba
KIrill y Francisco en Cuba

Mensaje papal

Finalmente, el Papa Francisco envió un mensaje al patriarca con motivo de la fiesta de Cirilo. En la misiva, Bergoglio reza para que «el Espíritu Santo nos renueve y fortalezca en el ministerio del Evangelio, especialmente en nuestros esfuerzos por proteger el valor y la dignidad de toda vida humana».

Francisco destaca la fiesta de San Cirilo, «el gran apóstol de los eslavos», dirigiendo sus saludos y oraciones al Patriarca de Moscú y a la «Iglesia confiada a su cuidado pastoral»

La guerra en Ucrania: una tragedia humana

El arzobispo de Kiev compara a la Iglesia Ortodoxa rusa con el ISIS

Sviatoslav Shevchuk señala que el apoyo del patriarca Kirill a Putin “sigue la lógica de los fundamentalistas islámicos”

La invasión de Ucrania por Putin tiene un nuevo frente. El arzobispo grecocatólico de Kiev, Sviatoslav Shevchuk, ha denunciado la idea, defendida por el patriarca Kirill de la Iglesia Ortodoxa Rusa, de que la agresión “está defendiendo la moral cristiana”, y destacó que es un “argumento propio de los fundamentalistas islámicos


Durante una videoconferencia titulada “Ucrania: Una paz que construir”, Shevchuk criticó la “justificación cristiana de esta guerra” de Kirill, diciendo que él y otros que repiten la misma retórica “están explotando realmente el mensaje cristiano para una ideología nacionalista rusa”. Algo que obispos católicos, como el cardenal Juan José Omella, han denunciado también públicamente.

El arzobispo de Kiev denunció que la justificación de la guerra por motivos religiosos “se acerca cada vez más a la doctrina del ISIS, del Estado Islámico”.  Así, los partidarios de la guerra entre los ortodoxos rusos, incluyendo a Kirill, “proponen los mismos argumentos, pero en este caso bajo la bandera de los cristianos“, dijo Shevchuk, señalando que el conflicto está siendo utilizado por parte de muchas élites ortodoxas rusas como “una guerra metafísica… contra la globalización universal, sobre todo la occidental y estadounidense”.

Ucrania, “semilla del Anticristo”

“Advierten de los peligros de la globalización religiosa, el peligro contra la verdadera y auténtica ortodoxia”, dijo. “Esta guerra metafísica es una guerra contra la moral occidental. Intentan presentar cada vez más a la sociedad ucraniana como si estuviera bajo la influencia de la inmoralidad occidental, y por ello, es una ideología del anticristo.” Según este punto de vista, dijo, “Ucrania lleva en su interior la semilla del anticristo, y por ello debe ser eliminada. Esto es una locura, pero en nombre de esto, están matando gente”.

El arzobispo también condenó el uso de la violación y la violencia sexual como arma, diciendo que se han registrado “cientos” de casos de mujeres, hombres e incluso niños violados en las ciudades ocupadas con el fin de humillar y aterrorizar al pueblo. Recordando su propio servicio militar en la época soviética, Shevchuk dijo que en aquella época, cuando se producían violaciones, se pensaba que los comandantes habían perdido el control de sus tropas, pero en el caso de la guerra actual, las víctimas dicen que los soldados “son alentados y reciben órdenes” de violar.

Violación como arma de guerra

Hasta hace tres meses, “nunca en mi vida hubiera imaginado estar al frente de mi Iglesia en tiempos de guerra“, dijo Shevchuk, afirmando que se pensaba en la guerra como algo del pasado, pero cuando empezaron a caer los primeros misiles en la madrugada del 24 de febrero, “nos despertamos en una realidad completamente diferente a la que estábamos acostumbrados”. “Desde ese día, Rusia y Ucrania tal y como eran antes ya no existen“, dijo, y calificó la propia guerra de “locura” y la intensidad de los combates en el campo de batalla de “diabólica”.

“Esta guerra está causando realmente una tragedia humana nunca vista en Ucrania“, dijo, diciendo que esto es muy significativo, dado que Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial fue llamada “la tierra de la sangre”. “Desgraciadamente, hoy esto se repite”, dijo, señalando que desde el comienzo de la guerra, alrededor de 500 personas se han refugiado en el interior de su catedral, incluyendo el búnker subterráneo donde los civiles han ido a refugiarse de las bombas.

Shevchuk relató haber visto a familias enteras, niños incluidos, asesinadas y quemadas, y haber escuchado historias de soldados rusos que disparaban a civiles ucranianos en función de su profesión, para “eliminar toda expresión del pueblo ucraniano“. “Esta cuestión debe afectarnos a todos… También a los centros culturales y a todas las instituciones: ¿Por qué? En el tercer milenio, ¿cómo es posible?”.

Cirilo, el Patriarca ruso blasfemo

Cirilo y Putin
Cirilo y Putin

«Una vez más, la religión sigue siendo inspiradora de guerras, con lo que se augura que será -está siendo- terriblemente salvaje, poniendo a Dios por testigo e invocando su sagrado nombre»

«¡Eminentísimo Sr. Cirilo, déjese de blasfemias litúrgicas de oblicuos agradecimiento, e interésese de verdad por contribuir a terminar cuanto antes con guerra tan feroz, como ‘religiosa'»

Por Antonio Aradillas

El inmenso y pútrido «blasfemódromo” que en los siglos de los siglos ahondó la humanidad “religiosa”, acaba de hacerlo reventar   Kirill –“Cirilo” para los castellano-parlantes-, por más señas, Patriarca de la Iglesia cristiana de Moscú-, con ocasión de la inhumana guerra de Ucrania de la que se hacen eco fiel y unánime los medios de comunicación de todo el mundo. 

El tal Cirilo, hijo y nieto de sacerdotes ortodoxos, nació en Leningrado-Petrogrado el 20 de noviembre de 1946, llegando a ser consagrado “hieromonje”, el uno de junio de 1967 la gran fiesta de la Santísima Trinidad.  Fue entronizado como Patriarca   de la “Tierra Rusa” -que incluía “Rusia, Ucrania, Bielorrusia y otras tribus y pueblos”-  el día uno de febrero  del Año del Señor 2009, ejerciendo de siempre como padre-director espiritual  de su paisano y amigo  Wladimir Putín.

Cirilo

Las crónicas más recientes informan que el citado Patriarca, XVI de los de Moscú, lamenta que “las fuerzas del mal quieren romper la unidad histórica entre las naciones rusas”, por lo que es justa y legítima la guerra declarada por Putin, dado que «no debemos permitir que fuerzas externas oscuras y hostiles se rían de nosotros”

“¡Que el Señor proteja la tierra rusa y bendiga las armas que han de emplearse!”, resulta ser, más que una jaculatoria  dirigida a la Divinidad por su representante supremo eclesiástico, fruto y consecuencia  de un exceso  de vodka que, aunque literalmente significa “agüita”, es una bebida rusa que concentra  los más altos grados de alcohol…  El brindis a su amigo Putin, reconcentrado en la frase  de ser este personaje  “un milagro de Dios”, y la posibilidad de  represaliar a  Epifanio I, patriarca de la  Iglesia de Ucrania, escindida  de la de Moscú , e independiente  desde el año 2019, pueden contabilizarse como con-causas  de la declaración de esta guerra.

Una vez más, la religión sigue siendo inspiradora de guerras, con lo que se augura que será -está siendo- terriblemente salvaje, poniendo a Dios por testigo e invocando su sagrado nombre. 

Cirilo

¿Es que no hay salvación, si no dentro también de la Iglesia rusa, de modo similar como se nos adoctrinó a los católicos, apostólicos y romanos, tan repetidamente y con carácter de dogma, inherente al Credo?

No descarto la posibilidad de que, tal y como está hoy todo lo que se relaciona con la religión, no pocos involucren las palabras de Cirilo con comportamientos católicos jerárquicos, y lleguen a la conclusión de que precisamente donde no hay salvación no es fuera de la Iglesia, sino dentro de ella, sea rusa o católica…

¡Eminentísimo Sr. Cirilo, déjese de blasfemias litúrgicas de oblicuos agradecimiento, e interésese de verdad por contribuir a terminar cuanto antes con guerra tan feroz, como “religiosa” y, por el momento, márchese al frente, en primera línea o, al menos, baje al  refugio del “metro” y aliméntese del dolor y las lágrimas de niños y madres…¡

No olvide que usted y su patrocinador Wladimir Putin, son merecedores de ser condenados como criminales de lesa humanidad… Y, por amor de Dios, no destruyan la catedral infinita de Kiev…

«No ceder al chantaje de la amenaza nuclear»

Juan Masiá sj: «¿Poner la otra mejjilla o abofetear al agresor? ¿Poner la otra mejilla o interceptar el misil?»

J. MiVladimir Putin
J. MiVladimir Putin

-Maestro, si Putin me da una bofetada en la mejilla izquierda, ¿estoy obligado como discípulo tuyo a ofrecerle la derecha?

-No, obligado no estás. Puedes hacerlo, si tu conciencia te lo pide. Y puedes también detener su mano con tu derecha a la vez que un izquierdazo en su estómago le deja sin ganas de repetirlo. Puedes hacerlo, porque tienes derecho a defenderte

Por | Juan Masiá teólogo

Me imagino a Pedro, Juan y Andrés desayunando las sardinas asadas que preparó Jesús en la playa de Tiberíades.

–Ahora que ya pasó todo y sabemos que tú eres El Que Vive, se ven las cosas de otra manera, dice Pedro.

-¿Entiendes ahora por qué te dije “Vuelve tu espada a la vaina”?

-Claro, Maestro, era tu opción. Asumiste dar la vida por tus amigos. Además, buen cuidado tuviste de exigirles que solo te apresaran a tí.

 -Pero yo tengo un problema, Maestro, con tu pacifismo radical, tercia Andrés

-¿Cuál es tu problema? pregunta Jesús

Jesús en Tiberíades

 En ese momento los técnicos de RTV cambian el telón de fondo con un salto en el túnel del tiempo: los tres interlocutores están en Odessa junto al mar. Sigue diciendo Andrés:

-Maestro, si Putin me da una bofetada en la mejilla izquierda, ¿estoy obligado como discípulo tuyo a ofrecerle la derecha?

-No, obligado no estás. Puedes hacerlo, si tu conciencia te lo pide. Y puedes también detener su mano con tu derecha a la vez que un izquierdazo en su estómago le deja sin ganas de repetirlo. Puedes hacerlo, porque tienes derecho a defenderte.

-Ah, si es así, ya entiendo lo de la mejilla, respira Andrés.

-No, añade Jesús, aún te queda por entender algo muy importante: Si en vez de ser tu mejilla izquierda la que abofetean, es  a miles y miles de niños y niños y civiles inocentes, no sólo tienes derecho a defenderlos, lo que tienes es obligación de ayudar a Ukrania cerrando el espacio aéreo y ayudando militarmente a evitar los genocidios. Ojalá esa intervención humanitaria no llegue demasiado tarde como pasó en Yugoslavia o con Hitler.

-Es que pesa como chantaje la amenaza de las bravuconadas nucleares.

-Pues ya que son tan hábiles los que se mueven por el mundo de algoritmos digitales sugeridles que transformen aquél látigo que usé yo contra los oligarcas que dominaban la economía pseudoreligiosa del templo… y que lo alarguen hasta ser un lazo kilométrico que atrape en pleno vuelo al misil y le invierta la órbita para que caiga en el punto del que partió y explote en la mejilla derecha de los agresores injustos…

Vladimir Putin y patriarca Kirill
Vladimir Putin y patriarca Kirill

-Pero habría peligro de escalada…

-El peligro es que sigan matando inocentes. Con un ejemplo de sentido común. Si un terrorista atrincherado en una escuela no accede a negociar y empieza a matar criaturas inocentes, tendrán que entrar los geos para liberarlos, aun a costa de tener que disparar letalmente al agresor…

División en la Iglesia ortodoxa de Ucrania

Kirill, patriarca de Moscú, y el patriarca ecuménico Bartolomé I, durante su encuentro en Estambul

En un mes de guerra, 28 comunidades ortodoxas ucranianas rechazan a Kirill y se unen a la Iglesia autocéfala de Epifaniy

El metropolitano de la nueva Iglesia, independizada de Moscú en 2018, confirma que cada vez más grupos se inscriben bajo su autoridad

El alineamiento entre el Patriarcado ortodoxo de Moscú, liderado por Kirill, y el Gobierno ruso de Vladímir Putin, que ha llevado al religioso ha apoyar sin matices la invasión de Ucrania, ha evidenciado todavía más la tensión en el seno de la ortodoxia. Una división que afloró en diciembre de 2018, cuando del Patriarcado de Kiev, subordinado desde hacía tres siglos al de Moscú, se desgajó la Iglesia autocéfala ucraniana, bendecida por Bartolomé, patriarca de Constantinopla, y proclamada como la decimoquinta Iglesia ortodoxa a nivel mundial


Desde entonces, en Ucrania hay dos comunidades ortodoxas (realidad deplorada por Kirill como un “cisma” y de la que ha culpado directamente a Bartolomé). Una, pastoreada por el patriarca Onufriy, fiel a Moscú, y otra autónoma liderada por Epifaniy, quien ha asumido el título (equiparable al de patriarca) de metropolitano de Kiev y de toda Ucrania. Pese a que Onufriy ha marcado distancias con Kirill y ha condenado rotundamente la guerra, dejando claro, “durante más de 1.000 años de historia, nuestra Iglesia siempre ha estado y permanece con su pueblo”, parece que cada vez más ortodoxos ucranianos se están adhiriendo a la autoridad espiritual de Epifaniy.

Llamamiento a la unidad

Así lo ha reconocido el propio metropolitano en dos mensajes, este pasado sábado 26 de marzo, en su cuenta de Twitter. En el primero apostaba por la llamada: “En este momento difícil, nuestra oración es también por la unidad de la Iglesia ortodoxa. Reitero el llamamiento del Santo Sínodo a los hermanos y hermanas que todavía están subordinados al Patriarcado de Moscú: ¡unámonos en torno a Kiev, unámonos en la Iglesia ortodoxa local de Ucrania!”.

En el segundo, directamente, daba la bienvenida a quienes ya han dado al paso a lo largo de las últimas semanas de guerra: “Decenas de comunidades y varios monasterios en diferentes regiones de Ucrania ya han cumplido voluntaria y conscientemente su deber canónico y han seguido a Tomás en autocefalia, optando por la Iglesia y Ucrania. ¡Las puertas de la Iglesia ortodoxa de Ucrania y nuestros corazones están abiertos a todos!”.

Cambio de autoridad

Según el medio ucraniano ‘The Kyiv Independent’, hasta 28 comunidades de nueve regiones se han inscrito oficialmente en la Iglesia independiente, abandonando la autoridad de Onufriy e, indirectamente, la de Kirill.

En su último mensaje en Twitter, Epifaniy se muestra convencido de que “alcanzaremos la victoria espiritual y la victoria sobre el mal que el agresor ruso trajo a nuestro hogar. Victoria cuya prueba es que Cristo crucificado ha resucitado. Creemos que, por el poder de la misericordia de Dios, por el poder de la fe de nuestro pueblo, Ucrania, todavía herida, torturada y crucificada por sus enemigos, resucitará

La rebelión religiosa que se esconde detrás de la guerra entre Rusia y Ucrania

Fuente:   BBC News Mundo

Por:   Fernanda Paúl


Kirill, patriarca de Moscú y máximo representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

La fuerte agresión de Rusia sobre Ucrania ha tenido profundas e irreversibles consecuencias políticas, económicas y sociales en el país liderado por Volodymyr Zelensky.

Pero mientras las tropas combaten en suelo ucraniano, un conflicto subterráneo y menos visible también se está gestando en el país.

Se trata de una rebelión religiosa que, según expertos, no tiene precedentes y que afecta directamente a la tan popular Iglesia ortodoxa rusa, altamente influyente en Kiev.

Desde que comenzó la invasión, diversos obispos y sacerdotes fieles a dicha Iglesia han manifestado su rechazo hacia Kirill, el patriarca de Moscú y máximo representante de esa institución religiosa.

Incluso muchos creyentes ucranianos han dejado de orar por él durante los servicios, lo que representa el signo más fuerte de desobediencia en el mundo ortodoxo.

La masacre de Bucha

Bucha simboliza el horror tras el repliegue ruso en Ucrania y los líderes religiosos lo equiparan al “nazismo”

Civiles asesinados en Bucha, Ucrania

Cerca de Kiev aparecen unos 400 civiles asesinados a sangre fría, con sus cuerpos tirados en plena calle o en fosas comunes“Gritos, llantos, gemidos se escuchan hoy desde la tierra ucraniana hasta el cielo”, clama ShevchuckEpifaniy: “Los cocreadores de esta ideología criminal son el jefe del Patriarcado de Moscú, Kirill Gundyaev, y sus asociados”

En las últimas horas, el mundo entero permanece horrorizado al difundirse las imágenes que muestran las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania, que, tras 40 días de conflicto, están replegando posiciones y concentrándose, aparentemente, en el Donbás. Un horror simbolizado en Ducha, localidad a las afueras de Kiev en las que se han encontrado a unos 400 civiles asesinados a sangre fría, con sus cuerpos tirados en plena calle, con las manos atadas a la espalda y tiros en la nuca, o en fosas comunes que albergan a decenas de cadáveres.

Con gran dolor, el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, ha lamentado en su mensaje diario el nivel de deshumanización alcanzado en “esta guerra cruel, terrible”.


Y es que padecen un panorama apocalíptico: “Nuevamente, durante la última noche, nuestra tierra se estremeció por las bombas y los misiles rusos. Una vez más, nuestras ciudades y pueblos están en llamas. Gritos, llantos, gemidos se escuchan hoy desde la tierra ucraniana hasta el cielo”.

Máximo sufrimiento

El sufrimiento es máximo, “pero Ucrania está de pie”. De hecho, como percibe Shevchuck, “el pueblo ucraniano está adquiriendo una fuerza interior maravillosa, una fuerza para defender su patria. Esta fuerza, esta determinación, la proporcionan incluso las horribles escenas que vemos en las ciudades y pueblos liberados de Ucrania. Literalmente, a unas pocas decenas de kilómetros del centro de Kiev, en las ciudades liberadas, vemos horribles crímenes de guerra. Fosas comunes con cientos de cuerpos sin vida. Ejecutados tirados en la calle, a veces con las manos atadas. Cuerpos desnudos de mujeres que no tuvieron tiempo de quemar”.

Una situación para la que el líder de la Iglesia greco-católica ucraniana solo hay una comparación posible: “Europa solo vio tales escenas en la liberación de los nazis. Hoy, Ucrania está viendo esto, y es muy importante que todo el mundo lo vea y lo escuche. El solo hecho de poder ver al ejército ruso tratando de sacar las propiedades saqueadas de Ucrania por camiones es desgarrador. Eran propiedades de sus víctimas inocentes, a quienes querían borrar de la faz de la tierra”.

Un niño refugiado cada segundo

De ahí que el arzobispo rece con todas sus fuerzas “por nuestro ejército ucraniano, por los heridos, por nuestros refugiados, de los cuales ya son unos 10 millones. Y cada segundo refugiado es un niño”.

Oración en forma de súplica que Shevchuck cierra así: “¡Oh Dios, salva a Ucrania y al mundo de la guerra! ¡Oh Dios, bendice al pueblo ucraniano! ¡Oh Dios, bendice al ejército ucraniano, que protege a nuestro pueblo y libera a las ciudades y pueblos ucranianos de las hordas mortales de quienes nos atacan hoy! ¡Oh Dios, concede la paz a Ucrania!”.

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Todo un genocidio

Por su parte, Epifaniy, patriarca de la Iglesia ortodoxa ucraniana autónoma, independiente del Patriarcado ortodoxo de Moscú, carga en su cuenta de Twitter contra los invasores rusos: “La ideología de la ‘medida rusa’ es la misma que la ideología del nazismo. Justifica la violencia, el asesinato, la guerra y el genocidio, y por lo tanto debe ser rechazada y condenada de la misma manera que se condenó al nazismo, sus ideólogos y sus crímenes”.

Una ácida condena en la que incluye al patriarca ortodoxo de Moscú, Kirill, alineado junto a Putin: “Los cocreadores de esta ideología criminal son el jefe del Patriarcado de Moscú, Kirill Gundyaev, y sus asociados. Él y sus subordinados no solo encendieron este fuego de todas las formas posibles, sino que también bendijeron abiertamente a los verdugos y asesinos por su trabajo sucio. Y lo hicieron falsamente en nombre de Dios y de la Iglesia”.

Charla del Papa con Kirill en una videollamada

«La Iglesia debe usar el lenguaje de Jesús, no el de la política»

Según informa el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, Francisco tuvo una charla virtual a primera hora de esta tarde con el Patriarca de Moscú para hablar de la guerra en Ucrania: «Como pastores del pueblo debemos unirnos en el esfuerzo por ayudar a la paz, por ayudar a los que sufren», dijo el Pontífice.

VATICAN NEWS

Una videollamada entre el Papa Francisco y Kirill, Patriarca de Moscú y toda Rusia, para hablar, este 16 de marzo, sobre la guerra que se desenvuelve en Ucrania.

Oración del Papa por los niños y jóvenes ucranianos "víctimas de la soberbia"

Oración del Papa por los niños y jóvenes ucranianos «víctimas de la soberbia»

Tal como informa el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, durante este intercambio de conversaciones el Santo Padre, acompañado por el cardenal Kurt Koch (presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos) habló del actual conflicto con el Patriarca Kirill y con el metropolita Hilarión de Volokolamsk, jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú.

El Papa agradeció al jefe de la Iglesia ortodoxa rusa este encuentro, «motivado por el deseo de indicar, como pastor de su pueblo, un camino hacia la paz, para rezar por el don de la paz y por el cese del fuego», dijo Matteo Bruni.

La Iglesia -expresaron el Papa y el Patriarca- no debe utilizar el lenguaje de la política, sino el de Jesús: «Somos pastores de un mismo pueblo santo que cree en Dios, en la Santísima Trinidad, en la Santa Madre de Dios: por eso debemos unirnos en el esfuerzo de ayudar a la paz, de ayudar a los que sufren, de buscar los caminos de la paz, de detener el fuego».

No hay guerra justa o santa

También destacaron la excepcional importancia del proceso de negociación en curso: «Quien paga la factura de la guerra es el pueblo, son los soldados rusos y la gente que está siendo bombardeada y muriendo», dijo el Papa.

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«Como pastores, tenemos el deber de estar cerca y ayudar a todas las personas que sufren la guerra. Hubo un tiempo en que nuestras iglesias todavía hablaban de una guerra santa o de una guerra justa. Hoy en día, ya no podemos hablar de esta manera. Se ha desarrollado una conciencia cristiana de la importancia de la paz», añadió.

«Las iglesias están llamadas a contribuir al fortalecimiento de la paz y la justicia», coincidió Francisco con Kirill, antes de concluir su discurso diciendo:

«Las guerras son siempre injustas. Porque es el pueblo de Dios el que paga. Nuestros corazones sólo pueden llorar por los niños, por las mujeres asesinadas, por todas las víctimas de la guerra. La guerra nunca es la solución. El Espíritu que nos une nos pide, como pastores, que ayudemos a las personas que sufren a causa de la guerra».