Etapa Continental del Sínodo en países bolivarianos

Miguel Cabrejos: «El Espíritu habla a la Iglesia en virtud de la unción dada en el bautismo»

Miguel Cabrejos: «El Espíritu habla a la Iglesia en virtud de la unción dada en el bautismo»

El Espíritu, el pueblo de Dios y la sinodalidad, son las categorías que fundamentaron la intervención de Mons. Miguel Cabrejos, presidente de Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño en la ceremonia inaugural de la Asamblea Regional de los países bolivarianos iniciada este 27 de febrero en Quito – Ecuador

La tercera, tras la realización de las asambleas dedicadas a las regiones de Centroamérica y el Caribe, efectuadas en El Salvador y República Dominicana respectivamente

Tomando como base la constitución dogmática Lumen Gentium, el prelado insistió en que Dios no solo enseña a través de la jerarquía que evangeliza en su nombre y con su poder; también lo hace a través de los laicos a los que constituye en testigos, dotándoles del sentido de la fe y la gracia de la palabra

Por Paola Calderón

El Espíritu, el pueblo de Dios y la sinodalidad, son las categorías que fundamentaron la intervención de Mons. Miguel Cabrejos, presidente de Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño en la ceremonia inaugural de la Asamblea Regional de los países bolivarianos iniciada este 27 de febrero en Quito – Ecuador.

La tercera, tras la realización de las asambleas dedicadas a las regiones de Centroamérica y el Caribe, efectuadas en El Salvador y República Dominicana respectivamente.

Tomando como base la constitución dogmática Lumen Gentium, el prelado insistió en que Dios no solo enseña a través de la jerarquía que evangeliza en su nombre y con su poder; también lo hace a través de los laicos a los que constituye en testigos, dotándoles del sentido de la fe y la gracia de la palabra.

Escuchar la voz del Espíritu

Es así como indica que escuchar al Pueblo de Dios, es escuchar verdaderamente lo que el Espíritu le dice a la Iglesia. La opción de “consultar al Pueblo de Dios” depende de este proceso de redescubrimiento, por lo que recuperar esta dimensión en la Iglesia es evidencia de un proceso de maduración en la eclesiología del Pueblo de Dios que aún no ha sido plenamente apreciada.

En esta línea, el prelado asegura que volver a considerar el Pueblo de Dios como sujeto activo en la vida y misión de la Iglesia que propone el Concilio Vaticano II, “va acompañado del redescubrimiento, de la dimensión pneumatológica en ella”.

“Si no tuviéramos la certeza de que el Espíritu habla a la Iglesia y lo hace en virtud de la unción dada en el bautismo, la consulta se reduciría a una encuesta,” insiste; recordando los riesgos que esto podría generar respecto a la manipulación de la opinión pública.

Una situación muy propia de los sistemas políticos basados en la representación, porque según comenta “del Espíritu Santo depende la concordancia en la fe de todo el Pueblo de Dios”.

Aclarando que este Espíritu Santo no tiene distinción de ningún tipo para manifestarse. Para Mons. Cabrejos se trata de una dinámica espiritual que se aprecia mucho cuando se dice que “el mismo Espíritu no sólo santifica y dirige al Pueblo de Dios mediante los sacramentos, los misterios o adornándole con virtudes, sino que también distribuye las gracias especiales entre los fieles de cualquier condición, entregando a cada uno según considera. Este análisis ha de llevarnos a entender la importancia del momento que vive la Iglesia y su afán de escucharlos a todos, porque todos tienen algo que aportar.

Nuestro camino

¿Qué quieres América Latina y el Caribe para ti misma? fue el interrogante que planteó el prelado al ratificar que el Papa Francisco estuvo verdaderamente inspirado por el Espíritu Santo cuando decidió que este sínodo no debía hacerse como los demás; sino que debía celebrarse en todos los niveles; empezando por las familias, las pequeñas comunidades cristianas, los puestos de misión, parroquias,  decanatos, diócesis, provincias eclesiásticas, iglesias nacionales y continentales; hasta llegar a la universal.

La justificación de esta decisión es que en cada nivel la sinodalidad debe adaptarse a un contexto diferente, sin perder la prioridad con la que el que Papa convocó el Sínodo y propuso trabajar para y por la comunión, la participación y la misión.

«Somos uno, trabajamos juntos y estamos en misión permanente, enviados por Cristo,» advirtió, trayendo a la memoria una frase de la Iglesia local de Bamenda en Camerún: «Y para que Dios trabaje, todo hombre debe poner las manos».

Un tiempo único

En esta línea Mons. Cabrejos, invitó a aprovechar este momento que representa una oportunidad para el continente para «enriquecer su propia identidad como Iglesia, contextualizar la sinodalidad y hacer de ella una realidad auténtica en la vida diaria de la Iglesia”. Muchas veces se ha escuchado que las personas piensan que el futuro de la Iglesia está en América Latina, lo que le ha llevado a preguntarse si realmente sus habitantes alcanzan a sentirlo, si son conscientes de ello.

Esto, afirma el prelado, quiere decir que mientras esperamos la realización del sínodo sobre la sinodalidad en el nivel de la Iglesia universal, se hace necesario tomarse las asambleas regionales  con la misma seriedad como si fueran el sínodo definitivo. Tenemos ante nosotros la oportunidad para asumir nuestra responsabilidad de proporcionar el sentido y la dirección para la Iglesia latinoamericana y caribeña, la de este tiempo y del mañana.

«La etapa continental del proceso sinodal significa que América Latina y el Caribe tienen la posibilidad de hacer que su voz se escuche en el mundo como continente,» pero hay algo más importante y es que puede contribuir para que se dé la oportunidad de escuchar su propia voz en su propio territorio, es decir, sobre lo que quiere para sí misma. Concluyó.

Mensaje navideño del CELAM

Los obispos de América Latina y el Caribe: “Esta Navidad sea una oportunidad para salir al encuentro de los más pobres”

Por ÁNGEL ALBERTO MORILLO

El mensaje de Navidad del Celam invita a profundizar en el itinerario sinodal teniendo vigente la opción por los pobres de Aparecida

Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y arzobispo de Trujillo (Perú), en nombre de sus colegas del continente, ha invitado a vivir esta Navidad “sin dejar de pensar en los más vulnerables y pobres”.

El prelado hizo referencia directa en quienes “no tienen aseguradas las tres ‘T’: Techo, Trabajo, Tierra”, por ello, “esta Navidad sea una oportunidad para salir al encuentro de los más pobres, como hermanos y hermanas”.

Opción por lo pobres

Cabrejos recordó que “Dios se hace hombre en Jesús y viene a salvarnos” a pesar de “las dificultades de nuestros pueblos y de nuestras propias debilidades”, porque “el Señor alienta nuestra esperanza, fortalece nuestra fe y nos invita a ser hermanos y hermanas en la caridad”.

Citando el documento de Aparecida (2007), ha mencionado que “los obispos de nuestro continente nos recordaban que sólo la cercanía que nos hace amigos nos permite apreciar profundamente los valores de los pobres de hoy, sus legítimos anhelos y su modo propio de vivir la fe. La opción por los pobres debe conducirnos a la amistad con los pobres”.

Finalmente hizo votos para seguir profundizando en el actual itinerario sinodal, que este tiempo del nacimiento “sigamos llevando luz, donde hay tinieblas; amor, donde hay odio; fe, donde hay desesperanza”.

La política de «combatir a los emigrantes»

Obispos CELAM y Red Clamor: «La política de ‘combatir’ a los migrantes en la frontera es ineficaz, cara y mortal»

El camión challado con 50 migrantes fallecidos
El camión challado con 50 migrantes fallecidos

«Rechazamos los enfoques punitivos y ‘combatir’ a los migrantes irregulares como política migratoria y de fronteras por su ineficacia, altos costes financieros, y sobre todo porque se traducen en más muertes y esclavitud»

Son las palabras de Monseñor Cabrejos, en nombre del Episcopado Latinoamericano y del Caribe y de las organizaciones que integran la Red Clamor, tras el hallazgo de un camión con 50 migrantes fallecidos en un vehículo abandonado en San Antonio, una ciudad de Texas

El comunicado se refiere a otro trágico episodio similar ocurrido el viernes, 24 de junio, en Europa, cuando grupos de emigrantes subsaharianos intentaron cruzar la frontera entre Nador (Marruecos) y Melilla (España)

La Red Clamor se suma y concluye: «Con el Papa Francisco seguimos apostando por el derribo de muros. Pedimos justicia, verdad, investigación, reparación y no repetición de estos hechos sangrientos»cultura del descarte»

(Agencia Fides).- “Rechazamos los enfoques punitivos y ‘combatir’ a los migrantes irregulares como política migratoria y de fronteras, no solo por su ineficacia y altos costes financieros, sino sobre todo porque se traducen en más muertes y esclavitud en forma de trata, además, van en contra de un elemental sentido de humanidad y en contra del espíritu de un amplio ‘nosotros’ que el Papa Francisco nos llama a cultivar”.

Así escribe el Arzobispo de Trujillo y Presidente del CELAM, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, en nombre del Episcopado Latinoamericano y del Caribe y de las organizaciones vinculadas a los migrantes que integran la Red Clamor, tras el hallazgo de un camión con 50 migrantes fallecidos, muchos de ellos menores de Guatemala, Honduras y México. Los cuerpos fueron descubiertos en un vehículo abandonado en San Antonio, una ciudad de Texas a unos 240 km de la frontera con México, en una zona de Estados Unidos donde fácilmente las temperaturas superan los 40 grados. En la declaración del 29 de junio expresan su consternación por el suceso y su solidaridad con las familias de los migrantes fallecidos.

“Este hecho criminal, como tantos otros que se están dando cada vez con mayor frecuencia en las fronteras de los países desarrollados, pone en evidencia la desesperación de quienes, en busca de un futuro mejor, están dispuestos a poner en riesgo su vida y la de sus familias”, continúa la carta señalando que el endurecimiento de las políticas migratorias no logra contener el flujo de migrantes y es causa directa de muertes y del aumento de la trata de personas.

La vida de ningún ser humano puede convertirse en una mercancía a la que se le da un precio de mercado para enriquecer a las mafias criminales, muchas veces en complicidad con los organismos de seguridad de nuestros países”, denuncia enérgicamente el escrito. El arzobispo expresa además su preocupación por el destino de los supervivientes, especialmente de los niños, considerando lo que está sucediendo con los menores migrantes en Estados Unidos.

Por ello, el CELAM y la Red Clamor hacen un llamamientoa todos los países de la región, especialmente al gobierno de Estados Unidos, a que amplíe sus opciones de migración legal para prevenir la muerte, la trata y el tráfico de seres humanos.

El comunicado se refiere a otro trágico episodio similar ocurrido hace unos días, el viernes 24 de junio en Europa, cuando grupos de emigrantes subsaharianos, tratando de escapar de la miseria, el hambre y las guerras en sus diferentes países y al no tener vías alternativas para ingresar España de forma segura y regulada, intentaron cruzar la frontera entre Nador (Marruecos) y Melilla (España).

“La llegada de más de 1.500 personas fue repelida por las fuerzas de seguridad de Marruecos y España, provocando una auténtica masacre, con más de 30 muertos”, denuncia la Red Clamor en su comunicado del 28 de junio. Los medios de comunicación y las redes sociales mostraron “los cuerpos tirados en el suelo, algunos vivos y otros muertos, bajo el sol, atados, recibiendo un trato cruel, inhumano y degradante por parte del ejército marroquí”.

La Red Clamor comparte el llamamiento de los obispos españoles al gobierno para que examine y atienda esta nueva crisis en la línea de proteger a los seres humanos y para que establezca con urgencia vías de acceso legales y seguras para las personas que migran de forma forzada. La Red Clamor se solidariza con los familiares de los hermanos asesinados y pide “justicia, verdad, investigación, reparación y no repetición de estos hechos sangrientos”, además de la liberación de los migrantes recluidos en los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros) dado que “son víctimas y como víctimas necesitan entornos seguros y acompañamiento humano, no una prisión”. También piden la repatriación de los cuerpos de los migrantes fallecidos a sus países.

Uniendo su voz a la de los Pastores del continente latinoamericano y el Caribe, la Red Clamor concluye: “Con el Papa Francisco seguimos apostando por el derribo de muros y por la construcción de puentes de solidaridad para combatir la cultura del descarte, hacer posible la amistad social y la fraternidad de los hijos e hijas de Dios, sin excluir a nadie, independientemente del color de piel, nacionalidad o estatus migratorio”

“El protagonismo de la Mujer en la Iglesia y en la Sociedad”

Mons. Cabrejos: “Visibilizar los aportes de las mujeres, desde sus servicios y carismas”

Mons. Cabrejos
Mons. Cabrejos

El arzobispo de Trujillo comenzó sus palabras recordando cómo el Magisterio de la Iglesia latinoamericana y caribeña ha insistido en “la necesidad de reconocer y promover el protagonismo de la mujer en la sociedad como en la vida de la Iglesia

“Urge que todas las mujeres puedan participar plenamente en la vida eclesial, familiar, cultural, social y económica, creando espacios y estructuras que favorezcan una mayor inclusión”

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Francisco con las mujeres del Sínodo

Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), ha publicado este 8 de marzo un editorial con motivo del Día Internacional de la Mujer, que lleva por título “El protagonismo de la Mujer en la Iglesia y en la Sociedad”.

El arzobispo de Trujillo comenzó sus palabras recordando cómo el Magisterio de la Iglesia latinoamericana y caribeña ha insistido en “la necesidad de reconocer y promover el protagonismo de la mujer en la sociedad como en la vida de la Iglesia”, algo que aparece recogido diversas veces en el Documento de Aparecida, que llama a escuchar los clamores de las mujeres, especialmente de aquellas que son marginadas por diferentes motivos.

Por ese motivo, recuerda Mons. Cabrejos, citando el Documento, “urge que todas las mujeres puedan participar plenamente en la vida eclesial, familiar, cultural, social y económica, creando espacios y estructuras que favorezcan una mayor inclusión”.

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe ha sido momento para que la Iglesia del continente americano se sienta interpelada “por los cambios y los pasos que debemos dar para reconocer y valorar el rol y el aporte de la mujer en la historia, en la sociedad y en la propia Iglesia”. A partir de esas demandas, el presidente del Celam insiste en que se trata de “uno de los desafíos prioritarios que queremos abrazar desde la perspectiva pastoral y sinodal que ha conducido los itinerarios de renovación y de reestructuración del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), inspirados por el Magisterio del Papa Francisco”.

La mirada de Mons. Cabrejos se dirige especialmente a las mujeres de los pueblos originarios, afrodescendientes y campesinas, pidiendo espacios para que “compartan sus conocimientos, experiencias y prácticas en diversos ámbitos eclesiales, como el impulso que debemos dar al desarrollo de una auténtica pastoral de la mujer a nivel local, nacional y continental, que garantice su promoción integral y participación efectiva en la vida de la Iglesia y de la sociedad”.

Junto con ello ha querido enfatizar el papel de en la sociedad. Para ello, nos recuerda el editorial, que el Celam ha dado inicio a la campaña continental “Mujeres gestoras del cambio”, buscando “visibilizar los aportes de las mujeres, desde sus servicios y carismas, a la sociedad y a la Iglesia, a través de expresiones de sensibilización, espacios de formación y acciones concretas de incidencia, de la mano de diversas organizaciones eclesiales de nuestro continente y en sintonía con los desafíos de la Asamblea Eclesial, y con un acento sinodal”.

Finalmente, ha recordado las palabras del Papa Francisco, que nos llama a descubrir a “las mujeres con protagonistas de una Iglesia en salida, subrayando su capacidad de acogida y anuncio de la “buena nueva” por parte de “tantas mujeres evangelizadoras y misioneras de nuestro continente”

Una Iglesia diferente

El Celam pugna por un cambio de chip para que haya una Iglesia diferente 

Fuente: Observatorio Eclesial 
Para tener una Iglesia diferente, sinodal y misionera se debe cambiar el chip, afirmó Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Ce-lam) al término de los trabajos de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.Por separado, al encabezar la misa de clausura en la Basílica de Guadalupe en el primer domingo de Advien-to, el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congrega-ción de Obispos del Vaticano, aseguró que en el con-texto dramático de la pandemia que no acaba, en este contexto difícil, la Igle-sia de la región vuelve a tomar consciencia de su iden-tidad misionera. 

Mientras, en las sesiones el arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina, Jorge Lozano, secretario general del Celam, aseguró que la escucha que realizó la Iglesia latinoamericana en la Asamblea Eclesial ―no tiene una finalidad de marketing religioso‖, sino un deseo genuino de volver al origen.Cabrejos, arzobispo metropolitano de Trujillo, Perú, dijo que estamos llamados a cambiar, a convertir perma-nentemente la sinodalidad no un eslogan, no es una frase, es algo inherente, es la esencia de la Iglesia. 

La sinodalidad es caminar juntos. Eso cuesta a veces. La sinodalidad en los textos y do-cumentos es maravillosa y extraordinaria, pero en la práctica está la dificultad. Para eso tenemos que con-vertirnos, como dicen los jóvenes, cambiar el chip que tenemos en la cabeza.En la Basílica, Ouellet, presidente de la Pontificia Comi-sión para América Latina del Vaticano, dijo que la espe-ranza en medio de pruebas y dolores nos afectan tanto como al resto de nuestros hermanos y hermanas en otras partes del mundo.Aseguró que la asamblea que reunió a laicos, sacerdo-tes, religiosas, obispos y a cardenales, tendiente a cambiar la Iglesia de la región y hacerla más cercana a la realidad, rindió frutos. 

Nuestros días de convivencia presencial y digital han contribuido a fraguar aún más la unidad de este nuestro continente cristiano, mariano y cada vez más sinodal.La pandemia profundizó las desigualdadesEn el mensaje final, denunciamos el dolor de los más pobres y vulnerables frente al flagelo de la miseria y las injusticias. Nos duele el grito de la destrucción de la ca-sa común (el planeta) y la cultura del descarte que afec-ta sobre todo a las mujeres, los migrantes y refugiados, los ancianos, los pueblos originarios y afrodescendien-tes. 

También lamentó el impacto y las consecuencias de la pandemia que incrementa más las desigualdades so-ciales, comprometiendo incluso la seguridad alimentaria de gran parte de nuestra población y que les llega el clamor de los que sufren a causa del clericalismo y el autoritarismo en las relaciones, que lleva a la exclusión de los laicos, de manera especial a las mujeres en las instancias de discernimiento y toma de decisiones so-bre la misión de la Iglesia, constituyendo un gran obs-táculo para la sinodalidad.Cabrejos consagró a la Guadalupana las 22 conferen-cias episcopales del continente.(jornada.com.mx) 29/11/2021 

Mensaje Asamblea Eclesial

Mensaje final: La Sinodalidad pertenece a la esencia de la Iglesia, no es una moda pasajera 

Lectura del Mensaje Final 

Es “Jesucristo Resucitado quien nos ha convocado una vez más” para así “comunicar por desborde de alegría el gozo del encuentro con Él, para que todo tengamos en Él vida plena” 

Duelen los pecados intraeclesiales, como “el clericalismo y el autoritarismo en las relaciones, que lleva a la exclusión de los laicos, de manera especial a las mujeres en las instancias de discernimiento y toma de decisiones sobre la misión de la Iglesia, constituyendo un gran obstáculo para la sinodalidad” 

Hay esperanzas, nacidas de “la presencia de los signos del Reino de Dios, que llevan por caminos nuevos a la escucha y al discernimiento” 

La ruta está marcada, ahora queda la valentía para enfrentarla, sin olvidar algo que es innegociable: tiene que ser juntos 

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica 

El deseo de reavivar el espíritu de Aparecida y en el horizonte del Jubileo Guadalupano en 2031 y el Jubileo de la Redención en el 2033, la Asamblea Eclesial de América Latina ha emitido un mensaje donde se recoge lo vivido desde el 21 de noviembre en un evento inédito e histórico. 

Leído por Mons. Miguel Cabrejos, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), comienza confesando que es “Jesucristo Resucitado quien nos ha convocado una vez más” para así “comunicar por desborde de alegría el gozo del encuentro con Él, para que todos tengamos en Él vida plena”, como nos dice Aparecida.   

Sintiendo la compañía de Jesús en “la tarea emprendida de repensar y relanzar la misión evangelizadora”, el mensaje reconoce la necesidad de “un camino de conversión decididamente misionera”, que tiene como presupuesto la necesidad “de mayor responsabilidad pastoral”. 

La Asamblea ha sido vivida, recoge el escrito, como “una verdadera experiencia de sinodalidad, en la escucha mutua y en el discernimiento comunitario de lo que el Espíritu quiere decir a su Iglesia”. Desde la “poliédrica diversidad”, los participantes de la Asamblea se han “vuelto hacia las realidades que vive el continente, en sus dolores y esperanzas”. 

El texto constata y denuncia dolores “de los más pobres y vulnerables que sufren el flagelo de la miseria y las injusticias”; también “el grito de la destrucción de la casa común” y la “’cultura del descarte’ que afecta sobre todo a las mujeres, los migrantes y refugiados, los ancianos, los pueblos originarios y afrodescendientes”. A la Asamblea le duele “el impacto y las consecuencias de la pandemia que incrementa más las desigualdades sociales, comprometiendo incluso la seguridad alimentaria de gran parte de nuestra población”. 

También duelen los pecados intraeclesiales, como “el clericalismo y el autoritarismo en las relaciones, que lleva a la exclusión de los laicos, de manera especial a las mujeres en las instancias de discernimiento y toma de decisiones sobre la misión de la Iglesia, constituyendo un gran obstáculo para la sinodalidad”. Junto con ello, se muestra la preocupación ante “la falta de profetismo y la solidaridad efectiva con los más pobres y vulnerables”. 

Pero también hay esperanzas, nacidas de “la presencia de los signos del Reino de Dios, que llevan por caminos nuevos a la escucha y al discernimiento”. El mensaje muestra el camino sinodal como “un significativo espacio de encuentro y apertura para la transformación de estructuras eclesiales y sociales que permitan renovar el impulso misionero y la cercanía con los más pobres y excluidos”. También es motivo de esperanza la Vida Religiosa, “mujeres y hombres que viviendo contracorriente dan testimonio de la buena nueva del Evangelio”, y la piedad popular. 

Vivida como “un Kairós, un tiempo propicio para la escucha y el discernimiento” que conecta con el Magisterio e “impulsa a abrir nuevos caminos misioneros hacia las periferias geográficas y existenciales y lugares propios de una Iglesia en salida”. 

Desde ahí se pregunta por los desafíos y orientaciones pastorales a ser asumidos, diciendo que “la voz del Espíritu ha resonado en medio del diálogo y el discernimiento”, llamando a una mayor encarnación, acompañamiento y promoción de los jóvenes, atención a las víctimas de los abusos, participación activa de las mujeres en los ministerios y en los espacios de discernimiento y decisión eclesial. 

También la promoción de la vida en su totalidad, formar en sinodalidad para erradicar el clericalismo, participación laical en espacios de transformación, escuchar y acompañar el clamor de los pobres, excluidos y descartados. Se ha señalado la necesidad de nuevos programas de formación en los seminarios, de dar valor a los pueblos originarios, de la inculturación e interculturalidad, abordar temas sociales y formar en sinodalidad. 

En la larga lista de elementos a tener en cuenta, no es fácil resumir las aportaciones de tanta gente, se recordó la importancia de la experiencia de Pueblo de Dios, de vivir los sueños de Querida Amazonía, de acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, tierra y sus culturas. 

La sinodalidad es el camino, algo que pertenece a la esencia de la Iglesia, por lo que se insiste en que “no es una moda pasajera o un lema vacío”. Es algo que ha hecho aprender a caminar juntos, involucrando a todos. Ahora se trata de llevarlo a las comunidades, a las bases, por lo que se muestra el compromiso a seguir el camino, aprendiendo y creando, en un itinerario pastoral que busca la conversión misionera y sinodal. Podemos decir que la ruta está marcada, ahora queda la valentía para enfrentarla, sin olvidar algo que es innegociable: tiene que ser juntos. 

Asamblea Eclesial de A.L. y E.C.

Miguel Cabrejos: En la Asamblea Eclesial “nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas” 

La Asamblea Eclesial en Guadalupe

En vez de haber realizado la VI Conferencia General de los Obispos, el Papa Francisco, propuso esta Asamblea Eclesial, integrada por representantes de todo el Pueblo de Dios” 

«Inaugura un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial» 

A María de Guadalupe también le pedía “que nos señale el camino que Dios desea para su Iglesia en nuestra región” 

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica 

En la Solemnidad de Cristo Rey, a los pies de María de Guadalupe, la Iglesia de América Latina y el Caribe se ha reunido para abrir la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. En una Eucaristía presidida por Mons. Miguel Cabrejos, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), ha afirmado que los participantes de la Asamblea, más de mil, entre los presentes en Ciudad de México y quienes participan virtualmente, estaban allí para dar “gracias a Dios por esta nueva experiencia de vivir, sentir y participar en la Iglesia”. 

En su homilía, el arzobispo de Trujillo, afirmaba que la Asamblea Eclesial llega después de “un largo camino recorrido juntos, escuchando a todos, sintiendo lo hermoso que es ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo, protagonistas y corresponsables de la evangelización como discípulos misioneros”. Pedía a Dios que abra nuestro corazón para dejarnos guiar en espíritu de escucha, sinodalidad y unidad eclesial, y descubrir lo que Él quiere decirnos como pueblo de Dios en camino”. 

Llamando a hacer la Voluntad de Dios, dijo que “la verdadera grandeza está en dejarse iluminar por la Luz de la Verdad, en descubrir la acción de Dios en la historia, en adherirse al proyecto de Jesucristo y tener la verdad como norma suprema de comportamiento”. El prelado peruano comparaba esta Asamblea con la Conferencia de Medellín, que definía como “la ‘recepción creativa’ del Concilio Vaticano II en un contexto marcado por la pobreza y la exclusión”. Del mismo modo, ha dicho ver esta Asamblea Eclesial como momento “para ‘reavivar Aparecida’, que reafirmó la renovación conciliar, busca contribuir para una ‘segunda recepción’ del Vaticano II en el nuevo contexto en que vivimos”

Según Mons. Cabrejos es una Asamblea histórica, “pues, en vez de haber realizado la VI Conferencia General de los Obispos, el Papa Francisco, propuso esta Asamblea Eclesial, integrada por representantes de todo el Pueblo de Dios”. Estamos ante “el paso de una asamblea donde participaban sólo Obispos, a una Asamblea plenamente Eclesial”, insistió el presidente del Celam. 

Destacando la amplia participación, Mons. Cabrejos señaló que en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, “nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas”. Junto con ello, “inaugura un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, expresión de la vinculación del Obispo con el Pueblo de Dios en su Iglesia Local, y de concepción de la Iglesia universal como una ‘Iglesia de Iglesias Locales’, presididas en la unidad por el Obispo de la Iglesia de Roma, con Pedro y bajo Pedro”. 

Es un nuevo Pentecostés, en el que también está presente “Nuestra Madre, María del Tepeyac, quien representa a todas las advocaciones que sostienen y sustentan la vida e identidad de nuestros pueblos Latinoamericanos y Caribeños”. A ella invocaba “su fiel y potente intercesión, para que nos muestre el rostro y la mirada de Cristo en esta etapa de encuentro presencial y virtual. 

A María de Guadalupe también le pedía “que nos señale el camino que Dios desea para su Iglesia en nuestra región”, y docilidad “para asumir un proceso de conversión permanente, en comunión con el Concilio Vaticano II y el Papa Francisco, en camino al Sínodo sobre la Sinodalidad, y lo que signifiquen las exigencias pastorales hacia el Jubileo del acontecimiento Guadalupano (2031) y el de la Redención (2033)”. A ella le ofrecía el camino recorrido desde Aparecida, de la que, recordando las palabras del Papa Francisco, “todavía tiene mucho que ofrecer”. 

Mostrando la voluntad de acompañarle en este Kairós, Mons. Cabrejos ha dicho querer, “en la difícil unidad en la diversidad, responder y acompañar a todo el pueblo de Dios en una hora profundamente compleja y difícil”, insistiendo en no olvidar que en los vulnerables, “¡Cristo sigue crucificado en ellos!”. 

A la luz del Evangelio del día, denunciaba la ruptura de comunión y de fraternidad, lo que se hace presente “en la inequidad; en la violencia extendida; en los falsos testimonios de líderes que abandonan el sentido de servicio de sus responsabilidades; en la crisis sin precedentes de nuestra casa común, donde los preferidos del Señor son los más afectados”. Junto con ello se sentía interpelado por el dolor de las mujeres, “quienes han sufrido abusos o exclusión sistemática”, también por los migrantes, muchas veces rechazados. 

Para la Asamblea que se inicia, el presidente del Celam ha pedido “el don de la escucha, aquella que nos lleve a salir de nuestras reducidas posiciones particulares, y nos acerque a los hermanos y hermanas para buscar a Dios en común y en comunión”. También pedía seguir el ejemplo de San Juan Diego, “para abrir nuestros corazones a la interculturalidad, sin temores ni dudas” 

Cultura sinodal

Mons. Miguel Cabrejos: Cultura sinodal en el proceder y toma de decisiones 

Mons. Miguel Cabrejos 

El presidente del Celam ha destacado el empeño del Papa Francisco en promover una “escucha creciente” y una apertura al “amplio diálogo”, así como “la inculturación de la fe cristiana en los diversos contextos socio-culturales y existenciales del mundo actual” 

El Celam caminó “para una práctica colegial en la región, para fortalecer la cooperación a nivel continental y para el desarrollo de la misión y la acción pastoral” 

«Promover y fortalecer una cultura sinodal en nuestra Iglesia latinoamericana y caribeña, tanto en el proceder como en la toma de decisiones e implementación en los distintos ámbitos eclesiales, así como la animación de las diversas pastorales” 

La Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe como “momento clave para seguir haciendo camino hacia una Iglesia cada vez más sinodal” 

24.09.2021 Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica 

Profundizar en la colegialidad en clave sinodal, ese ha sido el propósito de la Conferencia del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), a los participantes de la Asamblea del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, reunidos en torno al lema: “50 años al servicio de Europa, memoria y perspectivas en el horizonte de Fratelli Tutti”. 

A partir del proceso de Renovación y Reestructuración del Celam y la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, Mons. Miguel Cabrejos ha partido de la comprensión eclesiológica nacida en el Vaticano II, que entiende la “catolicidad” como “unidad en la diversidad que requiere la comunicación mutua y permanente entre las diferentes Iglesias locales”. 

El presidente del Celam ha destacado el empeño del Papa Francisco en promover una “escucha creciente” y una apertura al “amplio diálogo”, así como “la inculturación de la fe cristiana en los diversos contextos socio-culturales y existenciales del mundo actual”. Todo ello a partir del concepto de “aggionarmento”, que hace necesaria la encarnación de la fe, una idea presente en Querida Amazonía. 

Esta lectura de los signos de los tiempos es algo impulsado en la Iglesia latinoamericana desde Medellín, donde es visto, según Mons. Cabrejos, como algo “imprescindible para discernir la voluntad de Dios, definir las prioridades pastorales fundamentales y realizar una evangelización integral a la luz de la opción preferencial por los pobres y del cuidado de nuestra Casa común”, ideas que son recogidas en Laudato Si. 

Medellín fue el punto de partida del método ver, juzgar, actuar, al que con el tiempo se han ido sumando el escuchar, iluminar y celebrar. Junto con ello, el prelado peruano destaca como aportación del Vaticano II, el principio de colegialidad episcopal, “al cual la Iglesia de Latinoamérica y de El Caribe le dio mucha importancia, incluso antes del Vaticano II con la creación del Celam”. 

El Celam caminó “para una práctica colegial en la región, para fortalecer la cooperación a nivel continental y para el desarrollo de la misión y la acción pastoral”, según su presidente. En su intervención fue relatando el proceso de Renovación y Reestructuración que se ha llevado a cabo, en clave sinodal, en los dos últimos años, impulsando “una escucha intensa y un discernimiento cuidadoso, involucrando a diversos actores eclesiales”. 

Con ello se busca, insiste Mons. Miguel Cabrejos, en “promover y fortalecer una cultura sinodal en nuestra Iglesia latinoamericana y caribeña, tanto en el proceder como en la toma de decisiones e implementación en los distintos ámbitos eclesiales, así como la animación de las diversas pastorales”. Se quiere con ello superar el clericalismo y “vivir la conversión integral hacia una sinodalidad cada vez mayor”, algo que se está concretando en las muchas asambleas que se están llevando a cabo en los diferentes países. 

El presidente del Celam destaca la creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), que adscrita a la Presidencia del Celam, participan representantes de 7 Conferencias Episcopales, organismos eclesiales, representantes de los pueblos originarios y expertos nombrados por la Presidencia de la CEAMA y por el Santo Padre. 

Caminar juntos, en sinodalidad, discernir juntos lo que el Espíritu Santo le dice a nuestra Iglesia latinoamericana y caribeña, ha sido presentado por Mons. Cabrejos como el camino a seguir, buscando fomentar la colegialidad, así como la “corresponsabilidad y participación de todo el pueblo de Dios en la vida y la misión de la Iglesia”. 

Para ello ve la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe como “momento clave para seguir haciendo camino hacia una Iglesia cada vez más sinodal”. Un proceso abierto al “sensus fidei del Santo Pueblo de Dios que también tiene su ‘olfato’ para encontrar nuevos caminos que el Señor abre a la Iglesia”. 

Curso gratuito sobre Sínodos y sinodalidad

El presidente de CELAM invita a participar en el curso online gratuito sobre «Sínodos y sinodalidad»
«El Papa Francisco nos ha enseñado que la sinodalidad es lo que Dios quiere de la Iglesia para el tercer milenio»
«Este modo de ser Iglesia nos reta a emprender procesos de formación en nuestras Iglesias locales»
«Les invito a que se unan a este curso gratuito en el que participamos más de 20 voces internacionales que queremos compartir nuestras experiencias»
| Mons. Miguel Cabrejos
Queridos hermanos(as),
El Papa Francisco nos ha enseñado que la sinodalidad es lo que Dios quiere de la Iglesia para el tercer milenio. Este modo de ser Iglesia nos reta a emprender procesos de formación en nuestras Iglesias locales y nos invita a todo el Pueblo de Dios a ayudarnos mutuamente a conocer lo que esto significa e implica en nuestra vida como creyentes.
Les invito a que se unan a este curso gratuito en el que participamos más de 20 voces internacionales que queremos compartir nuestras experiencias y reflexiones, para animar a construir la Iglesia del tercer milenio, una Iglesia en salida misionera y con espíritu sinodal. Las inscripciones se pueden realizar en http://www.bc.edu/sinodalidad

Curso sobre Sínodos del Boston College. Temario