Arantxa Izquierdo, sismóloga de la Red Sísmica Nacional del Instituto Gráfico Nacional, informa a 20minutosque la zona del terremoto se produce en una «tectónica compleja» porque confluyen tres placas continentales principales (Arábiga, Africana y Euroasiática) con el bloque tectónico de Anatolia: «Al moverse la arábiga y la euroasiática, y con la presión de la africana, se produce un deslizamiento lateral. Anatolia se ve golpeada y se va hacia el oeste».
Respecto a la placa de Anatolia, la vulcanóloga apunta que es un bloque pequeño de una longitud de 700 kilómetros está rodeado de las tres grandes placas continentales. «Esta se encuentra en el medio, las mayores se desplazan y obligan a Anatolia a desplazarse al oeste. Así se produce el seísmo, en las fronteras donde confluyen estas tres placas, en la falla de Anatolia».
El epicentro del primer sismo se halló en Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), aunque el observatorio sísmico de Kandilli lo ubica en Sofalici, en la provincia vecina de Gaziantep, unos 40 kilómetros más al sur.
Historia de redaccion@20minutos.es (Daniel Verdú López)
Terremoto en Turquía y Siria, últimas noticias en directo | Los servicios de rescate mantienen durante la noche la búsqueda a contra reloj de supervivientes
Los trabajos de rescate no van a parar. Los servicios de salvamento turcos seguirán trabajando durante la noche para intentar rescatar a heridos y desaparecidos que han dejado los seísmos. En la madrugada del lunes, un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter sacudió el sureste de Turquía y el norte de Siria. Nueve horas después, un segundo temblor de 7,5 se ha registrado en el centro de Turquía, un país situado en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Los temblores, seguidos de decenas de réplicas, dejan ya más de 2.700 muertos, 14.000 de heridos y un número aún por estimar de desaparecidos. En Turquía hay al menos 1.651 fallecidos y 11.119 heridos, según las autoridades, que cuantifican también 2.834 edificios derrumbados. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que su país vive “la mayor tragedia” desde el gran terremoto de Erzincan en 1939, que dejó 30.000 fallecidos, y advierte de que la cifra de víctimas puede ser aún mayor. En Siria se han registrado más de 570 muertos y 1.403 heridos en zonas controladas por el Gobierno y otros 480 muertos y 1.500 heridos en la zona del noroeste controlada por los rebeldes, donde han colapsado más de 400 edificios.
Al menos 12 heridos y 1.670 damnificados por el fuerte terremoto de 7,5 grados en Perú
El presidente de Perú, Pedro Castillo, visita la zona. (EFE/Aldair Mejia)El balance de daños por el terremoto de 7,5 grados de magnitud en la escala de Richter ocurrido este domingo en Perú se elevó a 12 heridos leves y a 1.670 damnificados, cuyas casas han quedado destruidas, según el último reporte ofrecido por el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN).
Los daños se registran en nueve de las veinticinco regiones de Perú, aunque la mayoría se concentran en el norteño departamento de Amazonas, donde se ubicó el epicentro, a 98 kilómetros al este de la localidad de Santa María de Nieva. Dada la proximidad del epicentro del terremoto con Ecuador, también se registraron daños en viviendas en los cantones ecuatorianos de Zamora y Loja, con varios inmuebles afectados y una iglesia colapsada.
Hasta el momento, en Perú, se contabilizan 13 viviendas destruidas, 305 inmuebles inhabitables con daños irreparables y otras 860 casas con desperfectos como rajaduras. Asimismo, hay un centro de salud destruido y otros 32 registran daños, igual que trece escuelas y quince iglesias, entre ellas el templo de La Jalca Grande, una construcción de la época colonial cuyo campanario se vino abajo.
Allí también se han registrado algunas de las imágenes más impactantes de la jornada como el rescate de un hombre que había quedado atrapado bajo los escombros de su casa. A esa zona llegó en la tarde el presidente de Perú, Pedro Castillo, para conocer de primera mano el alcance de los daños y coordinar las acciones de emergencia por parte del Gobierno y la ayuda hacia los damnificados.
«No descansaremos hasta que la población tenga la seguridad de estar en sus hogares tranquilos. Me encuentro con los ministros en el lugar de los hechos, gestionando la reconstrucción de las zonas más afectadas», manifestó en redes sociales Castillo.
«No descansaremos hasta que la población tenga la seguridad de estar en sus hogares tranquilos»
El movimiento telúrico también dejó más de 1,5 kilómetros de carreteras destruidas en distintos puntos, así como más de 5 kilómetros afectados por derrumbes y corrimientos de tierra que han bloqueado algunas de las principales vías de comunicación de la Amazonía peruana, como la carretera Fernando Belaúnde Terry.
A esta hora aún no se ha podido restablecer por completo el fluido eléctrico en las provincias donde quedó cortado tras el sismo, como la amazónica Yurimaguas, en Loreto, y Chachapoyas, en Amazonas.
El terremoto también causó daños en piezas prehispánicas de cerámica y en fardos funerarios que albergaba el Museo Departamental de San Martín. Mientras tanto el Gobierno evalúa si declara la emergencia en algunas de las provincias más afectadas, el Ejército desplegó cinco unidades de militares en las regiones de Cajamarca y Amazonas para atender a la población afectada, retirar escombros y desbloquear carreteras, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Proporcionado por El Confidencial Edificios derruidos tras el terremoto en Perú. (EFE)Edificios derruidos tras el terremoto en Perú. (EFE)
Al mismo tiempo, siete aeronaves entre aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea y del Ejército han sido movilizadas para atender la emergencia. El terremoto se originó a las 5:52 hora local (10:52 GMT) a una gran profundidad terrestre de 131 kilómetros, lo que redujo su poder de destrucción en la superficie, pero amplificó el alcance de su onda sísmica a una amplia área geográfica que abarcó gran parte de Sudamérica e hizo que se sintiese hasta en Lima, Quito y Leticia (Colombia).
Desde Colombia, donde de momento no se registran daños, su presidente, Iván Duque, expresó este domingo su solidaridad con Perú y ofreció ayuda en caso de que sea requerida. También ofreció su apoyo a Perú el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, así como el Gobierno de Venezuela, de la mano de su ministro de Relaciones Exteriores, Félix Plasencia.
Hna. María Inés Alves Sampaio: «La situación es de mucha miseria, mucha necesidad»
La hermana Estine Jean Charles, que vive en Jeremie, relata la situación de destrucción y de muerte y la llegada de la tormenta tropical Grace, lo que dificulta la situación de la gente, que, según ella, “está en la calle, no tiene casa para dormir y ahora llega la lluvia y el viento»
«Ahora vendrá el hambre, porque desde el sábado la gente está sin poder trabajar, porque las mujeres y los hombres salen a trabajar todos los días, a cambio de lo que plantan en sus huertos para poder tener algo que comer»
«Los desafíos también son muchos, por la miseria, la falta de todo»
«Es un país que todavía no tiene los medios para caminar por sí solo, no ha logrado encontrar un camino. Las cuestiones económicas y políticas son muy complicadas»
Al menos 1.419 muertos y 6.900 heridos, esas son las últimas cifras oficiales del terremoto de magnitud 7,2 que este último sábado,14 de agosto, azotaba el sur de Haití. Entre los fallecidos se encuentran dos sacerdotes, y entre los heridos se contabiliza al cardenal Chibly Langlois.
La Iglesia latinoamericana, así como la Iglesia universal, desde un primer momento ha mostrado su solidaridad, su oración y su disposición para ayudar a una población duramente castigada por la pobreza, la violencia, que provocó el asesinato del presidente del país el pasado 7 de julio, y ahora un terremoto que ha generado una gran destrucción.
La congregación de las hermanas del Inmaculado Corazón de María, fundada en Brasil por Bárbara Maix, está presente en Haití desde 1987. Actualmente, tienen dos comunidades, en Jeremie y en Okay, en la región donde tuvo lugar el epicentro del terremoto y donde las consecuencias han sido más graves, sembrando un panorama de muerte y destrucción.
En este momento son 4 religiosas, tres brasileñas, María Inés Alves Sampaio, Beloni Luiza Monfardini y Eni Teresinha Azambuja da Silva, y una haitiana, Estine Jean Charles. Hasta el momento son dos las religiosas haitianas que forman parte de la congregación. Junto a la hermana Estine, la hermana Maria Mirca Cineia, que estudia teología em Brasil y dos novicias haitianas, también residentes em Brasil en este momento: Dieula Samuel y Lourna Bony.
El terremoto sucedió en el momento en que las religiosas estaban desayunando y a pesar de que sus casas sufrieron graves destrozos, solo una de ellas se hirió levemente. La hermana Estine Jean Charles, que vive en Jeremie, relata la situación de destrucción y de muerte y la llegada de la tormenta tropical Grace, lo que dificulta la situación de la gente, que, según ella, “está en la calle, no tiene casa para dormir y ahora llega la lluvia y el viento”.
La religiosa reconoce que por ahora no pueden hacer gran cosa, las fuertes lluvias están impidiendo hasta visitar a los vecinos y los hospitales, que están abarrotados de heridos, incluso en el patio, ante la falta de espacio en el interior de los hospitales. A esto se une, según la hermana Estine, la destrucción de las iglesias, inclusive de la catedral local, que se ha visto muy afectada.
La situación es bastante delicada en la región de Okay, informa la hermana María Inés Alves Sampaio, donde vive con la hermana Eni. La gente aún se estaba recuperando del huracán Matthew, que en 2016 causó una gran destrucción. Los que habían reconstruido sus casas, ahora con el terremoto han visto como se volvieron a derrumbar, según la religiosa. Tras el terremoto, las religiosas han visitado a algunas familias, lo único que está a su alcance en este momento.
Según la hermana María Inés, falta todo, incluso agua y comida. Informa de la llegada de ayuda de Naciones Unidas, Estados Unidos y otros países, así como del sobrevuelo de varios aviones, una ayuda que aún no ha llegado a la población de la región donde viven las religiosas. La hermana habla de una situación de «mucha miseria, mucha necesidad«, insistiendo en que «ahora vendrá el hambre, porque desde el sábado la gente está sin poder trabajar, porque las mujeres y los hombres salen a trabajar todos los días, a cambio de lo que plantan en sus huertos para poder tener algo que comer».
El trabajo de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María es en la formación, acompañando a 4 jóvenes, y en el trabajo pastoral, visitando a las familias, trabajando con los jóvenes, el coro, las escuelas bíblicas, la formación de líderes de comunidades eclesiales de base, la agroecología para ayudar a los pequeños productores, la escuela de música, compartiendo la vida del pueblo haitiano.
Ante las consecuencias del terremoto y las catástrofes naturales que se han producido en Haití, «los desafíos también son muchos, por la miseria, la falta de todo«, dice la hermana María Inés. Según la religiosa, «se hace difícil incluso la parte de la evangelización, porque por la cuestión cultural, esperan mucho recibir ayuda de los extranjeros, y esto es un reto muy grande”.
La misionera brasileña dice que Haití «es un país que todavía no tiene los medios para caminar por sí solo, no ha logrado encontrar un camino. Las cuestiones económicas y políticas son muy complicadas, como hemos visto con lo que ha ocurrido recientemente con el asesinato del presidente”. En referencia a la labor de la Iglesia, la religiosa dice que «está más en línea con la administración de los sacramentos«, destacando la gran precariedad en la que vive la Iglesia haitiana
El Celam y organizaciones eclesiales, en solidaridad con Haití tras el terremoto
Han invitado a unir esfuerzos “en la reconstrucción del tejido social” en este país azotado también por la crisis social
El Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y varias organizaciones eclesiales han expresado su cercanía y solidaridad con Haití, afectada por un terremoto la mañana de este sábado, 14 agosto, dejando hasta el momento la lamentable cifra de 29 fallecidos.
“Con profundo dolor recibimos las noticias sobre el impacto del terremoto de magnitud 7.2, reviviendo la pesadilla y el sufrimiento del seísmo de 2010 y sumándose a la prolongada y compleja crisis social, económica y política que padece el país caribeño”, han dicho.
Entre las organizaciones que han suscrito el comunicado se encuentran la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR), Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Cáritas (SELACC), Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) y Red CLAMOR.
Sumarse a esta causa
Desde ya han indicado que unirán esfuerzos para “acompañarlos y ayudarlos, haciendo nuestra su situación en este momento de emergencia, con el propósito de desarrollar acciones pastorales conjuntas”.
Sobre todo para encaminar “a la reconstrucción del tejido social, a la puesta en marcha de acciones humanitarias para el cuidado de la vida, y a apoyar la misión evangelizadora de la Iglesia haitiana”.
“Este gesto eclesial y solidario quiere ser una expresión de comunión y caridad en clave sinodal, al tiempo que hacemos un llamado a las naciones latinoamericanas y caribeñas, y a otras instituciones y organismos a nivel mundial, para que se sumen a esta causa por Haití”, acotaron