Francisco, el Papa del Concilio

Vida Nueva celebra estos diez años de Francisco: “Es el Papa del Concilio, y por eso es revolucionario”

Laboa, Carmena y García Magán reflexionan en el VII Encuentro VN sobre esta década bergogliana

El coloquio ha sido organizado por PPC y Vida Nueva junto al Banco Sabadell y el despacho Pérez-Llorca

El acto ha servido para presentar el libro ‘Historia de los papas’, escrito por el historiador de la Iglesia

PPC Editorial y Vida Nueva, en colaboración con el Banco Sabadell y el despacho de abogados Pérez-Llorca, han celebrado en la tarde de este jueves 2 de marzo el VII Encuentro Vida Nueva, bajo el título ‘Diez años con Francisco, ¿evolución o revolución?’.

El acto, que ha tenido lugar en la sede madrileña del bufete, ha llenado el aforo (120 asistentes, además de quienes lo han seguido a través de nuestro canal de Youtube) y ha servido para presentar el libro ‘Historia de los papas’, editado por PPC y cuyo autor es el sacerdote e historiador de la Iglesia Juan María Laboa. Además de este, han participado en el coloquio, moderado por José Beltrán, director de Vida Nueva, la jueza y ex alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el secretario general de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán.

El primero en muchos sentidos

La reflexión sobre estos diez años de pontificado del papa Francisco, elegido el 13 de marzo de 2013, ha empezado preguntándose si Bergoglio, el papa número 266 en la historia de la Iglesia, será o no recordado de un modo especial. Desde luego, parece claro que el primer latinoamericano y jesuita de la Historia en calzarse las sandalias del Pescador no será uno de los llamados pontífices “de transición”… Y es que también ha sido el primero en elegir el nombre de Francisco, en honor al santo de Asís.

Desde su amplio conocimiento, Laboa ha reivindicado que “la Iglesia es la única institución que ha durado 2.000 años”, siendo la suya “una historia de continuidad, pecado y gracia”, asombrando cómo ha sabido mantener sus “ideales”.

Entre los sietes papas que él ha conocido, desde Pío XII, “todos han tenido una relación importante con España”, siendo la realidad que “los más importantes” han sido a veces “mal vistos” desde nuestro país.

De ellos, establece una clara relación entre “Juan XXIII, Pablo VI y Francisco”. Respecto al actual, “su gran novedad es que nos dice que es el momento de volver a Cristo y al Evangelio sin las florituras que a lo largos de los siglos hemos ido añadiendo”.

Como “no creyente”

Carmena, desde una posición de “no creyente”, pero como alguien con una amplia experiencia al servicio de los ciudadanos y que ha compartido varios momentos de encuentro con Bergoglio en el Vaticano, se reconoce fascinada por su figura. Hasta el punto de que “encontré en él una coincidencia que reforzó mi sentimiento de pertenencia a la familia humana”, por lo que le estoy “agradecidísima”.

Tras conocerle en un encuentro que el Papa organizó en Roma con alcaldes de todo el mundo para reflexionar sobre la prostitución, destaca que “nos caímos bien, iniciándose así una relación personal”. Lo que ha ilustrado con una anécdota personal: al regalarle en unas navidades un crisma navideño en el que aparecía Carlos III,  Bergoglio le respondió con sorna diciéndole que le tuviera “buena onda”, pues ese fue “el Rey que expulsó a los jesuitas de España”.

En este sentido, ha valorado de su magisterio su preocupación por la cuestión migratoria, siendo “nuestra inhumanidad” algo por lo que “nos juzgará la Historia”. Y, aquí, el Papa es “el único en condenar esto” con total claridad y desde su altura moral. Cuando ella promovía políticas en defensa de los refugiados y muchos la criticaban, ella “sentía que el suyo era mi principal respaldo”.

La buena política

Por ello, Carmena también ha valorado que Francisco sea un representante eclesial que no teme reconocer que trata de hacer “política”, en el sentido de promover el “bien común”, destacando que “en su última encíclica habla de la amabilidad”, algo que “considero necesario” en la función pública, reflejando “una autoridad empática”.

Así, cuando la llaman con desdén “buenista”, se mira en el espejo y se niega a ser “malista”, pues “la bondad es esencial para ejercer la buena política”.

Por su parte, García Magán ha señalado “las tres actitudes” que hemos podido ver en el pueblo de Dios en estos diez años de pontificado: “Sorpresa, admiración y escucha”. Tras la “sorpresa inicial” al ver cómo su elección “descentralizaba” la Iglesia al ser el primer papa latinoamericano, muchos dieron paso a “la admiración” por sus “iniciales gestos”, propios de “una Iglesia pobre y para los pobres”. Ahora, el reto es que canalice “una escucha” que “se abra a creyentes de otras religiones” y a quienes “buscan con un sentido trascendente en medio de situaciones dolorosas” como la guerra o la crisis de los refugiados.

Novedad desde la continuidad

Para el obispo auxiliar de Toledo, desde esta “novedad en el ser y en el hacer”, la comunidad cristiana entera se siente heredera “de 2.000 años de historia”, siendo hoy pastores y laicos unos “eslabones” que remarcan esa tradición. Algo que se refleja “en las diferencias” entre los papas de este siglo, cada uno con sus peculiaridades y, siempre, “desde esa continuidad en lo fundamental: la evangelización”.

¿Qué es para nosotros el Papa?”, se ha preguntado Laboa. Y se ha respondido que “es el primer obispo de Roma”, viniéndole su legitimidad, precisamente, de su condición de “primera piedra de la Iglesia”, teniendo la de Roma “mayor responsabilidad” que otras comunidades. Algo que es importante recordar, ya que “venimos de unos años de confusión”, pensando muchos que, viviendo Ratzinger, “había dos papas”.

Acabado este “equívoco”, pues es claro que, “cuando un papa dimite, deja de serlo”, ahora debe iniciarse una etapa en la que “cedan en su presión quienes, por interés, han opuesto un papa a otro”, generando una malsana “división”. Guste más o menos a unos y otros, “Francisco tiene toda la autoridad” y “no se puede ser cristiano de verdad sin respetar al sucesor de Pedro”.

Desconfianza hacia el progreso

Carmena, consciente de estas divisiones en el seno de la Iglesia, ha lamentado que “la guerra desata unas pasiones inconfesables”. Siendo la realidad que “la Iglesia ha sentido generalmente desconfianza hacia el progreso”, ha tenido su parte “positiva” al “preservar ciertos aspectos” que merecen la pena conservar.

Habiendo que “analizar este conservadurismo histórico de la Iglesia”, también es “incuestionable” que “los derechos humanos, que son la esencia del cristianismo, son la gran conquista de la sociedad”. “¿De dónde procede la empatía?”, se ha cuestionado. Y ha apuntado que el cristianismo no ha sido “ajeno” a esta revolución silenciosa.

García Magán ha apuntado que, “últimamente, las bulas con los nombramientos episcopales los firma el Papa en San Juan de Letrán y no en san Pedro, lo que es todo un signo”. Además, ha invitado a Carmena a leer “el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”, encontrándose en él “grandes propuestas en materias de avance laboral y social” que incluso muchos grupos de izquierdas “no se atreverían hoy a implementar”. También, en pleno franquismo, “la primera ley de libertad religiosa vino impulsada por los obispos”.

El ruido de la crítica

Lamentando que “la crítica hace más ruido” que la entrega silenciosa, el obispo rechazó “posicionamientos antieclesiales” que son “un absurdo teológico”. Eso sí, ha matizado, bulle hoy con más fuerza “la sinodalidad”, como reflejó el reciente Congreso de Laicos.

Así, “las comunidades cristianas en España se están comprometiendo contra los abusos”, un “problema social” que “también ha manchado a la Iglesia”, siendo siempre “execrables” todos estos crímenes. Un “esfuerzo pastoral” que refleja “un camino aún por recorrer”, pero en el que “el Sínodo” es un gran instrumento para ello.

Al pedírsele que identifique a Francisco con un concepto, Laboa ha reivindicado que “es el Papa del Concilio”, por lo que también es “un revolucionario”. Y es que “el cambio real es el Concilio; el gran olvidado de muchos, como si fuera el de Trento…”. Así, refleja que “la Iglesia no es europea, sino universal”.

El legado de Pablo VI

Fue impulsado, en definitiva “por Pablo VI, un hombre del Espíritu, que lo llevó adelante”. Tras plasmar “la libertad de conciencia”, lo que supuso “la gran ruptura con el mundo anterior”, este sentimiento, “mal visto en Europa y aún más en España”, fue cuestionado por muchos en la propia Iglesia, generando una honda crisis cuyas consecuencias han llegado hasta hoy. De ahí el gran acierto de Francisco al recuperar con autenticidad su “apuesta por lo esencial y no por lo accesorio, enseñando a vivir como lo hacía Jesús”.

Para Carmena, Bergoglio es “el papa del humanismo”. Entre otras cosas, porque sabe que “las mujeres y el feminismo hemos cambiado el mundo”, mientras que la Iglesia, “todavía no” ha apostado por ello completamente. Eso sí, “con él, se va superando esto, para dejar atrás el sectarismo”. “La Iglesia necesita la misma capacidad de liderazgo en las mujeres que en los hombres; no puede quedarse atrás”, ha concluido.

García Magán, apelando a que “lo esencial es el encuentro con Cristo, el único transformante”, ha recordado que Francisco “ha hablado de que el camino de la Iglesia es el del hombre”, pues “Dios se hizo hombre”.

Más mujeres… en todos los ámbitos

Sobre “la asignatura pendiente de las mujeres”, el Papa “ha roto esquemas en la Curia” y “ha colocado a mujeres en puestos de decisión; los demás vamos a rebufo, pero seguimos en ese camino. Hay que avanzar, en todo: ojalá hubiera más mujeres haciendo teología, derecho canónico, historia de la Iglesia… En esa igualdad de derechos, en esa riqueza de la diversidad, todos crecemos y avanzamos en ese camino”.

Por eso, el obispo ha reclamado que Francisco es “el Papa de la sinodalidad y el de la ecología integral”. Toda una “propuesta retadora”.

La Red Eclesial Mesoamericana

La Red Eclesial Ecológica Mesoamericana lleva a cabo su primera asamblea en Honduras

Más de 40 representantes de Centroamérica y México se han dado cita para reforzar acciones ante los grandes retos socioambientales que enfrentan en esta región

Del 6 al 10 de marzo se lleva a cabo en Honduras la primera Asamblea de la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (Remam), con más de 40 representantes de Centroamérica y México. El objetivo es “analizar y reforzar acciones, a la luz del Evangelio, ante los grandes retos socioambientales que enfrentan en esta región mesoamericana”.

De acuerdo con información de Vatican News, el encuentro se lleva a cabo en la sede del Centro de Formación de Cáritas Honduras en la ciudad de Siguatepeque, donde se encuentran reunidos laicos, consagrados, ministros de la Palabra, diáconos, sacerdotes y obispos.

Al iniciar la asamblea, el obispo emérito de Choluteca y presidente de la Comisión Nacional de Ecología Integral de Honduras, Guido Charbonneau, resaltó: “el gran objetivo de esta cita es escuchar la participación de las delegaciones de los países, en un espíritu de sinodalidad, a fin de sentir y pensar la realidad de los territorios, para maximizar la articulación de las acciones de los miembros de la Remam”.

Servicio de la ecología integral

La asamblea cuenta con la participación de las delegaciones de seis países: México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá.

Según se informó, para el trabajo en grupos se realizarán dos foros importantes: ‘La realidad socioambiental Mesoamericana y el reto de la Remam ante ella’, así como, ‘Experiencias y buenas prácticas que la Remam ha detectado o animado en los países, para el servicio de la ecología integral’. También se elegirán a los nuevos servicios y ministerios de la organización, entre los que se encuentran: Comunicación y difusión; investigación y reflexión socio pastoral; asesoría técnica y jurídica; mesa de aliados estratégicos; educación y espiritualidad ecológica y asuntos económicos. En el encuentro participan representantes de entidades miembros de la Remam como la Conferencia Latinoamericana de Religiosos (CLAR), el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas (Selacc) y Cáritas zona Camex (América Central y México).

Cuidar toda la creación de Dios

Además se cuenta con invitados especiales de la Conferencia Episcopal de Honduras, la Pastoral Social, la academia, los pueblos originarios, así como la Pastoral Garífuna hondureña.

La Remam surgió en 2019 en la Ciudad de México, donde se establecieron sus bases fundacionales; en ese momento laicos, consagrados, diáconos, sacerdotes y obispos de siete de los ocho países de la región mesoamericana: México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, dieron los primeros pasos con el objetivo es cuidar toda la creación de Dios.

A partir de entonces, la red se ha pronunciado sobre diversos problemas que afectan a la región mesoamericana, como la minería de oro, la privatización del agua potable, la violencia contra líderes socio ambientales, la vulnerabilidad de las comunidades pesqueras, entre otros ‘pecados’ contra la ecología.

En el año 2022 aprobaron un plan de trabajo hasta 2025, que estará enfocado en temas como la conectividad de los pueblos con bosques y agua; el actuar en conjunto frente al cambio climático; crear conciencia de compartir riquezas comunes en biodiversidad y tradición cultural, así como, afrontar problemas ambientales comunes, sumando esfuerzos y actuando en sinodalidad.

Compromiso social cristiano en la Amazonía

«No se puede hablar de compromiso social cristiano sin incluir la ecología»

Facultad Católica del Amazonas: Continuidad a una formación teológica integral, pastoral y misionera

Aula inaugural de la Facultad Católica del Amazonas

En el Magisterio del Papa Francisco, la ecología es integral «porque implica todas las relaciones del ser humano»

En la Amazonía, el anuncio de Jesucristo «está siempre vinculado a la defensa de la casa común, a la ecología integral, a la vida y a la lucha por la garantía de los derechos humanos»

«Brasil siempre ha estado de espaldas a la Amazonía»

Propuestas para un nuevo desarrollo productivo, sustentado en la ciencia, la tecnología y la educación, con vistas a la sostenibilidad

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

La Facultad Católica del Amazonas, en Manaos (Brasil), ha iniciado su primer curso académico completo. Después de su lanzamiento el 23 de septiembre de 2022, continuando el trabajo realizado por el Instituto de Teología Pastoral y Educación Superior de la Amazonía (ITEPES). Este 6 de febrero comenzó un trabajo que pretende contribuir a la formación de la Iglesia en el Regional Norte1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), en un contexto amazónico, siguiendo la brújula del camino de la Iglesia en la Amazonía.

Encarnada en la vida de las comunidades amazónicas

Fue un momento propicio para recordar la historia de la enseñanza de la Iglesia en la región, que la Facultad Católica del Amazonas quiere continuar con gratitud, pasión y esperanza, en la búsqueda de nuevos caminos y horizontes, para una formación teológica, pastoral y misionera integral, buscando caminos de diálogo, insertándose, inculturándose y encarnándose en la vida de las diversas comunidades amazónicas.

El aula inaugural contó con la presencia del Padre Adelson Araújo dos Santos, que reflexionó sobre «Teología, ecología, espiritualidad y cosmovisión indígena: Ecos de Laudato Si’ y Querida Amazonía». Desde Roma, con corazón amazónico, quiso reflexionar de forma virtual sobre el diálogo entre Teología y Ecología. El profesor de la Universidad Gregoriana partió de la idea de que Laudato Si’ no es una «encíclica verde», sino un escrito pontificio que defiende «una ecología integral, apoyada en la fe cristiana», en la línea de las otras diez encíclicas sociales, iniciadas en 1891 con la Rerum Novarum del Papa León XIII.

No se puede hablar de compromiso social cristiano sin incluir la ecología

Un texto que muestra lo que en la ecología concierne a «la evangelización, la misión de la Iglesia, el servicio de los cristianos al mundo», dijo el jesuita nacido en Manaos. Según él, «no se puede hablar de compromiso social cristiano sin incluir la ecología», insistiendo en que se trata de una actitud que procede de la petición del Concilio Vaticano II que llama a la Iglesia a estar en el mundo. De hecho, el profesor considera inseparable el trinomio Iglesia-Reino-Mundo, ya que «la misión de la Iglesia, realizar el Reino de Dios, se realiza en el mundo y para el mundo».

El Reino de Dios tiene «una dimensión inmanente, intrahistóric», según el Padre Adelson, que sostiene que el concepto de ecología «nos remite a la relación del ser humano con el planeta en su conjunto», considerando que el cristianismo concibe la ecología en una triple relación: ser humano – naturaleza – Dios. Esto ha hecho que el concepto de ecología asuma diferentes caras en el Magisterio de los últimos pontífices.

Ecología integral

En el Magisterio del Papa Francisco, la ecología es integral «porque implica todas las relaciones del ser humano», dijo el jesuita, «todo está relacionado», nos dice Laudato Si’. De ahí que podamos afirmar que «es nuestra fe cristiana la que nos lleva a la preocupación por la ecología y al compromiso social por el cuidado de nuestra Casa Común y sus habitantes», insistió el profesor de la Gregoriana.

El padre Adelson considera el Sínodo para la Amazonía, del que fue perito, como «un hito en el camino de la Iglesia». Según el religioso, en la Amazonía, el anuncio de Jesucristo «está siempre vinculado a la defensa de la casa común, a la ecología integral, a la vida y a la lucha por la garantía de los derechos humanos». Recordó que la palabra central que recorre todo el Documento Final del Sínodo es la palabra conversión: integral, pastoral, cultural, ecológica y sinodal.

Una conversión que «debe formar parte de todos los programas de formación y evangelización en la Amazonía», insistió el profesor. Hizo un llamamiento a «crear una Iglesia con rostro indígena, para crecer en la fe y celebrar el misterio de Cristo en su pluralidad cultural, con símbolos y gestos de las culturas locales, en una verdadera liturgia de la Iglesia en la Amazonía». Analizando los cuatro sueños del Papa Francisco en Querida Amazonía (social, cultural, ecológico y eclesial), el jesuita destacó que el sentido de esta Exhortación es expresar las resonancias, ser un camino de diálogo y discernimiento, un resumen de algunas de las principales preocupaciones, ayudar y orientar, entre otros.

Diálogo entre la espiritualidad cristiana y las cosmovisiones indígenas,

Un camino que debería conducir al diálogo entre la espiritualidad cristiana y las cosmovisiones indígenas, que nos enseñan a buscar «una conexión armoniosa con la Madre Tierra y su mundo espiritual», dado que «la espiritualidad indígena está fuertemente marcada por una mística cosmológica, en la que el cosmos, la naturaleza, la comunidad y el sentido de interdependencia con todos los seres son rasgos clave», subrayó el profesor de la Universidad Gregoriana.

Un Dios trascendente, pero que «se oculta en la inmanencia de todas las cosas y de todos los seres presentes en la naturaleza». Una espiritualidad «marcadamente sapiencial, es decir, que enseña la sabiduría de vivir en armonía con la naturaleza». De aquí surgen caminos de «eco-espiritualidad» o «eco-teología», basados en una espiritualidad ecológica que nos enseña a abrazar el Cosmos y al Dios del Cosmos. Una cosmovisión indígena que ayude a comprender su importancia para preservar la vida en nuestro mundo amenazado, de renovar el compromiso de los seres humanos con la preservación de la casa común.

Una democracia bajo constante amenaza

En el segundo discurso del Aula Inaugural, la profesora Marilene Corrêa llevó al público a reflexionar sobre el tema «Educación y Ciencia en el Amazonas: Desafíos y Esperanzas en Tiempos de Ataques a la Democracia». Partió de la idea de que en Brasil la democracia está bajo amenaza constante, la violencia y los ataques a la democracia son constantes en una sociedad reaccionaria, según la profesora de la Universidad Federal del Amazonas (UFAM).

En un país gobernado por un sistema presidencialista, la organización del Estado y las políticas públicas han hecho que durante mucho tiempo sólo el 30% de los brasileños hayan participado como ciudadanos de pleno derecho. Las políticas nacionales dejan fuera a la Amazonía, se restringen al medio urbano, lo que exige una mayor inclusión, que nos desafía a transformar las políticas sectoriales en políticas nacionales, incluida la educación.

Brasil siempre ha estado de espaldas a la Amazonía

La profesora planteó varios desafíos a la sociedad brasileña, reflexionando sobre la realidad de la Amazonía a lo largo de la historia de Brasil y lo que representa en la coyuntura mundial, con una agenda que involucra a la Amazonía, en un momento en que Brasil se ha alejado de América Latina, especialmente en los últimos 4 años. Las políticas de todo tipo no llegan a la Amazonía en su totalidad, insistió la profesora, que denunció la hipocresía de los brasileños en relación a la Amazonía, llegando a decir que «Brasil siempre ha estado de espaldas a la Amazonía», muchas veces vista como entretenimiento y sin estar presente en las políticas públicas, que no llegan a todo el territorio amazónico.

Con relación a la Amazonía, la profesora de la UFAM hizo algunas reivindicaciones presentes en la Amazonía, reflexionando sobre la realidad y las prioridades, temas, agendas y estrategias que deben estar presentes en la región amazónica, y que están relacionadas con una falta de inclusión en Brasil presente en la Amazonía, marcada por desigualdades históricas. De ahí que hiciera propuestas para un nuevo desarrollo productivo, sustentado en la ciencia, la tecnología y la educación, con vistas a la sostenibilidad.

Una Facultad que se materializará a partir de cambios, capacidades y potencialidades, según el Padre Hudson Ribeiro, director de la Facultad. En asociación con diferentes universidades en Brasil y en el extranjero, con la colaboración de los profesores que forman parte de la Facultad Católica de Amazonas, y sostenida en los principios de la institución académica

Eucaristía y Casa común: entre la vida y el oro

Por Dário Bossi 

 El pasado 25 de enero se cumplieron cuatro años del trágico día en que, en 2019, se rompió la presa de Brumadinho-MG: un crimen de la empresa Vale que mató a 272 personas y contaminó el río Paraopeba. Como resultado, la Iglesia católica, unida a diversos movimientos populares y grupos religiosos, celebró allí, en 2023, la IV Peregrinación por la Ecología Integral. Esta cuarta edición tenía como lema: ‘El espíritu de Dios se cernía sobre las aguas’ (Gn 1,2), recordando que el Espíritu se cierne sobre el agua, hermana sagrada, desde el principio de la Creación. Cada mes, el día 25, la comunidad local celebra el recuerdo de la tragedia, repitiendo el gesto de Jesús y uniéndose a todas las víctimas. De hecho, monseñor Vicente Ferreira, obispo auxiliar de Belo Horizonte, que acompaña pastoralmente a Brumadinho, repite siempre que “el 25 es todos los días”. Haz esto, cada día, en memoria mía.

En enero, sin embargo, la celebración es siempre más intensa. Sobre todo porque reúne, en torno a las familias, la solidaridad de muchas otras personas, comunidades, organizaciones y movimientos en peregrinación. Durante toda una mañana celebramos la Eucaristía, caminamos en procesión, dibujamos un gran abrazo alrededor de los cientos de cruces que representan a las víctimas. Escuchamos el lamento y el grito del pueblo, lloramos juntos, pedimos fuerza a Dios y recibimos de Él la luz de la Palabra y la comunión de compromisos entrelazados.

Al final de la Misa, monseñor Vicente llamó la atención de todos sobre el cáliz y la patena de madera, pintados con diseños indígenas, obra del artista Tonny Cálices, que se habían utilizado en la celebración eucarística. Fue una invitación a reflexionar sobre las muertes asociadas a las actividades mineras de las que se extrae el oro y, en cierto modo, un cuestionamiento de su uso en la acción litúrgica cristiana.

En esos mismos días, circulaban por los medios de comunicación imágenes inhumanas de cuerpos yanomami desfigurados por el hambre, llevando al extremo el grito sofocado de millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en Brasil. La Campaña de Fraternidad de este año –con el tema y el lema ‘Fraternidad y hambre’ y ‘Dadles vosotros de comer’ (Mt 14,16)– se abre así con un puñetazo en el estómago para todos nosotros: ¿cómo hemos podido consentir semejante falta de respeto a la vida? También para nuestros hermanos indígenas, la minería –en este caso aurífera– es una de las causas, quizás la principal, de enfermedad y muerte, con peores consecuencias para los ancianos, maestros y custodios de la sabiduría ancestral, y para más de 570 niños, que claman al cielo y a nuestras conciencias.

“¡No compren el oro de Brasil, porque está manchado por la sangre de los pueblos indígenas!”

En el cuarto domingo de un tiempo que no podemos llamar “común”, el conocido Julio Lancellotti, sacerdote de la archidiócesis de Sao Paulo, expresó su solidaridad con el pueblo yanomami y las familias de Brumadinho, víctimas de la codicia de la extracción de minerales. Y gritó: “¡No compren el oro de Brasil, porque está manchado por la sangre de los pueblos indígenas y el mercurio que mata nuestras aguas!”. También el Padre Julio, en las afueras de la mayor metrópoli brasileña, lo celebraba con ámbares de cerámica.

En la Iglesia católica, el oro se utiliza en objetos artísticos, iconos y, sobre todo, en los vasos sagrados para la celebración de la Eucaristía. La intención de su uso es dignificar los instrumentos de encuentro entre la humanidad celebrante y Dios. En la cultura bíblica, el oro también se asocia con la realeza y la divinidad. Sin embargo, como mencionamos anteriormente, en la historia moderna y contemporánea la extracción y comercialización del oro está muy a menudo asociada a la violencia socioambiental, a la muerte de líderes que defienden sus territorios y a la contaminación de biomas. Durante cientos de años, en América Latina, la codicia por este metal precioso ha sido causa de invasión, exterminio y esclavitud. En busca de oro se sacrificaron millones de vidas; las cicatrices de las minas y los flujos contaminantes del mercurio marcan indeleblemente los territorios de nuestra Patria Grande.

Hoy en día, la extracción de oro avanza a escala industrial, con blanqueo de dinero sucio e incumplimiento sistemático de la ley, a menudo asociado a mafias y facciones criminales. En la Amazonía, además de la crisis sanitaria de los yanomami, recordamos las recientes escenas de ataques armados de mineros a las aldeas de este pueblo; las amenazas y violencia contra las mujeres munduruku en Pará; la muerte de dos niños yanomami succionados por dragas mineras en 2021; las imágenes de cientos de balsas y dragas cruzando el río Madeira a la altura de Autazes (AM), la reciente muerte de Bruno Pereira y Dom Phillips, que probablemente habían descubierto el tráfico ilegal en el valle del Javari.

“¡Sacamos el oro de las minas para enterrarlo en las cámaras acorazadas de los bancos!”

Tras ser extraído con tanta violencia de las entrañas de la tierra, una gran parte del oro se almacena en cámaras acorazadas, como reserva de valor, y se utiliza como activo financiero o como joya. Una pequeña fracción (alrededor del 10%) se utiliza en tecnología médica. “¡Sacamos el oro de las minas para enterrarlo en las cámaras acorazadas de los bancos!”, denuncian las comunidades afectadas. Los grandes países europeos y Estados Unidos poseen más del 60% de sus reservas internacionales de oro. Ya hemos extraído suficiente oro de la tierra, y las reservas restantes son limitadas. Sin embargo, la extracción de oro sigue aumentando.

Para fabricar un anillo de oro de 10 gramos, hay que dinamitar y retirar 20 toneladas de otros materiales, y utilizar alrededor de 1,5 kg de cianuro y 7.000 litros de agua. En resumen, se trata de un metal de lujo que arrastra un historial de infracciones muy graves.

Las disposiciones litúrgicas del Misal Romano recomiendan el uso del oro para los vasos sagrados utilizados en la Eucaristía, en particular el cáliz y la patena, porque es un “metal noble”. Sin embargo, de las consideraciones anteriores se desprende toda evidencia en cuanto a la “nobleza” de la historia de extracción de este mineral, cargada de violencia y sangre. Por otra parte, las mismas disposiciones, atentas a la inculturación y a la valoración de las diversas culturas, indican que otros materiales nobles, como el ébano, por ejemplo, también pueden utilizarse para estos vasos sagrados.

Hay que recordar que los vasos sagrados de madera nos reconectan con el ciclo de la naturaleza y con los símbolos evangélicos utilizados a menudo por Jesús: el tronco al que estamos unidos como ramas, la semilla que muere y da vida. Así nos incluyen en la dimensión cósmica y palpitante de la celebración eucarística. En el caso de las utilizadas por monseñor Vicente Ferreira, decoradas con grafismos indígenas, nos recuerdan la encarnación de Jesús en todas las culturas, el respeto que se les debe y la reconciliación que estamos llamados a promover en una historia de tanta exclusión.

Cuarenta obispos firmaron, durante el Concilio Vaticano II, lo que se conoció como el ‘Pacto de las catacumbas de la Iglesia pobre y servidora’. El segundo punto del pacto declaraba: “Renunciamos para siempre a la apariencia y a la realidad de la riqueza, especialmente en el vestir (trajes ricos, colores llamativos), en las insignias de materiales preciosos (estos signos deben ser, en efecto, evangélicos). Cf. Mc 6,9; Mt 10,9ss; Hch 3,6. Ni oro ni plata”.

En la actualidad, la principal organización católica de cooperación solidaria de Austria, DKA, también está reflexionando sobre esta cuestión y propone a las iglesias que, teniendo en cuenta la violencia histórica y contemporánea de la minería y el grito de los empobrecidos y de la naturaleza, también se tengan en cuenta otros materiales nobles en la liturgia, o que solo se utilice oro reciclado. La red de Iglesias y Minería, organización ecuménica que opera en América Latina, relanza este desafío, asociándolo también a la campaña de desinversión financiera de congregaciones y diócesis para que retiren sus fondos de las operaciones que financian la minería que mata.

La liturgia, con su profunda carga simbólica y el desafío permanente de revelar el rostro de Dios encarnado, acercando la celebración a la vida, puede ser anuncio profético de un mundo reconciliado que supere la lógica del extractivismo depredador y convoque a todas las criaturas a la dimensión cósmica de la Eucaristía. Pensemos cómo dar pasos en esta dirección, con la humildad de los pequeños gestos, sin la pretensión polémica de devaluar la historia y el arte de la Iglesia, sino con apertura a la voz del Espíritu, que nos habla a través del clamor de los pequeños.


*Dário Bossi, Misionero Comboniano, asesor de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), asesor de la Comisión de Ecología Integral y Minería de la CNBB y articulador de la Red Iglesias y Minería. El presente artículo se publicará también en versión impresa en la Revista de Liturgia.

Entrevista a Noam Chomsky

«El statu quo puede ser desafiado, un mundo mejor está a nuestro alcance»

Por C.J. Polychroniou |

Fuentes: La jornada

“Washington acaba de autorizar proveer a Ucrania con misiles Patriot: si éstos funcionarán o no es discutible, pero Rusia asume el análisis del peor escenario posible y los considera un objetivo”.

Es una obviedad que el orbe está en un estado abismal debido a que hay demasiados desafíos en un planeta que está en su punto de quiebre, como lo analiza Noam Chomsky en entrevista exclusiva con Truthout. Lo que es menos reconocible es que otro mundo es posible, simplemente porque el que tenemos no es sostenible, señala uno de los más grandes intelectuales públicos internacionales.

Chomsky es profesor emérito de los departamentos de lingüística y filosofía del MIT, así como profesor galardonado de lingüística y presidente en el programa Agnese Nels Haury de Justicia Ambiental y Social en la Universidad de Arizona. Es uno de los académicos más citados a nivel mundial y un intelectual al que millones consideran un tesoro nacional e internacional. Chomsky ha publicado más de 150 libros sobre lingüística, pensamiento político y social, economía política, estudios de medios, política internacional estadunidense y asuntos internacionales. Sus más recientes obras son Autoridad ilegítima: Enfrentando los desafíos de nuestro tiempo (próximamente con C. J. Polychroniou), La retirada: Irak, Libia, Afganistán y la fragilidad del poder de EU (con Vijay Prashad, The New Press, 2022) y El precipicio: Neoliberalismo, la pandemia y la urgente necesidad por el cambio social (con C. J. Polychroniou, Haymarket Books, 2021).

–Al entrar al nuevo año quiero comenzar esta entrevista pidiéndote que resaltes los más grandes desafíos que enfrenta hoy nuestro mundo y que nos expliques si estás de acuerdo en que el progreso humano, si bien en ciertos aspectos es real y sustancial, no es parejo… y tampoco inevitable.

–La forma más fácil de responder es con el Reloj del Apocalipsis (un reloj simbólico establecido en 1947 por la junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago que usa la analogía de la especie humana, en el que la medianoche representa la destrucción de la humanidad). Ahora estamos a 100 segundos de la medianoche y seguramente tendremos aún menos tiempo cuando se reajuste dentro de algunas semanas, lo que de seguro sucederá si consideramos todo lo ocurrido el año pasado. Los desafíos de enero pasado siguen a la cabeza de la lista: guerra nuclear, calentamiento global y destrucción ambiental, así como el colapso de los foros para el discurso racional, que son la única esperanza para señalar los desafíos existenciales. Hay otros, pero analicemos estos.

Washington acaba de acceder a proveer a Ucrania con misiles Patriot: si éstos funcionarán o no es discutible, pero Rusia asume el análisis del peor escenario posible y los considera un objetivo, por lo que son blanco de un eventual ataque ruso, lo que es un paso más hacia una escalada.

Ese no es el único escenario ominoso en Ucrania, pero las amenazas de que se avanzará hacia una guerra impensable no sólo están ahí, sino que son un peligro que alcanza a la costa de China, particularmente porque Biden ha declarado virtualmente la guerra contra Pekín, mientras el Congreso está enardecido y al borde de destruir la ambigüedad estratégica que ha mantenido la paz con respecto a Taiwán los últimos 50 años.

Aún sin proceder, la amenaza de una guerra terminal se ha incrementado, lo mismo que las tontas e ignorantes aseveraciones de que esto no debe preocuparnos.

Ahora hablemos del medio ambiente. En cuanto al calentamiento global, las noticias van de lo atroz a lo horrendo, pero hay algunos destellos de luz. La Conferencia para la biodiversidad es un paso mayor hacia limitar la destrucción letal del ambiente. El apoyo es casi universal, aunque no total. Un Estado se negó a firmar: ese que tiene valores atípicos, el Estado más poderoso en la historia del mundo. El Partido Republicano, fiel a sus principios, se rehúsa a apoyar cualquier cosa que pueda interferir con su poderío privado y sus ganancias. Por razones similares, Estados Unidos (junto con Andorra) se niega a firmar los Protocolos de Kioto sobre el calentamiento global, lo que motivó un desastroso fracaso en cuanto a tomar acción, lo que ha reducido la perspectiva de escapar de la catástrofe.

No quiero sugerir que el resto del mundo es pura santidad; está muy lejos de serlo. Sin embargo, la hegemonía global realmente resalta.

Vayamos al tercer factor que acelera el Reloj del Apocalipsis hacia la medianoche: el colapso de los foros para el discurso racional. La mayor parte de la discusión de este perturbador fenómeno se enfoca en los exabruptos de las redes sociales, las locas teorías de conspiración, QAnon, las elecciones robadas y otros hechos peligrosos que en gran parte se pueden rastrear hasta la destrucción del orden social bajo los martillazos de una guerra de clases que ha ocurrido en los últimos 40 años. Pero al menos tenemos un sobrio y razonado dominio de la opinión intelectual liberal que ofrece alguna esperanza al discurso racional.

¿Pero realmente lo tenemos?

Lo que vemos en este dominio a menudo desafía nuestras creencias y es objeto de ridículo fuera de los disciplinados círculos occidentales. Por ejemplo, los reportes de los temas internacionales desde el establishment nos informan sobriamente que derrotar a Rusia reforzará el principio de que atacar a otro país no quedará impune.

El reporte se refiere al principio que se ha enarbolado incluso cuando somos nosotros los agentes de la agresión, una noción que emerge sólo entre quienes cometen el crimen imperdonable de aplicarnos los principios que nosotros valientemente exigimos a los demás. Es difícil imaginar que esta noción nunca haya surgido en la cultura dominante. Parece que no es fácil de encontrar.

Ataque a Nord Stream

Lo que a veces ocurre es tan estrambótico que uno tiene el derecho de preguntarse qué hay detrás, cuando es evidente que quienes escriben esas noticias no saben lo que están diciendo. Por ejemplo, ¿cómo puede uno reaccionar a un artículo titulado No existe evidencia concluyente de que Rusia esté detrás del ataque a Nord Stream, que explica que los líderes mundiales se apresuraron a culpar a Moscú de las explosiones a lo largo del gasoducto submarino, pero muchos funcionarios occidentales dudan que el Kremlin sea el responsable, afirmando que los rusos lo hicieron para estrangular el suministro de energía para millones de personas en todo el continente?

Es bastante cierto que Occidente se apresuró a culpar a Rusia, pero eso es tan novedoso como el hecho de que cuando cualquier cosa sale mal, los apparatchiks rusos se apresuran a culpar a Estados Unidos. De hecho, la mayor parte del mundo reconoció de inmediato que los rusos eran el sospechoso menos probable. No ganan nada con destruir un valioso recurso que les pertenece. La compañía estatal Gazprom es la principal propietaria y promotora de los gasoductos, y Rusia cuenta con ellos para obtener ganancias e influencia. Si quisieran estrangular el suministro de energía, lo único que tienen que hacer es cerrar algunas válvulas.

Las partes cuerdas del mundo también reconocieron de inmediato que el culpable más probable es quien tiene el motivo y la capacidad. Los motivos de Estados Unidos no están a discusión, los han proclamado abiertamente durante años. El presidente Biden explícitamente informó a sus contrapartes de Alemania, de manera muy pública, que si Rusia invadía Ucrania el gasoducto sería destruido. Tampoco está a discusión la capacidad de Estados Unidos, incluso sin considerar las importantes maniobras navales estadunidenses que tuvieron lugar en la zona del sabotaje poco antes de que éste ocurriera.

No obstante, llegar a la conclusión evidente es tan absurdo como suponer que el noble principio de que atacar a otra nación no puede quedar impune pueda aplicarse a Estados Unidos cuando ataca a Irak o a cualquier otro país. Es indescriptible.

El elemento cómico del encabezado: No hay evidencia concluyente de que Rusia esté detrás del ataque a Nord Stream, es la traducción orwelliana que apunta a la abrumadora evidencia de que Rusia no fue quien ejecutó el ataque, sino Estados Unidos.

La respuesta más plausible es la técnica al ladrón, al ladrón un recurso de propaganda muy familiar: cuando te atrapan con la mano en el bolsillo de alguien, nunca lo niegues, pues es muy fácil refutarte. Mejor apunta a alguien más y grita: Al ladrón, al ladrón, para así aceptar que existe un robo, al tiempo que se dirige la atención de todos hacia un perpetrador imaginario. Funciona muy bien. La industria del combustible fósil lo ha practicado con eficiencia durante años, como lo hemos discutido.

La técnica del al ladrón, al ladrón funciona aún mejor cuando se le embellece con las técnicas acostumbradas que hacen que la propaganda estadunidense sea mucho más efectiva que la burda versión totalitaria: promover el debate para mostrar lo abiertos que somos, pero siempre dentro de nuestros estrechos márgenes para que el mensaje de la propaganda se adopte por presuposición, lo que es mucho más eficiente que la aseveración. Así, para resaltar el hecho de que hay escepticismo sobre la depravación rusa, ostentamos al mismo tiempo la libre y abierta sociedad que somos, y de esta manera establecemos con mayor profundidad la ridícula afirmación que el sistema propagandístico trata de instaurar.

Existe, de seguro, otra posibilidad: tal vez segmentos de las clases intelectuales están tan inmersas en el sistema de propaganda que en verdad no son capaces de percibir el nivel de absurdo que hay en lo que dicen.

De cualquier forma es un crudo recordatorio del colapso de la arena del discurso racional, justo donde esperábamos que ésta pudiera ser defendida.

Desgraciadamente, es demasiado fácil continuar.

En resumen. Las tres razones por las que el reloj está a 100 segundos para la medianoche se reforzaron brutalmente el año pasado. No es una conclusión reconfortante, pero es ineludible.

–Los científicos nos advierten que el calentamiento global es en este momento una amenaza tan grande a nuestra existencia que la civilización se dirige a una catástrofe mayor. ¿Son útiles las visiones apocalípticas sobre la temperatura del planeta? ¿Qué será necesario para lograr una acción climática exitosa, tomando en consideración que la nación más poderosa de la historia es un Estado insolente que lleva al mundo al colapso ecológico, como lo dijo acertadamente George Monbiot en un artículo de opinión publicado en The Guardian?

–El programa de la Universidad de Yale sobre el clima y la comunicación ha llevado a cabo estudios sobre cuál es la mejor forma de hacer que la gente comprenda la realidad de la crisis que enfrenta la humanidad. Existen otras, desde diversas perspectivas.

Es una labor de particular importancia, sobre todo en el Estado insolente que lleva al mundo al colapso ecológico. También es una labor difícil, debido al negacionismo que existe no sólo en algunos círculos, sino que ha sido casi la política oficial del Partido Republicano desde que esta organización extremista sucumbió a la ofensiva del conglomerado energético Koch, lanzada cuando el partido se aproximaba a un viso de cordura durante la campaña por McCain en 2008.

Cuando los leales del partido escuchan a sus líderes, y a su cámara de eco mediática, les aseguran que no se preocupen, no es fácil convencerlos de lo contrario. Aunque el Partido Republicano es el extremo, no es el único que maneja este mensaje.

Parece ser del consenso general que los pronunciamientos apocalípticos no son útiles. La gente, normalmente, o los deja de escuchar o se rinde: Es demasiado para mí. Lo que parece tener más éxito es enfocarse en la experiencia directa y en pasos que pueden tomarse, incluso si son pequeños. Es un camino muy difícil de seguir para quienes tienen consciencia de la enormidad de la crisis. Pero los esfuerzos para llegar a la gente pueden ser hechos a la medida para tomar en cuenta su entendimiento y a sus preocupaciones; de otra manera podemos caer en un precipicio de pontificación egoísta.

–En otra entrevista discutimos los objetivos y los efectos del capitalismo neoliberal. Ahora, el neoliberalismo es a menudo vinculado con la globalización, pero es bastante obvio que el último es un proceso multidimensional que existe desde mucho antes del ascenso del neoliberalismo. Por supuesto, actualmente la forma dominante de globalización es la neoliberal, aunque esto no quiere decir que la globalización deba estructurarse en torno a políticas y valores neoliberales o que se deba pensar que no hay alternativa. Desde luego, existen continuas luchas por todo el mundo por el control democrático sobre los estados, mercados y corporaciones. Mi pregunta es, ¿se trata de una utopía pensar que el statu quo puede ser desafiado y que otro mundo es posible?

–La globalización simplemente significa integración internacional. Puede tomar muchas formas. La globalización neoliberal, ejecutada sobre todo durante los años de Clinton, se diseñó de acuerdo con los intereses del capital privado, con una gran variedad de acuerdos altamente proteccionistas diseñados para defender a los inversionistas, que fueron disfrazados de libre comercio.

Eso no fue de ninguna manera inevitable. Tanto el movimiento laborista y la Oficina de Investigación del Congreso (la Oficina de Evaluación Tecnológica, OTA) propusieron alternativas encaminadas hacia los intereses de los trabajadores. Éstas fueron ignoradas sumariamente y la OTA se disolvió, según algunas fuentes, debido a que el Partido Republicano de Newt Gingrich la consideró sesgada en su contra, pero también los nuevos demócratas clintonianos pudieron haber compartido ese sentimiento sobre los hechos y sus razones. El capital floreció, incluido el sistema financiero más depredador. El movimiento trabajador se vio seriamente debilitado y las consecuencias resuenan hasta el presente.

La globalización puede tomar cualquier forma, al igual que ocurre generalmente con los acuerdos económicos. Existe una larga historia de esfuerzos por separar el dominio político del económico, y este último se concibe como puramente objetivo, como la astronomía, guiado por especialistas en profesiones relacionadas con la economía e inmune a la voluntad de los ciudadanos de a pie, particularmente los trabajadores.

Un nuevo estudio de Clara Mattei argumenta de manera muy persuasiva que esta dicotomía, que normalmente toma la forma de programas de austeridad, ha sido el principal instrumento de la guerra de clases durante un siglo y ha pavimentado el camino hacia el fascismo, lo cual fue muy bienvenido por líderes de opinión de la élite occidental y causó entusiasmo entre los libertarios. Sin embargo, no hay razón para aceptar esta mitología. El dominio político en el sentido más amplio incluye el activismo laboral, entre otros movimientos populares, y puede dar forma al sistema económico para que beneficie a la gente en vez de a las ganancias y al poder privados. El ascenso de la democracia social ilustra eso muy bien, pero tampoco hay que aceptar la tácita hipótesis de que la autocracia capitalista es una ley de la naturaleza. Como dice Mattei: O las organizaciones populares se mueven más allá de las relaciones capitalistas (hacia la democracia económica) o la clase dominante reimpondrá su mandato.

El statu quo puede ser desafiado. Sin duda, un mundo mejor está a nuestro alcance. Hay muchas razones para hacer honor al lema del Foro Social Mundial: Otro mundo es posible, uno mucho mejor, y dedicar nuestros esfuerzos para volverlo realidad. 

Entrevista a Mons. Mario Antonio da Silva

Mons. Mario Antonio da Silva: «Hay muchos discursos en defensa de la vida, pero poca práctica en defensa de la vida frágil»

Mons. Mario Antonio da Silva

«Lo que también intenté compartir con las comunidades de la Diócesis de Roraima es que necesitamos tener una fe que sea más que normas, ya sean católicas o bíblicas»

«Queremos que se respete la dignidad humana de cada ser humano, que se reconozcan sus valores, que se cumplan sus derechos para que también puedan cumplirse sus deberes, sin traumas, sin sacrificios, sin opresión y sin injusticia»

«Un gran reto con este caso es que abramos más los ojos, que tendamos más la mano, que ejerzamos un poco más de sensibilidad hacia la realidad de los pueblos indígenas»

«Es importante que como católicos nos unamos en defensa de la vida y de la vida concreta. Hoy hay muchos discursos en defensa de la vida, desde la fecundación hasta la muerte natural, pero poca práctica en defensa de la vida concreta que existe ante nuestros ojos, sobre todo cuando es frágil»

Por Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Durante casi seis años, de 2016 a 2022, el actual arzobispo de Cuiabá fue Obispo de la Diócesis de Roraima, afirmando que vivió ese tiempo desde el aprendizaje y el compartir con las comunidades, también con los pueblos indígenas.

La situación en la que vive el pueblo yanomami le lleva a subrayar el trabajo realizado con este pueblo por la Iglesia en Roraima, especialmente por los Misioneros y Misioneras de la Consolata. Es una labor de defensa que «se da por la omisión de las autoridades, quienes tienen la competencia para atender a los pueblos indígenas«.

Ante este momento de tristeza y luto, Mons. Mario Antonio aboga por una verdadera ecología integral. El vicepresidente 2º de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños (CNBB), hace un llamamiento para que «como católicos nos unamos en defensa de la vida y de la vida concreta». Según él, «hoy hay muchos discursos en defensa de la vida, desde la fecundación hasta la muerte natural, pero poca práctica en defensa de la vida concreta que existe ante nuestros ojos, sobre todo cuando está frágil«.

Usted fue Obispo de la Diócesis de Roraima durante casi seis años. Vayamos donde vayamos, un trozo de nuestro corazón permanece. ¿Qué ha dejado en la Diócesis de Roraima?

Mi período en Roraima, casi seis años, fue un período de muchos desafíos, pero también un período de mucho aprendizaje, de aprendizaje con las comunidades, especialmente las que estaban más alejadas del gran centro que es la capital. Pero una experiencia única de aprendizaje con los pueblos y comunidades indígenas.

Una de las muchas cosas que aprendí allí e intenté devolver es la cercanía con la gente, la cercanía en el aspecto de estar juntos, no sólo para celebrar misa, sino también para vivir juntos. Y la convivencia se daba en las fiestas, en las kermeses, incluso en los momentos de comidas, eran momentos muy bonitos.

Lo que también intenté compartir con las comunidades de la Diócesis de Roraima es que necesitamos tener una fe que sea más que normas, ya sean católicas o bíblicas. Pero nuestra fe es adhesión a Jesucristo y esta adhesión se hace visible siguiéndole, en la práctica de la paz, la justicia y la solidaridad. Esto es lo que he intentado compartir con la gente, recibiendo de ellos impulso y motivación para una misión frente a tantos desafíos.

Usted habla de la importancia de vivir con la gente. La diócesis de Roraima está presente entre los yanomami a través de los misioneros y misioneras de la Consolata en la misión de Catrimani, que se lleva a cabo desde la convivencia con este pueblo. ¿Cuál es la importancia de esta presencia como Iglesia entre el pueblo yanomami y de esta manera de anunciar el Evangelio?

La Diócesis de Roraima siempre ha tenido en su historia, especialmente con los obispos anteriores, una gran preocupación por los pueblos indígenas y también específicamente por el pueblo yanomami, con la presencia de los misioneros de la Consolata, una presencia heroica, de hombres y mujeres, en la convivencia con las comunidades del pueblo yanomami, en el respeto a la cultura, en el respeto a la religión, en la convivencia, en la promoción de valores y en la valoración de la sabiduría del pueblo yanomami. En el cuidado de la propia cultura, de la propia humanidad, de los miembros de cada maloca, de cada comunidad, así como en el cuidado de la naturaleza, con el cuidado del bosque, de los ríos, de la obra del Creador.

Es una manera de vivir juntos muy respetuosa y con semillas del Evangelio, que revela realmente lo más humano y divino del ser, en el diálogo y en la confrontación. Por eso, la Diócesis de Roraima tiene una contribución sin igual en toda la Iglesia, para todo el mundo, a través del testimonio de los Misioneros de la Consolata, una presencia de respeto, de aprecio, digna de ser llamada también del Reino de Dios a la luz de lo que nos dice San Pablo, de la gracia, la paz y la justicia del Espíritu Santo.

Una presencia que fue también de defensa ante los numerosos ataques que los pueblos indígenas y especialmente el pueblo yanomami han sufrido en las últimas décadas. ¿Por qué es importante esta actitud de defensa de la Iglesia asumida por la Diócesis de Roraima en favor de los pueblos indígenas, del pueblo yanomami?

Queremos que se respete la dignidad humana de cada ser humano, que se reconozcan sus valores, que se cumplan sus derechos para que también puedan cumplirse sus deberes, sin traumas, sin sacrificios, sin opresión y sin injusticia. Pero desgraciadamente es fantasioso pensar que la Iglesia no necesita estar en la lucha por los más empobrecidos. La Iglesia de Roraima, como toda la Iglesia católica, cuando se coloca del lado de los indefensos, de los más pobres, ha sido el gran testigo de Jesucristo.

En el caso del pueblo yanomami, los misioneros y misioneras de la Consolata nos abren las puertas y los ojos a una actitud fundamental, aunque específica, ante los retos del pueblo yanomami, para luchar por la dignidad de su vida, su salud, su religión, preservando y escuchando su propia sabiduría.

La defensa de la Iglesia se debe a algo que nos da mucha tristeza, la omisión de las autoridades, que tienen la competencia de velar por los pueblos indígenas, la omisión del Gobierno Federal, del Gobierno Estatal y de otras instituciones que tienen la competencia de velar por los pueblos indígenas. Este abandono, esta negligencia, este desmantelamiento de los derechos ha llevado a los pueblos yanomami a una oscuridad aún mayor, a una oscuridad que no merecían. Me parece que ahora viene una nueva luz, hay una nueva luz que emerge. Una luz que la Iglesia siempre ha intentado mantener, incluso de forma limitada, con su fuerza y con su misión allí con el pueblo yanomami.

Una actitud que no es exclusiva de la Iglesia de Roraima, sino que podríamos decir que es asumida por la Iglesia de Brasil e incluso de la Iglesia universal con el apoyo expreso del Papa Francisco a los pueblos indígenas. Como vicepresidente 2º de la CNBB, ¿cómo cree que la Iglesia de Brasil está impulsando esta defensa y cómo lo que está ocurriendo con el Pueblo Yanomami desafía a la Iglesia Católica de Brasil en esta misión con los pueblos indígenas?

De hecho, toda la actividad de la diócesis de Roraima ha estado siempre acompañada por la Iglesia de Brasil, al igual que las diócesis de otros países, incluida Europa. Instituciones relacionadas con la defensa de la causa indígena y de los más pobres siempre han colaborado con este protagonismo de la Iglesia de Roraima. La CNBB ha seguido muy de cerca toda la cuestión de los pueblos yanomami. Incluso diversas entidades vinculadas a nuestra Conferencia, como la Red Eclesial Panamazónica, en comunión con la REPAM-Brasil, se han manifestado en este momento crucial para los pueblos Yanomami.

Un gran reto con este caso es que abramos más los ojos, que tendamos más la mano, que ejerzamos un poco más de sensibilidad hacia la realidad de los pueblos indígenas. En esta sensibilidad, no sólo de compasión en los momentos de sufrimiento, sino también de promoción, de reconocimiento en todos los demás momentos, en los momentos de conquistas y victorias de los pueblos indígenas.

Es necesario transformar este momento de tristeza, este momento de luto incluso, por tantos niños indígenas que murieron como consecuencia de esta devastación de derechos, devastación de la naturaleza, así como el envenenamiento de los ríos y todo lo que ha causado la destrucción del medio ambiente, pero consecuentemente por la bebida, las drogas, la prostitución, la invasión de la minería ilegal, la devastación total del ser humano, de las personas.

Cuidar a través de una ecología integral, el gran reto es poner en práctica lo que nos dice el Papa Francisco en Laudato si’, una verdadera ecología integral, que promueva la vida en su conjunto, con prioridad para los seres humanos más necesitados.

La Iglesia de Brasil ha recibido críticas y descalificaciones en los últimos días, en las últimas horas, incluso de personas que se dicen católicas. ¿Qué podemos decir a estas personas y cómo podemos mostrarles que la defensa que la Iglesia está haciendo del pueblo yanomami, de los pueblos indígenas, es algo que nace de la fe, del Evangelio, como una exigencia ante lo que Jesucristo nos pide como discípulos misioneros?

El mismo Jesucristo, cuando inicia su misión, además de invitar a la conversión a los valores del Reino de Dios, dice claramente que ha venido a evangelizar a los pobres, a anunciar el año de gracia del Señor, a liberar cautivos y prisioneros, en definitiva, a hacer el bien a los enfermos y necesitados. Desgraciadamente causa extrañeza en muchos cuando la Iglesia abraza esta causa, desgraciadamente. Debería ser normal, pero parece que cuando una Iglesia defiende la causa de los más pobres es algo extraordinario, como si fuera algo anormal. Esto simboliza que estamos huyendo un poco de nuestra misión.

Pero es importante, a pesar de las críticas que vengan, incluso de católicos conocidos y renombrados, a veces incluso influyentes, que demos un testimonio coherente de lo que es el Evangelio de Jesucristo, especialmente Jesús en su programa misionero. Abandonar el programa misionero de Jesús, según Lucas 4, sería una locura por nuestra parte y algo que no encajaría con la Iglesia de Jesucristo. No dejarán de hacerse críticas, pero que también las personas que critican se sensibilicen ante la vida humana que tienen ante sus ojos.

Es importante que como católicos nos unamos en defensa de la vida y de la vida concreta. Hoy hay muchos discursos en defensa de la vida, desde la fecundación hasta la muerte natural, pero poca práctica en defensa de la vida concreta que existe ante nuestros ojos, sobre todo cuando es frágil. La crítica nos hace darnos cuenta de que el cuidado de la vida humana sigue estando lejos del Evangelio de Jesucristo.

¿Cuál es su palabra de esperanza para los indígenas de Roraima, especialmente para el Pueblo Yanomami en estos momentos de tanto dolor?

Mi palabra de esperanza va en lo que escribe el profeta Isaías en uno de sus pasajes, los indígenas merecen una luz, merecen una gran luz. De hecho, los pueblos indígenas nos ofrecen esta gran luz en su forma de ser y hay que respetarlos. Mi mensaje es de respeto, de aprecio y gratitud por la perseverancia de las comunidades indígenas en sus luchas, en sus nobles causas.

Incluso en Roraima, en estos 50 años del Consejo Indígena de Roraima, el CIR, junto con el Cimi, también en todo Brasil, 50 años de existencia y testimonio en la lucha por las causas de los pueblos indígenas. Mi palabra no es de mucho, sino de motivación para que sigan con nuestro reconocimiento y nuestra comunión. Espero que como Iglesia Católica podamos ejercer un paso de verdadera sinodalidad con los pueblos indígenas hacia el Reino de Dios.

San Antón

San Antonio Abad (Protector de los animales domésticos)

Conocido popularmente como “San Antón”. Es el patrón de los animales, especialmente los de compañía. Asceta solitario, modelo de anacoretas, vencedor de grandes tentaciones. Soledad y caridad son sus grandes lecciones. Fundador, casi sin proponérselo, del monacato oriental

San Antonio Abad (Protector de los animales domésticos)

Por Francisca Abad Martín

Conocido popularmente como “San Antón”. Es el patrón de los animales, especialmente los de compañía. Asceta solitario, modelo de anacoretas, vencedor de grandes tentaciones. Soledad y caridad son sus grandes lecciones. Fundador, casi sin proponérselo, del monacato oriental.

Es curioso que la vida de un santo anacoreta y solitario, que tuvo pocos contactos con las personas y apenas ninguna con los animales, sea hoy día el “protector” de las “mascotas” y todos los años, el 17 de enero, la gente los lleve a las puertas de las iglesias para ser bendecidos con agua bendita por un sacerdote. Pero vayamos por partes y tratemos primero de conocer quién era este santo.

Existió en Egipto, a mediados del siglo III, una ciudad llamada Comán, cerca de Heraclea, entre el bajo Egipto y la Tebaida, donde vivía un joven llamado Antonio, que había quedado huérfano, con una hermana más pequeña a su cargo. La hacienda de sus padres parece ser que era extensa. Un día oyó comentar la frase del Evangelio: “Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes, distribuye el dinero a los pobres y sígueme” y ni corto ni perezoso decidió ponerlo en práctica. En consecuencia, se despojó de todo, lo repartió entre los pobres y confiando el cuidado de su hermana a un grupo de vírgenes que vivían en comunidad, comenzó una vida de asceta en una ermita apartada.

Ya en este primer retiro, el “enemigo” le asaltaba constantemente con fuertes tentaciones. Antonio lucha con todas sus fuerzas. Siguiendo el consejo evangélico se entrega a la oración y al ayuno, pero cerca había otros ermitaños y él lo que buscaba era la soledad absoluta. Entonces huye hacia los montes, encuentra una tumba vacía y un amigo se presta a llevarle comida, que él mismo se ganaba con su propio esfuerzo pues según nos cuenta su biógrafo Atanasio, trabajaba según la recomendación evangélica y lo que ganaba con su trabajo parte lo empleaba en su propio sustento y la otra lo repartía entre los pobres, puede que por esto haya sido considerado como el patrono de los tejedores de cestos. Mientras tanto, el demonio no dejaba de redoblar sus ataques, apareciéndosele de mil formas distintas. Estando aquí nuevamente volvió a sentir la llamada apremiante de la soledad; pasa a la orilla derecha del Nilo y encuentra, en medio del desierto, una vieja fortaleza abandonada y medio en ruinas, pero tiene abundancia de agua y allí se cobija. Levanta un muro para estar aislado por completo de la vista y el trato con los hombres. El amigo le arrojaba el pan por encima del muro. Tenía ya 35 años. Aquí pasó otros 20 años. Las tentaciones arreciaban.

Hay un famoso tríptico pintado por El Bosco, que se titula “Las tentaciones de San Antonio”, cuyo original se encuentra en el Museo de Artes Antiguas en Lisboa, del que existen varias copias, una de ellas está en el Museo del Prado de Madrid.

Su fama se fue extendiendo y sus admiradores llegaron a derribar el muro. Pronto se llena la montaña de hombres que querían imitarle, entre ellos el joven Atanasio, luego obispo de Alejandría, que fue quien después escribió su vida. Antonio llegó a ser para ellos un verdadero “abad”, aunque nunca llegaron a formar un monasterio “stricto sensu”. Era el año 305 y de esta forma acababa de nacer, aún sin proponérselo, el monacato oriental. Nunca escribió reglas, ni usaron hábito. Hacían una vida similar a la que después hicieron los cartujos o los camaldulenses. Según nos relata Atanasio, todos los habitantes del lugar, y personas honradas le veían como amigo de Dios y le querían como a un hijo o como a un hermano”.

¿Y qué hay de los animales? Cabe citar sus relaciones con un ermitaño llamado Pablo, a quien un cuervo le llevaba todos los días en el pico un pan y cuando Antonio se juntaba con él les llevaba dos. Cuando muere Pablo, Antonio lo entierra, ayudado por unos leones.  Hay más, existe la leyenda de que una jabalina con sus cachorros, que estaban ciegos, un día se acercó a Antonio y le miraba suplicante, entonces Antonio curó a los jabatillos y ya no se separaron de él. Cuando Antonio era atacado por alguna alimaña, la jabalina le defendía en agradecimiento. Puede que de aquí venga todo.  Con leyenda o sin leyenda, lo cierto es que los dueños de “mascotas” se sienten satisfechos creyendo que éstas vivirán más tiempo y más seguras después de haber recibido la bendición de su santo patrón.  Murió, según cuentan, sonriendo, a una avanzada edad en el monte Colzim, próximo al Mar Rojo.

Reflexión desde el contexto actual:

Sucede a veces que a un santo se le identifica con una personalidad que no es la que le corresponde y se le venera en razón de unos milagros de dudosa verosimilitud. Algo de esto es lo que ha sucedido con S. Antonio, que fue un hombre dotado de unas cualidades excepcionales y con una rica personalidad , habiendo llevado una vida que le hace acreedor de no pocos títulos de gran relevancia; pues bien la paradoja está en que su fama ha llegado hasta nosotros  por algo intrascendente que muy posiblemente  poco tiene que ver con la realidad; pero vete tú a decir a las gentes  devotas amantes de los animales que San Antonio no tiene bien merecido el ser nombrado Patrón de los animales , aunque solo sea por la devoción que le tienen

Estamos en el mismo barco

¿Vamos al encuentro de nuestra propia destrucción? — Leonardo Boff

La historia del ser humano en la Tierra se resume en gran parte en un permanente conflicto contra el ambiente. Este proceso ha ido tan lejos que el ser humano ha llevado adelante una verdadera guerra contra la Tierra en todos sus frentes: en el suelo, en el subsuelo, en el aire y en el mar, siempre con la perspectiva de saquear y extraer más y más beneficios.

En círculos científicos se dice que la acción humana sobre la tierra como un todo ha fundado una nueva era geológica: el antropoceno, que significa que los daños a la naturaleza no vienen de afuera, sino de la propia acción del ser humano, pensada y orquestada en su afán de extraer más y más beneficios para su vida. Tal hecho ha tenido como consecuencia el desequilibrio del planeta, que ha reaccionado enviándonos más calor, eventos extremos como inundaciones, huracanes y sequías, además de una gama creciente de virus, muchos de ellos letales, como el coronavirus.

El hecho es que hemos perdido la perspectiva del Todo. Nos hemos quedado únicamente con la parte. Ha ocurrido una verdadera fragmentación y atomización de la realidad y de los respectivos saberes. Se sabe cada vez más sobre cada vez menos. Tal hecho tienen sus ventajas pero también sus límites. Las ventajas, especialmente en la medicina que ha conseguido identificar los diferentes tipos de enfermedades y cómo tratarlas. Pero hay que recordar que la realidad no está fragmentada. Por eso los saberes sobre ella tampoco pueden estar fragmentados.

Dicho figurativamente: la atención se ha concentrado en los árboles, considerados en sí mismos, perdiendo la visión global del bosque. Peor aún, se ha dejado de considerar las relaciones de interdependencia que todas las cosas guardan entre sí. Ellas no están lanzadas ahí al azar, una al lado de la otra, sin las necesarias conexiones entre ellas que les permiten solidariamente vivir, autoayudarse y juntas coevolucionar,

Veamos los árboles: ellos tienen un lenguaje propio, distinto del nuestro, fundado en la emisión de sonidos. Los árboles hablan mediante olores que emiten y produciendo toxinas que envían a los otros árboles. Entre los iguales se establecen una relación de reciprocidad y colaboración. Con árboles distintos se entablan verdaderas batallas químicas en el afán de cada uno tener más acceso a la luz del sol o a nutrientes del suelo. Pero se hace siempre sin exceso, en una medida justa, de tal forma que el conjunto de árboles forman un rico y diverso bosque o selva.

En el caso humano, hemos perdido este equilibrio y la justa medida: se ha erosionado aquella corriente que relaciona a todos con todos, llamada Matriz Relacional. No hemos tenido en cuenta la amplia red de relaciones e interconexiones que envuelven al propio universo y a todos los seres existentes. No existe nada fuera de la relación. Todo está relacionado con todo en todas las circunstancias. Esa es la realidad de todas las cosas existentes en el universo y en la Tierra, desde las galaxias más distantes a nuestra Luna, y hasta las hierbas silvestres. Ellas tienen su lugar y su función en el Todo. En una elegante formulación del Papa Francisco en su encíclica Laudato si: sobre el cuidado de la Casa Común (2015) se afirma: «Todo está relacionado y todos nosotros, los seres humanos caminamos juntos como hermanos y hermanas, en una maravillosa peregrinación que nos une con tierno cariño al hermano Sol, a la hermana Luna, al hermano río y a la hermana y Madre Tierra… el sol y la luna, el cedro y la florecilla, el águila y el gorrión no existen sino en dependencia unos de otros, para complementarse y servirse mutuamente» (n.92; 86).

Si realmente todos estamos entrelazados, entonces debemos concluir que el modo de producción capitalista, individualista, que busca el mayor lucro posible a costa de la explotación de la fuerza de trabajo y de la inteligencia humana y especialmente de las riquezas naturales, sin darse cuenta de las relaciones existentes entre todas las realidades, contaminando el aire y envenenando los suelos con pesticidas, va a contracorriente de la lógica de la naturaleza y del propio universo que ligan y religan todo con todo, constituyendo el esplendoroso gran Todo.

La Tierra nos creó un lugar amigable para vivir pero nosotros no nos estamos mostrando amigables con ella. Por el contrario, la agredimos sin parar hasta el punto de que ella no aguanta más y comienza a reaccionar como si fuera un contraataque. Este es el significado mayor de la irrupción de toda una gama de virus, especialmente del Covid-19. De cuidadores de la naturaleza (Génesis 2,15) nos hemos vuelto su Satán amenazador.

Hasta la llegada de la modernidad entre los siglos XVII-XVIII, la humanidad se entendía normalmente como parte de la Madre Tierra y de un cosmos viviente y lleno de propósito. Se percibía ligada al Todo. Ahora la Madre Tierra ha sido transformada en un almacén de recursos y en un baúl lleno de bienes naturales a ser explotados.

En esta comprensión que ha acabado por imponerse, las cosas y los seres humanos están desconectados entre sí, siguiendo cada cual un curso individual. La ausencia del sentimiento de pertenencia a un Todo mayor, el no hacer caso al tejido de relaciones que liga a todos los seres nos ha vuelto desenraizados y sumergidos en una profunda soledad. Estamos poseídos por el sentimiento de que estamos solos en el universo y perdidos, cosa que la visión integradora del mundo, que existía anteriormente, lo impedía. Hoy nos damos cuenta de que debemos establecer un lazo de afectividad con la naturaleza y con sus diversos seres vivos e inertes, pues tenemos el mismo código genético de base, por lo tanto somos hermanos y hermanas (árboles, animales, pero también las montañas, lagos y ríos). Si no ponemos corazón en nuestra relación –de ahí la razón cordial– difícilmente salvaremos la diversidad de la vida y la propia vitalidad de la Madre Tierra.

¿Por qué hemos hecho esta inversión de rumbo? No hay una única causa, sino un conjunto de ellas. Pero la más importante y perjudicial ha sido haber abandonado la llamada Matriz Relacional, es decir, la percepción del tejido de relaciones que entrelazan a todos los seres. Ella nos daba la sensación de ser parte de un Todo mayor, de que estábamos incluidos en la naturaleza como parte de ella y no simplemente como sus usuarios y con intereses meramente utilitaristas. Perdimos la capacidad de encantamiento por la grandeza de la creación, de reverencia ante el cielo estrellado y de respeto por todo tipo de vida.

Si no cambiamos, podrá realizarse lo que el Papa Francisco advirtió en la encíclica Fratelli tutti: «estamos en el mismo barco: o nos salvamos todos o nadie se salva» (n.32). No estamos llamados a ser los agentes de nuestra propia destrucción sino a ser la mejor floración del proceso cosmogénico.


*Leonardo Boff ha escrito con el cosmólogo Mark Hathaway, El Tao de la liberación: explorando la ecología de transformación, Vozes 2010/ Orbis Books, Nueva York 2010, prefacio de F. Capra.

Espiritualidad ecológica

Por el Cardenal Oscar Madariaga

En una de sus encíclicas, san Juan XXIII dice que no hay nada más concreto que lo espiritual. Es una pedagógica manera de decirnos que espiritualidad es un modo de vivir. A manera de ejemplo, se podría decir que espiritualidad salesiana es vivir de la forma que proponía Don Bosco. Así también otras: mariana, ignaciana, teresiana, benedictina, franciscana, etc. Se trata de énfasis distintos para vivir un mismo Evangelio. Con fidelidad a Jesús, pero con acentos en algunos aspectos particulares. Son formas concretas, no etéreas, de vivir la vida.

Cuando se nos pide reflexionar sobre espiritualidad ecológica, lo primero que observamos es que se trata de asumir la cuestión ecológica en clave de fe. Siguiendo la enseñanza de san Juan XXIII, se trata de ver cómo vivir concretamente nuestra relación con el medio ambiente, en cuanto espacio de vida humana. Dicho de otra manera, cómo vivir la enseñanza evangélica ante y en la grandiosa obra de la Creación.

Inmediatamente recordamos la enseñanza del papa Francisco: todo está interconectado. No es posible considerar lo ecológico en la sola perspectiva medioambiental, como algo ajeno a las situaciones que condicionan la vida humana. La vida humana es parte del todo ecológico. Todo lo creado fue dado por el Padre Bueno y entregado ‘en administración’ al ser humano ‘de todo tiempo’. Es su hábitat. Sin este no hay vida. Es necesario el equilibrio. Cuando se daña un ecosistema, también se hace lo mismo sobre la calidad de vida de las personas.

Hay que agregar más. Cuando se daña a una persona, también se destruye una parte del ecosistema universal. Cuando una persona no puede participar, sea de los bienes de la Creación o de la vida pública o de la cultura, esa persona está siendo dañada. Y cuando se daña a una persona –hija adaptiva de Dios– es al Padre mismo a quien se agrede.

Por eso es que la Iglesia defiende tanto todo espacio de la Creación. El hábitat humano incluye la naturaleza, las condiciones de trabajo, la calidad de vida, acceso a la vivienda, a la salud, a la cultura y a la recreación. En fin, espacio para disfrutar de la vida familiar y, por cierto, tiempo para dar gracias a Dios.

Escuela y familia

¿Cómo se relaciona esto con la educación? Una sana espiritualidad ecológica en la educación se expresa en complementar la tarea de la familia como espacio de acogida, de socialización, de aprendizaje.  Aprendizaje de conocimientos útiles para construir una vida mejor, pero antes que eso, de buen trato entre personas, de respeto mutuo, de justicia, de compartir, de crecimiento. Escuela y familia, familia y escuela unidos ecológicamente para respetar a toda persona humana, tanto a nivel individual, como en comunidad.

La pregunta que surge es si acaso no se trata de un sueño ingenuo. Creo que no. Se trata de una tarea ardua, porque el bien y el mal coexisten. Sin embargo, el Señor de la historia es quien nos llama a construir su Reino desde hoy. En este espacio es donde se encuentran ecología y educación, para heredar a las generaciones futuras una sociedad mejor, un mundo mejor, donde todas las mujeres y todos los varones se reconozcan en una muy concreta espiritualidad ecológica.

La espiritualidad del cuidado de la Creación

Dimensión Ecológica: desafiados a educar y promover la espiritualidad del cuidado de la Casa Común

Dimensión Ecológica: desafiados a educar y promover la espiritualidad del cuidado de la Casa Común
Dimensión Ecológica: desafiados a educar y promover la espiritualidad del cuidado de la Casa Común

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe cumplió su primer aniversario y el pasado 31 de octubre se presentó al Papa Francisco el texto Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias que surgió de este proceso de escucha, diálogo y discernimiento comunitario

Este 2 de diciembre, finalizaron los encuentros continentales con el análisis de la Dimensión Ecológica, recordando que en diferentes espacios de la Asamblea Eclesial se manifestó el interés particular por el compromiso de los cristianos con el cuidado de la casa común

Los encuentros continentales estuvieron dirigidos al pueblo de Dios con el propósito de promover la apropiación del texto de la Asamblea Eclesial y analizar las líneas de acción propuestas que implican el compromiso de todos los creyentes del continente

Por Paola Calderón

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe cumplió su primer aniversario y el pasado 31 de octubre se presentó al Papa Francisco el texto Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias que surgió de este proceso de escucha, diálogo y discernimiento comunitario, lo que motivó la organización de un ciclo de encuentros continentales dirigidos al pueblo de Dios con el propósito de promover la apropiación de su contenido y analizar las líneas de acción propuestas que implican el compromiso de todos los creyentes del continente.

Este 2 de diciembre, finalizaron los encuentros continentales con el análisis de la Dimensión Ecológica, recordando que en diferentes espacios de la Asamblea Eclesial se manifestó el interés particular por el compromiso de los cristianos con el cuidado de la casa común, como se lee en el apartado 373 del texto; así como la necesidad de trabajar creando conciencia sobre las implicaciones de la problemática, entendiendo que su defensa es expresión de coherencia en el ejercicio de la fe y que a partir de las acciones es posible ampliar la incidencia o el impacto a favor del cuidado del medio ambiente.

En esta oportunidad, el encuentro contó con la participación de Monseñor Jorge Lozano, el diácono Alirio Cáceres y la joven Paola Balanza que desde la oración, la reflexión y el testimonio, enriquecieron el momento y plantearon los desafíos que nos propone el texto a partir de las reflexiones hechas antes, durante y después de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.

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Orar, reflexionar, testimoniar

«La creación gime como con dolores de parto y sufre por la corrupción a la que fue sometida,» fue el fragmento de la carta del apóstol Pablo a los romanos que subrayó Monseñor Jorge Lozano, secretario general del Celam, al abrir la agenda con una oración en la que recordó la invitación hecha de forma permanente por el Papa Francisco de escuchar el clamor del los pobres y de la tierra, por lo que abogó desde la plegaria para poner en la manos de Dios el anhelo de trabajar por una casa común que pueda ser preservada y para que las orientaciones pastorales del texto de la Asamblea Eclesial sirvan para iluminar este proceso de reflexión y acción.

En este sentido, Alirio Cáceres Aguirre, diácono permanente de la Arquidiócesis de Bogotá orientó la reflexión sobre la Dimensión ecológica desde su experiencia como ecoteólogo; con el objetivo de motivar la lectura, apropiación y la necesidad de hacer vida los lineamientos de la Asamblea Eclesial, comprendiendo que esta dimensión no es ajena a las demás que propone, por lo que invitó a abordar el texto desde la comprensión de los clamores del pueblo de Dios en la Asamblea Eclesial que no son otros sino expresiones de las realidades que viven, los signos de los tiempos y las señales latentes en el territorio, conscientes de que el discipulado misionero implica ser custodios de la creación, es decir, cuidadores de la Casa Común.

Trayendo a la memoria algunos fragmentos de la encíclica Laudato Si’, el experto recordó que «Asumir la experiencia de Dios implica coherencia en la cotidianidad y hacer incidencia en las estructuras es una labor permanente. Así esta dimensión ecológica nos hermana con la humanidad y con todos los seres que son fruto del amor desbordante de la comunidad preciosa de amor infinito,» como define el Papa Francisco a la Santísima Trinidad en varios de los documentos que hacen parte de su Magisterio.

Ecología Integral

Una dimensión transversal

Para entender cuál es el énfasis que hace la Asamblea, el ecoteólogo buscó las palabras claves dentro del texto, entre ellas aparecen términos como ecología integral, casa común, ambiente, Laudato, clima, agua, territorio, indígenas, originarios y afro; términos presentes en 146 páginas y 383 numerales, lo que podemos asociar con las preocupaciones del Pueblo de Dios y la aplicación clara de la interconexión entre todas las dimensiones, no se trata de propuestas diferentes. Entonces aseguró que este es uno de los principales desafíos, consiste en «conectar la pluralidad de las acciones ecológicas con la diversidad étnica y social que propone esta dimensión».

Si bien el texto en rico en su diagnóstico sobre las realidades y carencias pastorales de América Latina y el Caribe, el diácono insistió en la necesidad de conectar todas las dimensiones evitando su reducción a las prácticas ecologistas, para que el texto pueda aplicarse a la vida en términos de evangelización, siendo sensibles a las necesidades y pensamientos de los jóvenes y los pueblos, especialmente los Afro y originarios; porque desde la fe es preciso ir más allá de las prácticas ambientales para lograr que la aplicación de los principios de la ecología tengan un carácter verdaderamente integral.

Y este -considera- es uno de los mayores aportes de la Iglesia, hablar de Ecología integral, pasar de la buena intención de cuidar el ambiente para cuidar a toda la familia que ha sido creada por Dios, es decir, la casa común y quienes la habitan. Así recordó la importancia de entender conceptos como la territorialidad y en ella el nacimiento de redes eclesiales y territoriales al servicio de esta cultura del cuidado más allá de lo confesional.

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Dispuestos a enredarnos

Al respecto, destacó el trabajo de redes como la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM) y la recién formada Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG) cuyos trabajos plantean una preocupación por los denominados 9 límites planetarios, referidos más allá del cambio climático y orientado a problemáticas como el acceso y la conservación a fuentes de agua dulce, el cuidado de los océanos y la necesidad de reducir la huella de carbono, todos con elementos científicos que hacen parte de esas razones para trabajar en los desafíos y acciones pastorales propuestas por el texto de la Asamblea Eclesial.

Para el ecoteólogo estamos «enredados» lo que significa que al establecer vínculos entre personas con el interés común de respetar el planeta y favorecer su conservación, estamos aportando a la experiencia de la sinodalidad esto nos llama a fortalecer el trabajo interinstitucional y asumir esos sueños planteados por el Papa Francisco en Querida Amazonía más allá de este territorio, en realidad son sueños para el todo el planeta, uno de los primeros pasos está en asumir un estilo de vida sencillo, sobrio y sin perder de vista la meta de formar comunidades de cuidado al servicio y la conservación de la Casa Común, como invita esta dimensión presente en las acciones pastorales propuestas desde la Asamblea Eclesial.