Terremoto en Siria: “un caos sumado a los males”

Padre González, Siria: «Con cinco grados bajo cero y sin agua, los superviventes dan gracias a Dios por seguir vivos»

El misionero define la situación tras la catástrofe natural como un ‘caos sumado a los males’

Enrique González, misionero en Alepo

El sacerdote argentino Enrique González, misionero en Alepo desde hace más de 3 años, conversó con AICA sobre «las penurias y fortalezas» del pueblo sirio golpeado por el feroz terremoto

«Estamos tratando de ayudar, de paliar la situación con la gente que nos rodea, llevando agua, comida, abrigos, dando refugio y cobijo a los que dejaron sus casas»

«Crisis económica, agravada por el bloqueo económico internacional, después el Covid, el cólera y ahora el terremoto»

«Conmueve el testimonio del padre Enrique que “en medio de este caos”, dijo que “lo que se ve en la gente es mucha fuerza” y dan gracias a Dios a pesar de todo: ‘Dios nos permitió sobrevivir a esto y también superarlo'»

«Según el nuevo balance difundido hoy, la cantidad de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes a Turquía y Siria supera las 17.000 personas y los heridos ascienden a 60.000, mientras los equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes en medio del frío y la devastación»

(AICA).- “Tratando de ayudar, de paliar la situación con la gente que nos rodea, llevando agua, comida, abrigos, dando refugio y cobijo a los que dejaron sus casas”, así está viviendo el padre Enrique González, mendocino, misionero de la congregación del Verbo Encarnado (IVE) en Alepo, una de las ciudades más afectadas por el terremoto que azotó el Sur de Turquía y norte de Siria el pasado lunes 6 de febrero causando la muerte miles de personas y otros miles de heridos.

Una situación que el padre González define como “un caos”, sumado a los males que ya el país viene arrastrando desde 2011, cuando inició una guerra que dividió al país y que aún no se soluciona, “más la crisis económica, agravada por el bloqueo económico internacional, después el Covid, el cólera y ahora el terremoto” a lo que se agrega, en este tiempo, un duro invierno. “Hoy por ejemplo la temperatura era de 5 grados bajo cero”, contó a AICA el padre Enrique en conversación telefónica.

El padre Enrique González, de 49 años, sanrafaelino, misionero en Alepo desde hace unos tres años y medio y en Medio Oriente desde 2001, por lo que habla perfectamente el árabe, contó que la Congregación del Verbo Encarnado, tiene en Alepo dos sacerdotes, uno es él y el otro,viajó en estos días a la Argentina a visitar a su madre anciana que estaba con problemas de salud. Además, hay un grupo de religiosas Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, ambas congregaciones forman parte de la misma familia religiosa argentina. 

“Estamos dando una mano -siguió narrando el sacerdote argentino en Alepo- en los dos sitios donde trabajamos: una es una residencia universitaria, es donde vivimos, en el obispado, que gracias a Dios no sufrió ningún tipo de daño y eso nos dio la posibilidad de recibir refugiados por el terremoto”.

La otra casa que atienden está en una barriada muy humilde de Alepo, Midan. “Allí -explicó el padre González- la gran parte de la gente tuvo que desalojar sus viviendas y muchos de ellos se fueron a sus pueblos al Sur de Siria, donde no hay efecto del terremoto y otros quedaron en las calles, a los que estamos tratando de darles cobijo y ayuda” y detalló que para dar refugio se pusieron a disposición “Iglesias, mezquitas y lugares abiertos”.

El padre Enrique precisó a AICA que “todavía estamos visitando a personas que no pudieron dejar sus casas, sobre todo a personas mayores de edad, impedidas, inválidas, a ellas les estamos llevando agua y las cosas más necesarias. Teniendo en cuenta que el suministro de agua, electricidad y gas también fue cortado”.

«Conmueve el testimonio del padre Enrique que “en medio de este caos”, dijo que “lo que se ve en la gente es mucha fuerza” y dan gracias a Dios a pesar de todo: ‘Dios nos permitió sobrevivir a esto y también superarlo'»

En medio del caos se da Gracias a Dios

El misionero argentino aseguró que «la situación es muy complicada, hay mucho miedo. Hay una sensación real de pánico porque en cada repetición del temblor, hay un edificio que se cae, una fachada de edificio que se desarma, grietas en los pisos, y el miedo a lo que pueda suceder».

Por otro lado, conmueve el testimonio del padre Enrique que “en medio de este caos”, dijo que “lo que se ve en la gente es mucha fuerza” y dan gracias a Dios a pesar de todo: “Dios nos permitió sobrevivir a esto y también superarlo”, así lo viven, destacó el sacerdote: “Agradecen a Dios lo que tienen, que están vivos, que sus familias están completas, que están enteros. Agradecen también que, de la comunidad cristiana más cercana, fueron pocos los que sufrieron daños físicos”. 

«Según el nuevo balance difundido hoy, la cantidad de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes a Turquía y Siria supera las 17.000 personas y los heridos ascienden a 60.000, mientras los equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes en medio del frío y la devastación»

Pero ciertamente, todos están unidos al dolor por los miles de muertos que hay en el país. “Cifras -reconoce el sacerdote- que todavía no se manejan con exactitud”, concluyó. 

Según el nuevo balance difundido hoy, la cantidad de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes a Turquía y Siria supera las 17.000 personas y los heridos ascienden a 60.000, mientras los equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes en medio del frío y la devastación.

En Turquía, donde se declararon siete días de luto y un estado de emergencia de tres meses en las provincias más castigadas, el número de fallecidos alcanzó las 14.014 personas, según las autoridades.

En Siria, país castigado por más de una década de guerra civil, el saldo llega a 3.162 muertos, según el balance del gobierno de Damasco y de los equipos de protección civil en las zonas rebeldes.

El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el tiempo se agotapara los miles de heridos y desaparecidos entre los escombros.

La causa del terremoto de Turquía y Siria

Así fue el ‘dominó’ de tres placas tectónicas en la frontera turcosiria que creó el terremoto y amenazó con un tsunami al Mediterráneo

Movimiento de placas en Turquía© CARLOS GÁMEZ

Un fuerte seísmo de magnitud 7,8 en la escala de Richter sacudió el sureste de Turquía y norte de Siria la madrugada de este lunes y fue seguido por otro seísmo a las 13.24 hora local con una magnitud de 7,6. Más de 1.380 muertes y 6.300 heridos es el balance del suceso que como explican expertos en la materia, se trata de un «terremoto poderoso» producido por el choque de tres placas tectónicas: arábiga, africana y la placa de Anatolia.

Arantxa Izquierdo, sismóloga de la Red Sísmica Nacional del Instituto Gráfico Nacional, informa a 20minutos que la zona del terremoto se produce en una «tectónica compleja» porque confluyen tres placas continentales principales (Arábiga, Africana y Euroasiática) con el bloque tectónico de Anatolia: «Al moverse la arábiga y la euroasiática, y con la presión de la africana, se produce un deslizamiento lateral. Anatolia se ve golpeada y se va hacia el oeste».

Respecto a la placa de Anatolia, la vulcanóloga apunta que es un bloque pequeño de una longitud de 700 kilómetros está rodeado de las tres grandes placas continentales. «Esta se encuentra en el medio, las mayores se desplazan y obligan a Anatolia a desplazarse al oeste. Así se produce el seísmo, en las fronteras donde confluyen estas tres placas, en la falla de Anatolia».

El epicentro del primer sismo se halló en Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), aunque el observatorio sísmico de Kandilli lo ubica en Sofalici, en la provincia vecina de Gaziantep, unos 40 kilómetros más al sur.

Historia de redaccion@20minutos.es (Daniel Verdú López)

Terremotos en Turquía y Siria

Terremoto en Turquía y Siria, últimas noticias en directo | Los servicios de rescate mantienen durante la noche la búsqueda a contra reloj de supervivientes

Historia de EL PAÍS 

Vista aérea de un grupo de rescate trabajando en un edificio colapsado por el terremoto en Malatya, Turquía, este lunes.© Anadolu Agency (Anadolu Agency via Getty Images)

Los trabajos de rescate no van a parar. Los servicios de salvamento turcos seguirán trabajando durante la noche para intentar rescatar a heridos y desaparecidos que han dejado los seísmos. En la madrugada del lunes, un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter sacudió el sureste de Turquía y el norte de Siria. Nueve horas después, un segundo temblor de 7,5 se ha registrado en el centro de Turquía, un país situado en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Los temblores, seguidos de decenas de réplicas, dejan ya más de 2.700 muertos, 14.000 de heridos y un número aún por estimar de desaparecidos. En Turquía hay al menos 1.651 fallecidos y 11.119 heridos, según las autoridades, que cuantifican también 2.834 edificios derrumbados. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que su país vive “la mayor tragedia” desde el gran terremoto de Erzincan en 1939, que dejó 30.000 fallecidos, y advierte de que la cifra de víctimas puede ser aún mayor. En Siria se han registrado más de 570 muertos y 1.403 heridos en zonas controladas por el Gobierno y otros 480 muertos y 1.500 heridos en la zona del noroeste controlada por los rebeldes, donde han colapsado más de 400 edificios.