La Buena Noticia del Dgo. 19º-A

¡Ánimo! soy yo, no temáis!

4.2.7

Mt, 14, 22-33

¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?

Estamos viviendo una situación de crisis en la Iglesia, contagiándonos unos a otros  el desaliento, el miedo y la falta de fe. No somos capaces de ver que Jesús se nos está acercando precisamente desde el interior  de esta fuerte crisis.

Pedro siente un impulso interior y sostenido por la llamada de Jesús, salta de la barca y «se dirige a Jesús andando sobre las aguas». Así hemos de aprender hoy a caminar hacia Jesús en medio de las crisis: apoyándonos no en el poder, el prestigio y las seguridades del pasado, sino en el deseo de encontrarnos con Jesús en medio de la oscuridad y las incertidumbres de estos tiempos.

¿Por qué dudamos tanto? ¿Por qué no estamos aprendiendo apenas nada nuevo de la crisis? ¿Por qué seguimos buscando falsas seguridades para «sobrevivir» dentro de nuestras comunidades, sin aprender a caminar con fe renovada hacia Jesús en el interior mismo de la sociedad secularizada de nuestros días?

Lectura de la Palabra

Mt 14, 22-33                                   Hombre de poca fe. ¿Por qué has dudado?

22Enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. 23Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo. 24Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. 25A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. 26Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. 27Jesús les dijo enseguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!». 28Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua». 29Él le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; 30pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame». 31Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?». 32En cuanto subieron a la barca amainó el viento. 33Los de la barca se postraron ante él diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios»

Comentarios a la Palabra

 Pistas a tener en cuenta para antes de hundirnos

Por José Antonio Pagola

Es sorprendente la actualidad que cobra en estos tiempos de crisis religiosa el relato de la tempestad en el lago de Galilea. Mateo describe con rasgos certeros la situación: los discípulos de Jesús se encuentran solos, «lejos de tierra firme», en medio de la inseguridad del mar; la barca está «sacudida por las olas», desbordada por fuerzas adversas; «el viento es contrario», todo se vuelve en contra; es «noche cerrada», las tinieblas impiden ver el horizonte.

Así viven no pocos creyentes el momento actual. No hay seguridad ni certezas religiosas; todo se ha vuelto oscuro y dudoso. La religión está sometida a toda clase de acusaciones y sospechas. Se habla del cristianismo como una «religión terminal» que pertenece al pasado; se dice que estamos entrando en una «era poscristiana» (E. Poulat). En algunos nace el interrogante: ¿no será la religión un sueño irreal, un mito ingenuo llamado a desaparecer? Este es el grito de los discípulos al atisbar a Jesús en medio de la tempestad: «Es un fantasma».

La reacción de Jesús es inmediata: «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo». Animado por estas palabras, Pedro hace a Jesús una petición inaudita: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti andando sobre el agua». No sabe si Jesús es un fantasma o alguien real, pero quiere comprobar que se puede caminar hacia él andando, no sobre tierra firme, sino sobre el agua, no apoyándose en argumentos seguros, sino en la debilidad de la fe.

Así vive el creyente su adhesión a Cristo en momentos de crisis y oscuridad. No sabemos si Cristo es un fantasma o alguien vivo y real, resucitado por el Padre para nuestra salvación. No tenemos argumentos científicos para comprobarlo, pero sabemos por experiencia que se puede caminar por la vida sostenidos por la fe en él y en su palabra.

No es fácil vivir de esta fe desnuda. El relato evangélico nos dice que Pedro «sintió la fuerza del viento», «le entró miedo» y «empezó a hundirse». Es un proceso muy conocido: fijarnos solo en la fuerza del mal, dejarnos paralizar por el miedo y hundirnos en la desesperanza.

Pedro reacciona y, antes de hundirse del todo, grita: «Señor, sálvame». La fe es muchas veces un grito, una invocación, una llamada a Dios: «Señor, sálvame». Sin saber ni cómo ni por qué, es posible entonces percibir a Cristo como una mano tendida que sostiene nuestra fe y nos salva, al tiempo que nos dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudas?».

19 Tiempo ordinario – A (Mateo 14,22-33)

Testigos de la Palabra

Pedro Casaldáliga, el obispo descalzo y el poeta de los que no cuentan

Le acompañan las causas que dieron sentido a su vida: Dios, los pobres, la tierra, los indígenas

Este obispo descalzo y sin mitra, con el corazón lleno de nombres, nunca dejó de apoyar a todos los que hoy más le cantan, y que no dejarán que sus versos sean un futuro imposible

Nació a orillas del Llobregat, en una lechería de Balsanery en 1.928, en el seno de una familia católica. La Guerra Civil española le cogió en zona republicana, por lo que desde sus ocho años y hasta los once, el tiempo que duró la guerra, se confesaba en los establos y galerías, y ayudaba en misa a eucaristías de catacumba

São Felix do Araguaia, pequeño municipio del Mato Grosso de Brasil. Llega en 1.968 desde España junto con Manuel Luzón, CMF a fundar una misión católica, cuyos 150.000 kilómetros cuadrados de pastizales, florestas, selvas y ríos habitados por indios, pobres campesinos emigrados y peones de acarreo de los interminables latifundios agropecuarios fueron hechos Prelatura Apostólica

08.08.2020 | Oficina de Prensa de los Claretianos

Ha muerto un referente religioso de nuestros días. El obispo emérito de São Félix do Araguaia ha fallecido a los 92 años. Aunque ya avisaba su larga enfermedad de Párkinson, con la que convivió durante muchos años el final llegó en el hospital de Batatais. A Pedro Casaldáliga le acompañan las causas que dieron sentido a su vida: Dios, los pobres, la tierra, los indígenas, los mártires… También su amplia obra poética y sus hermanos de la congregación a la que él pertenecía, los Misioneros Claretianos.

Era un religioso de una vida de oración muy profunda, de donde nace su ofrenda apostólica con la gente marginada. Un hombre insobornable, comprometido con el Evangelio. Y los suyos, su gente, han sido siempre los que nada pueden, los que no cuentan. Los que mueren-matados tantas veces antes de tiempo. Este obispo descalzo y sin mitra, con el corazón lleno de nombres, nunca dejó de apoyar a todos los que hoy más le cantan, y que no dejarán que sus versos sean un futuro imposible.

Pedro Casaldáliga nació a orillas del Llobregat, en una lechería de Balsanery en 1.928, en el seno de una familia católica. La Guerra Civil española le cogió en zona republicana, por lo que desde sus ocho años y hasta los once, el tiempo que duró la guerra, se confesaba en los establos y galerías, y ayudaba en misa a eucaristías de catacumba. Algunas veces tuvo que encubrir ante los milicianos el paradero de las monjitas de sus primeros años de escuela, o dar escondite a los desertores. Finalizada la guerra, le hizo saber a sus padres su deseo de ser sacerdote. Al año siguiente entró al seminario de Vic y entre conversaciones con sus superiores y visitas al sepulcro de San Antonio María Claret, llega a escribir en su diario que “se me despertó la vertiente última de mi vocación sacerdotal”. Sería misionero.

De sus años de formación, “podría decir lo que ya tantos otros han dicho”, pero el joven Pedro Casaldáliga ya sentía que el celo le abrasaba. Dicho con sus propias palabras “la definición que del Misionero Claretiano nos legara el Fundador pedía eso, un hombre que arde en caridad, que abrasa por donde pasa…”.

Sus primeros 16 años de claretiano en España

Sabadell, durante seis años y Barcelona durante los tres siguientes supusieron un contacto con la realidad social española que fue determinante a la hora de modelar su estilo y la esencia de su ministerio sacerdotal. Alternó el mundo obrero con los Cursillos de Cristiandad, con la vida en comunidad, con clases en la escuela y horas en el confesionario. También como director de la Juventud Claretiana, donde atendía a los ‘descartados’ -como hoy diría el papa Francisco- por culpa del vicio, del dolor, de las migraciones o de la falta de trabajo. Y en medio de todo esto, es llamado para implantar los Cursillos en Guinea, “en la parte que aún era española”. A su regreso, escribió: “Ya llevaba para siempre en el corazón, confusamente, como un feto, África, el Tercer Mundo, Los Pobres de la Tierra y esa nueva Iglesia –La Iglesia de los pobres– que diríamos a partir del Concilio”.

A los 33 años, coincidiendo con el inicio del Concilio Vaticano II, recibe destino para ir a Barbastro, para ser formador de los seminaristas claretianos –pasó allí tres años– “bajo las sombras aún presentes de los cincuenta y un mártires hermanos de 1.936”, anota en su diario. A estas alturas, le llegó un nuevo encargo: ir a Madrid, a dirigir la centenaria revista cordimariana El Iris de Paz, a la que cambió el nombre por Iris, Revista de Testimonio y Esperanza.

Dicho con sus propias palabras “la definición que del Misionero Claretiano nos legara el Fundador pedía eso, un hombre que arde en caridad, que abrasa por donde pasa…”

En torno a esta y otras actividades de Madrid se había fraguado un grupo de compañeros claretianos con quienes compartía la vida en total comunión –“compañeros del alma, compañeros de las horas decisivas, imprescindibles en el futuro: Fernando Sebastián, Teófilo Cabestrero, Maximino Cerezo, Santiago García, Rufino Velasco, etc…”–.

Seguidamente, hubo Capítulo General de renovación de la Congregación en 1.967 y Pedro fue elegido para participar en él como representante de la antigua Provincia de Aragón. De estos días, Pedro escribe: “El anuncio de la Palabra era nuestra misión en la Iglesia. Debíamos vivir el Vaticano II”. Y fue durante este Capítulo de renovación cuando fue enviado al Mato Grosso: “Yo –apunta Pedro en sus diarios– había conseguido, por fin, lo que había soñado y pedido y buscado, rabiosamente, durante todos los días de mi vida de vocación: las Misiones”.

América Latina será mi cruz definitiva

São Felix do Araguaia, pequeño municipio del Mato Grosso de Brasil. Llega en 1.968 desde España junto con Manuel Luzón, CMF a fundar una misión católica, cuyos 150.000 kilómetros cuadrados de pastizales, florestas, selvas y ríos habitados por indios, pobres campesinos emigrados y peones de acarreo de los interminables latifundios agropecuarios fueron hechos Prelatura Apostólica por la Santa Sede en 1.969.

Casaldàliga, obispo y poeta

A Brasil llegó, cuenta él, “sin saber muy bien a dónde ni cómo, pero sintiendo que veníamos en misión. Y llegamos en pleno recrudecimiento de la dictadura militar y nos encontramos con una Iglesia de catacumbas con sus espléndidas minorías proféticas y la sangre corriendo”.

Pronto le salpicaría en su misión esa sangre que corría, y pronto le consagrarían obispo, el 24 de octubre de 1.971, día de San Antonio María Claret. Y ese mismo día publicó la carta pastoral Una Iglesia en la Amazonía en conflicto con el latifundio y la marginación social. Junto a la Doctrina de la Iglesia que incluía denunciar las injusticias en la evangelización, daba 80 páginas de testimonios con nombres, apellidos, lugares, haciendas y firmas.

Y comenzó a ser misionero-obispo bajo amenazas de muerte, hasta el punto de ver cómo moría asesinado el P. João Bosco Penido, SJ, vicario de la Prelatura. Amenazado, pues, por su fidelidad a la misión profética de vivir y anunciar testimonialmente el evangelio liberador de los excluidos y esclavizados por el inhumano sistema de vida y de poder vigentes “bajo la Ley suprema del revólver del 38”.

Nunca volvió a España, ni siquiera para el entierro de su madre. No abandonó la Misión porque no podía correr el riesgo de salir de Brasil. Es más, a los pocos meses de ser ordenado obispo, ya escribía: “esta es mi tierra en la Tierra. Este es mi pueblo. Por ella, con él, caminaré hacia la Patria”. El Gobierno había intentado expulsarlo del país en diversas ocasiones; en concreto, le incoaron cinco procesos de expulsión, pero la intercesión directa del Papa Pablo VI lo impidió. “Quien toca a Pedro, toca a Pablo”, tuvo que subrayar el Pontífice. Años más tarde, tras la visita ad limina con el Papa Juan Pablo II, el 21 de junio de 1.988, Casaldáliga afirmó: “creo en Pedro y su primado y estoy dispuesto a dar la vida por él”. Hablaron, entre otras cosas, de la injusticia que se da en Brasil, y su problemática social.

El trabajo pastoral de Casaldáliga y de su equipo se centró en las siguientes áreas: catequesis y celebraciones de la fe; educación; atención a la salud; y las reivindicaciones mayores como la defensa de los derechos humanos, la lucha por la tierra y la causa indígena.

En torno a 1.984 se le diagnostica la Enfermedad de Párkinson –“el hermano Párkinson”, como él mismo se refiriera a ella–. Una enfermedad neurológica que afecta a los movimientos de la persona, causa lentitud de movimientos, rigidez muscular, y alteraciones en el habla y al escribir. Comienza a cumplir disciplinalmente los consejos médicos, lo que de alguna manera retarda, pero no detiene el avance de la enfermedad.

En el año 2.003 le llegó a Pedro el tiempo de renunciar al cargo de obispo. Su preocupación era la de la continuación de la caminhada pastoral. Esto le fue angustiando, sobre todo con la demora de la nunciatura, afectándole a su salud, cada vez más frágil. Finalmente, el 2 de febrero del 2.005 el Vaticano le aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la Prefectura por mayoría de edad, nombrando obispo de São Felix do Araguaia a monseñor Leonardo Ulrich Steiner, de la Orden Franciscana. Dom Pedro continuó viviendo en la prelatura a partir de entonces, ya jubilado. Ex-mérito, como le definió un periodista poco familiarizado con el lenguaje eclesiástico, y que él siempre citaba como una broma.

Al final de sus años, muchos medios de comunicación estuvieron interesados en acercarse a Pedro, pero él se resistía a conceder entrevistas que hablaran de sí mismo: “Olvídense de mí y ocúpense de las causas que dan sentido a mi vida. Ellas permanecen”, argumentaba. La gente pasa. Las causas continúan y los días siguen dando que pensar.

Algunos Títulos y Premios otorgados a Mons.Pedro Casaldáliga, CMF.

El escritor argentino, Adolfo Pérez Esquivel propuso para premio Nobel de la Paz de 1.989 al obispo claretiano Pedro Casaldáliga. “El motivo principal para lanzar la candidatura de Pedro –dice el escritor– es el trabajo realizado durante veinte años por este obispo en pro de la integración latinoamericana en defensa de los derechos de los indios pobres y de los trabajadores de la Amazonía brasileña”. Fue nuevamente propuesto en 1.991 y 1.992.

La fundación española Alfonso Comín le concedía el 28 de septiembre de 1.992 el Premio Internacional por “compartir desde 1.968 la vida de los indígenas y campesinos de esta parte del Amazonas defendiendo sus derechos y haciendo sentir su voz frente a la agresión que padecen contra su vida, su tierra y su cultura y por la solidaridad que mantiene con toda América Latina”.

En 1.993 fue propuesto candidato al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Al año siguiente, el actual Rey de España, Felipe VI, mencionó uno de sus poemas en el discurso de estos galardones. En 1.995, repite candidatura al Premio Príncipe de Asturias, esta vez optando al área de Comunicación y Humanidades.

En 1.999 la Fundación León Felipe, de España, le otorga el “Premio por los derechos humanos” con la siguiente argumentación: “Ante la globalización económica, que gratifica siempre a los más ricos y acaudalados, Pedro Casaldáliga ha universalizado el grito de los pobres por su liberación. Con su palabra profética y su presencia permanente entre los indígenas del Mato Grosso, Casaldáliga está siendo un acicate insobornable contra la injusticia y una llamada a la conciencia humana y cristiana sobre el valor y dignidad de la persona humana”.

En 2.006 recibe el Premio Internacional de Cataluña. Los miembros del jurado y el Presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, viajan a Brasil para entregárselo. Es nombrado Hijo Predilecto de su Ciudad Natal en 1.985 y Doctor Honoris Causa por la Universidad Federal del Mato Grosso en 2.003 y por la Universidad de São Felix do Araguaia en el 2.006.

La Buena Noticia del Dgo 14º-A

Venid a mi los cansados y agobiados

Gracias, Padre, porque has revelado esto a los sencillos

Jesús invita al descanso a los pequeños, a los pobres, a los que viven la injusticia, el rechazo o la marginación.

Es un mensaje de ánimo, liberación y esperanza frente a todas las formas de cansancio y esclavitud.

Jesús siempre habla del amor gratuito e incondicional del Padre, que da sentido a todo en nuestra vida.

¿Y nosotros, somos también alivio para los cansados y agobiados por estqa situación de pandemia que estamos viviendo?

Lectura de la Palabra

Mt 11, 25-30

25En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. 26Sí, Padre, así te ha parecido bien. 27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Comentario a la Palabra:

«Jesús no ‘complica’ la vida, la hace más simple y humilde»

Los sencillos

Los sencillos

«La gente sencilla e ignorante, los que no tienen acceso a grandes conocimientos, los que no cuentan en la religión del templo, se están abriendo a Dios con corazón limpio»

Sin embargo, los «sabios y entendidos» no entienden nada. Tienen su propia visión docta de Dios y de la religión. Creen saberlo todo. No aprenden nada nuevo de Jesús»

«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados». Es la primera llamada. Está dirigida a todos los que sienten la religión como un peso

Abandonar el de los «sabios y entendidos», pues no es ligero, y cargar con el de Jesús, que hace la vida más llevadera

Por José Antonio Pagola

Un día, Jesús sorprendió a todos dando gracias a Dios por su éxito con la gente sencilla de Galilea y por su fracaso entre los maestros de la ley, escribas y sacerdotes. «Te doy gracias, Padre… porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla». A Jesús se le ve contento. «Sí, Padre, así te ha parecido mejor». Esa es la manera que tiene Dios de revelar sus «cosas».

La gente sencilla e ignorante, los que no tienen acceso a grandes conocimientos, los que no cuentan en la religión del templo, se están abriendo a Dios con corazón limpio. Están dispuestos a dejarse enseñar por Jesús. El Padre les está revelando su amor a través de él. Entienden a Jesús como nadie.

Sencillos

Sin embargo, los «sabios y entendidos» no entienden nada. Tienen su propia visión docta de Dios y de la religión. Creen saberlo todo. No aprenden nada nuevo de Jesús. Su visión cerrada y su corazón endurecido les impiden abrirse a la revelación del Padre a través de su Hijo.

Jesús termina su oración, pero sigue pensando en la «gente sencilla». Viven oprimidos por los poderosos y no encuentran alivio en la religión del templo. Su vida es dura, y la doctrina que les ofrecen los «entendidos» la hacen todavía más dura y difícil. Jesús les hace tres llamadas.

«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados». Es la primera llamada. Está dirigida a todos los que sienten la religión como un peso y a los que viven agobiados por normas y doctrinas que les impiden captar la alegría de la salvación. Si se encuentran vitalmente con Jesús, experimentarán un alivio inmediato: «Yo os aliviaré».

Sencillos

«Cargad con mi yugo… porque es llevadero y mi carga, ligera». Es la segunda llamada. Hay que cambiar de yugo. Abandonar el de los «sabios y entendidos», pues no es ligero, y cargar con el de Jesús, que hace la vida más llevadera. No porque Jesús exija menos. Exige más, pero de otra manera. Exige lo esencial: el amor que libera y hace vivir.

«Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón». Es la tercera llamada. Hay que aprender a cumplir la ley y vivir la religión con su espíritu. Jesús no «complica» la vida, la hace más simple y humilde. No oprime, ayuda a vivir de manera más digna y humana. Es un «descanso» encontrarse con él.

Testigos de la Palabra

José María Gran
José María Gran

José María Gran nace en Barcelona en 1945 y es ordenado sacerdote el 9 de junio de 1972, día de Pentecostés.
A los tres años se va como misionero a Guatemala, donde hay una gran represión de los militares, sobre todo en el Quiché, su zona de trabajo.
El 31 de enero de 1980 mueren calcinados en la embajada española 39 campesinos y catequistas. La diócesis del Quiché hace una fuerte denuncia: “Desde nuestra experiencia de fe , interpretamos esta realidad como un rechazo al plan de Dios y como una situación contínua de pecado”.
Las militares acusan al P. Gran de ser el que informa al obispo Mons. Gerardi de las acciones represivas del ejército a los indígenas.
El 4 de junio al regreso de una gira misionera en el municipio de Chajul, el P. José Maria y su sacristán Domingo del Barrio son interceptados por un batallón del ejército, que les asesinaron con todo lujo de detalles y les llenaron sus mochilas de propaganda de la guerrilla para poder acusarlos de subversivos.
Por motivos de seguridad llevaron a enterrar sus restos a Chichicastenango, a una tumba prestada por un vecino del lugar y donde pudimos ir a hacerle un sentido homenaje los misioneros españoles de Centroamérica.
En 1993 la parroquia de Chajul reclamó sus restos donde han quedado dignamente colocados bajo el altar mayor de la iglesia recientemente reconstruida y restaurada.
Allí sus restos son un signo elocuente de la entrega de una vida misionera hasta el final, hasta derramar su sangre sirviendo a la causa del Evangelio.

Verdad y justicia para nuestros mayores

ANITA BOTWIN

Varias personas en una manifestación en homenaje a los residentes fallecidos por coronavirus en la Plaza de la Diputación de Vitoria, País Vasco (España), a 20 de marzo de 2021.- EUROPA PRESS

Este miércoles tenemos una cita con la memoria, la verdad y la justicia. Se presenta en Madrid la Plataforma Verdad y Justicia en la residencias de mayores con las voces de epidemiólogas, periodistas, familiares y trabajadores de residencias. Aunque parece lejano ya, no han pasado ni dos años desde que la presidenta de la Comunidad de Madrid decidió abandonar a su pueblo y especialmente a sus mayores. Ya casi dos años desde que muchos ancianos morían solos y encerrados en sus residencias. Otros no morían, pero malvivían sin apenas tener comunicación con el mundo exterior.

Las familias se han cansado de esperar respuesta y se han unido para presionar al Gobierno de la Comunidad de Madrid y buscan conocer qué pasó en las residencias de mayores en la primera ola de la pandemia, cuando murieron 7.291 personas en los propios centros sin ser trasladados a un hospital para recibir atención médica.

Ahora que ya pasó (tocamos madera) la emergencia sanitaria y gozamos de una normalidad que permite hacer lo mismo de siempre es momento de reivindicar y exigir que se haga justicia con los que ya no están. Es momento de preguntarse también que habría pasado si la Comunidad de Madrid no hubiera concedido la gestión de hospitales públicos a ciertas empresas privadas que se han hecho de oro gracias al deterioro de la atención sanitaria que recibimos los madrileños.

Verdad y Justicia nace con el apoyo de Amnistía Internacional, que ya documentó en distintos informes la vulneración de los derechos de los mayores usuarios de residencias durante la primera ola. La ONG denunció en su momento que los ancianos vieron vulnerados su derecho a la salud, a la vida, a la no discriminación, a la vida privada y a una muerte digna. En sus informes se dice, entre otras cosas que las residencias nunca pueden ser ‘aparcamientos’ de personas mayores y que la emergencia sanitaria no debió ser nunca una excusa para no asegurarles atención y protección.  La organización también habló de la mala gestión durante el pico de la primera ola de la pandemia que tuvo como consecuencia la falta de los EPI en el personal, la exclusión generalizada y discriminatoria de la derivación hospitalaria y aislamiento de residentes durante semanas enteras sin apenas comunicación con sus familias ni con el mundo exterior.

Sin embargo y a pesar de la gravedad de los hechos, no se ha conseguido respuesta ni por la vía política ni por lo judicial (9 de cada diez investigaciones penales de la Fiscalía han sido archivadas) y por eso mismo la sociedad civil organizada ha decidido que si las instituciones les dan la espalda, serán ellos los que tomen las riendas y crearán si es preciso una comisión de investigación para averiguar lo ocurrido. En las investigaciones penales no se ha escuchado a los familiares, que son quienes tienen mucho que contar y de primera mano, y se han archivado nueve de cada diez casos. Se ha hecho caso omiso de los informes médicos que han aportado, en los que en muchos casos queda claro que se les abandonó y algunos de ellos murieron incluso de hambre o de sed.

La plataforma se presenta este miércoles 18 de mayo a las 11.00 horas en la librería Traficantes de Sueños, en Madrid, y el acto será presentado por Victoria Zunzunegui, epidemióloga; Manuel Rico, director de investigación de infoLibre y autor del libro ¡Vergüenza! El escándalo de las residencias; Mercedes Huertas, familiar de una persona fallecida, y Rosa María García, trabajadora de una residencia.

Como en otros casos de la historia reciente de nuestro país, y de eso los republicanos sabemos un poco, se quiere pasar página sin hacer justicia, que la memoria se transforme en olvido y no existan responsabilidades de ningún tipo. Nos suena la historia en la que por desgracia, se abandona a los más desfavorecidos, a los nadies, los olvidados.

Para dar un paso hacia adelante es necesario poner el foco en los errores del pasado. Por ello, es fundamental que se aclare todo lo sucedido, porque si no hay cambios ni humanización en las residencias, nada cambiará. Y les diré más, jamás se podrá conseguir una atención humana y digna en las residencias mientras no se depuren responsabilidades.

La crisis climática

La ONU exige una reducción inmediata de los gases que causan la crisis climática: “Es ahora o nunca”

Chimeneas emitiendo CO2 / EFE
Chimeneas emitiendo CO2 / EFE

El mensaje científico es claro: si no se cortan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, es imposible contener el recalentamiento del planeta que está alterando el clima. “Una reducción rápida, profunda, incluso inmediata”, exige el Panel Científico de la ONU (IPCC) en su último informe.

La ONU alerta de que la crisis climática se acelera y todos sus daños empeoran

Los cálculos que muestra esta evaluación global sobre mitigación del cambio climático no engañan. Contener el calor extra de la Tierra en 1,5ºC implica, físicamente, que, como muy tarde en 2025, las emisiones de CO2 caigan y en 2030 sean la mitad. “Estabilizar la temperatura exige que haya emisiones netas cero en 2050”, repiten los científicos del IPCC. La diferencia en cuanto a daños que supone detener el calentamiento en 2ºC en lugar de 1,5 es muy significativa. Implica admitir demasiados efectos irreversibles para la salud, la seguridad y los ecosistemas.

La cuestión es que los números no cuadran. Por un lado, entre 2010 y 2019, el promedio anual de emisiones de gases invernadero ha estado en su máximo así que la acumulación en la atmósfera no ha parado de crecer. Por otro, las políticas actualmente puestas en marcha por los países, lejos de atajar el calentamiento del planeta a 1,5ºC o, al menos, 2ºC al final de siglo predicen un incremento de las emisiones más allá de 2025 y, por lo tanto, “el recalentamiento se irá a 3,2ºC”.

Es ahora o nunca. Sin esas reducciones en todos los sectores implicados será imposible

Jim Skea, codirector de la investigación

“Es ahora o nunca. Sin esas reducciones en todos los sectores implicados será imposible”, ha asegurado el codirector de la investigación, Jim Skea , que ha remarcado que el cambio climático es “el resultado de más de un siglo de uso insostenible de la energía y el terreno, además de los modelos de consumo y producción”.

El calentamiento del futuro depende del presente

Es una cuestión de ahora o nunca porque el pico de calentamiento que experimentará la Tierra en futuras décadas depende directamente de la acumulación de gases de efecto invernadero que provocan actualmente las actividades humanas. El CO2 que se libera ahora mismo –que dura activo cientos de años– se suma al que se liberó desde finales del siglo XIX a lo que se le añade, por ejemplo, el metano, para espesar la costra gaseosa que retiene el calor en el planeta.

El informe destaca que los recortes en las emisiones, el abandono de los combustibles fósiles y el cambio hacia fuentes de energía limpia son “la única opción real de evitar un cambio climático desbocado”, analiza la red Climate Action Network que aúna a 1.500 organizaciones de todo el mundo.

“Alcanzar y mantener unas emisiones netas cero hace que el calentamiento vaya declinando después de marcar su máximo”, indican los investigadores. Pero, al mismo tiempo, se ha comprobado que la acumulación de emisiones que conllevarán las infraestructuras de combustibles fósiles existentes y planeadas excede la que permitiría limitar el calentamiento en 1,5ºC.

Una vez más, las cuentas no salen así que ¿de dónde reducir?

Energía: desengancharse del petróleo, el gas y el carbón

Todas las fórmulas posibles para conseguir el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5ºC o 2ºC extras pasan por eliminar gran parte de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón de la generación de energía. “Todos los modelos incluyen pasar de esos combustibles a fuentes renovables o que tengan sistemas de captura de carbono”, dice el informe.

Lo del sistema de captura es una estrategia desplegada por los productores de combustibles fósiles que afirman que pueden atrapar las emisiones de CO2 y que no se instalen en la atmósfera. El informe dice que, para que esto funcionara, deberían capturar el 90% de las emisiones de plantas térmicas y el 50-80% de las fugas de metano.

En este sentido, el IPCC explica que los costes de generar electricidad con fuentes renovables se han abaratado constantemente desde 2010. El coste por megavatio de la energía solar ha caído un 85% y el de la eólica un 55%, indica el trabajo.

Industria: una manera diferente de producir y consumir

Las emisiones netas cero en la industria “son un reto, pero es posible alcanzarlas”, sentencia el IPCC. Los eslabones donde puede fabricarse lanzando menos gases invernadero son múltiples. Lo primero, y más intuitivo, es que la electricidad que se utilice en las fábricas provenga de fuentes renovables. El subidón del precio de la energía que ha conllevado la escalada del coste del gas (antes y después del inicio de la guerra en Ucrania) ha revelado las consecuencias de la dependencia de este combustible fósil y su influencia a la hora de fijar el precio de la electricidad.

También se apunta a la economía circular de materiales para no mantener la dinámica de extracción, uso y desperdicio que, a la larga, impone emisiones de CO2.

Nos encontramos en una encrucijada. De las decisiones que tomemos ahora depende conseguir un futuro vivible

Hoesung Lee, jefe del IPCC

“En realidad, lo que confirma el informe es que con el sistema económico actual no seremos capaces de evitar la crisis climática”, aseguran en la organización Amigos de la Tierra. Y explican que en el trabajo del IPCC es imposible encontrar modelos que no sobrepasen el 1,5ºC grados. “O se produce un cambio de sistema o no será posible abordar la crisis”.

Las ciudades: transportarse y construir sin emitir tanto

“La manera de funcionar de las ciudades son una fábrica de CO2. Puede recortarse, para empezar, con el cambio a modelos de transporte urbano más eficientes: los vehículos eléctricos alimentados por fuentes limpias son los que más posibilidades de reducción ofrecen”. El IPCC admite que los biocombustibles sostenibles y otros productos como el hidrógeno pueden servir para atajar los gases de la aviación, el transporte marítimo y el trasporte pesado por carretera.

En cuanto a la construcción hay mucho campo: los edificios, tanto los que ya existen como los que vayan a levantarse, deberían estar pensados para no provocar emisiones de CO2. Utilizar electricidad renovable, impedir las fugas y conseguir que demanden menos energía.

Los científicos del IPCC insisten en que “la evidencia es cristalina”. “El momento de actuar es ahora y pueden rebajarse a la mitad las emisiones para 2030”. Nos encontramos en una encrucijada“, resume el jefe del IPCC Hoesung Lee. ”De las decisiones que tomemos ahora depende conseguir un futuro vivible“.

Aceptar nuestros límites

por Ianire Angulo Ordorika 


No sé si a todo el mundo le pasa como a mí, pero estos primeros días de enero me están resultando terriblemente intensos. Acabamos de empezar el 2022 y ya se me está haciendo un poco largo. Supongo que la causa principal de esta sensación no es solo la acumulación de trabajo, sino también la dificultad que siempre implica retomar el ritmo habitual cuando este se ha frenado por las vacaciones. Como cualquier objeto físico, también experimentamos la inercia y supone mucho esfuerzo pasar de una situación de pausa a otra de movimiento. Por más que queramos, no somos coches, no podemos modificar nuestra velocidad muy rápido, pasando de cero a cien kilómetros por hora en apenas unos segundos.

Frustración

Igual se trata solo de un problema mío, pero este hacérseme cuesta arriba reiniciar lo cotidiano me parece un ejemplo más de que no siempre querer es poder. Hemos escuchado muchos mensajes de autoayuda y de motivación que afirman con rotundidad que todo cuanto se desea resulta accesible en la medida en que nos esforcemos, pero cada vez estoy más convencida de que se trata de un gran engaño. Son muchas las realidades que se escapan de nuestro alcance, por más que pongamos alma, vida y corazón en conseguirlas. Además de no poder lograrlo, la idea de que podemos conquistarlo todo por puños genera una inmensa frustración y nos incapacita para abrazar la existencia tal y como esta es, sin maquillajes ni adornos, a “cara lavada”.

No deja de impresionarme la frase con la que el leproso del evangelio de Marcos se dirige a Jesús. Él le dice: “Si quieres, puedes limpiarme” (Mc 1,40). Este personaje diferencia con claridad el querer y el poder, probablemente porque él mismo ha experimentado en propia carne lo que supone querer ser sanado y no poder hacerlo por sí mismo. Jesús es el que quiere y puede nuestro bien, pero a nosotros nos corresponde hacer el proceso de reconocer tanto nuestros deseos como lo que la realidad da de sí y está a nuestro alcance. Solo cuando aceptamos con serenidad nuestros límites, podemos gestionar la frustración y abrirnos a Quien todo lo puede y desborda con su don nuestras incapacidades. Mientras hacemos este aprendizaje, vayamos asumiendo que, tras las vacaciones, todo nos cuesta el doble… ¡y no pasa nada! 

Cuidar la Madre Tierra (21): Vivir de otra forma

Comunidad Cristiana Popular Antioquía de Sevilla

Orientaciones y propuestas para vivir mejor con menos y de otra forma
Algunos valores que propone la encíclica “LaudatoSí” de Francisco podrían ayudar a un cambio de mentalidad, a una nueva cultura en relación con nuestro estilo de vida y con el planeta. Los presentamos siguiendo el esquema de Joan Carrera (Cristianismo y Justicia) y contando con las aportaciones y el debate de nuestra pequeña Comunidad.

ÍNDICE
1. Ser capaz de vivir sabiamente y de pensar en profundidad
2. Ampliar a las futuras generaciones el concepto de “prójimo”

  1. Considerar universalizable lo que hacemos y que tiene un impacto sobre la naturaleza
    4. Apostar por un crecimiento que no sea voraz e irresponsable
    5. Tomar conciencia del valor de la interdependencia
    6. Vivir y entender nuestra vida como un don, un regalo.
    7. Aprender a apreciar las diferentes dimensiones de la felicidad
    8. Dejarse guiar por el principio de precaución
    9. Unir estrechamente las cuestiones sociales y ecológicas
    10.Recuperar una cierta sacralidad de la naturaleza
    11.Retornar a la simplicidad y a la capacidad de disfrutar con poco
    12.Remarcar el valor de los pequeños gestos cotidianos
    13.Valorar el descanso, la dimensión celebrativa de la vida, una dimensión receptiva y gratuita

14.Alguna otra orientación importante
A – Controlar las informaciones y fomentar el pensamiento crítico humanista: para ello:

a. Usar criterios razonables para limitar las escuchas de debates y telediarios
b. Seleccionar bien las fuentes de información y diversificarlas. Las hay especialistas en generar ruido más que auténtica información. Escuchar también a los que no piensan como nosotros. Seguir alguna revista.
c. Tratar de mantener la serenidad ante los ruidos mediáticos que inevitablemente
puedan llegarnos
d. Menos móvil, sobre todo cuando se está con otras personas. No usarlo en la mesa. No ser esclavos del móvil.

  1. Aprender a descubrir las fakes news y los bulos a través de alguna web de apoyo (Maldita.es Maldito Bulo)
    f. Formar parte de un grupo donde se compartan análisis de esta sociedad injusta y proyectos de transformación de ella
    g. Participar y fomentar cursos, escritos, videos… en que se trabaje sobre el
    pensamiento crítico humanista y sobre alfabetización “digital”
    h. No utilizar la tele como ruido de fondo
    i. No caer en la trampa de la impaciencia cognitiva (= fuerte tendencia a compartir una información antes de confirmar su verdad, por el deseo de ser el primero en comunicarla) Ser capaz de vivir sabiamente y
    de pensar en profundidad

2
j. Hacerse agente antirumor (agente antirumor) dentro Stoprumores (Ong)
k. Detectar, evitar un@ mism@ y denunciar las falacias más comunes: p.e:
generalizaciones indebidas, de Vicente, lugar en el tiempo, “pues anda que tú”,
“muñeco de paja”, “argumentum ad hominem”, falsa bifurcación, pruebas anecdóticas, argumento sentimental, argumento de autoridad, confusión, no distinguir dentro de un sistema, eufemismos…en nuestras conversaciones, en los debates, en las intervenciones de los políticos, en la prensa…

  1. Ser activ@s en el mundo de internet de forma crítica y solidaria
    m. Ser conscientes de las reacciones emotivas que provocan en nosotros ciertas informaciones y saber gestionarlas razonablemente (inteligencia emocional)
    B – Profundizar en nuestra propia dimensión interior, en nuestra soledad: caminando o practicando algunos ejercicios diarios de concentración en la individualidad al tiempo que trascendiendo de ella y colaborando muy activamente en la recepción y envío de energía positiva. Para ello, por lo menos, tener unos 15 minutos al día de silencio y soledad para
    pensar, orar y gozar de paz interior. En esta línea es bueno analizar los porqués míos y de los otros (escuchar y escucharme). Preguntarme y preguntar (que los demás sepan que me importan). Ponerme en el lugar de los otros: empatía.

A – Estar en contacto con jóvenes. Escucharlos. Conocer sus preocupaciones. Dar ejemplo.
B – No olvidar el largo plazo en nuestras decisiones
C – Recordar con frecuencia que mis acciones y omisiones tienen consecuencias en el futuro: consumo de agua, luz, generación de basura…
D – Pensar en nuestros hijos, nietos, alumnos. Esto nos vitaliza en la búsqueda de un mundo nuevo, limpio y generoso.
1. Tener presente este pensamiento en el acto diario y a veces incómodo de reciclar, en el de comprar evitando los plásticos y evitando el consumo exagerado
2. Preguntarnos de vez en cuando: Si todos actuaran como estoy yo actuando en estos momentos ¿qué pasaría?

  1. Tener esto en cuenta a la hora de comprar un coche (consumo, contaminación…), construir una vivienda (tipo de materiales, sociabilidad…). Hacérselo ver al constructor para que vaya sonando como factible
    4. Informarse sobre la “huella ecológica” y tener en cuenta la que uno deja (La huella ecológica (del inglés ecological footprint) es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.) Para medir tu
    huella ecológica haz click AQUÍ
  2. Difundir la concienciación sobre la “huella ecológica”
    6. Intentar comprender otras opciones, puntos de vista diferentes y dialogar. Abrirnos a nuevas formas de ver las cosas
    Ampliar a las futuras generaciones el concepto de prójimo
    Considerar universalizable loque hacemos y que tiene un impacto sobre la naturaleza

3
A – Apostar, siempre que sea posible, por el uso de la economía local y de los productos cercanos forma parte de la alternativa que proponemos,
1. así preferir la producción agrícola de temporada y del entorno,
2. sistemas de construcción y de producción limpios y adaptados al territorio, sin
tener que recurrir a las largas distancias,
3. limitar nuestras apetencias viajeras, viajar en cercanía
4. consolidar los huertos urbanos y familiares rurales, las tiendas y talleres de
barrio, los mercadillos, en fin, todo aquello que acerque la economía a
nuestras casas.
5. pagar los servicios que nos prestan, adelantando, a cuenta, parte del precio
para ayudar al comercio local

B – Empezar a medir el progreso de un país no en términos cuantitativos, sino en función de
otro indicador más cualitativo que tenga en cuenta el bienestar de todos los ciudadanos.
Reflexionar alguna vez y ayudar a que otros reflexionen sobre en qué consiste el
auténtico progreso humano. Profundizar un poco en este tema y difundir lo que
vayamos descubriendo en conversaciones, grupos, internet …
C – Llevar a la práctica una serie de medidas concretas. Algunas pueden ser, entre otras,
1. Reciclar separadamente los distintos residuos
2. Ahorrar energía eléctrica
3. Utilizar el ascensor sólo para subir reduce el gasto energético
4. Ahorrar agua

  1. Reciclar aceite: usar los contenedores específicos
    6. Ir al punto limpio para reciclar lo no necesario
    7. Reducir la ropa que se usa
    8. Comprar a granel lo que se pueda, reduciendo el gasto de envases innecesarios
    9. Llevar bolsas de tela a la compra
    10. Usar el menos plástico posible
    11. Frecuentar las tiendas de segunda mano
    12. Comprar de vez en cuando en las tiendas de “comercio justo”
    13. Comprar en los pequeños comercios de nuestro barrio
  2. En el consumo energético optar siempre que se pueda por las energías renovables
    15. Cuando compre, pensar a quien compro y cómo se ha producido lo que compro
    D – Interesarnos en uno de los proyectos que lleva a cabo la banca ética (p.e: Tríodos Bank) y hacerles una inversión
    E – Aportar una cuota mensual a la parroquia, a Caritas, a mi AA.VV., a alguna asociación…
    Una forma de apoyar al barrio.
    F – Ejercer el “decrecimiento”: Cambiar el estilo de vida (la tecnología al servicio del hombre, no el hombre absorbido por la tecnología).
    Utilizar medios de transportes ecológicos, cambiar vanguardia por ecología (vida más sana, rural, no apuntarte a lo último que sale…)
    Apostar por un crecimiento que no sea voraz e irresponsable
  3. 4
    Parece que sería muy importante, incidir en la enseñanza de nuestros niños y adolescentes en aquellos temas que profundizan en el valor de los intercambios culturales, , idiomas, religiones y otros elementos culturales, danzas y músicas, vestidos, especies vegetales y animales etc…
    desnudando todo ello de los medios bélicos e imposiciones sobre los pueblos·que fueron sus formas de transmisión en muchos casos
    y descubriendo las maneras pacíficas de intercambio que también se han·
    dado.
    2. Observar otros seres vivos y mirar al cielo, los amaneceres y puestas de sol. Son preciosos.
    3. Respeto a los animales
    4. Oponerse a los espectáculos taurinos
  4. Valorar y cuidar las relaciones con los compañeros de trabajo y también con los alumnos.
    Estas relaciones no son un subproducto, sino un objetivo. Y hay que ser proactiv@s y asertiv@s en ellas.
    6. Respetar los ritmos animal y vegetal: No diezmar especies (humana, animal, vegetal).
    Fortalecer a las que están en peligro de extinción.
    A – Llevar ese SÍ AGRADECIDO a la vida en lo cotidiano de nuestro hacer, familia, vecinos, amigos, en nuestro entorno y hasta donde sin agobio podamos alcanzar.
  5. Se trata de gestos y palabras del día a día en nuestros quehaceres todos, tratando de armonizar o sintonizar con los que opinan distintos, firmes en nuestros criterios pero dispuestos a revisar nuestros puntos de vista y sin vejaciones.
    2. No callar en lo que creemos y prudentemente retirarnos si nos cierran de momento la posibilidad mínima de entendimiento y sinceridad. Como dice el Desiderata: “Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas, sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente. Escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante. Ellos también tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu”.

B – Llevar a cabo una actividad de voluntariado.
C – Ser agradecido con las personas
D – Acostumbrarnos a ver lo positivo de las personas y expresarlo con sencillez
E – Agradecer y cuidar lo que tenemos, sintiéndonos responsables “de la vida”, manifestándolo en nuestras acciones (no hacer acciones que puedan perjudicar a otros: fumar, talar árboles, Tomar conciencia del valor de la interdependencia
Vivir y entender nuestra vida como un don, un regalo.
5
contaminar atmósfera o aguas…)
F – Disfrutar de todo lo positivo de la vida y colaborar en que otras personas también disfruten Se trataría de aprender
1. a apreciar lo justo que tienes como soporte de una vida en paz. Y lo que la naturaleza y la sociedad te da.

  1. que se necesita poco para ser feliz. Son cosas generalmente sencillas, un atardecer de esos que vemos en el Aljarafe, un amanecer entre cantos de una inmensa variedad de pájaros, un fruto recién recolectado en el huerto, una charla mientras desayunamos con la persona que amas, la visita de un amigo, aunque sea por video conferencia, un poema que escribes y
    compartes, unas notas que brotan en el teclado… caminar por un sendero.
    3. que en muchos momentos hay que esforzarse. La alegría o felicidad pueden coexistir hasta con las situaciones adversas y que como el dolor se diferencia del sufrimiento, del hurgar en la herida, esa actitud reivindica la dicha de la vida y de la creatividad, que es una actitud de ayuda a la creación.
  2. que la felicidad del otro es también mi felicidad.
    5. a reducir nuestras posesiones y tratar de compartirlas.
    6. a entablar relaciones positivas con las personas (no implica ceder en todo)
    7. que lo que hago tenga un sentido para mí (familia, comunidad…)
    8. a compartir dinero, tiempo, medios, creencias e ideas, habilidades… con los demás
    9. a cultivar la vida interior, el silencio, la lectura serena de temas de fondo
    10. a vivir más sencillamente para que todos puedan vivir: Retorno a la simplicidad que nos hace valorar lo pequeño.
    11. a no acumular “placeres” (la comida y bebida que nos gusta, todo tipo de electrodomésticos, libros, música, películas…)
    12. sorprendernos con pequeños regalos (a nosotros y a los demás) que llenan de sentido los distintos momentos.
  3. Cuidar de nosotros y de nuestro entorno familiar, de vecindad, de sociedad ante posibles daños naturales o de otros ciudadanos.
    2. Actuar con precaución y sentido común
    3. En decisiones dudosas inclinarse siempre por el apoyo a los más vulnerables de la tierra y por la defensa de la Naturaleza
    4. Evitar daños irreparables para las personas y el planeta: Proteger sobre todo a los más débiles de guerras, hambrunas, desertización…
    Aprender a apreciar las diferentes dimensiones de la felicidad
    que no pueden reducirse al hecho de tener o poseer
    Dejarse guiar por el principio de precaución: ante la posibilidad de
    daños graves e irreversibles, aunque no tengamos certeza absoluta, tomar
    medidas para evitarlos
    6
    Defender en todo momento una solución integral a la contradicción que en ocasiones puede darse entre la justicia social y la ecología. Por ejemplo, encontrar una vía de solución a la construcción naval que no implique ceder a la industria de guerra (caso de las naviera y Arabia Saudí). Hoy la gestión medioambiental nos exige inversiones, por ejemplo, en barcos que limpian
    de plásticos mares y ríos:
    https://www.energias-renovables.com/fotovoltaica/interceptor-el-barco-solar-que-limpialos-20191209 https://ovacen.com/barco-limpiar-rios/
    Pensar en una sociedad con las personas y la casa común en el centro.
    Pensar de vez en cuando que la justicia tiene una dimensión ecológica y que el respeto a la Naturaleza no es opcional sino de justicia

Difundir esa idea de alguna forma
Respeto a la diversidad cultural (defensa de las minorías culturales): evitar la desaparición de culturas y especies animales y vegetales.
La justicia ecológica nos lleva a la defensa del “Bien Común”, con una opción preferencial por los más pobres (“no hay personas descartables”): es la consecuencia del destino común de los bienes de la tierra.

  1. Contemplarla con ojos nuevos: no cuesta trabajo sentir y vivir la naturaleza con ojos humanos y no creemos que esto esté peleado con la ciencia. Percibir vida y memoria en los árboles, edificaciones rurales, caminos… imaginar en los viejos alcornoques de la Sierra que bordean los caminos cuánta historia han visto pasar. Parece bello acercarnos así a la
    naturaleza.
  2. Estar abierto a otras realidades sin menospreciar ni juzgar.
    3. Realizar actividades de contacto con la naturaleza (marchas, parques…)
    4. Cultivar el silencio y la contemplación en soledad en la Naturaleza (retiro)
    5. Impregnarse un poco de la espiritualidad de San Francisco de Asís sobre este tema
    6. Compromiso de no conducir nunca con prisa, con tiempo de sobra y tratar de disfrutar, no
    pasando nunca de los 110. Así ganamos en seguridad (el coche es un peligro,
    especialmente en la ciudad) y ahorramos malos humos
    7. Cambiar nuestra forma de vivir. Cuidar nuestro cuerpo. Evitar el sedentarismo. Dejar de comer galletas u otros dulces industriales. Así cuidamos nuestra salud…
    8. Respeto por todo el Universo: Todo está impregnado del Espíritu

Unir estrechamente las cuestiones sociales y ecológicas
Recuperar una cierta sacralidad de la naturaleza
7
a) Creemos que necesitamos poco para ser feliz y, entre ello, saborear la felicidad del otro
b) Reducir nuestros deseos, sobre todo los impuestos por la publicidad, siendo conscientes de nuestras verdaderas necesidades.
c) Revisar periódicamente nuestros armarios y prescindir de lo que no usamos
d) Reducir la compra de ropa y calzado

  1. e) Valorar lo pequeño, agradecer lo que tenemos y no entristecernos por lo que no tenemos.
    A veces puede darnos flojera. Por ejemplo, el solo hecho de coger el camino del reducir los residuos (especialmente plásticos), recuperar y reciclar puede ser un pequeño gesto cotidiano que nos da satisfacción y nos ponen en el camino de cambiar este mundo.
    Decir con frecuencia, de forma sentida, “te quiero”·
    Sorprender de cuando en cuando a las personas que nos rodean con detalles, sin tener en·cuenta si es santo o cumpleaños
    Los regalos, a ser posible, sean artesanales e incluso hechos por nosotros mismos.·
    Reducir el número de regalos en cumpleaños, Reyes, …·

Vivir nuestras acciones como pequeños gestos cotidianos de cuidado mutuo civil y·
políticamente, devuelven la dignidad y hacen un mundo más habitable y feliz. Plantearse con frecuencia que a partir de pequeños cambios se va logrando un cambio mayor
a) Para ello tenemos que aprender a estar plenamente en el momento espacio-temporal que nos pide el cuerpo y el espíritu, hay que aprender a escucharlos y a atenderlo, como cuando nos pide comer.

  1. Celebrar
    b. el descanso de una tarea,
    c. el estar con alguien querido,
    d. con la naturaleza,
    e. dejarnos penetrar por la compañía del otro,
    f. de la luminosidad del día,
    g. por la paz de la noche,
    h. por la alegría de sentir tu cuerpo descansado y tu mente relajada,
    no es fácil, por nuestro aprendizaje de años en lo contrario, pero es la paz interior y bien vale también, aunque parezca una contradicción, esforzarse en ello.
    b) Hacer una fiesta.
    c) Relajarse el fin de semana o en vacaciones o en la siesta.
    Retornar a la simplicidad y a la capacidad de disfrutar con
    poco, que nos permite detenernos a valorarlo pequeño.
    Remarcar el valor de los pequeños gestos cotidianos
    Valorar el descanso, la dimensión celebrativa de la vida, una
    dimensión receptiva y gratuita que es algo diferente al mero no hacer
    8
    d) Dedicar más tiempo a la familia, amigos e incluso a uno mismo.
    e) Compartir comidas frugales con las personas cercanas
    f) Provocar encuentros con familias, amigos… donde se compartan vivencias, tapitas…
    g) Cultivar la música, el cine, la pintura, etc y disfrutar con ellas
    h) Valorar la dimensión celebrativa de la vida como punto de encuentro con los otros (sin perder la dignidad ni depravarnos).
    i) Celebrar la diversidad de la vida

1 – Creemos que en todo caso hay que seguir y seguir en ello, pese a los obstáculos externos e internos. Otras palabras que nos animan en esto son las que se ponen en boca de Al Pacino en “Esencia de Mujer”: “En el tango uno no se equivoca. No es como en la vida. Si uno se equivoca o se enreda, sigue bailando”. Seguir, seguir, seguir…
2 – No caminar solo. Compartir con un grupo, una comunidad o una persona que nos ayude.
El mismo proceso de búsqueda compartida puede ser estimulante.
COMUNIDAD ANTIOQUIA – 17 JUNIO 2020

 

Espiritualidad y política

UTOPÍA nº 115: Espiritualidad y Política

Dentro del ciclo de este año, ¿Que es la espiritualidad?, encaramos el nº 115, con el lema Espiritualidad y política.

Partiendo de que un espíritu sin “carne” social está vacío y de que la primera prueba de la espiritualidad auténtica es la opción social y política, en el momento que estamos viviendo, golpeados por la inesperada pandemia, se agudiza todavía más la total desconexión entre la praxis política y las preocupaciones de la ciudadanía.

Hay una perversión de la democracia que no responde a las necesidades del pueblo, que produce que los ciudadanos estén en otra cosa y los políticos sigan enzarzados en disputas partidistas y estériles.

Planteamiento del nº 115

Intentaremos hacer un planteamiento global del tema de este número desarrollando las reflexiones en tres líneas para cada una de las tres ediciones:

  1. El sistema privado: Espiritualidad de lo público
  2. El acceso a la alimentación: Espiritualidad de la Tierra
  3. Religión vs Evangelio: El secuestro de la religión por la política (y viceversa), que enlazará con el tema del nº 116: Espiritualidad y post-religiones

Contenido

Tras la entrevista que Luis Ángel Aguilar ha realizado a Emma Martínez Ocaña, y que se completa de una recensión de su libro Es tarde pero es nuestra hora, proponemos tres reflexiones:

  • El secuestro de lo político, donde Javier Domínguez analiza las propuestas de Casado y Abascal como una versión cutre de las de Goebbels en el nazismo.
  • Luis Pernía, en su artículo La sanidad secuestrada, nos expone con crudeza cómo la crisis de la pandemia ha hecho aflorar la realidad de la situación de este servicio público, que no debe vivir más solo de nuestros aplausos.
  • Emiliano de Tapia nos propone que el Ingreso Mínimo Vital es eso, un “mínimo”, debiendo ser superado por una Renta Básica.

Completan el número tres comunicaciones:

  • La revisión de la Carta fundacional de los círculos de espiritualidad progresista de Podemos
  • El editorial de una emisión de FUNDALATIN: Espiritualidad liberadora y unidad solidaria en patria grande
  • La convocatoria de una nueva mesa redonda dentro del ciclo Orientaciones en tiempos de crisis

El camino

Desde UTOPIA somos conscientes de que quizás hay que hacer una cierta pedagogía del proceso, pero, tras ella:

  • hay que pasar de las palabras a los hechos
  • hay que dar pasos.
  • hay que tomar decisiones

De todas formas, recordamos el poema de Blas de Otero: Nos queda la palabra

 

La dramática situación de las residencias de mayores

  • Argüello: «La dramática situación de las residencias de ancianos interpela a todos: Estado, centros y familias»

Luis Argüello

«La Doctrina social de la Iglesia se articula desde dos puntos focales: la dignidad de la persona y el bien común. La dignidad “sagrada” pide promoción y protagonismo social, de ahí el principio de subsidiariedad; el bien común.»

“Una de las cosas que la pandemia, con el confinamiento, ha aportado ha sido poner de manifiesto problemas existentes y, en parte ocultos u ocultados, como el de personas sin hogar ni techo. Era difícil decir, “quédate en casa” a quien no tenía donde reclinar la cabeza.»

16.09.2020 | Baltasar Bueno corresponsal en Valencia

 “La dramática situación interpela a todos. A las familias que llevan a sus seres queridos a residencias, ¿cuáles son las motivaciones? ¿qué situaciones laborales, de organización de la economía, de la vivienda, están detrás de esas decisiones? A las administraciones públicas, sobre la regulación y vigilancia de las residencias y a las propias instituciones de acogida sobre su funcionamiento, intereses económicos, formación del personal. Las residencias, no son hospitales, pero cada vez hay más personas en ellas que necesitan una intensa asistencia sanitaria. Es un asunto que interpela a las administraciones públicas (Estado), a las residencias (Mercado) y a las familias (Don). Es un punto crítico para la transformación del Estado del Bienestar en Sociedad de cuidados pues afecta a tres pilares del bienestar, servicios sociales, sanidad y pensiones”, ha declarado el portavoz secretario general de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, Luís Argüello, a la revista “Cresol” de la Unión Apostólica de Valencia, que le ha preguntado sobre las consecuencias del coronavirus en las personas y el momento actual de la Iglesia.

Respecto al mensaje que se debiera enviar a los jóvenes en esta situación, Argüello  manifestó: “Cada generación tiene que responder a los desafíos de su tiempo, ejercitando el coloquio permanente entre fidelidad al don recibido y la novedad de cada época. Quizá no tengamos otra propuesta que hacer que invitar al discernimiento para descubrir las llamadas que la realidad y el rostro del otro provocan. Ilumina, en la búsqueda de respuestas, la acogida de la fraternidad como don y proyecto que hace posible que el coloquio entre libertad e igualdad no se viva solo en una dialéctica de contrarios. La fraternidad hace descubrir la importancia del deber y cuestiona “el derecho a tener derechos” que se ofrece a los jóvenes como señuelo manipulador, especialmente en tiempos populistas y emotivistas”.

“Esta propuesta precisa un ambiente de acompañamiento y escucha de los latidos más profundos del corazón de cada joven para poder realizar el anuncio que redime y entusiasma. Quizás hayamos de perder el miedo a proponer el Ideal encarnado en Cristo. Claro que para ello los adultos hemos de acompañar la propuesta con nuestra propia vida personal, comunitaria y de compromiso vocacional en el mundo”, agregó el prelado. Seguir leyendo

Fraternidad posible e imposible

Por Andrés Ortiz-Osés

Las fratrías o hermandades paganas son agrupaciones de amigos o simpatizantes de composición intermasculina, en torno a un objetivo o tarea común de tipo político o social. Es Sócrates quien eleva la fratría política a fratría filosófica o cultural, más amplia, propia de un discipulado que sigue siendo masculino. Pero será el cristianismo el que desborde la vieja fratría intermasculina, abriéndola no solo a la mujer sino a la universalidad. En Jesús la fratría particular se desborda en Fratria universal, Iglesia ecuménica, aunque sus sucesores no se hayan enterado y se hallen divididos inhóspitamente.

Hay un tránsito de la fratría filosófica y amorosa de Sócrates a la Fratria amorosa y religiosa de Jesús, una apertura trascendental y una universalidad que recogerá la Ilustración en su visión democrática de la libertad y la igualdad en fraternidad. Esta fraternidad es universal porque universal es la razón común que comparte el hombre con el hombre y la mujer, una racionalidad a la que el romanticismo dará un toque romántico al adjetivar la razón común interhumana como afectiva y aún pasional, como razón consentimental, hoy decimos inteligencia emocional.

La fraternidad nace pues entre las fratrías paganas y se universaliza como Fratria abierta a partir del cristianismo. Pienso que hoy en día deberíamos dar un paso más y hablar de fraternidad trascendental. En efecto, la fraternidad no es un mero concepto antropológico sino radical, ya que define al propio ser y su logos o lenguaje en cuanto lazo o junción, entrelazamiento, de los seres. La fraternidad radical es el entrelazamiento de los seres en el ser, de todas las cosas en el todo. Por ella hay ser y no nada, por una fraternidad ontológica y cosmológica, capaz de articular el caos en cosmos a través de su religación cuasi religiosa.

Así que la fraternidad es radical y universal, aunque esté en conflicto, y hunde sus raíces en un eros cosmogónico. El amor encarna la fraternidad universal a través de la relación o relaciones que establece entre los contrarios, como sabían Laotsé y Heráclito. Pero es el amor fraterno el que desborda las categorías familiares abriéndolas a la universalidad, la fraternidad que procede de la relación familiar y la desborda culturalmente, la hermandad capaz de hermanar los opuestos. De ahí que sea la fraternidad o hermandad la fundadora de la democracia, basada en un familiarismo que procede de la sangre pero que se abre al espíritu. La democracia es la política propia de la clase media, y uno piensa en su ingenuidad pequeño-burguesa que solo la clase media puede mediar y remediar la brutal escisión entre los extremos tan ricos y tan pobres.

La identidad radical del hombre es la fraternidad. Ahora bien, uno postula la hermandad con el hombre no en plan heroico, sino pragmática y democráticamente, precisamente para no hacer el primo. Hoy tenemos planteado cruelmente el tema de las pateras y la inmigración, en medio de la pandemia del coronavirus, cuya solución debe ser democrática y fratriarcal, pero no caótica o suicida, articulando políticamente un devenir en efervescencia. Por si no ha quedado claro, diría que la política está para solucionar todo lo posible, pero que la cultura está para plantear aún lo imposible. Hablemos pues de la fraternidad posible, pero sin olvidarnos de la fraternidad imposible. Pues como decía Martin L. King, quiero ser un hermano del hombre blanco, pero no un mero hermano político.

Así que ni pariente ni contrapariente, ni primo ni hermano político. La fraternidad es la hermandad propia de una democracia interhumana, radical y universal, posible en parte o partida en partidos e imposible entera, total o totalitaria. Porque en definitiva la democracia encarna la fraternidad entre la igualdad interpersonal y la libertad personal, la mediación entre la extrema igualdad y la extrema libertad, entre lo común y lo propio. Digámoslo más claro, la fraternidad y su realización no es objeto de revolución ni sujeto de involución, sino que es objetivo de una evolución acelerada. Propugnamos así un planteamiento más racional y razonable, pero sensible, que utópico o melopeico.

 

Laudato Sí. comentario cap 6º-Vilabrille

Comentario al capítulo 6 de Laudato Si: Cómo salir del pozo

Por Faustino Vilabrille

Encíclica del hermano Papa Francisco dedicada a la Ecología Integral.
El coronavirus y el cambio climático nos están haciendo caer en un pozo muy profundo, tal vez sea para que al tocar fondo rebotemos de tal manera que salgamos de él. Solo hay un peligro: que los grandes poderes económicos y políticos de este mundo nos tapen la boca del pozo
y no nos dejen salir. Pero somos tantos, que seremos capaces de encontrar otra salida y cuando esos poderosos destapen el poco, se encontrarán con que no hay nadie dentro.

El Capítulo 6º y último trata de la Educación y Espiritualidad Ecológicas, partiendo de que tenemos un origen común y de que pertenecemos a un futuro compartido por todos.
Actitudes básicas más importantes para salir del pozo:
-Otro estilo de vida: Tenemos que apostar por otro estilo de vida, lejos del consumismo promovido por el poder económico-financiero, que nos manipula y quita la libertad excepto para consumir, y nos vacía el corazón de otros valores para que solo necesitemos y busquemos objetos para comprar, poseer y consumir. Para los consumistas el dinero se convierte en
el mayor objeto de deseo porque posibilita toda clase de consumo. Así hay personas que no pueden pasar un solo día sin comprar algo. El consumismo nos consume y empobrece a nosotros mismos y a la naturaleza.

-El dueño del mercado: Hoy el dueño del mercado es el productor y su poder económico, pero tiene que pasar a serlo el consumidor, de tal manera que le imponga al productor lo que él quiere consumir. Ahora el productor controla el mercado, pero debe ser al revés, que sea el mercado quien controle al productor.

-El gran Equilibrio Ecológico: Es necesario el equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos y el espiritual con Dios como sentido último de todos y de todo. No basta con tener información ecológica, necesitamos hábitos ecológicos y ser ciudadanía ecológica, cuidando con esmero el amor a todos y a todo, especialmente a lo más débil e indefenso. Esto tiene que traducirse en compromisos concretos: evitar el plástico, reducir el uso de papel, ahorrar agua (el oro azul del futuro), separar los residuos, cocinar solo lo que se va a consumir, no desperdiciar la más mínima comida, no
comprar más ropa que la verdaderamente necesaria y usarla hasta que esté gastada, tratar con cuidado y amabilidad a todos los seres vivos, usar el transporte público, compartir el coche, plantar árboles, cuidar con especial esmero a la abejas (les debemos por lo menos el 30 % de lo que comemos), apagar las luces innecesarias, conducir ecológicamente moderando la velocidad y el consumo de combustible, reutilizar lo más posible, no cambiar de coche hasta que esté gastado, guardar el orden para que el orden nos guarde a nosotros.

Todos estos hábitos y actitudes deben enseñarse a los niños desde la infancia porque quien siembra en un niño siembra para siempre. Por tanto, todo esto debe formar parte de la educación familiar y también parte del contenido escolar.
-Opción por la fraternidad universal: Para los creyentes todo esto es doblemente interpelador: si Dios cuida de los pájaros y de los lirios del campo, como nos enseña Jesús en el Evangelio, mucho más debemos hacerlo los creyentes en El. Quien no ama a los animales y a las plantas,
tampoco ama a los demás y menos a Dios, porque cada criatura refleja algo de Dios y tiene un gran mensaje que enseñarnos.

Una sublime fraternidad con todo lo creado tiene que estar presente en cada momento en nuestras vidas y pedir perdón cada vez que sin motivo causamos daño a cualquier criatura. Fraternidad universal es consumir solo lo justo materialmente para que haya para todos y la tierra no se agote, pero sí aumentar mucho el consumo de alegría, de naturaleza, de paz, de reconciliación cósmica, de aire limpio, de sabiduría; de sintonía con las flores, los animales, los pájaros, las plantas; aumentar mucho el consumo de fraternidad con el
Universo, de ternura hacia todos y hacia la Madre Tierra, que es con mucho el planeta más bonito del Universo hasta ahora conocido con los más potentes telescopios.

Apoyar todos los movimientos antimilitaristas, pues vale más morir por una idea que matar por ella. Reconvertir a los ejércitos para sirvan solo para la paz y la defensa del planeta. Por tanto, oponernos frontalmente a los gastos militares, a toda clase de guerra,
nuclear, física, química, bacteriológica, biológica, ideológica…,pues todas
causan gravísimo daño a todo el sistema Tierra.

Tomemos ejemplo de los antiguos mayas: para nosotros un árbol es
simplemente un ser que nos da madera, fruto o sombra, pero para los mayas el
árbol no es tan solo un trozo de madera, una tabla o una viga del tejado: es un
ser con muchos brazos (ramas), miles de lenguas (hojas), duerme en el
Ceiba (hasta 70 metros de altura y 5 de diámetro): árbol sagrado para los mayas, los
quechuas, los yorubas.
invierno, sonríe en la primavera, es madre generosa en el verano ofreciendo sus
frutos a todos y a todo, y se recoge a meditar en la intimidad del otoño. Es Dios
que vive dentro de él, porque todo en él es vivificado por Dios.

-El Universo es el altar del mundo: El Universo y con él nuestra Madre Tierra, son el altar del mundo de los cuales Jesús, por María, construyó su propio cuerpo, su propia naturaleza humana. Por eso para los creyentes el mundo es sagrado, es divino, es santo, del cual los seres humanos somos piedras vivas a las que Jesús vino para que tengamos vida y vida en
abundancia. Es por eso que el Universo entero participará con nosotros en la
plenitud definitiva, sin fin, en la fiesta eterna del Reino de Dios.

-Dimensión Política del Amor Fraterno: Nos compete a los cristianos, los primeros, desarrollar la dimensión política del amor fraterno, comprometiéndonos en actividades que tienen como objetivo organizar la sociedad de tal forma que todos colaboremos al bien común y este
compromiso se contagie de tal manera que impregne a toda la sociedad.
Aún más allá de un compromiso ético insobornable (que ya no sería poco), hace falta una espiritualidad y una mística que abarquen al hombre todo entero, que lleguen a las convicciones más profundas de la persona, para que su religación comprometedora con todos y con todo vaya más allá de la ley, de la norma, de la conveniencia, que den fuerza y entusiasmo
interior en lo más íntimo de nosotros mismos para encontrar el sentido último de nuestra vida y del universo, que sustenten nuestra esperanza más allá de toda crisis, incluida la de nuestro prematuro fracaso humano, e incluso superadora de una eventual catástrofe de todo el sistema Tierra, porque más allá de este posible destino fatal está Dios como el origen de la Cosmogénesis para llevarlo a la meta definitiva de la plenitud.

Es por eso que siempre acabaremos saliendo del pozo, y nada ni nadie, ni el más feroz neoliberalismo capitalista, será capaz de retenernos allí dentro.
En el próximo Comentario hablaremos más en detalle de
ACTITUDES Y COMPROMISOS CONCRETOS QUE DEBEMOS Y
PODEMOS ASUMIR CADA UNO DE NOSOTROS.