Cuidar la Madre Tierra (21): Vivir de otra forma

Comunidad Cristiana Popular Antioquía de Sevilla

Orientaciones y propuestas para vivir mejor con menos y de otra forma
Algunos valores que propone la encíclica “LaudatoSí” de Francisco podrían ayudar a un cambio de mentalidad, a una nueva cultura en relación con nuestro estilo de vida y con el planeta. Los presentamos siguiendo el esquema de Joan Carrera (Cristianismo y Justicia) y contando con las aportaciones y el debate de nuestra pequeña Comunidad.

ÍNDICE
1. Ser capaz de vivir sabiamente y de pensar en profundidad
2. Ampliar a las futuras generaciones el concepto de “prójimo”

  1. Considerar universalizable lo que hacemos y que tiene un impacto sobre la naturaleza
    4. Apostar por un crecimiento que no sea voraz e irresponsable
    5. Tomar conciencia del valor de la interdependencia
    6. Vivir y entender nuestra vida como un don, un regalo.
    7. Aprender a apreciar las diferentes dimensiones de la felicidad
    8. Dejarse guiar por el principio de precaución
    9. Unir estrechamente las cuestiones sociales y ecológicas
    10.Recuperar una cierta sacralidad de la naturaleza
    11.Retornar a la simplicidad y a la capacidad de disfrutar con poco
    12.Remarcar el valor de los pequeños gestos cotidianos
    13.Valorar el descanso, la dimensión celebrativa de la vida, una dimensión receptiva y gratuita

14.Alguna otra orientación importante
A – Controlar las informaciones y fomentar el pensamiento crítico humanista: para ello:

a. Usar criterios razonables para limitar las escuchas de debates y telediarios
b. Seleccionar bien las fuentes de información y diversificarlas. Las hay especialistas en generar ruido más que auténtica información. Escuchar también a los que no piensan como nosotros. Seguir alguna revista.
c. Tratar de mantener la serenidad ante los ruidos mediáticos que inevitablemente
puedan llegarnos
d. Menos móvil, sobre todo cuando se está con otras personas. No usarlo en la mesa. No ser esclavos del móvil.

  1. Aprender a descubrir las fakes news y los bulos a través de alguna web de apoyo (Maldita.es Maldito Bulo)
    f. Formar parte de un grupo donde se compartan análisis de esta sociedad injusta y proyectos de transformación de ella
    g. Participar y fomentar cursos, escritos, videos… en que se trabaje sobre el
    pensamiento crítico humanista y sobre alfabetización “digital”
    h. No utilizar la tele como ruido de fondo
    i. No caer en la trampa de la impaciencia cognitiva (= fuerte tendencia a compartir una información antes de confirmar su verdad, por el deseo de ser el primero en comunicarla) Ser capaz de vivir sabiamente y
    de pensar en profundidad

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j. Hacerse agente antirumor (agente antirumor) dentro Stoprumores (Ong)
k. Detectar, evitar un@ mism@ y denunciar las falacias más comunes: p.e:
generalizaciones indebidas, de Vicente, lugar en el tiempo, “pues anda que tú”,
“muñeco de paja”, “argumentum ad hominem”, falsa bifurcación, pruebas anecdóticas, argumento sentimental, argumento de autoridad, confusión, no distinguir dentro de un sistema, eufemismos…en nuestras conversaciones, en los debates, en las intervenciones de los políticos, en la prensa…

  1. Ser activ@s en el mundo de internet de forma crítica y solidaria
    m. Ser conscientes de las reacciones emotivas que provocan en nosotros ciertas informaciones y saber gestionarlas razonablemente (inteligencia emocional)
    B – Profundizar en nuestra propia dimensión interior, en nuestra soledad: caminando o practicando algunos ejercicios diarios de concentración en la individualidad al tiempo que trascendiendo de ella y colaborando muy activamente en la recepción y envío de energía positiva. Para ello, por lo menos, tener unos 15 minutos al día de silencio y soledad para
    pensar, orar y gozar de paz interior. En esta línea es bueno analizar los porqués míos y de los otros (escuchar y escucharme). Preguntarme y preguntar (que los demás sepan que me importan). Ponerme en el lugar de los otros: empatía.

A – Estar en contacto con jóvenes. Escucharlos. Conocer sus preocupaciones. Dar ejemplo.
B – No olvidar el largo plazo en nuestras decisiones
C – Recordar con frecuencia que mis acciones y omisiones tienen consecuencias en el futuro: consumo de agua, luz, generación de basura…
D – Pensar en nuestros hijos, nietos, alumnos. Esto nos vitaliza en la búsqueda de un mundo nuevo, limpio y generoso.
1. Tener presente este pensamiento en el acto diario y a veces incómodo de reciclar, en el de comprar evitando los plásticos y evitando el consumo exagerado
2. Preguntarnos de vez en cuando: Si todos actuaran como estoy yo actuando en estos momentos ¿qué pasaría?

  1. Tener esto en cuenta a la hora de comprar un coche (consumo, contaminación…), construir una vivienda (tipo de materiales, sociabilidad…). Hacérselo ver al constructor para que vaya sonando como factible
    4. Informarse sobre la “huella ecológica” y tener en cuenta la que uno deja (La huella ecológica (del inglés ecological footprint) es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.) Para medir tu
    huella ecológica haz click AQUÍ
  2. Difundir la concienciación sobre la “huella ecológica”
    6. Intentar comprender otras opciones, puntos de vista diferentes y dialogar. Abrirnos a nuevas formas de ver las cosas
    Ampliar a las futuras generaciones el concepto de prójimo
    Considerar universalizable loque hacemos y que tiene un impacto sobre la naturaleza

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A – Apostar, siempre que sea posible, por el uso de la economía local y de los productos cercanos forma parte de la alternativa que proponemos,
1. así preferir la producción agrícola de temporada y del entorno,
2. sistemas de construcción y de producción limpios y adaptados al territorio, sin
tener que recurrir a las largas distancias,
3. limitar nuestras apetencias viajeras, viajar en cercanía
4. consolidar los huertos urbanos y familiares rurales, las tiendas y talleres de
barrio, los mercadillos, en fin, todo aquello que acerque la economía a
nuestras casas.
5. pagar los servicios que nos prestan, adelantando, a cuenta, parte del precio
para ayudar al comercio local

B – Empezar a medir el progreso de un país no en términos cuantitativos, sino en función de
otro indicador más cualitativo que tenga en cuenta el bienestar de todos los ciudadanos.
Reflexionar alguna vez y ayudar a que otros reflexionen sobre en qué consiste el
auténtico progreso humano. Profundizar un poco en este tema y difundir lo que
vayamos descubriendo en conversaciones, grupos, internet …
C – Llevar a la práctica una serie de medidas concretas. Algunas pueden ser, entre otras,
1. Reciclar separadamente los distintos residuos
2. Ahorrar energía eléctrica
3. Utilizar el ascensor sólo para subir reduce el gasto energético
4. Ahorrar agua

  1. Reciclar aceite: usar los contenedores específicos
    6. Ir al punto limpio para reciclar lo no necesario
    7. Reducir la ropa que se usa
    8. Comprar a granel lo que se pueda, reduciendo el gasto de envases innecesarios
    9. Llevar bolsas de tela a la compra
    10. Usar el menos plástico posible
    11. Frecuentar las tiendas de segunda mano
    12. Comprar de vez en cuando en las tiendas de “comercio justo”
    13. Comprar en los pequeños comercios de nuestro barrio
  2. En el consumo energético optar siempre que se pueda por las energías renovables
    15. Cuando compre, pensar a quien compro y cómo se ha producido lo que compro
    D – Interesarnos en uno de los proyectos que lleva a cabo la banca ética (p.e: Tríodos Bank) y hacerles una inversión
    E – Aportar una cuota mensual a la parroquia, a Caritas, a mi AA.VV., a alguna asociación…
    Una forma de apoyar al barrio.
    F – Ejercer el “decrecimiento”: Cambiar el estilo de vida (la tecnología al servicio del hombre, no el hombre absorbido por la tecnología).
    Utilizar medios de transportes ecológicos, cambiar vanguardia por ecología (vida más sana, rural, no apuntarte a lo último que sale…)
    Apostar por un crecimiento que no sea voraz e irresponsable
  3. 4
    Parece que sería muy importante, incidir en la enseñanza de nuestros niños y adolescentes en aquellos temas que profundizan en el valor de los intercambios culturales, , idiomas, religiones y otros elementos culturales, danzas y músicas, vestidos, especies vegetales y animales etc…
    desnudando todo ello de los medios bélicos e imposiciones sobre los pueblos·que fueron sus formas de transmisión en muchos casos
    y descubriendo las maneras pacíficas de intercambio que también se han·
    dado.
    2. Observar otros seres vivos y mirar al cielo, los amaneceres y puestas de sol. Son preciosos.
    3. Respeto a los animales
    4. Oponerse a los espectáculos taurinos
  4. Valorar y cuidar las relaciones con los compañeros de trabajo y también con los alumnos.
    Estas relaciones no son un subproducto, sino un objetivo. Y hay que ser proactiv@s y asertiv@s en ellas.
    6. Respetar los ritmos animal y vegetal: No diezmar especies (humana, animal, vegetal).
    Fortalecer a las que están en peligro de extinción.
    A – Llevar ese SÍ AGRADECIDO a la vida en lo cotidiano de nuestro hacer, familia, vecinos, amigos, en nuestro entorno y hasta donde sin agobio podamos alcanzar.
  5. Se trata de gestos y palabras del día a día en nuestros quehaceres todos, tratando de armonizar o sintonizar con los que opinan distintos, firmes en nuestros criterios pero dispuestos a revisar nuestros puntos de vista y sin vejaciones.
    2. No callar en lo que creemos y prudentemente retirarnos si nos cierran de momento la posibilidad mínima de entendimiento y sinceridad. Como dice el Desiderata: “Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas, sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente. Escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante. Ellos también tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu”.

B – Llevar a cabo una actividad de voluntariado.
C – Ser agradecido con las personas
D – Acostumbrarnos a ver lo positivo de las personas y expresarlo con sencillez
E – Agradecer y cuidar lo que tenemos, sintiéndonos responsables “de la vida”, manifestándolo en nuestras acciones (no hacer acciones que puedan perjudicar a otros: fumar, talar árboles, Tomar conciencia del valor de la interdependencia
Vivir y entender nuestra vida como un don, un regalo.
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contaminar atmósfera o aguas…)
F – Disfrutar de todo lo positivo de la vida y colaborar en que otras personas también disfruten Se trataría de aprender
1. a apreciar lo justo que tienes como soporte de una vida en paz. Y lo que la naturaleza y la sociedad te da.

  1. que se necesita poco para ser feliz. Son cosas generalmente sencillas, un atardecer de esos que vemos en el Aljarafe, un amanecer entre cantos de una inmensa variedad de pájaros, un fruto recién recolectado en el huerto, una charla mientras desayunamos con la persona que amas, la visita de un amigo, aunque sea por video conferencia, un poema que escribes y
    compartes, unas notas que brotan en el teclado… caminar por un sendero.
    3. que en muchos momentos hay que esforzarse. La alegría o felicidad pueden coexistir hasta con las situaciones adversas y que como el dolor se diferencia del sufrimiento, del hurgar en la herida, esa actitud reivindica la dicha de la vida y de la creatividad, que es una actitud de ayuda a la creación.
  2. que la felicidad del otro es también mi felicidad.
    5. a reducir nuestras posesiones y tratar de compartirlas.
    6. a entablar relaciones positivas con las personas (no implica ceder en todo)
    7. que lo que hago tenga un sentido para mí (familia, comunidad…)
    8. a compartir dinero, tiempo, medios, creencias e ideas, habilidades… con los demás
    9. a cultivar la vida interior, el silencio, la lectura serena de temas de fondo
    10. a vivir más sencillamente para que todos puedan vivir: Retorno a la simplicidad que nos hace valorar lo pequeño.
    11. a no acumular “placeres” (la comida y bebida que nos gusta, todo tipo de electrodomésticos, libros, música, películas…)
    12. sorprendernos con pequeños regalos (a nosotros y a los demás) que llenan de sentido los distintos momentos.
  3. Cuidar de nosotros y de nuestro entorno familiar, de vecindad, de sociedad ante posibles daños naturales o de otros ciudadanos.
    2. Actuar con precaución y sentido común
    3. En decisiones dudosas inclinarse siempre por el apoyo a los más vulnerables de la tierra y por la defensa de la Naturaleza
    4. Evitar daños irreparables para las personas y el planeta: Proteger sobre todo a los más débiles de guerras, hambrunas, desertización…
    Aprender a apreciar las diferentes dimensiones de la felicidad
    que no pueden reducirse al hecho de tener o poseer
    Dejarse guiar por el principio de precaución: ante la posibilidad de
    daños graves e irreversibles, aunque no tengamos certeza absoluta, tomar
    medidas para evitarlos
    6
    Defender en todo momento una solución integral a la contradicción que en ocasiones puede darse entre la justicia social y la ecología. Por ejemplo, encontrar una vía de solución a la construcción naval que no implique ceder a la industria de guerra (caso de las naviera y Arabia Saudí). Hoy la gestión medioambiental nos exige inversiones, por ejemplo, en barcos que limpian
    de plásticos mares y ríos:
    https://www.energias-renovables.com/fotovoltaica/interceptor-el-barco-solar-que-limpialos-20191209 https://ovacen.com/barco-limpiar-rios/
    Pensar en una sociedad con las personas y la casa común en el centro.
    Pensar de vez en cuando que la justicia tiene una dimensión ecológica y que el respeto a la Naturaleza no es opcional sino de justicia

Difundir esa idea de alguna forma
Respeto a la diversidad cultural (defensa de las minorías culturales): evitar la desaparición de culturas y especies animales y vegetales.
La justicia ecológica nos lleva a la defensa del “Bien Común”, con una opción preferencial por los más pobres (“no hay personas descartables”): es la consecuencia del destino común de los bienes de la tierra.

  1. Contemplarla con ojos nuevos: no cuesta trabajo sentir y vivir la naturaleza con ojos humanos y no creemos que esto esté peleado con la ciencia. Percibir vida y memoria en los árboles, edificaciones rurales, caminos… imaginar en los viejos alcornoques de la Sierra que bordean los caminos cuánta historia han visto pasar. Parece bello acercarnos así a la
    naturaleza.
  2. Estar abierto a otras realidades sin menospreciar ni juzgar.
    3. Realizar actividades de contacto con la naturaleza (marchas, parques…)
    4. Cultivar el silencio y la contemplación en soledad en la Naturaleza (retiro)
    5. Impregnarse un poco de la espiritualidad de San Francisco de Asís sobre este tema
    6. Compromiso de no conducir nunca con prisa, con tiempo de sobra y tratar de disfrutar, no
    pasando nunca de los 110. Así ganamos en seguridad (el coche es un peligro,
    especialmente en la ciudad) y ahorramos malos humos
    7. Cambiar nuestra forma de vivir. Cuidar nuestro cuerpo. Evitar el sedentarismo. Dejar de comer galletas u otros dulces industriales. Así cuidamos nuestra salud…
    8. Respeto por todo el Universo: Todo está impregnado del Espíritu

Unir estrechamente las cuestiones sociales y ecológicas
Recuperar una cierta sacralidad de la naturaleza
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a) Creemos que necesitamos poco para ser feliz y, entre ello, saborear la felicidad del otro
b) Reducir nuestros deseos, sobre todo los impuestos por la publicidad, siendo conscientes de nuestras verdaderas necesidades.
c) Revisar periódicamente nuestros armarios y prescindir de lo que no usamos
d) Reducir la compra de ropa y calzado

  1. e) Valorar lo pequeño, agradecer lo que tenemos y no entristecernos por lo que no tenemos.
    A veces puede darnos flojera. Por ejemplo, el solo hecho de coger el camino del reducir los residuos (especialmente plásticos), recuperar y reciclar puede ser un pequeño gesto cotidiano que nos da satisfacción y nos ponen en el camino de cambiar este mundo.
    Decir con frecuencia, de forma sentida, “te quiero”·
    Sorprender de cuando en cuando a las personas que nos rodean con detalles, sin tener en·cuenta si es santo o cumpleaños
    Los regalos, a ser posible, sean artesanales e incluso hechos por nosotros mismos.·
    Reducir el número de regalos en cumpleaños, Reyes, …·

Vivir nuestras acciones como pequeños gestos cotidianos de cuidado mutuo civil y·
políticamente, devuelven la dignidad y hacen un mundo más habitable y feliz. Plantearse con frecuencia que a partir de pequeños cambios se va logrando un cambio mayor
a) Para ello tenemos que aprender a estar plenamente en el momento espacio-temporal que nos pide el cuerpo y el espíritu, hay que aprender a escucharlos y a atenderlo, como cuando nos pide comer.

  1. Celebrar
    b. el descanso de una tarea,
    c. el estar con alguien querido,
    d. con la naturaleza,
    e. dejarnos penetrar por la compañía del otro,
    f. de la luminosidad del día,
    g. por la paz de la noche,
    h. por la alegría de sentir tu cuerpo descansado y tu mente relajada,
    no es fácil, por nuestro aprendizaje de años en lo contrario, pero es la paz interior y bien vale también, aunque parezca una contradicción, esforzarse en ello.
    b) Hacer una fiesta.
    c) Relajarse el fin de semana o en vacaciones o en la siesta.
    Retornar a la simplicidad y a la capacidad de disfrutar con
    poco, que nos permite detenernos a valorarlo pequeño.
    Remarcar el valor de los pequeños gestos cotidianos
    Valorar el descanso, la dimensión celebrativa de la vida, una
    dimensión receptiva y gratuita que es algo diferente al mero no hacer
    8
    d) Dedicar más tiempo a la familia, amigos e incluso a uno mismo.
    e) Compartir comidas frugales con las personas cercanas
    f) Provocar encuentros con familias, amigos… donde se compartan vivencias, tapitas…
    g) Cultivar la música, el cine, la pintura, etc y disfrutar con ellas
    h) Valorar la dimensión celebrativa de la vida como punto de encuentro con los otros (sin perder la dignidad ni depravarnos).
    i) Celebrar la diversidad de la vida

1 – Creemos que en todo caso hay que seguir y seguir en ello, pese a los obstáculos externos e internos. Otras palabras que nos animan en esto son las que se ponen en boca de Al Pacino en “Esencia de Mujer”: “En el tango uno no se equivoca. No es como en la vida. Si uno se equivoca o se enreda, sigue bailando”. Seguir, seguir, seguir…
2 – No caminar solo. Compartir con un grupo, una comunidad o una persona que nos ayude.
El mismo proceso de búsqueda compartida puede ser estimulante.
COMUNIDAD ANTIOQUIA – 17 JUNIO 2020

 

La revolución del cuidado

El Papa propone la “revolución del cuidado” y denuncia que los ‘cuidadores’ a menudo “no reciben ni el reconocimiento ni la remuneración que merecen”

«El cuidado es una regla de oro de nuestra humanidad y trae consigo salud y esperanza»

«Leo en los periódicos que dos glaciares están a punto de caer. Será terrible. El nivel del mar crecerá y planteará mucho mal»

«Para salir de una pandemia, es necesario cuidarse y cuidarnos mutuamente y cuidar a los más débiles, a los enfermos y a los ancianos»

«El cuidado es una regla de oro de nuestra humanidad y trae consigo salud y esperanza»

«Abusar de los ecosistemas es un grave pecado que daña y enferma»

«No podemos esperar seguir creciendo a nivel material, sin cuidar la casa común que nos acoge»

«Nuestros hermanos y hermanas más pobres y nuestra madre tierra gimen por el daño y la injusticia que hemos causado y reclaman otro rumbo»

«El contemplativo en acción tiende a convertirse en custodio del medio ambiente, tratando de conjugar los conocimientos ancestrales de las culturas milenarias con los nuevos conocimientos técnicos, para que nuestro estilo de vida sea sostenible»

«Contemplar y cuidar: ambas actitudes muestran el camino para corregir y reequilibrar nuestra relación como seres humanos con la creación»

16.09.2020 José Manuel Vidal

El Papa Francisco prosigue, en el marco del patio de San Dámaso, sus catequesis sobre la pandemia y sus consecuencias, deteniéndose hoy en lo que denominó “la revolución del cuidado”. A su juicio, para salir de la pandemia hay que implementar el cuidado y la contemplación. Por eso, invitó a cumplir “esta regla de oro”, que aporta “salud y esperanza” y denunció la situación de los ‘ciudadores’ que, a menudo, “no reciben ni el reconocimiento ni la remuneración que merecen”. Y también recordó los atentados contra la casa común, como el de «los dos glaciares que están a punto de caer» y se unió al dolor por el asesinato del sacerdote Roberto Malgesini, a manos de uno de los necesitados que cuidaba. Seguir leyendo

La dramática situación de las residencias de mayores

  • Argüello: «La dramática situación de las residencias de ancianos interpela a todos: Estado, centros y familias»

Luis Argüello

«La Doctrina social de la Iglesia se articula desde dos puntos focales: la dignidad de la persona y el bien común. La dignidad “sagrada” pide promoción y protagonismo social, de ahí el principio de subsidiariedad; el bien común.»

“Una de las cosas que la pandemia, con el confinamiento, ha aportado ha sido poner de manifiesto problemas existentes y, en parte ocultos u ocultados, como el de personas sin hogar ni techo. Era difícil decir, “quédate en casa” a quien no tenía donde reclinar la cabeza.»

16.09.2020 | Baltasar Bueno corresponsal en Valencia

 “La dramática situación interpela a todos. A las familias que llevan a sus seres queridos a residencias, ¿cuáles son las motivaciones? ¿qué situaciones laborales, de organización de la economía, de la vivienda, están detrás de esas decisiones? A las administraciones públicas, sobre la regulación y vigilancia de las residencias y a las propias instituciones de acogida sobre su funcionamiento, intereses económicos, formación del personal. Las residencias, no son hospitales, pero cada vez hay más personas en ellas que necesitan una intensa asistencia sanitaria. Es un asunto que interpela a las administraciones públicas (Estado), a las residencias (Mercado) y a las familias (Don). Es un punto crítico para la transformación del Estado del Bienestar en Sociedad de cuidados pues afecta a tres pilares del bienestar, servicios sociales, sanidad y pensiones”, ha declarado el portavoz secretario general de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, Luís Argüello, a la revista “Cresol” de la Unión Apostólica de Valencia, que le ha preguntado sobre las consecuencias del coronavirus en las personas y el momento actual de la Iglesia.

Respecto al mensaje que se debiera enviar a los jóvenes en esta situación, Argüello  manifestó: “Cada generación tiene que responder a los desafíos de su tiempo, ejercitando el coloquio permanente entre fidelidad al don recibido y la novedad de cada época. Quizá no tengamos otra propuesta que hacer que invitar al discernimiento para descubrir las llamadas que la realidad y el rostro del otro provocan. Ilumina, en la búsqueda de respuestas, la acogida de la fraternidad como don y proyecto que hace posible que el coloquio entre libertad e igualdad no se viva solo en una dialéctica de contrarios. La fraternidad hace descubrir la importancia del deber y cuestiona “el derecho a tener derechos” que se ofrece a los jóvenes como señuelo manipulador, especialmente en tiempos populistas y emotivistas”.

“Esta propuesta precisa un ambiente de acompañamiento y escucha de los latidos más profundos del corazón de cada joven para poder realizar el anuncio que redime y entusiasma. Quizás hayamos de perder el miedo a proponer el Ideal encarnado en Cristo. Claro que para ello los adultos hemos de acompañar la propuesta con nuestra propia vida personal, comunitaria y de compromiso vocacional en el mundo”, agregó el prelado. Seguir leyendo

El virus de la desigualdad y la pandemia de la pobreza

 

José María Vera, de Intermón Oxfam

«La desigualdad ha crecido en la mayoría de los países, asentada en un sistema económico que favorece el acaparamiento de la riqueza, la renta, las oportunidades y los recursos naturales»

«De no enfrentar esta crisis descomunal de forma diferente a otras, asistiremos a un crecimiento agudo de la pobreza»

José Mª (Chema) Vera profundiza en las consecuencias sociales y económicas de la crisis del coronavirus en Cristianisme i Justícia

11.09.2020

(Cristianismeijusticia).- El coronavirus se abate sobre un mundo en que la desigualdad ha crecido en la mayoría de los países, asentada en un sistema económico que favorece el acaparamiento de la riqueza, la renta, las oportunidades y los recursos naturales por parte de unos pocos.

De no enfrentar esta crisis descomunal de forma diferente a otras, asistiremos a un crecimiento agudo de la pobreza y a la profundización de la brecha que divide a la humanidad entre quienes tienen acceso a protección y quienes quedan a la intemperie.

Con una larga trayectoria en relaciones internacionales, José Mª (Chema) Vera ha sido director de Oxfam Intermón, y actualmente es director de Oxfam Internacional.  Colabora desde hace años con Cristianisme i Justícia. Es miembro del Patronato y publicó en 2002 «Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional (Cuaderno nº 112). Lee su artículo pinchando aquí.

 

Humanizar

Demasiado vulgar para ser tan trascendente

Nos tendremos que acompañar. Humanizar la escucha hasta no cansarnos porque, de lo contrario, los enfermos también nos lo pasamos mal en esa soledad existencial inevitable y esa otra soledad de quien podría ser mejor acompañado.

04.09.2020 José Carlos Bermejo

Haber pasado por estar enfermo de COVID-19 te deja en una situación misteriosa. Muchos de nosotros, los afectados, tenemos síntomas. Los médicos los escuchan y ponen cara de póker. No saben, no pueden decir nada, no pueden interpretarlos. No saben si aliviarlos o relativizarlos. No saben. No hay conocimiento, evidencia, experiencia.

Y los enfermos los atravesamos también sin saber si hemos de relativizarlos, si hemos de seguir quejándonos. En ocasiones, sin saber si nos hacen caso y nos creen. Porque no saben y no sabemos.

Gestionar la incertidumbre es uno de los desafíos en medio de esta ignorancia. Todo parece demasiado vulgar para ser tan trascendente como que está en juego la salud de quien vive esta “segunda parte del libro”, como me parece que se puede llamar al conjunto de secuelas, como preferimos decir, del coronavirus.

Nos tendremos que acompañar. Humanizar la escucha hasta no cansarnos porque, de lo contrario, los enfermos también nos lo pasamos mal en esa soledad existencial inevitable y esa otra soledad de quien podría ser mejor acompañado.

 

El COVID-19 en su conexto

Covid-19: de nada sirve sólo limar los dientes al lobo

Leonardo Boff

Con referencia a la Covid-19 se ha centrado todo en el virus y en lo que tiene que ver con él, hasta la vacuna buscada desenfrenadamente. Todo esto tiene su valor y debe ser hecho, pero no con una visión reduccionista, como la que prevalece. Se considera al virus en sí, aislado, fuera de cualquier contexto. Esto no existe ni en la ciencia ni en el nuevo paradigma, cuya afirmación esencial es que todo está relacionado con todo y nada existe fuera de la relación, ni el coronavirus. Son poquísimos los analistas y epidemiólogos que se refieren a la naturaleza. Y sin embargo, usando las palabras del físico cuántico y uno de los más respetados ecologistas de mundo, Fritjof Capra:

«La pandemia es la respuesta biológica del planeta: el coronavirus debe ser visto como una respuesta biológica de Gaia, nuestro planeta vivo, a la emergencia social y ecológica que la humanidad ha creado para sí misma. La pandemia surgió de un desequilibrio ecológico y tiene consecuencias dramáticas debido a las desigualdades sociales y económicas; la justicia social se vuelve una cuestión de vida o muerte durante una pandemia como la de la Covid-19; ella sólo puede ser superada por medio de acciones colectivas y cooperativas» (FSP 12/8/2020).

Vamos a decirlo directamente con nuestras palabras: la Covid-19 es consecuencia del tipo de sociedad que hemos creado en los últimos siglos y que ha adquirido hegemonía mundial bajo el nombre de sistema de producción capitalista con su versión política, el neoliberalismo y la cultura del capital. La obsesión de este sistema (en China lo llaman, erróneamente, «socialismo al modo chino», pero en realidad se trata de un capitalismo feroz y dictatorial de Estado) es colocar el lucro por encima de todo, de la vida, de la naturaleza, de cualquier otra consideración. Su ideal es un crecimiento ilimitado de bienes materiales en la suposición de que existen bienes y servicios también ilimitados de la Tierra. El Papa, en su encíclica “sobre el cuidado de la Casa Común”, a esta suposición la llama “mentira” (nº 106): un planeta finito no puede soportar un proyecto de crecimiento infinito.

Para alcanzar este objetivo falso y mentiroso, este sistema avanza sobre la naturaleza, la deforesta, contamina suelos y aires, devasta ecosistemas enteros para expandir el agro-negocio, extraer riquezas naturales, disponer de más proteínas animales, más granos como la soja y el maíz y aumentar así el lucro personal o corporativo.

Esta agresión sistemática ha recibido una represalia de la Tierra-Gaia: el surgimiento del calentamiento global, los eventos extremos y principalmente una gama diversificada de virus mortales. Estos virus estaban tranquilos en la naturaleza, en un animal o en los árboles. La guerra contra la naturaleza destruyó su hábitat. Para sobrevivir, estos virus pasaron a otros animales o directamente a los humanos.

Ellos están poniendo de rodillas al sistema de acumulación infinita y especialmente a la máquina asesina que aquel creó con armas químicas, biológicas y nucleares, que no sirven para atacar al virus. Este es mínimo, casi invisible, del tamaño de 125 nanómetros.

En resumen: El virus viene de la naturaleza (es discutible si viene pasando por el murciélago, el mamífero pangolín o la rata de bambú, poco importa, todos son seres de la naturaleza). Este es el verdadero contexto de la Covid-19: el sistema de producción capitalista mundial y chino, del que pocos hablan, y mucho menos las redes sociales y de televisión que siguen las 24 horas del día el desarrollo de la tragedia humanitaria que está destruyendo miles de vidas.

Si conseguimos una vacuna que anule sus efectos malignos y elimine el coronavirus, ¿estaremos seguros haber eliminado el virus mayor, a saber, el sistema, productor de la devastación de la naturaleza y, en consecuencia, de la liberación de más virus? Ésta es una cuestión central, para que no volvamos simplemente «a lo que había antes», horrible para la gran mayoría de la población y para el equilibrio de la Tierra.

Estamos a punto de sobrepasar las nueve fronteras planetarias, sin las cuales la vida no se perpetuará en el planeta. Cuatro de ellas han sido superadas: el abuso del suelo, el cambio climático, la destrucción de la biodiversidad y la alteración del nitrógeno. Si sobrepasamos las otras (solidificación de los océanos, cambio en el uso del agua, degradación de la capa de ozono, calentamiento global y contaminación química), el sistema de vida se colapsará y con él nuestra civilización.

Añado un dato que hay que tomar muy en cuenta: el día 22 de agosto de 2020 ocurrió la Sobrecarga de la Tierra (Earth Overshoot Day) . Esto significa que la despensa de la Tierra donde están guardados todos los insumos renovables para la reproducción de la vida, ha quedado vacía por este año. Tendremos menos suelos fértiles, menos cosechas, menos climas adecuados, menos agua, menos nutrientes, menos aire puro, más suelos con fertilizantes etc. Debido a la cultura capitalista de «consumo sin límite», hemos consumido ya un planeta entero y un poco más de la mitad de otro que no existe (1,6). La Tierra está como un cheque sin fondos y todas las señales se han cerrado en rojo. Como no queremos reducir el consumo (para muchos, suntuoso) sino hacerlo crecer aún más (consumismo), arrancamos a la fuerza lo que la Tierra ya no tiene. La consecuencia es que más personas se enriquecerán con la escasez, una gran parte de la población pasará hambre, no tendrá acceso a lo mínimo de la vida. La Tierra no permanece indiferente, siente el golpe y se defiende, enviándonos tifones, tormentas, tsunamis y sus armas: la gama de virus letales.

La Covid-19 es la respuesta de la Tierra viva, una señal que ella nos está dando; por eso, esta vez, ha atacado a todo el planeta y no sólo a partes de él como antes el ébola, el SARS y otros. Tenemos que leer la Covid-19 con una de las últimas señales que nos envía la Madre Tierra. Ella nos dice:

«O decides dejar de sobreexplotarme violentamente, o puedo enviaros más virus, incluso el que más temen tus biólogos, el “grandón”, ese virus terrible e inexpugnable frente a cualquier vacuna u otro medio; te diezmará como especie humana. Considero tal gesto, que me hace sufrir mucho, como un justo castigo que mereces por haber librado durante siglos, ininterrumpidamente, una guerra contra la vida de la naturaleza y nunca haberme amado y cuidado a mí, tu Madre, que siempre te dio en abundancia todo lo que necesitabas para vivir.

No sirve de nada que limes los dientes al lobo, que es el sistema devastador que habéis creado; no pierde la ferocidad de su naturaleza y continuará su obra de muerte, lo que vosotros mismos habéis llamado antropoceno y necroceno. Tenéis que hacer, como dijo mi enviado y profeta el Papa Francisco, “una conversión ecológica radical”: tomar de mí lo que necesitas y no más, hacer que todos tengan lo suficiente y decente para vivir con un mínimo de dignidad y darme tiempo para autorregenerarme y poder continuar como Madre para alimentarte y que sobre aún para tus descendientes.

Para eso hay que reducir el consumo, reutilizar lo que ya se ha usado, reciclar lo que ya no te sirve, porque puede ser útil para otra cosa, y sobre todo reforestar todo el planeta, porque mis queridos hijos, los árboles, son los que capturan el carbono que has lanzado a la atmósfera, y, por la fotosíntesis, producen el oxígeno para respirar, mantienen siempre el agua en el suelo, un bien vital, común e insustituible y no una mercancía, y establecer entre vosotros relaciones de cooperación y no de competencia, de empatía y no de insensibilidad, y superar las profundas desigualdades sociales que habéis creado en el afán de acumular en pocas personas y dejar a vuestros hermanos y hermanas pasando hambre y con todo tipo de necesidades hasta morir antes de tiempo.

Así vosotros y yo habremos renovado el contrato natural que rompisteis, un contrato de cuidado mutuo y colaboración, y juntos podremos hacer una trayectoria feliz, bajo la luz bendita del gran hijo, el Sol. Cread juicio y sabiduría, porque sin eso engrosaréis el cortejo hacia la tumba que vosotros mismos habéis cavado para vosotros.

Recordad que no sólo existe el capital natural y material que habéis explotado hasta casi agotarlo; existe principalmente el capital humano-espiritual, hecho de amor incondicional, solidaridad, compasión y apertura a los demás sin discriminación, y apertura a todas las cosas hasta al Infinito de los mil nombres, Dios que creó todo con amor, que no odia a ningún ser que haya creado y es el apasionado amante de la vida. Abríos a Él para ser más humanos, sensibles, cuidadores de la naturaleza y de mí misma y saborearéis un mayor significado para vuestras vidas. Haciendo esto, tendremos un destino común bienaventurado y un mundo abierto para un futuro mejor».

O bien escuchamos estas advertencias de la Madre Tierra y la naturaleza de la que formamos parte, y creamos la base de una civilización centrada no en el beneficio sino en la vida ―una biocivilización― y una ECOnomía que se alinea con la ECOlogía o, si no, preparémonos para lo peor.

Se dice que los seres humanos aprenden de la historia que no aprenden nada de la historia pero que aprenden todo del sufrimiento. Todos estamos sufriendo bajo el aislamiento social y el distanciamiento de los grupos. Que este sufrimiento no sea en vano. Que no sea el sufrimiento de un moribundo, sino el sufrimiento del parto de una Tierra, amada y cuidada como una Madre buena y generosa, que es de hecho la única Casa Común que tenemos, en la que todos pueden y deben caber, la naturaleza incluida.

Página de Boff en Koinonía

Koinonía recomienda:
– CASALDÁLIGA, Missa da terra sem males, el libro oficial que acompañó la sesión de estreno coral de la Misa de la Tierra Sin Males, en su presentación pública, en Rio de Janeiro, 1980. Libro no comercial, edición muy reducida, «de lujo», sólo para el estreno, obsequiado a los invitados al estreno, que no fue disritribuido por librerías, recuperado ahora digitalmente y puesto a disposición pública. 92 páginas, con espléndidas fotografías indígenas en blanco y negro. Incluye también un texto de Pedro TIERRRA (seudónimo literario del poeta Hamilton Pereira da Silva, con el que el propio Casaldáliga crearía, poco después, la «Missa dos Quilombos» (en torno a la Causa Negra). Incluye también -y esto sí que no es habitual- la partitura musical de las voces del coro indígena que constituye la misa. La música es fácil de encontrar en la red, en Youtube, buscándola simplemente por el título, tanto en portugués (‘missa da terra sem males’) como en español, pues en ambos idiomas ha sido bastante representada, grabada y subida a la red.

– Imagen-póster-cartaz de CASALDÁLIGA, ya sea con su firma, como con la leyenda referente a su consideración de «Santo Padre de la Iglesia Latinoamericana», en el contexto de ideas del artículo de José COMBIN. En cinco idiomas.
– CASALDÁLIGA,«Poeta de la resurrección»: recopilación en un solo volumen digital de las poesías contenidas en tres libros de poemas de Pedro, realizada por el Centro Tierra Nueva de Argentina.

Todo ello puede verlo y/o recogerlo en la Página personal de Pedro Casaldáliga en Academia.edu:
https://independent.academia.edu/PedroCASALDALIGA (aproveche para pulsar allí el botón de FOLLOWER, para ser avisado de cualquier otra obra recuperada digitalmente de Pedro, que sea puesta a pública disposición ahí (sólo recibirá un correíto sin peso, con el simple aviso y un enlace). También puede encontrar algún otro material a este respecto aquí.
– Gran Festival-homenaje a Pedro CASALDÁLIGA organizado por el MST, el CIMI y la CPT: fiesta, memoria, poesía y mística. En Portugués, pero con traducción simultánea al español y al inglés:

 

Es tarde, pero es nuestra hora

Antonio Aradillas: «¿Por qué asesinaron a Jesús de Nazaret?»

Enma Martínez Ocaña publica «Es tarde, pero es nuestra hora»

«Un buen libro editado por «Narcea», y una buena solución “anti-coronavírica” para sobrellevar comprometidamente estos tiempos de tristezas y muertes…»

De los diversos capítulos que componen las 178 páginas de su libro, en el apartado de «A la búsqueda de las causas», se afronta originariamente el tema radical del «por qué asesinaron a Jesús de Nazaret»

Enma Martínez Ocaña: «Este libro, aunque fraguado y pensado a lo largo de los últimos años, ha brotado durante el confinamiento provocado por la Covid-19»

02.09.2020 Antonio Aradillas

Se trata de una pregunta que con dolorosa, asidua y estremecedora frecuencia se formula la historia desde que acontecieron hechos tan luctuosos como los que definieron su muerte. La pregunta sigue estando todavía sin respuesta. O, al menos, muchos aún no la han deducido con claridad, compromiso y certeza, ni de la lectura de los evangelios, ni de las interpretaciones “sagradas” que les fueron suministradas a lo largo y ancho del proceso de la educación-información de su fe.

Y, por supuesto, no se trata ni solo ni fundamentalmente de saciar una curiosidad histórica siempre legítima. Se trata además y sobre todo, de que se nos ayude a descubrir a ver si de alguna manera entre los protagonistas de la muerte del Nazareno, más o menos misteriosamente, estuvimos todos, o algunos de nosotros o de los que llamamos “nuestros”…

El libro de la editorial “Narcea” al que hoy hago referencia, con el título “Es tarde: Pero es nuestra hora”, de su colección “Espiritualidad”, no trata específicamente del tema. La autora, Emma Martínez Ocaña”, licenciada en Teología espiritual y profesora, explica y comenta que “este libro, aunque fraguado y pensado a lo largo de los últimos años, ha brotado durante el confinamiento provocado por la “Covid-19. Y no solo es una reflexión sobre el acontecimiento en sí, y sobre lo que podríamos aprender de él, sino una mirada a las causas más profundas, con la finalidad de alertar ante la urgencia y gravedad de la situación actual, necesitada nuestra sociedad de cambios profundos para salvar la vida del planeta que habitamos y a nuestra especie, tarea a lo que podrá ayudar la lectura de estas páginas con llamadas a la esperanza activa y comprometida”.

Pero en el índice de los diversos capítulos que componen las 178 páginas de su libro, en el apartado de “A la búsqueda de las causas”, se afronta originariamente el tema radical del “por qué asesinaron a Jesús de Nazaret”.

En la página 52, y a modo de resumen, la teóloga apunta y subraya lo siguiente: “1-A Jesús lo mataron porque estorbaba dado que puso en cuestión los poderes establecidos de su tiempo, des-veló la cusa de la pobreza, expoliación, injusticia y dominación de su pueblo. 2-Desestabilizó los valores religiosos y políticos dominantes. 3- Optó claramente por quienes estaban marginados por los poderes religiosos, sociales, políticos económicos. 4- No se dejó comprar, ni amedrentar, ni manipular. 5- Congregó en torno a sí un movimiento de mujeres y hombres que le seguían y querían acoger su buena noticia y su modo de vivir. 6-Movilizaba a las masas con un gran poder de atracción personal que lo escuchaban, aclamaban y buscaban.7- Sanaba y ayudaba gratuitamente…”

 

Enlázate por la justicia

‘Enlázate por la Justicia’ prorroga su trabajo para apostar por una nueva sociedad tras el coronavirus

Enlázate por la justicia RD

En pleno año Laudato Si’ (2020-2021) convocado por el Papa con motivo del quinto aniversario de la Encíclica, la doble crisis que vive el mundo, agudizada por la pandemia de la Covid-19, hace más necesario que nunca su trabajo.

La prórroga de la Campaña de las seis entidades que forman Enlázate por la Justicia va a concentrar sus líneas de incidencia en torno a tres temas, coincidentes, a su vez, con varios hitos marcados por el Vaticano.

Las líneas de acción van acompañadas de la propuesta de una serie de acciones y gestos solidarios

18.09.2020 | Enlázate por la Justicia

La celebración, el pasado 1 de septiembre, de la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación y el comienzo, el mismo día, del Tiempo de la Creación, que se extenderá hasta el próximo el 4 de octubre, es el marco temporal en el que se engloba el lanzamiento de una nueva etapa de la Campaña “Si cuidas en planeta, combates la pobreza” que, desde 2015, está llevando a cabo el grupo de organizaciones católicas aunadas bajo el nombre común de Enlázate por la Justicia.

La Campaña “Si cuidas el planeta, combates la pobreza” nació aprovechando el interés estratégico de las seis organizaciones que participaban entonces en Enlázate por la Justicia (Caritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES), sobre la temática del cuidado de la creación, con el impulso que supuso la encíclica papal Laudato Si’“Contribuir a la transformación del actual modelo de desarrollo injusto, insolidario e insostenible y a la construcción de una ciudadanía global y solidaria, consciente de la necesidad del cuidado del planeta y dispuesta al cambio de hábitos y prioridades” fue el leitmotif inicial y sigue siendo el motor del trabajo de las entidades participantes cinco años después.

Ahora, sin abandonar su sentido inicial, y tras varias etapas en el desarrollo de la Campaña,  dichas entidades han acordado prorrogar unos meses más su trabajo conjunto para seguir sensibilizando sobre los valores y principios de Laudato Si’, para que la importancia del mensaje contenido en la Encíclica siga permeando en la sociedad, en la Iglesia y en sus propias organizaciones,  integrando en esta nueva etapa la interrelación directa entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la pandemia de la Covid-19 que sufre el mundo desde comienzos de año.

Una doble crisis aguzada por la pandemia

En pleno año Laudato Si’ (2020-2021) convocado por el Papa con motivo del quinto aniversario de la Encíclica, la situación que vive el mundo con las consecuencias del coronavirus hace necesario, más que nunca, ahondar en sus mensajes.

Tal y como nos dice el texto pontificio, vivimos en un mundo en crisis, una crisis con dos caras: humana/social y ambiental. Y la Covid-19 ha impactado en nuestras vidas agudizando esta crisis.

La manera de enfrentar sus consecuencias está aumentando la desigualdad. Y, aunque la vertiente social es muy grave (paro, aumento de la pobreza, aumento de la brecha digital), y debemos afrontarla, no podemos olvidar su segunda vertiente, la ambiental, que se va a ver perjudicada de inmediato (ya lo está siendo) por las medidas que se han adoptado, se están adoptando y se adoptarán para combatir la pandemia y su impacto en la economía y en la sociedad.

Corremos el riesgo, ante necesidades más apremiantes, de que muchas de las iniciativas ambientales que se podían estar gestando, o poniendo en marcha a comienzos de año, sean abandonadas para salvar la economía, o sean consideradas menos necesarias y “caras” en tiempos de crisis económica y recesión.

Reconocemos con optimismo la decisión de la Unión Europea de promover una salida a la crisis económica construyendo lo que ha denominado la Europa Verde (a la que el Gobierno de España se une) pero, dadas las anteriores experiencias, y dado el carácter de voluntariedad de la mayoría de las medidas, es importante que renovemos nuestro compromiso en apoyar y proponer una forma de avanzar que valore la justicia y los derechos humanos y que coloque la vida por encima del lucro. Se debe tomar la crisis del coronavirus como una oportunidad para iniciar una transición justa, así como para introducir un nuevo sistema económico que esté primero al servicio de las personas y del planeta. Seguir leyendo

Urge ayuda inmediata refugiados Moria

La Subcomisión Episcopal de Migraciones exige «acción inmediata» de ayuda a las víctimas de Moria

Mediante un comunicado publicado ayer, los prelados insisten en «buscar condiciones alternativas y creativas para asegurar la vida y la dignidad humana de los emigrantes y refugiados»

Se unen al Papa Francisco en su llamada a ofrecer una respuesta a las víctimas del incendio en Moria

«Al mismo tiempo presenciamos con cierta impotencia y dolor las continuas arribadas a nuestras costas de migrantes en condiciones muy extremas y difíciles. Nos llega al corazón el sufrimiento y la muerte de muchos»

25.09.2020 Lucía López Alonso

Los obispos de la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española publicaron ayer un comunicado exigiendo la «acción inmediata» de solidaridad con los refugiados de Moria.

Sumándose al llamamiento del Papa Francisco, los prelados españoles piden «la acogida urgente de estos refugiados que lo han perdido todo en el incendio«. El texto denuncia que, a la vez, «las continuas arribadas a nuestras costas», en la frontera sur de España, están siendo contestadas con dinámicas que vulneran «el cumplimiento de los derechos» de los migrantes.

Asumiendo la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado desde esa perspectiva, los obispos insisten en la necesidad de dedicar «todos los recursos posibles para la urgente cooperación con los países de origen de los migrantes, que es una de las maneras más eficaces para combatir las migraciones forzadas». «Apelamos a la sensibilidad de nuestras sociedades hacia el derecho a la vida y a la dignidad de todo hijo de Dios», añaden en su mensaje.

Mensaje íntegro: La compasión es ahora más vital que nunca

Hoy recordamos el reciente desastre humanitario generado en el campo de refugiados de Moria. En la isla griega de Lesbos, durante meses e incluso años, más de 12.000 residentes estaban acogidos en el campo, muchos niños entre ellos, superando cuatro veces su capacidad y soportando condiciones miserables, mientras esperaban que se procesaran sus solicitudes de asilo. Ya hace cuatro años, con motivo de su visita al campamento de Moria, el Papa Francisco dijo: «Se necesita con urgencia un consenso internacional más amplio y un programa de asistencia para defender el estado de derecho, defender los derechos humanos fundamentales en esta situación insostenible, proteger a las minorías, combatir la trata de personas y el contrabando, eliminar rutas inseguras, como las que atraviesan el Egeo y todo el Mediterráneo, y para desarrollar procedimientos de reasentamiento seguros».

Al mismo tiempo presenciamos con cierta impotencia y dolor las continuas arribadas a nuestras costas de migrantes en condiciones muy extremas y difíciles. Nos llega al corazón el sufrimiento y la muerte de muchos hermanos nuestros buscando alcanzar una vida más digna.

Estos acontecimientos y otros muchos son expresión viva y real del lema para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado propuesto por el papa Francisco: «Como Jesucristo obligados también a huir». Con motivo de dicha Jornada los obispos hemos hecho público un mensaje en el que invitábamos a “poner rostro a estas personas vulnerables rescatándoles de las listas anónimas de cifras. Se trata de sensibilizar a la comunidad cristiana que reconoce a Jesús en cada persona obligada a huir. Se trata de sensibilizar a la sociedad española para que asegure los derechos de la dignidad humana a toda persona obligada a desplazarse. Todo lo que trabajemos por ellos y con ellos será poco”.

De nuevo, y urgidos por el dolor humano y por la ofensa a la dignidad en muchos de estos casos tan recientes y cercanos, apelamos a la sensibilidad de nuestras sociedades hacia el derecho a la vida y a la dignidad de todo hijo de Dios. Y reiteramos la necesidad urgente de trabajar para  salvar las vidas incluso en estos tiempos de crisis por la pandemia del COVID-19 que se está ensañando en los más vulnerables.

Entre esas actuaciones volvemos a recordar la necesaria atención y dedicación de todos los recursos posibles para la urgente cooperación con los países de origen de los migrantes, que es una de las maneras más eficaces para combatir las migraciones forzadas. Huyen de la guerra, la pobreza extrema, los desastres medioambientales, la persecución y la ofensa a los derechos humanos, y se encuentran en al llegar a Europa privados de refugio o seguridad. El papa Francisco insiste en la importancia de abordar las causas de las migraciones en origen, para que se garantice el derecho a no migrar: «Considero oportuno iniciar más estudios para abordar las causas remotas de la migración forzada, con el objetivo de identificar soluciones prácticas, aunque a largo plazo, porque primero se debe asegurar a las personas el derecho a no ser obligadas a emigrar».[1]

Como ya advertimos en el mensaje episcopal para la próxima Jornada Mundial de 2020, comprobamos con dolor que las fronteras de Europa y nuestras propias fronteras están siendo afectadas por muchas medidas que impiden la necesaria solidaridad, hospitalidad y acogida con estos hermanos tan heridos y vulnerables. Urge buscar condiciones alternativas y creativas para asegurar la vida y la dignidad humana de los emigrantes y refugiados tanto ahora como en el futuro.

Por ello, anclando nuestra voz en el Evangelio, a la vez que agradecemos la labor de tanta gente de Iglesia y de la sociedad civil en estos tiempos tan recios, pedimos y apelamos a los más nobles sentimientos de todas las personas de buena voluntad. Y así desplegar la mayor solidaridad y amor posible.

Como Iglesia, confortados por la presencia de Dios que sufre, os pedimos intensificar nuestra oración y colaborar entre todos al mayor número de respuestas generosas que se puedan activar, para hacer realidad la Hospitalidad y el cumplimiento de los derechos de los emigrantes. Nos urge el mandato de Jesús, también en estas difíciles circunstancias: «Fui extranjero y me acogisteis».

Porque la compasión humana que ha ennoblecido tantas acciones en nuestro país es más vital ahora que nunca.

Nos unimos a las voces del papa Francisco y de toda la Iglesia, así como de numerosas entidades de la sociedad civil, haciendo un llamamiento a los países de la Unión Europea para que articulen mecanismos y los medios adecuados que permitan la acogida urgente de estos refugiados que lo han perdido todo en el incendio y se encuentran en una situación dramática que requiere una acción inmediata.

 

 

Plan de Respuesta Temprana en las Residencias de CLM

Castilla-La Mancha prepara un Plan de Respuesta Temprana frente a la COVID-19 en residencias de mayores

  • La consejera de Bienestar Social incide en la «necesidad» de contar con profesionales sanitarios en estos centros

Diana Calzado

La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha anunciado un Plan de Respuesta Temprana frente a la COVID-19 en los centros residenciales de Castilla-La Mancha que supone “valorar situaciones de riesgo en esta población vulnerable, mejorar la atención e intervención y garantizar respuestas ante brotes y rebrotes que se pueden producir en el futuro”.

En este sentido, Sánchez ha explicado que este Plan está siendo ultimado por las Consejerías de Bienestar Social y Sanidad y ha sido trasladado tanto al Gobierno de España, como a las patronales de las residencias de mayores Artecam y Acescam.

La titular de Bienestar Social ha informado que uno de los puntos importantes de la reunión con la Vicepresidencia del Gobierno de España y las CCAA es “la necesidad de profesionales sociosanitarios en las residencias y mejorar la flexibilización de estos profesionales para acceder a estos centros en caso de situaciones de urgencia y emergencia”. Sánchez ha explicado que para flexibilizar esta contratación de profesionales “se necesita un Plan nacional, algo en lo que se comprometió el Gobierno de España”.

Financiación del Sistema de Dependencia

La consejera de Bienestar Social también ha reivindicado en este contexto “una mayor corresponsabilidad en la financiación del Sistema de Dependencia”.

Además, Sánchez ha subrayado que “es una asignatura pendiente desde los recortes de 2012 y necesita actualmente una respuesta urgente a través de una mayor financiación».